El masajista se folla a mi novia

No dabe crédito a lo que me contaba...

Aquí el texto...Hola a todos, os voy a contar una historia que aún no puedo creer. Me pasó hace unos días y la protagonista de ella es mi novia Clara. Yo me llamo Pablo y tengo 25 años, ella tiene dos menos que yo. Llevamos juntos tres años y medio, la verdad que los mejores de mi vida. Siempre hemos llevado una relación muy sana y normal, con una confianza bestial, nos contamos con pelos y señales todo lo que pasa en nuestras vidas. Ahora ya no sé que pensar ya que lo que ha sucedido no me encaja en la cabeza.

Si os tengo que describir a Clara es una chica preciosa, no para de ligar con todos los chicos que la ven, ojos verdes, rubia y un cuerpecito de escándalo, con unos pechos normales, no demasiado pequeños ni tampoco grandes. Pero lo que sin duda le hace tan morbosa es su coñito, rosado y muy gordito, lo mejor que he visto nunca, a parte de un culito redondito perfecto. Os cuento lo que pasó:

Desde hace tiempo vivimos en Valencia, a ella le encanta todo lo relacionado con el mundo del deporte y la gimnasia, se pasa días enteros haciendo deporte y ejercitando su cuerpo en el gym. Un día en casa me comentó que le gustaría hacer un curso de masaje profesional, enfocado al deporte, cosa que la verdad no me hizo mucha gracias debido a que se me vino a la cabeza que seguramente entre todos los del curso tendrían que tocarse entre ellos para practicar. Pues bueno, así fue, entró en el curso al que iba todos los días en horario de tarde. Los compañeros eran muy majos según ella, había chicos y chicas y los profesores también, demasiado majos diría yo...ella me llegó a decir que su profesor principal se parecía mucho a un actor famoso de cine, un tipo musculoso de esos que parecen sacados de lucha libre. El caso es que a ella ese actor siempre le ha gustado mucho, y no debido precisamente a sus habilidades como tal,sino más bien por su atractivo físico.

Pasaron los días y nada me pareció raro de lo que me contaba, era un curso de masaje en el que impartían teoría así como unas prácticas que realizaban entre ellos. Un día me contó que su profesor, el cual se llama Luis, le había puesto de ejemplo de como debía ser un cuerpo bien estructurado, y que muchos días la cogía a ella para enseñar a realizar los masajes a los demás alumnos. Yo en principio no le dí mucha importancia ni ella tampoco, la verdad que Clara es bastante inocente para esas cosas, pero no tonta.

Después de una semana de curso me contó que habían estado hablando de las lesiones en los cuadriceps y como tratarlas. Clara de tanto ejercicio que realiza siempre ha tenido esa zona muy cargada, por lo que se lo dijo a Luis para ver que podía hacer. Él sin dudarlo le dijo que eso había que cuidarlo y que si quería que fuese una mañana a su consulta para realizar algún masaje localizado en la zona. Ella accedió y cogió cita para tres días después.

Llegó el día del masaje y al llegar ella a casa por la noche entró por la puerta llorando, cerró y me miró con unos ojos bañados en lagrimas, esta fue la conversación:

Pablo: Que pasa Clara, por que lloras?

Clara: Pablo lo siento mucho de verdad, lo siento en el alma pero...

Pablo: Que sientes que?

Clara: lo siento de verdad, no se que me ha pasado por la cabeza...

Pablo: Me quieres decir que sientes?

Clara: Nunca pensé que lo haría, estoy enamoradisima de ti pero me ha podido la situación.

Pablo: me quieres contar de una vez de que hablas...

Clara: te he sido infiel, no he podido soportar...

Pablo: Qué?? me estás vacilando Clara?

Clara: No Pablo es verdad y no sabes como arrepiento.

Pablo: Pero...

Clara: en el masaje, con Luis, estaba tan a gusto que me he dejado llevar y he perdido el control por completo.

Pablo: Pero serás puta, vete de la puta cosa que no quiero volver a verte, no me lo puedo creer...

Clara: (llorando) No por favor! Entiéndeme, solo quiero que me escuches, ya sé que no hay escusa pero quiero contarte lo que pasó...

Pablo: venga puta habla!

Clara: Fui al masaje para tratar los cuadriceps y nada mas entrar Luis me dijo que me pusiese cómoda, que lo primero que tenía que hacer era quitarme los pantalones y ponerme unos cortos. Yo caí en que no se me había pasado por la cabeza ese detalle y le dije que no había traído. Él me dijo que no pasaba nada, que a las malas si no me daba vergüenza podría quedarme en ropa interior. Yo accedí con cierto pudor, pero en el fondo quería quitarme esa vergüenza ya que en el mundo que acaba de entrar lo requería. Así hice, me quté los pantalones y me quedé con camiseta de tirantes y en tanguita rosa que me había puesto ese día. Luis me dijo que me tumbase primero boca a bajo para relajar la espalda y los hombros, pero al hacerlo se dio cuenta de que tenía el sujetador puesto por lo que me dijo que me dejase de tapujos y me quitase todo, que era un masaje y nosotros eramos profesionales.

Yo no sabía realmente si estaba bien quedarme delante de un casi desconocido solamente en tanguita, pero me convenció con lo de ser profesionales...en principio eran unos pantalones cortos lo que tenía que haber traído...Me quité la camiseta mas pudorosamente el sujetador. Él que ya había preparado todo para el masaje me miraba como expectante. Me quité el sujetador y puse mis manos encima para que no se viese nada, me di la vuelta en la camilla y pensé que en ese momento Luis teína una versión perfecta de mi culito y el bultito de mi coñito...no se como pero eso me excitó mucho, pensar que estaba en esas circunstancias con un hombre que no eras tu. Luis seguidamente puso una toalla por encima del culito las piernas y empezó por masajear los hombros, omóplatos y la espalda. La verdad que era todo un maestro, me estaba dejando super tranquila, con sus manos deslizandose de arriba abajo cada vez más fuerte, con el olor estimulante del aceite. Sin darme apenas cuenta había bajado un poco más la toalla y me estaba masajeando la zona del glúteo superior, muy por encima del culito...sentía como clavaba los dedos y tiraba para arriba con un contoneo suave...subió sus manos hasta la parte media de la espalda y poco a poco fue masajeando las zonas laterales de ésta...llegando a rozar suavemente mis pechos aplastados por la camilla. No se hasta que punto pero me pareció raro que cada vez deslizaba sus manos un poco mas dentro de la camilla, casi rozando los pezones. Como no tengo aún ni idea de masaje me pensaba que podía ser normal así que no dije nada...la verdad que cuando me quise dar cuenta noté que estaba en un estado de tranquilidad máxima, pero lo que es peor, estaba sintiendo como por momento me vibraba el coñito, llegando a sentir cierta humedad en las braguitas. No podía creer lo que me estaba pasando, pero pensé que era el masaje y ya...

Cuando Luis terminó esto me dijo que me pusiese boca arriba para empezar con lo que había venido realmente a hacer. Cogió un mando y subió la parte superior de la camilla un poco para arriba, para que pudiese estar bien apoyada. De golpe me quitó la toalla y me quedé mostrándole mis pechitos y mi tanguita medio mojado con las piernas entre abiertas. Puse mis manos en los pechos y me dijo: Que te he dicho de la vergüenza?, a lo que accedí bajando las manos para abajo poniéndome a la vez muy roja. Luis me cogió las piernas y me las estiró, empezando a masajear los pies, subiendo dando círculos por la zona inferior del muslo. Cogió aceite y empezó a masajear la zona interna del muslo, subiendo y bajando con las dos manos sobre una pierna. Yo notaba que el aceite cada vez estaba mas caliente y estaba pendiente del incesante movimiento de sus manos, subiendo cada vez más arriba, hasta el punto de que en una de esas maniobras su mano izquierda llegó a rozar mi coñito... Dí un pequeño brinco como asustada, a lo que él me miró con una sonrisa pícara. Cada vez que subía y bajaba yo temblaba. Ese movimiento de manos en mi muslo interno, acompañado del calor del aceite, que mi masajeador era casi igual que mi actor favorito y acompañado de que estaba abierta de piernas pudiendo contemplar él mi coñito ya a estas alturas bastante mojado y mis pechos hizo que en una de esas subidas repentinas no pudiese mas y me corriera de gusto, temblando fuertemente y mojando ahora bien mi tanguita. Luis se dió cuenta de ello y se río de mi, subiendo su mano hasta palpar mi coñito completamente mojado y abierto. Deslizó sus dedos de abajo arriba y me dijo: tranquila estás en buenas manos. Yo estaba asustadisima de lo que estaba pasando, nunca me había pasado eso con otro hombre que no fueses tú, pero esa situación se escapaba completamente de mi control...estaba a su merced.

Hecho esto como si no pasase nada se volvió a untar las manos de aceite y empezó el mismo procediemiento con la otra pierna. Yo estaba avergonzadísima, roja como un tomate y muy caliente, sin poder hacer nada, completamente paralizada. Subió y bajó sus manos de nuevo, esta vez rozando en cada subida mi coñito empapado, yo mientras vibraba y le miraba asustada, pensando que con eso ya te había sido infiel Pablo...pero de repente se medio agachó y empezó a darme besitos por la zona interna del muslo, era como el masaje pero con besos tiernos de abajo arriba, acompañados de mordisquitos. Fué subiendo cada vez más hasta que reaccioné diciéndole: ésto no está bien, tengo novio y estoy enamorada de él. Luis se rió y me dijo: calla y disfruta! Justamente cuando deslizó su lengua de abajo arriba de todo mi tanguita. Yo cerré las piernas de golpe pillándole la cabeza, a lo que él reaccionó separándolas muy tranquilamente. El corazón me latía a cien por hora, no podía ni moverme. Luis cogió con sus manos y deslizó mi tanguita hacia un lado, quedando a la vista mi coñito, estaba increíblemente gordo y sonrosado, a parte de abierto por la excitación que tenía. Sin pensárselo Luis fue directo a mi clítoris y empezó a besarlo, notando como su lengua daba vueltas al rededor de él...a los dos minutos yo sentí una descarga increíble y me volví a correr, esta vez en su boquita, dejándole la boca completamente empapada. Se incorporó y se puso a la altura de mi boca...yo temblaba, él se bajo los pantalones y me enseñó un miembro erecto increíble, la verdad que nunca había visto algo igual. Comprendí la situación y me lo metí en la boca, poniéndome a cuatro patas encima de la camilla para tener mejor movilidad. Creo que se lo estuve chupando como tres minutos hasta que se corrió un buen chorro en mi boca...yo estaba ya fuera de si. Me cogió de la cadera, me dio la vuelta y me arrancó el tanguita del cuerpo, yo me intente resistir ya que sabía lo que venía a continuación, a lo que le dije: ya está bien, ya bastante mal he hecho, en esto se queda lo nuestro...me levanté como para irme a lo que él me volvió a subir en la camilla con fuerza cogiendo mis piernas y poniéndoselas sobre sus hombros...notaba como su miembro rozaba con mi coñito caliente...hasta que pasó, noté como fue entrando hasta dentro lentamente, produciéndome un placer indescriptible. Poco a poco él fue aumentando el ritmo hasta que pensé de nuevo que me estaba follando a un tio que no eras tu...me dio una fuerte estocada y volví a temblar corriéndome de nuevo. Luis me volvió a dar la vuelta, esta vez quedando a cuatro patas, me la volvió meter y ahora sí que pude sentir su miembro con toda su vigorosidad, entrando y saliendo y rozando con mi clítoris...no se si me fui 4 o 5 veces hasta que él sacó su polla y si decir nada me tumbó del todo contra la camilla y me la fue metiendo poco a poco por el año. Yo le dije que no, que dolía mucho, pero él continuó hasta que noté sus huevos chocando con mi coñito...esto si que era ya mucho para mi, gemía como una loca y me corrí de nuevo varias veces...él empezó a temblar noté como un chorro caliente entraba dentro de mi...sacó su polla y nos quedamos tumbados en la camilla extenuados...

Clara: Solo quería contarte esto, por que de verdad no pude hacer nada...lo siento mucho amor mio!