El marido de mi mejor amiga (4)
4 parte
Se separó de mí con un suspiro y sacó de la nevera la fuente con el pollo mientras me acercaba a coger una botella de vino de espaldas a él y llenando dos copas. Sin darme cuenta, lo tenía pegado a mí tal y como estábamos en el pub. Empezó a besarme el cuello mientras me acariciaba la cintura bajando los dedos hacia mi entrepierna a la vez que yo separaba las piernas y me pegaba más a él. Subió a mi oído susurrándome - Voy a hacer que te corras aquí de pie y me llenes los dedos como me llenaste la polla.
Acarició mi clítoris frotándolo mientras giraba mi cabeza y me besaba despacito. Se me escapaban gemidos en su boca moviéndome de alante a atrás por sus dedos, mordiéndole el labio y jugando con su lengua. Bajó los dedos más y los metió despacito mojándolos al momento. Se separó de mi boca y se quedó mirándome mientras los metía y sacaba de mí, arqueando los dedos dentro y haciéndolos vibrar, mientras yo me deshacía en sus brazos de placer.
Oh dios Luis.... - susurré entre gemidos, arqueándome y moviendo su mano con la mía para que fuera más rápido.
Quieres que vaya más rapido eh?? - me dijo moviendo los dedos más despacio y sacándolos de mí. Los llevó a mis labios para que los lamiera. Los cogí como cogería su polla y empecé a meterlos y sacarlos de mi boca sin quitarle la mirada de encima. - Dios Paula... Así te quiero ver después... - susurró sacando los dedos y pasando su polla dura y gorda por mi culo, separando más mis piernas y bajándola hacia mis labios mojados - Agáchate un poco cariño, para que entre mejor.
Me incliné hacia delante, levantando un poco el culo haciendo que se deslizara dentro de mí sin problemas. Los dos gemimos al sentirla, él besó mi espalda, levantando mi melena para lamer mi nuca mientras que con la otra agarraba mis caderas. Empezó a moverse despacito, metiendo y sacando su polla completamente mojada, moviendo mis caderas al mismo ritmo, mordiendo mi oreja mientras me susurraba que pensaba pasarse todo el fin de semana con su polla dentro de mí. Me moví más rápido, agarrándome a la encimera para coger impulso y moviéndome en círculos.
- Joder Paulaaaaa - gimió moviendose con furia - no voy a aguantar mássssss.
Giré la cabeza mirándolo mientras me movía con mas rapidez, juntando las piernas y aprisionándole dentro de mí. - Aaaaaaaaaahhhhhhhhh Paulaaaaaaaaaaaaa - gritó explotando con furia dentro de mí, echando la cabeza hacia atrás mientras explotaba a la misma vez que él gritando su nombre y arqueándome entera. Mi cuerpo se llenó de espasmos violentos, gemía desesperada mientras poco a poco respirábamos mejor.
Me vas a matar de placer Paula... - me susurró gimiendo y enterrado en mi hombro.
Ésa es la idea - le dije pícara sirviendo dos copas. - Toma anda que no aguantas ni dos asaltos.
La cogió mirándome y acercando la suya a la mía. - Un brindis por el fin de semana que no ha hecho más que empezar - me susurró pegándome a él y bebiendo después de chocar.
Nos separamos y calentamos el pollo mientras colocábamos la mesa. Seguíamos desnudos sin importarnos nada, besándonos con suavidad de vez en cuando y sentándonos para comer. Comimos en silencio, mirándonos llenos de deseo, queriendo acabar pronto para seguir toda la noche.
Al terminar se levantó para recoger la mesa sin dejarme hacer nada, lavando los platos y acercándose a mí cuando terminó.
Aún flácida, su polla seguía siendo grande. Viéndola delante mía no me pude contener y la agarré mientras empezaba a pasar mi lengua por su capullo viendo cómo su erección empezaba a crecer bajo ella. Levanté la mirada y vi sus ojos llenos de lujuria mirando cómo mi lengua hacía eses por su capullo, rozando los pliegues y bajando por su tronco con suavidad, disfrutando de cada cm, de cada vena, mientras mi mano la recorría de arriba abajo masturbándolo.
- Pa.. Paula - gimió entrecortadamente, acariciando mi pelo y mordiéndose el labio aguantando las ganas de follarme la boca. - Vaya lengua diossss, mejor de lo que imaginé nunca.
Poco a poco bajé mi boca, metiendo lo que me cabía en ella, casi más de la mitad, dejándola dentro unos segundos en los que mi lengua la recorría de arriba abajo sin descanso. Mi mano seguía subiendo y bajando por su tronco, aumentando poco a poco la velocidad a la vez que se ponía dura del todo y notaba cómo empezaba a moverme la cabeza haciendo que la mamara con ganas mientras gemía mi nombre. Al oírlo empecé a ir más rápido, subiendo y bajando la boca con fuerza, mirando cómo se le desencajaba la cara de placer y movía sus caderas de atrás alante abandonando la resistencia a follarme la boca.
- Paulaaaaaaaaaaa - gritó explotando en mi boca, con los ojos en blanco del gusto, llenándomela de su semen caliente que tragaba con ansia mientras seguía mamando más despacito. - Diossssssssssss esto sí que es una mamada jodeeeeeer.
Me levantó hacia él y me besó con furia, llevándome a la mesa y tumbándome sobre ella mientras recorría mi cuello con la lengua bajando a mis pechos y lamiéndolos con pequeños mordiscos que me volvían loca. Me acordé lo que me decía Carlota de que era un experto en el sexo oral y gemí al pensar que lo iba a comprobar en mi propio cuerpo. Al oírme compuso esa sonrisa pícara que me desarma y siguió bajando hacia mi clítoris. Sopló encima enviándome descargas de placer por todo el cuerpo mientras pasaba la punta de la lengua por él y rozándome los labios con su barbilla. Me retorcía de placer bajo él, provocando que se moviera de lado a lado rozándome aún más. Cogió mi clítoris con los labios, mirándome fijamente succionando como hizo con mis pezones, a la vez que sacaba la punta de la lengua y jugaba con él
. - Luissssssss para que me corro yaaaaaaaa - grité desesperada, pensando que nada de lo que me había contado Carlota me podía haber preparado para el placer que estaba sintiendo en ese momento.
Me miró pícaro y lo hizo más rápido aún, moviendo la boca de lado a lado con mi clítorís dentro de ella provocándome un orgasmo bestial, de los que sólo tenía pensando en el. - Aaaaaaaaaaaahhhhhhh dioooooosssssssssss - grité arqueándome por completo, explotando en su boca - no pares Luis, no pareeeeeeessssssssss!!!!
BaJó su boca a mis labios aún sensibles del orgasmo y empezó a comerlos con ansia, como si me estuviera besando, metiendo la lengua y sacándola cada vez más rápido, provocando que volviera a correrme a los pocos minutos del anterior, aún. más devastador. Me retorcía en la mesa gimiendo y jadeando desesperada.
Poco a poco fue bajando el ritmo de su boca mientras yo me recuperaba como podía y subía lleno de mis flujos a besarme y llevarme hasta el mientras se sentaba en la silla y me colocaba encima haciendo que mientras bajara, su polla, tiesa una vez más gracias a mis gritos y orgasmos, se metiera dentro de mí, a la vez que se nos escapaba un gemido. Empecé a moverme encima de él con rapidez, besándonos con furia, sin dejar de gemir en nuestras bocas. Se levantó conmigo encima y llevándome a la pared empezó a embestirme contra ella, follándome salvajemente. Gritamos de rabia cuando nos abandonamos al orgasmo a la vez, él con su cara enterrada en mi cuello y yo en su pelo abrazándonos con fuerza.
Me bajó poco a poco de la pared aún jadeantes los dos, acariciándonos mientras nos calmábamos. - Vamos a la cama Paula - me susurró besándome con suavidad. Lo miré extasiada pensando en cómo podía tener todavía ganas de hacer el amor después de toda la noche. Sonrió pícaro recorriéndome la mejilla con los dedos - a dormir cariño, todavía nos queda un fin de semana por delante para seguir.
Me cogió en brazos llevándome a la cama y tumbándome encima besándome y poniéndose a mi lado abrazándome y echando el edredón por encima nuestro. - Buenas noches princesa, que descanses - me susurró dándome un beso en el cuello.
- Hasta mañana.... - susurré quedándome dormida entre sus brazos.