El masaje

Desde que tuve mi primer relación sexual a los 18 años, solo he estado con 3 chicos y jamás con ninguno tuve la deliciosa sensación de un orgasmo como el que experimente hace apenas un par de días y que por supuesto a nadie se lo puedo contar, razón por la cual aquí lo relato en anonimato.

EL MASAJE

Desde que tuve mi primer relación sexual a los 18 años, solo he estado con 3 chicos y jamás con ninguno tuve la deliciosa sensación de un orgasmo como el que experimente hace apenas un par de días y que por supuesto a nadie se lo puedo contar, razón por la cual aquí lo relato en anonimato.

Cuando lo hice por primera vez, a los 18 como ya dije, fue con un noviecito de la adolescencia, simplemente no obtuve ningún placer, tal vez el dolor que me causó la rotura de la membranita o la rapidez con que fue de apenas unos 3 minutos que duró la aventura, evito el alcanzar un orgasmo.

Tiempo después en mi época Universitaria, volví a tener sexo, esta vez con un chico deportista con un cuerpo muy bien formado y con aquello bastante bien, grande y duro, duro. Me la metía y en un minuto cuando mucho, se venía copiosamente, casi llenaba el condón con tal cantidad que un par de veces por poco y se me quedaba adentro, ¡¡¡fiuu, hubiera sido embarazo casi seguro!!! Cuando mucho me hacía sentir bonito un minuto y terminaba, jamás me acercó siquiera a alcanzar mi clímax.

Ahora con mi novio actual desde hace 3 años, con el que seguramente me casaré y con quien con cierta frecuencia tengo sexo, tampoco nunca lo he experimentado. La razón puede ser que él es también algo rápido en terminar y no me da el tiempo a mí, o bien que como ninguno de los dos deseamos que resulte embarazada hasta que nos casemos y pasen por lo menos 2 años hace que sea la causa de que yo no alcance el clímax como debiera. Quién sabe.

Pero bueno,

voy al relato

. Soy diseñadora gráfica y trabajo para una agencia de Publicidad. En estas 2 últimas semanas he tenido muchísimo trabajo, 18 ó 20 horas diarias frente a la Computadora, irremediablemente me han traído dolores tremendos de cuello y espalda. Una compañera del trabajo me recomendó a un masajista, me dijo que definitivamente él con sus manos mágicas haría desaparecer mis dolores. Reí incrédula diciéndole… ¿él?... ¿cómo un hombre me va a dar masaje?... No te preocupes mujer, el que te voy a recomendar es Gay y está acostumbrado a darles masaje casi a puras mujeres y ni tú con tu buen traserito, ni tus bubíes, lo van a inquietar, es más, observando sus desplantes te darás cuenta que es Gay, él se concretará a darte el masaje, te va a poner a punto, tal vez te provoque un orgasmo y él como si nada, es muy profesional, prueba y ya verás.

El viernes ya muy tarde, terminé mi último gráfico y el fin de semana de verdad que la pasé con el terrible malestar, es más ni se me antojo hacer el amor con mi novio. Me dieron el lunes de descanso y los dolores de espalda y cuello me ayudaron a decidir por fin a ir al famoso masaje. Nunca había ido a un lugar de esos por lo que llegué un poco nerviosa y tímidamente le dije a la recepcionista a lo que iba. Me preguntó que si tenía cita a lo cual contesté obviamente que no y que quería que el masaje me lo diera Juan Antonio como me habían recomendado, dibujo una sonrisa burlona o picarona y me comentó que Juan Antonio tenía la agenda llena, que incluso esperaba en unos minutos a una Señora, que cada semana atendía…..sin embargo, dijo,  déjame ver que dice él porque la semana pasada lo dejó plantado. Marco un numero de extensión diciéndole que lo buscaba una chica, acudió en un par de minutos y al conocerlo de verdad que me impresionó, un hombre alto y atlético, calvo y con la cabeza totalmente afeitada, de unos 30 y tantos años o tal vez más, desde que me dio la mano y habló de inmediato noté su homosexualidad, pensé de inmediato “caray que desperdicio de hombre”….me dijo que estaba esperando a la Señora de quien ya me habían hablado, pero que si no llegaba en 10 minutos me atendería.

Pasaron los 10 minutos y volvió a aparecer diciendo con su acento marica, pasa chica, mi cabina es la No. 1, entramos.

Lo primero que percibí fue un delicioso aroma a aceites con esencias, me dijo… quítate toda tu ropita y te recuestas ahí boca abajo y salió contoneándose, hice lo que me indicó quedándome con mi sostén y pantis, cuando volvió a entrar con algunas sábanas me dijo….no, no, no ….quítate toda la ropita mi vida y con mucha vergüenza así lo hice y tímidamente me volví a recostar en la misma posición e inmediatamente me cubrió el cuerpo entero hasta el cuello con una sábana y eso me tranquilizó mucho.

Empezó a masajearme suavemente con los dedos en  la nuca, a los 2 minutos empecé a sentir alivio y a relajarme, continuó sobándome con la misma suavidad el cuello, luego los hombros, con la misma asombrosa suavidad, bajó la sábana hasta mi cintura y continuó con la espalda, comprobé que verdaderamente el hombre (?) sí que tenía manos de seda, logré en 10 minutos estar completamente relajada y sus manos suaves habían casi desaparecido el molesto dolor de cuello y espalda.

Retiró completamente la sábana y yo ya no sentí más pena, continuó masajeando mi cintura y mi trasero, hizo una leve presión sobre mis vertebras de la cintura, y de inmediato sobre mi trasero, suaves manos de verdad. Tal como mi amiga me había dicho, empecé a sentir algo de excitación. Siguió con la parte trasera de mis muslos y pantorrillas, luego con los pies, nunca pensé que sobándote los pies se sentía tanto placer y excitación.

Lo tremendo empezó cuando estando todavía boca abajo abrió mis piernas, sentí como mis labios vaginales se abrieron y el abundante líquido que salía de mi pussy me hizo sentir que el aire frio se metía por mi agujerito. Puso más aceite en sus manos y las paso suavemente, siempre suavemente, por la entrepierna, sentí como el canto de su mano rozaba mis labios vaginales, al sentirlo pegué un ligero saltito y de inmediato me preguntó… ¿Qué paso? …..no, no, le contesté, es que me rozaste con tu mano donde no estoy acostumbrada jijijiji, él también sonrió, ay perdón dijo con su vocecita afeminada. Desconfiada gire la cabeza con la mirada dirigida a su entrepierna para ver si había erección como hubiera sucedido con cualquier hombre, pero para mi sorpresa, absolutamente nada de bulto, mi vanidad lo resintió pensando que mi condición de mujer nada le afectaba jijijiji.

Me pidió me volteara boca arriba, lo hice y enseguida cerré las piernas, me avergonzaba de que viera mi rajita empapada. Igual empezó desde arriba con el cuello, continuó sobre mi pecho y bubíes, cuando sus manos tocaron mis erectos pezones por supuesto mi excitación creció, más aun cuando bajaron al abdomen y comentó que tenía piel muy tersa y limpia…. ni un solo granito he visto, dijo. Solo te voy a recomendar que no te afeites, vas a lucir más sexy y a los hombres les encantan las “panochitas” peluditas y bien arregladas. No te afeites totalmente porque eso solo lo hacen las perritas strippers o las que hacen películas porno y a tu pareja no le va a gustar, solo recorta a los lados y quita lo abultado. La verdad eso lo hago ahora, y con más cuidado cuando voy a ir a la playa porque no me gusta que se me salgan los pelos por los lados de la tanga.

Cuando se dio cuenta de que por el grado de excitación que ya alcanzaba movía la cabeza de un lado a otro, me dijo… ¿quieres que te ayude?.... no contesté nada y él lo tomó como señal de aceptación. Nuevamente abrió mis piernas y comenzó a pasar con suma suavidad un dedo recorriendo mi raja de arriba abajo, abrió mis labios para dejar al descubierto mi botón y con la misma suavidad puso la yema del dedo sobre mi clítoris y empezó a describir círculos muy suavemente sobre éste mientras yo sentía que enloquecía de placer, metió muy despacio un dedo, luego dos dándome un placer indescriptible, curiosa nuevamente puse mi mirada en su bulto y ahora si se notaba su crecimiento; joto, joto pero al fin sensible pensé, también desee en ese momento que me cogiera, jamás había experimentado esa deliciosa sensación que obviamente me llevó en un par de minutos al clímax.

De repente por mis oídos se presentó un silbido en su interior y sentí por un instante que perdía el sentido y……¡¡estallé en el primer orgasmo de mi vida!!!! La sensación más deliciosa que jamás había experimentado, no pude evitar pegar un grito de placer y de inmediato emitió un shhhhh….no, no, no grites por favor porque van a creer que te estoy matando….¡¡pues me estas matando  de placer!!! Le contesté, ok pues entonces, si quieres aquí le paramos me replicó. No, no, no, por favor sigue, te prometo ya no volver a gritar. Continuó moviendo los dedos dentro de mi vagina de alguna manera que me provocaron seguir viniéndome  al igual que una temblorina que no podía controlar. Por fin terminé y me preguntó ¿ya descansada?....solo le sonreí….luego me pregunto ¿hace cuánto hiciste el amor? Porque tuviste tres orgasmos increíbles…. si te contará, le comenté, que es la primera vez que tengo un orgasmo, ¿me creerías?... ¿ayyyys de verdad?  Ay que bárbara…con razón.

Mientras me vestía me aconsejó, haz de alguna manera que él

no

te penetre hasta que tu sientas que estas lista, enséñale a que te acaricie, sobre todo las bubíes y la colita y que con su lengua juegue con tu clítoris, que use sus dedos, incluso si él es muy rápido déjalo que se venga la primera vez, lo dejas reposar unos minutitos mientras te tocas tu misma, al verte lo excitarás y tú ya estarás lista y el tardará mucho más. Veras que te dará resultado.

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