El mariachi
Mi primera experiencia con un desconocido de la red
El Mariachi
Rossi79, mi nombre en el chat… mi experiencia con los chat había sido bastante simple, me encantaba conocer cada noche un hombre diferente, animarlos, con video llamada veían mi rostro, mi cuerpo, me producía mucho placer ver el efecto que causaba mis ojos, mi rostro y mis grandes pechos, que insistían conocernos en persona. Nunca me atreví a conocer a nadie, realmente no lo quería, solo se trataba de un juego erótico, de la emoción de un desconocido, que comenzaba por información sobre que hacíamos, y cosas simples, pero siempre terminaban en sexo virtual, muy erótico y placentero y después de esa aventura los bloqueaba.
Una noche en un chat encontré a Gregory, un chico muy guapo, me gusto más de lo normal, alto, blanco, de cabello rubio, ojos claros, y muy musculoso, su barba de dos días lo hacían más sensual. Al principio pensé que no era la foto que me mostraba, pero su interés en mí se hizo más intenso y eso lo hico más interesante aun. Nos escribimos por varias horas, me pidió mi número, aun no estaba convencida de que era el mismo de la foto, así que no se lo di. Insistí en que nos viéramos por cámara, pero decía que no tenía, así que desistí, pero seguía escribiendo, acosándome, y cada vez se hacía más deseable. Dude mucho en darle mi teléfono hasta que accedí a hacerlo. Al instante se desconectó y recibí una llamada, una voz gruesa, carrasposa, de hombre me dijo, - ¡te tengo!. Dude por unos segundos en responder, no era la voz que imaginaba en su foto, pero me gusto más, lo sentí fuerte, hablamos por varios horas, hasta las 9:00pm, me dijo que tenía que trabajar, esa noche estaría en una fiesta con su grupo de mariachis.
Esa noche salí a beber con mis amigos, estábamos en casa de uno de ellos, ya pasaban de la 1:00 de la mañana, cuando volvió a llamar, ya estaba bastante tomada, muy excitada con la experiencia que habíamos vivido: _Estoy aquí!,… ¿Dónde estás?. Un escalofrió me recorrió el cuerpo, una extraña sensación entre excitación y miedo.. la adrenalina se subió a mi cabeza, que mezclado con tanto alcohol fue como un orgasmo instantáneo. Le respondí, -¿Aquí donde?, …medio salían mis palabras, pues estaba realmente mojada, comencé a imaginar mil cosas, algunas terribles como que era un asesino, un acosador, respondió _Aquí en tu pueblo, estoy en el hospital, ¿Dónde estás?, yo estaba a pocas cuadras de allí, le indique donde estaba para que llegara hasta allí, pues me sentía un poco más segura con mis amigos.
No pasaron ni dos minutos y un taxi se detuvo frente a la puerta, mi corazón latía muy fuerte, todos miraban esperando quien llegaba allí, y de pronto se bajó del taxi, era realmente alto, rubio, vestido de mariachi, con un enorme sombrero y una guitarra en la mano. Todos quedaron sorprendidos, mis piernas temblaban. Si era él, más guapo aún que en su foto, más alto y más fuerte de lo que me lo había imaginado.
Solo me miro, dijo - ¿Vamos?... mis amigos se miraban entre ellos, me miraban, uno me sujeto la mano, dijo: _¿Que vas a hacer?, ¿Quién es ese?, ¿Dónde vas?. Yo me solté, camine al taxi y me fui con él.
Al subirme al taxi, se sentó a mi lado, cerró la puerta, y sin decir una palabra metió su mano entre mis piernas y por encima del pantalón me frotaba con sus dedos, solo gemía como loca, sentía como estaba muy mojada, y su mano agarro mi cuello, lo apretó fuerte, el miedo me invadía, y metió su lengua en mi boca, la excitación era tanta que escuchaba los latidos de mi corazón, sentía como me venía una y otra vez. Ya no podía respirar, sentí que moriría en ese taxi. Cuando saco su legua de mi boca solo pronuncio unas palabras que no escuchaba, volvió a repetirme y en un momento reaccione, - Dile a dónde vamos!. Señalando al taxista. Solo pude articular unas palabras; - Las Trinitarias… y caí en el éxtasis hasta que sentí que el taxi se detuvo, señale dos casa más adelante y allí nos bajamos. Abrí la puerta, sentía que estaba en un sueño, o una pesadilla, pero no podía pensar con claridad.
El taxi se fue, el entro, cerró la puerta y sin decir una palabra me sujeto por las caderas, subió mis piernas y me puso contra la pared, me basada el cuello mientras apretaba su pelvis contra mi vagina totalmente mojada, no podía más necesitaba que me penetrara, estaba duro, solo gemidos salían de mi boca, me arrancó la blusa, descubrió mis pechos y los lamia muy suavemente, mordisqueaba mis pezones mientras con sus dedos acariciaba, mi clítoris, una lluvia de orgasmos me invadían y no podía controlar mi cuerpo. Le rogué, -Ya, por favor, hazlo.. y en un instante estaba en mi cama, desnuda, y el aun con su traje de mariachi, najo su pantalón y me penetró duro, de un solo golpe. Aunque estaba demasiado mojada sentí como me desgarro. El dolor se mezcló con el placer y un gran gemido salió de mi boca. Sudaba, lloraba, gemía, mientras ese enorme hombre encima de mí, me penetraba con más fuerza una y otra vez, sus manos recorrían mis muslos, mis senos, y terminaban en mis glúteos, perdí el sentido.
Desperté en la mañana, muy tarde, con una terrible resaca, al intentar levantarme mi cuerpo estaba totalmente adolorido, comencé a recordar una especie de sueño, como un trance, y no quería abrir los ojos. Aun podía haber sido un sueño. Pero escuche una fuerte respiración, un ronquido a mi lado. Me dolía la vagina, las piernas, los pezones. Entreabrí los ojos y ahí estaba, desnudo, enorme, ocupaba más de la mitad de mi cama. Sus nalgas blancas y muy bien torneadas. Recordé todo, ahora que iba a hacer??.. me levante en silencio, para no despertarlo, fui a la cocina a preparar café y unas pastillas para la resaca, de pie en la cocina, bebiendo una enorme base de agua, sentí como me sujeto por la cintura, me empujo contra el lavadero y me penetro por detrás, comenzó de nuevo, pero esta vez sí estaba yo consiente….