El marido de Marcia no quería tener hijos
Marcia comentó el gran placer que siente cuando el semen caliente es lanzado profundamente en su vagina y como echaba de menos sentir eso en sus entrañas. Asumiendo la misma posición en el suelo la penetre por segunda vez; el morbo de saber que su marido no la penetraba sin condón era maravilloso.
El marido de Marcia no quería tener hijos
La conocí en la Universidad para adultos; ambos latinos casados y viviendo lejos de la familia, aburridos de la monotonía de la vida en Miami. Marcia en los treinta y pocos y yo unos diez años mayor que ella.
Durante el semestre, en una ocasión ella no pudo entregar un trabajo en la clase debido a problemas con su ordenador; yo me ofrecí a solucionar la falla en su Casa. Un departamento con vista espectacular en una zona de lujo era su domicilio; la computadora en el estudio con un problema que no tomo mas de 15 minutos en solucionar y después a conocer mas sobre su vida. Emilio el marido de Marcia un profesional dedicado a su trabajo de investigación tenia poco tiempo para ella además de no importarle mucho su mujer, salía diariamente a la misma hora a su trabajo tan importante sin regresar en todo el día. Las fotografías de ambos en la sala y estudio me dieron la información visual necesaria para conocerlo.
Torticolis fue mi diagnostico al problema de su cuello y un masaje la solución inmediata. Excitación contenida por mi parte al sentir la suave piel de su cuello y un erizamiento de los diminutos vellos en su cuello su reacción. Ese día todo termino sin consecuencias.
Martes de la siguiente semana fue el día seleccionado por mí para esperar en la calle cerca de la salida del estacionamiento a que Emilio saliera a su trabajo. Puntualmente él pasó por la Ave. Briekwell a las 8:30 AM. Unos dólares al guardia de seguridad fue mi pase de entrada al edificio.
Subiendo sin avisar, timbré a la puerta de Marcia, después de unos segundos ella abrió (seguramente pensando que se trataba de Emilio que regresaba por algo). Una bata de seda en rosa cubría las dos terceras partes superiores de su cuerpo, una sonrisa su rostro y nada sus pies. Mi excusa: "quería verte a solas y esperé a que saliera tu marido" Su respuesta: "¡No te esperaba!"
Tomarla en mis brazos no requirió explicaciones, ella se apoyo en la pared de espejo detrás de la puerta. Yo bese su boca sin ninguna resistencia de su parte. Poniendo mi rodilla derecha entre los muslos que ella separa para mí, la bata de seda fue levantada dejando expuesta una tanga negra. Los senos blancos de tamaño mediano, desnudos con pezones erectos asomaron entre la seda. Mis dedos buscaron esos senos faltos de atención masculina. Nuestro primer beso se prolongo por varios minutos, las lenguas entraron y salieron de nuestras bocas. Mordí tiernamente sus labios; Marcia acaricio mi pelo y me abrasaba fuertemente.
Mi mano busco su entrepierna y fácilmente pude tocar la humedad olorosa y caliente que manaba de ella. Marcia bajando el cierre de mi pantalón libero mi erecto pene el cual acaricio con la palma cerrada y movimientos horizontales sobre el mismo miembro. Mis besos se concentraron en los lóbulos de sus orejas, mientras yo acariciaba su cuello y busto. Esto provocó justo lo que yo esperaba, ¡una rendición total!
Fue ella la que sugirió pasar al estudio. Yo conocía el camino y me dirigí hacia el; ella siguiéndose de frente a su habitación regreso con un condón en la mano. Me desnude y acosté en el suelo, ella para sentarse desnuda frente a mi, sobre mi pene, separó los labios vaginales con la diestra y dejando que la gravedad así como su humedad vaginal hicieran el resto del trabajo. Si bien mi pene es mediano, puedo decir que unas dos horas de sexo compensan esta posible deficiencia. Nuestras bocas nuevamente se encontraron intercambiando una gran cantidad de besos, saliva, caricias, así como miradas y deseos contenidos. Marcia cabalgo, disfruto y tocó su clítoris con dos dedos para obtener varios orgasmos. Cambiamos de posiciones en varias ocasiones y finalmente poniendo sus piernas sobre mis hombros termine dentro de ella enfundando en un preservativo mientras amasaba los senos con ambas manos.
Nuestro segundo encuentro así mismo fue en su casa. En esta ocasión charlamos un rato y ella me dijo no haber tenido sexo con Emilio por varios días por haberse terminado los condones. Siendo el un profesional muy ordenado en su vida, el no tenia planeado aun tener familia. Marcia comentó el gran placer que siente cuando el semen caliente es lanzado profundamente en su vagina y como echaba de menos sentir eso en sus entrañas. Asumiendo la misma posición en el suelo la penetre por segunda vez; el morbo de saber que su marido no la penetraba sin condón era maravilloso. Su húmeda vagina se ajustaba perfectamente a mi pene, mis palabras susurradas a su oído preguntando: "¿Así te mete la verga el cornudo de tu marido? ¿Te gusta lo que te hago mamita? ¡Me voy a correr dentro de ti sin condón! Dos de sus dedos acariciando su intimidad, mi pene en sus entrañas, mis manos en sus pezones, mis dedos dentro de su ano (que mostraba unas incipientes hemorroides) Marcia describiendo el pene de Emilio como: rosado, gordo y un poco más grande que el mío y con eyaculación precoz; ella gozaba haciendo comparaciones detalladas entre ambos. Estas comparaciones le producían a Marcia el morbo necesario para tener múltiples orgasmos durante la copulación.
Vaciar mi semen dentro de la vagina sedienta de Marcia una delicia morbosa difícil de describir. Ver su cara de satisfacción al mismo tiempo que sentir contracciones vaginales una delicia. Salir furtivamente para no llamar la atención una joda.
Estar trabajando y recibir una llamada a cualquier hora del día, escuchando una voz femenina al otro lado diciendo: "¿Puedes venir?" dejando todo para satisfacer a una mujer desatendida, amorosa, tierna y caliente; no tiene precio.
Un poco mas de tres visitas fueron necesarias para pasar a la recamara finamente adornada que ocupaban Marcia y Emilio; el lugar de la derecha en la cama fue la respuesta sobre el lugar habitual de el. Y este el lugar seleccionado para poner a Marcia en cuatro patas, bien abierta para una introducción mas profunda. Mis manos firmemente tomaban los senos de Marcia y se alternaban entre el clítoris, ano y piel de las nalgas; ella hacia comparaciones profanas sobre su marido; mi pene sin condón dentro de ella. Su ano igualmente fue penetrado por mi pene mientras ella misma frotaba su clítoris para producir el éxtasis. Mi pene regresando a su vagina para la eyaculación más profunda. Marcia cerrando las piernas para aprisionar mis líquidos dentro de ella.
Compras al mayoreo para su casa fue el pretexto para salir juntos. Mis manos tocando sus senos mientras recorríamos las calles de Miami; mis dedos en su intimidad (un volante manchado una victima colateral) Una calle oscura el centro de acción. Mi auto el hotel ambulante. Mi pene la paleta de Marcia que ella introdujo en su boca. Mi semen el postre que ella tomo antes de llegar a casa para la cena y saludar a Emilio con un beso en la boca.
WorriedHusband@hotmail.com (Marido Preocupado)