El mañanero

Una mañana más me he despertado caliente, mí mujer son además de las que suele cumplir, pues opina que lo que no encuentra en casa, seguro que lo encontrare en la calle, cosa qué dice que ha de evitarlo.

El mañanero

Una mañana más me he despertado caliente, mí mujer son además de las que suele cumplir, pues opina que lo que no encuentra en casa, seguro que lo encontrare en la calle, cosa que seguro haré y que ella, no desea que yo cumpla con otra.

Como yo digo, hoy es una mañana más en la que ella debe de cumplir, me giro hacía su lado, pego mi pelvis a sus nalgas, mi miembro viril presiona sus nalgas, alojándose entre sus glúteos, hago presión. Mi mujer comienza a despertarse, se gira y me mira sonriente, sabe lo que busco y me da un tierno beso, rápidamente hago que note como estoy, ella alarga el brazo hasta cogerla con su mano, sonríe pícaramente y no hace falta palabras algunas.

Se incorpora al tiempo que encorva, suena un poco raro el gesto que hace, comienza a besar mi vientre, descendiendo hasta mi pelvis, siento sus labios hacerme cosquillas. Toma su miembro con una de sus manos, noto sus labios coronar mi glande, su lengua me hace estremecer, mientras su mano comienza a pajearme.

  • Uuummm…

Poco a poco deja que su boca desciende, poco a poco siento sus labios recorrer mi tronco, siento su cálida boca alojar mi glande, nuevamente me estremezco, va dejándose caer, traga poco a poco e introduciéndosela cada vez más, no dejando de pajearme... uuummm.

Saca mi miembro de su boca, respira y vuelve a intentarlo, comienza ahora por lamer mi tronco, le encanta mis venas moradas e hinchadas, siento su boca húmeda y su lengua, lame el tronco mientras magrea los testículos. Continúa pajeandome al tiempo que me saborea mis genitales, no deja de alzar la mirada y verme disfrutar, no deja de mirarme como disfruto.

  • Ooohhh… uuuffff.

Saca mis genitales de su boca y se introduce mi glande, comenzando otra vez a tragárselo, comenzando a introducírselo, mientras yo no dejo de acariciar su nuca, no dejo de acariciar sus cabellos mientras jadeó…

  • Aaahhh… ooohhh… uuummm.

Mientras con mi mano izquierda acaricia su nuca, comienzo a descender con la derecha por su espalda hasta sus nalgas, acaricio sus glúteos e introduzco mi mano por su ingle… mmm. Ella se mueve a modo de facilitarme la tarea, tarea que no es otra que acariciarla, noto sus braguitas húmedas… mmm, deslizo mis dedos por su vagina, soltando esta un rebuzno de placer.

Tras cerca de ocho minutos chupándomela, mi mujer me suelta mi miembro sonriente, sin palabra alguna se quita la camiseta de pijama, colocándose en cuclillas sobre mí, dejando descansar sus espinillas a ambos lados, siendo ella misma quien se lo introduce aaahhh. Mis manos las poso sobre su cuerpo, deslizándolas desde sus caderas hasta sus nalgas, mientras mi mujer cabalga.

Aprovecho la posición para lamer sus pezones, chupando su pecho mientras ella gime, sabiendo perfectamente qué quien controla el ritmo es ella, sabiendo perfectamente que es ella quien controla la profundidad, e intruso el ángulo de penetración, pudiendo también ella misma estimular su clítoris, pudiendo ella misma darse placer con el frotamiento del mismo.

  • Aaahhh… ooohhh… aaahhh… uuummm.

No dejo de acariciar su cuerpo, mientras chupo sus pezones, no dejo de lamer sus senos, mientras ella con los ojos cerrados se mueve, movimientos rítmicos de delante hacia atrás.

  • Ooohhh… aaahhh, si… si… ooohhh… ooohhh.

Magreo sus nalgas fuertemente, deseo penetrarla profundamente, levanta ella sus nalgas, siendo yo ahora quien me muevo y la penetro, soy yo ahora quien marca las embestidas. Ella gime y sonríe, suspira y jadea, disfruto viéndola, disfruto con su cara de placer.

  • Aaahhh… ooohhh… aaahhh… uuummm.

Aprovecho con magrear sus senos con una de mis manos, mientras con la otra mano manoseo sus nalgas. Ella acelera el movimiento, mientras gime cada vez mas alto, siento como su cuerpo se convulsiona, siendo su respiración más acelerada

  • Ooohhh… aaahhh, si… si… ooohhh… ooohhh.

En minutos una oleada húmeda y tibia envuelve mi miembro, siento un calor que poco podemos expresar con palabras, sonriente me confiesa que ya le ha venido, pero desea más. Sonriente y ser llegar a sacarla de ella, pregunto qué has sentido y contesta

Apenas sin aliento me explica, “Primero siento la tensión de mi cuerpo, notándola incluso en la cabeza. Mi corazón late muy deprisa, creyendo que se me va a salir, contengo el aliento al notar mí orgasmo, todo esto en segundos y mientras siento una presión, no solo en mi abdomen sino también en el vientre. Quedándome desecha, siento una oleada de calor, una felicidad y cosas que me es difícil de explicar”.

Sin llegar a sacarla, me levanto y con un brazo la rodeo, incorporándome al tiempo que la voy echando hacia atrás, acabando mi mujer por pegar su espalda a la cama, momento que aprovecho para continuar penetrándola. Mi mujer me mira y gime, aprovechando para hacerse un dedo mientras la embisto, alternando por acariciarse sus senos…

  • Aaahhh… ooohhh… aaahhh… ooohhh… ooohhh..

Levanto sus piernas, colocándosela sobre mis hombros, embistiendo nuevamente, mientras ella gime cada vez más rápido, nuevamente su respiración se contrae, nuevamente los vellos se le eriza. Mis penetraciones en esta ocasión son más profundas, mi mujer sonríe, mientras que con una de sus manos acaricia mi cabeza, aprovecha con la otra por acariciarse la vulva.

Siento que no puedo aguantar mucho más, sonríe nuevamente ella sabiéndolo, comienzo a convulsionar me, nos estremecemos y entre temblores mutuos, ambos obtenemos el orgasmo. Un calor nos embriaga y al mismo tiempo es placer, me siento sin fuerza, aun no la he sacado de su cuerpo, ella no me lo permite, dejándome caer sobre su cuerpo como si se tratara de un bebe.

Necesito descansar, pues estoy casi sin aliento, me giro y me dejo caer, me quedo acostado sobre la cama, siendo ahora mi mujer quien se tiende sobre mí, siento el calor que proviene de sus piernas abiertas. Sabe ella que necesito descansar, aprovecho la almohada que ella coloca bajo la nuca, pido a mi esposa descansar diez minutos, minutos que ella aprovecha para descansar, quedándonos ambos dormidos, ambos estamos exhaustos del esfuerzo.

Bueno aquí finaliza esta confesión, espero que os haya gustado tanto como a mí relatarla, espero vuestros comentarios pero por favor no me seáis muy crueles. Mi email de contacto es: Jhosua1974@gmail.com