El marido de mi prima
Soy Patricia y he vuelto a engañar a mi novio, esta vez con el marido de mi prima.
Lo primero que quiero hacer es agradecer a todos aquellos que me habéis escrito después de leer mi relato "Una noche loca". Los que no lo hayáis leído, leedlo en infidelidades del 18 de abril de 2004. Ahora quiero que conozcáis las novedades que han ocurrido en mi vida.
Siguiendo el consejo que me disteis muchos de vosotros de que comentase mi noche loca con una amiga, decidí contárselo a mi prima Cristina, ya que gracias a su despedida me ocurrió lo que me ocurrió. Espere a que ella regresara de su viaje de novios con Sergio, su marido.
Para los que no me conozcáis soy Patricia, tengo 25 años, castaña, 168, ni gorda ni delgada, y considero que tengo unos bonitos pechos. Mi prima Cristina es morena, con una carita muy dulce, a pesar de sus 28 años, ojos oscuros, y un cuerpo muy morenito, y mas ahora después de regresar de su viaje por el Caribe. Su recién estrenado marido, Sergio, es un chico de 180 aproximadamente, con un cuerpo muy cuidado y también broceando, tiene la cabeza completamente afeitada, lo que provoca en el, una belleza especial.
Bueno, como iba diciendo, espere al regreso de mi prima para contarle lo que me ocurrió. Fuimos mi novio Ramón y yo, a casa de Cristina y Sergio para ver el video de su viaje. Estuvimos pasando la tarde, escuchando las típicas historias y anécdotas de estos viajes. Al finalizar la tarde, Sergio y Ramón decidieron bajar a tomar algo a los bares de alrededor, y de paso echar un vistazo al partido de fútbol que retransmitían por la tele. Decidí que ese era el momento de sincerarme con mi prima, y escuchar sus consejos.
"Cris, me gustaría contarte algo" dije algo temblorosa.
"¿De que se trata? Me das miedo, tan seria" respondió.
"Es algo que ocurrió en tu despedida de soltera"
Cristina abrió los ojos y dijo "No estarás enfadada porque te empujásemos al escenario con aquel chico, parecía que lo pasabas muy bien"
"No, no es eso. ¿Recuerdas que me fui pronto a casa porque tenia sueño?" comencé.
"Si, ¿por qué?" dijo Cris.
"Pues que no me fui a casa, me fui con el chico que actuaba, se llamaba Marcos" respondí.
"¿estas bromeando?"
"No, te aseguro que paso, y me siento bastante mal, por todo. Ramón no sabe nada, y la verdad que lo que sentí aquella noche, nunca, nunca lo había sentido con Ramón" me desahogue en ese momento.
"A que te refieres, ¿a placer o a sentimientos?" pregunto Cristina.
"A placer, sabes que a Ramón lo quiero mucho, pero no me da el placer que aquella noche sentí. Desde entonces, no puedo dejar de pensar y de desear volver a sentir ese placer y cometer mas locuras."
En ese momento, me eche a llorar. Probablemente, por soltar algo que necesitaba soltar, y por saber, que deseaba mucho mas de lo que tenia. Cristina, me animo. Me decía que no me preocupara, que son cosas que pasan, y que no podía cerrar las puertas al placer, por mucho que quisiera a Ramón, porque iba a ser muy infeliz si lo hacia.
Entonces me contó algo, que me dejo de piedra. "Quiero contarte algo, y espero que no se lo cuentes a nadie. No se si sabes que Sergio es muy pasional, y muy fogoso. Antes de pedirme que me casara con el, el quiso confesarme algo. Me dijo que el nunca había podido ser fiel, a ninguna de sus parejas y anteriores. A ti no te he sido infiel, aun. Ese aun, sonó como un golpe en mi cabeza. Siguió diciéndome que me amaba mas que a nadie, que nunca había sentido tanto por nadie, pero que a pesar de todo estaba seguro que no iba a poder serme fiel siempre. Yo tampoco te pediré que tu lo seas, porque seria injusto, pero juntos podremos desatar todos nuestros impulsos. Por eso, te pido que si quieres dejarme, hazlo ahora, para no sufrir mas los dos, pero sino cásate conmigo"
"Ya sabes cual fue mi respuesta" me dijo Cristina. "Aunque dude mucho por supuesto"
Yo no sabia que decir. Me había quedado alucinada. Y yo tenia miedo de decírselo a mi novio.
Cristina continuo hablando "durante este viaje he realizado por primera vez un trío con otra mujer. Y me gusto. Sergio me prometió que otra vez lo haríamos con otro hombre para que viviera esa experiencia"
Yo me imaginaba esa escena de ambos con otras personas y no podía evitar excitarme. Le pregunte a Cristina que si le había gustado.
"Ya te he dicho que si, fue algo increíble. Por un lado sentía la fuerza y la pasión de Sergio, y por otra sentía la dulzura y la complicidad de una mujer. Desde entonces, estoy dispuesta a aprender de los placeres del cuerpo y disfrutarlo."
"Me cuesta imaginármelo, pero por otro lado debe ser fantástico" conteste
Me estaba poniendo muy caliente solo de imaginarlo.
En esos momentos llegaron mi novio y Sergio. Yo miraba a Sergio de manera muy distinta a como lo había visto hasta ahora. Mis braguitas se humedecían solo con mirarlo e imaginármelo junto a mi prima. Cenamos juntos y después nos despedimos.
Al día siguiente, después de comer, cuando mi novio se fue a trabajar, sonó el teléfono.
"¿Quién es?" conteste al teléfono
"Soy Cristina. ¿estas sola?" me pregunto.
"Si, ¿por qué?"
"Tengo que contarte algo, ¿puedes venir a mi casa?" contesto Cris
"¿Pero para que?" estaba muerta de curiosidad.
"Anímate. Ven y te lo cuento"
"De acuerdo. En 20 minutos estoy ahí" conteste. No podía quedarme con la intriga de que quería contarme y además no había dejado de dar vueltas a lo que me había contado el día anterior, y tenia miles de preguntas que hacerle.
Llegue sobre las 3 y media.
"Hola Cris, ¿qué quieres?"
"Contarte una cosita" me dijo
"¿estas sola? ¿Y Sergio?" pregunte
"Salió con unos amigos, tenia que hacer una cosas." Respondió.
Nos sentamos en el sofá, y le pregunte que porque tanta urgencia, que que tenia que contarme.
"Veras ayer cuando te fuiste. Me pregunto Sergio, que sentía que le mirabas un poco raro" comenzó diciendo.
Ya podéis imaginar mi cara, roja como un tomate de vergüenza. No sabia que decir, pero antes de que dijese nada mi prima continuo.
"Yo le dije que te había estado contando lo del viaje, incluso lo de Maya. Así se llamaba la chica del trío. El me dijo que si estaba loca, que seguramente tu lo mirarías como un degenerado."
"No que va, todo lo contrario" dije sin pensar que hablaba de su marido. "Bueno, ya me entiendes, respetándote."
"Entonces espero que me perdones, le conté lo de la despedida" me dijo Cristina.
"Estas loca, ¿y si se lo cuenta a Ramón?"
"No te preocupes que no va a decir nada. El caso es que se excito muchísimo y hicimos el amor pensando en ti." dijo Cris.
"¿Qué hicisteis que? ¿Estáis mas locos que yo?" conteste.
"Dime que tu ayer no te imaginaste a Sergio en tus sueños, que no te excitaste cuando te conté lo del trío. Si no es así, ¿porque lo mirabas con esa mirada nada mas verlo?" me increpo.
"Tienes razón. No pude contenerme al imaginármelo, y me excite con lo que me contabas" dije tímidamente.
Cuando estaba a punto de pedirle disculpas siento que unas manos se acercan por detrás y me tapan los ojos, mientras me besan por el cuello.
"He estado escuchando todo, he soñado contigo esta noche, y he imaginado cuando hacia el amor con mi mujer, que eras tu." Era la voz inconfundible de Sergio, el marido de mi prima.
"Ahora quiero hacerte el amor a ti, sin necesidad de imaginarlo. Quiero sentir tu fogosidad, tu pasión. Quiero saborear tus dulces manjares y gozar, sobre todo gozar. ¿Y tu lo deseas?" susurro a mi oído.
Yo no sabia que decir. Que pensaría mi prima. Cuando sus manos se apartaron de mis ojos, vi a mi prima Cristina sonriéndome y animándome. Yo estaba confusa, pensaba en Ramón, en que no podía volver a tropezar, pero sentía un deseo dentro de mi que no podía controlar. Me estaba volviendo a pasar y seguro que acabaría cayendo, así que de mis labios salieron unas palabras
"Lo deseo, Sergio, lo deseo"
Me cogió de la mano, mientras me guiaba a su dormitorio. Yo miraba a mi prima, intentando demostrarle que no podía evitarlo, mientras ella se quedaba en el sofá.
Llegamos a su habitación. Dulcemente me quito la blusa, apareciendo ante el mi sujetador azul marino. Me besaba en los labios, pero yo no le respondía, pero poco a poco, mi lengua fue respondiendo a la suya. Sus manos bajaban hacia mi pantalón vaquero que desabrocha fácilmente dejándolo caer al suelo. Sus besos seguían saboreando mi lengua, y mis manos comenzaban a acariciar aquel bello cuerpo. Sergio desabrocho el sujetador y me tumbo en la cama. Sus labios se despegaron de los míos, mientras iban bajando por mi cuerpo. Saboreaban mis pechos, entreteniéndose a jugar con mis pezones, lo cual me estaba poniendo muy caliente. Era un gran amante, y yo lo estaba disfrutando. Su lengua continuo bajando disfrutando de mi estomago. Y bajo mis bragas quitándomelas y dejando mi cuerpo desnudo a su merced.
Se detuvo un momento, antes de sentir como un liquido frió caía sobre mis pechos. Era champagne, y el lo estaba saboreando hasta secarlo todo. Echo mas champagne en mi ombligo y lo absorbió, echo mas en mi coñito, y también lo saboreo. Que placer. Entre el frío del champagne, mi calentura y sus labios y lengua, me estaban derritiendo por dentro. Me dio de beber para después darme un beso de los que te dejan sin habla. Fue un beso largo y apasionado. Dejo la botella, y ahora si se dedico a darme todo el placer del mundo. Sus manos jugaban con mi estomago y mis pechos acariciándome dulcemente, y su lengua se introducía en mi coño, acariciándolo suavemente con ella. Sentí que era hora de que el también sintiera mi lengua y yo pudiese ver su polla. Le quite la camisa, y desabroche sus pantalones. Vi sus calzoncillos que parecían esconder una gran sorpresa. Introduje mi mano en ellos, intentando adivinar su tamaño solo por el tacto, estaba muy bien dotado la verdad, mientras decidí sacarla para verla. Era muy bonita. Tan morenita, tan dura, cogí la botella y vacié lo que quedaba en ella sobre su polla, y comencé a saborearla. Recorría cada centímetro de su polla sintiendo que aun podía endurecerse mas de lo que estaba. Movía mi boca, metiendo y sacando su polla, mientras mi otra mano acariciaba los huevos, y su culo. El por su parte tocaba mis tetas, endureciendo mis pezones. Saboree toda su polla, y sus huevos, e incluso introduje parte de una de mis dedos en su culo, y al parecer le excito. Me tumbo en la cama y procedió a introducir su polla en mi. La sentía dura y caliente, y mi coñito ya estaba suficientemente húmedo para ello. ¡Que placer! Se movía alternando las velocidades, unas veces muy rápido otras mas lento, permitiendo me disfrutar, mientras el controlaba su corrida. De vez en cuando cambiábamos de postura, poniéndome a cuatro patas mientras el por detrás me lo metía en el coño. Sus manos se dedicaban a darme placer en mis tetas, a veces sus dedos se introducían en mi boca que en ocasiones, estaban humedecidos por mis propios fluidos.
Volvimos a cambiar de postra, el se tumbo y yo sentada sobre el, galopaba como en un caballo. Ahí mi sensación de tenerlo dentro de mi era mayor. Lo sentía dentro de una manera increíble. Sus manos recorrían mi espalda haciéndome sentir un cosquilleo y algún escalofrío. Sus otras manos acariciaban mis pechos. ¿Sus otras manos? Me detuve y pude comprobar que quien me tocaba los pechos era mi propia prima Cristina.
"Veo que estas disfrutando, y me apetece unirme a la fiesta. Además así, descubre lo que es estar con otra mujer." Me dijo, al tiempo, que sus labios se unían a los míos y su lengua buscaba la mía. Después Cristina beso a Sergio para acabar recorriendo su cuerpo con su lengua. Yo gemía de placer hasta que me corrí llena de placer.
"Yo también quiero montar a caballo, ¿me dejas?" me dijo Cristina. Yo me saque la polla de Sergio para que su mujer fuera quien se la metiera. En un primer me sentí fuera de juego, estaba perdida. Creo que Sergio se dio cuenta y me atrajo hacia sus labios, para besarme con todas sus ganas.
"Date la vuelta que quiero saborear tu coño" dijo Sergio. Ya empezaba a sentirme dentro del juego. Me senté sobre su cara, y el saborea mi coñito, haciéndome disfrutar. Cristina me cogió por la cabeza y me beso con un beso que nada tenia que envidiar a los de Sergio. Empecé a perder la vergüenza hacia mi prima y comenzaba a acariciar un cuerpo de mujer, que nunca pensé fuese a disfrutarlo tanto. Probé los pechos de una mujer, la lengua de una mujer y bese cada centímetro de su cuerpo. Antes de que ella gritando se corriera.
"Es el momento de saborear la leche de nuestro macho, ¿no crees Patricia?" me dijo Cristina al tiempo que sacaba la polla de su coñito. Entre las dos nos dedicamos a dar placer a esa polla y sacarle todo su jugo. Mientras Sergio seguía saboreando mi coño. Intercalábamos su polla en nuestras bocas, una vez una, luego la otra, de vez en cuando nuestras lenguas recorrían ese trozo de carne que ambas habíamos tenido dentro. Nuestras lenguas se tocaban, en ocasiones, deteniéndonos a besarnos. En un momento en el cual la polla de Sergio estaba en mi boca, este exploto, llenándome de su leche que no pude contener y cayo. Cristina y yo nos dedicamos a lamer toda esa crema blanquecina que estaba en su polla. ¡Estaba riquísima!
Los tres nos abrazamos, y nos quedamos descansando.
"Ha sido estupendo" dijo Sergio
Cristina y yo, no teníamos palabras. Fue increíble.
Cuando regrese a casa. Empecé a sentirme algo culpable, y comprendía que las cosas con mi novio no iban bien. Y me puse a llorar.
Al llegar mi novio del trabajo, me vio llorando. Me pregunto que que me pasaba. Yo no podía seguir fingiendo y decidí contarle lo que paso en la despedida de soltera de mi prima, y tras un breve silencio y cuando pensaba que me iba a echar de casa, me beso apasionadamente, tumbándome en el sofá. Me dijo que le había excitado muchísimo que le gustaba tener una puta como novia. A mi me dolió un poco que me llamara puta, pero comprendí que en parte era así.
Sabiendo esto quizá un día le cuente lo de mi prima y Sergio, pero me da miedo que siendo gente conocida le siente mal, pero quizá así podamos disfrutar de una pequeña orgía los cuatro.
Un beso para todos mis lectores, en especial para ti, cheersoo. Y si realmente os ha gustado, votad mi relato.
Un besito.