El Maestro - Cap. 6 - Ámbar

Taylor, ahora una esclava llamada Ámbar comienza a ser dominada por Caleb y el resto de los invitados-

El Maestro – Cap.4 – Ámbar

La comida transcurre de manera muy parecida a las dos cenas que he compartido con este grupo de personas compuesto por alguno de los hombres más ricos y poderosos del mundo, y alguna de las mujeres más bellas y deseadas.

Echo una mirada alrededor de la mesa y pienso que si no fuera por la incorporación de Lady Yaiza, perfectamente podíamos seguir todavía en el hotel donde comenzó todo esto; ese pensamiento hace que un escalofrió recorra mi cuerpo, aquella noche yo era una mujer libre que no tenía ni idea de todas las cosas pervertidas que hacen algunas personas, ahora y durante los próximos tres días y medio soy la esclava de Caleb y estoy arrodillada desnuda a sus pies.

Los pensamientos van y vienen en mi cabeza y me concentro en intentar ordenarlos, no porque quiera encontrar la manera de salir de este lío, primero porque creo que me iba a resultar bastante difícil, y segundo porque no estoy segura de querer salir.

Este intento de ordenar mis pensamientos es la única manera de evitar llegar al orgasmo delante de todos, llevo completamente cachonda desde la cena de hace dos días, y las 'atenciones' de Yaiza de este último día, solo han empeorado las cosas; y ahora además tengo que aguantar las continuas caricias de Caleb en mis tetas cada vez que me acerca un trozo de comida a la boca.

Desde mi humillante posición veo como las esclavas que están sirviendo la mesa retiran parte de los platos para seguir trayendo comida, entonces noto como las otras esclavas arrodilladas se meten debajo de la mesa y se colocan entre las piernas de los comensales; recuerdo la sensación de la noche anterior cuando Rania comenzó a lamerme el coño, y espero impaciente a que Caleb me haga la señal.

Me estoy volviendo loca por las sensaciones, mi cabeza me dice que esto está mal, y no puedo evitar empezar a sentir vergüenza al verme chupando la polla de Caleb delante de todos, pero mi corazón y mi coño están bailando de alegría, por fin voy a poder disfrutar de la polla de Caleb; por desgracia las palabras que salen de su boca, no son las que yo me esperaba.

'¡Ámbar!, ponte de pies y pon las manos detrás de la cabeza;' me ordena Caleb.

Lentamente obedezco y me coloco en la posición ordenada por Caleb; al ver a todos los comensales mirándome con deseo, empiezo a darme cuenta de que no va a haber nada romántico en esta situación y cierro los ojos para intentar evadirme.

'¡No cierres los ojos Ámbar!' me ordena Caleb dándome un azote, 'Quiero que todos vean tu mirada mientras te llevo al orgasmo.' Antes de llevar su mano a mi coño, Caleb comienza a jugar con el tapón que tengo alojado en mi culo, girándolo mientras lo saca ligeramente para luego volverlo a introducir de nuevo, por fin Caleb mete dos de sus dedos en mi coño al mismo tiempo que de repente retira todo el tapón anal de mi culo.

'¡MMMMMmm!', un gemido ahogado intenta escapar de mi boca ante la sensación que me han provocado las dos acciones simultaneas de Caleb, pero consigo aguantarme.

'¡Déjate ir Ámbar!' me dice Caleb, 'Observa como Lady Yaiza y Lady Anna disfrutan de sus esclavas, son mujeres libres y no tienen problemas en mostrar su placer, tú eres una esclava y no tienes permitido aguantarte.' Caleb pellizca mi clítoris y ya no puedo aguantarme más, un intenso gemido sale por mi boca, seguido de otro más.

Soy una muñeca en manos de Caleb, que no tarda mucho en llevarme al orgasmo, Caleb tiene que sujetarme para evitar que me caiga al suelo, después de agarrarme me sienta sobre él y puedo notar la tremenda erección de su polla.

'Lo has hecho bien gatita;' me dice Caleb besando suavemente mis pezones, 'El orgasmo de una nueva esclava no se parece en nada a ningún orgasmo que haya tenido antes; pero tranquila en pocos días te acostumbraras.'

Las palabras de Caleb no pueden ser más ciertas, si los orgasmos que tuve bajo el control de Yaiza, ya fueron los más intensos de mi vida, las sensaciones de este clímax han sido mucho mayores, y esa sensación me asusta mucho.

Durante el resto de la cena, Caleb no me deja bajar de su regazo, sigue dándome de comer y de beber mientras no deja de jugar con mis pezones y mi coño. Solo cuando llega el momento de los postres me ordena bajar de su regazo y colocarme de pies a su lado.

Cómo la noche anterior la llegada de los postres marca el comienzo del desenfreno, el Maestro Anderson no deja de mirarme mientras Zafiro chupa su polla cubierta de chocolate, Lady Anna y Lady Yaiza tienen a Rubí y a Turquesa inclinadas sobre la mesa follándoselas con una correa, por último, Esmeralda y Ópalo están haciendo un 69 sobre la mesa mientras sus Maestros las follan.

Miro a Caleb esperando alguna orden, pero parece ignorarme totalmente, entonces le veo hacer una señal a la esclava Noelia, que rápidamente se arrodilla ante él y comienza a chuparle la polla.

Algo se rompe dentro de mí, sé que no puedo compararme con una joven de 19 años como Noelia, pero si no me va a follar, para qué demonios me ha esclavizado. Estoy a punto de salir corriendo cuando la voz de Caleb me detiene.

'¡Ámbar!, súbete a la mesa y comienza a masturbarte;' me ordena con voz firme.

Estoy tan enfadada que ni siquiera miro a Caleb, me subo a la mesa y me tumbo abriéndome de piernas y llevando mi mano a mi coño para meter dos dedos dentro y masturbarme, si Caleb quiere una puta, seré una puta, si voy a ser follada por todos los invitados, me encargaré de disfrutarlo, cuando el lunes me vaya a casa nunca volveré a verlos.

'Si te corres antes de diez minutos no podrás sentarte en una semana;' oigo decirme a Caleb.

Le miro y al ver una sonrisa en su rostro no puedo evitar murmurar, 'Eres un maldito hijo de puta Caleb, te vas a arrepentir de esto.' Caleb amplía su sonrisa y me asusto al pensar que haya podido oírme.

Mientras ralentizo los movimientos de mis dedos en mi coño, no puedo evitar pensar en que debería haber hecho caso a Yaiza cuando insistió en que aprendiera a controlar mis orgasmos; ahora es imposible que aguante diez minutos sin correrme. A pesar de todos mis esfuerzos, cuando llego al orgasmo todavía faltan tres minutos para el plazo dado por Caleb, cuando me recupero del clímax me incorporo en la mesa y me quedo mirándole esperando su reacción.

No soy la única que estoy mirando a Caleb, el resto de los presentes han detenido la orgía y le miran impacientes. Caleb parece ajeno a todo y a todos, continúa follándose la boca de Noelia como si nada fuera con él.

Por fin Caleb suelta un pequeño gruñido y se corre en la boca de la esclava; 'Aunque me gustaría azotar ese hermoso culo, ese castigo estropearía los planes que tengo para Ámbar;' dice Caleb mirando al resto de los comensales e ignorándome. ‘Pero ya que a nuestra pequeña Ámbar le gusta tanto correrse, vamos a complacerla, llevarla al borde de la mesa y sujetarla bien abierta;' añade Caleb.

Rápidamente el Maestro Anderson y el Maestro Summers me agarran y me llevan hasta el borde de la mesa, colocándome de manera que mi coño queda al borde abierto para su uso, con rápidos movimientos atan mis tobillos a las patas de la mesa y mis muñecas a unas anillas en el borde de la mesa.

Caleb se acerca a mí y pellizca mis pezones, 'Tienes suerte de que seamos tan pocos invitados, si fuera una fiesta normal con casi cien personas, lo ibas a pasar muy mal;' me dice Caleb sin borrar esa sonrisa cínica de sus labios, 'Te vas a cansar de tener orgasmos Ámbar, cada una de las Ladys, cada uno de los Maestros, cada una de las esclavas van a jugar con tu coño hasta llevarte al orgasmo, empezando por Noelia;' concluye Caleb haciendo una señal a la esclava.

Para mi sorpresa Noelia no se coloca entre mis piernas, sino que se sube a la mesa y se acerca a mi cara, agarra mi cabeza y me besa en los labios; abro la boca para tomar aire, y la lengua de Noelia la invade seguida de un líquido espeso y salado. Cuando Noelia rompe el beso y se separa la veo relamiéndose, se acerca a mi oído y me susurra, 'Te gusta el sabor del semen del Maestro Caleb, es delicioso ¿verdad?, pues no te acostumbres, cuando le ofrezca mi virginidad no querrá nada con una vieja zorra como tú. Ahora quiero que me supliques, puedo hacer que te corras en un par de minutos o alargarlo una eternidad, tú decides.'

Quiero matar a Noelia, pero en cuanto pienso en que son doce los invitados, entiendo que me está haciendo un favor, me trago mi orgullo y le suplico a Noelia, 'Por favor Lady Noelia, hágame correrme rápido.'

Noelia sonríe y me da otro beso en los labios, 'No soy ninguna Lady, solo otra esclava como tú, además, Caleb ya me había ordenado que te hiciese correrte rápido, pero ha estado bien oírte suplicar;’ me dice.

Noelia se baja hasta colocarse entre mis piernas, mientras lo hace la veo coger una botella de la mesa, antes de sentir la lengua de Noelia en mi coño, siento un espeso y frío líquido cayendo sobre mis tetas y mi coño, pronto la lengua de la esclava está jugando con mi clítoris. No puedo negar la habilidad de Noelia, en apenas un minuto me tiene al borde del orgasmo, antes de llegar a él, noto como dos bocas se apoderan de mis pezones y veo a Zafiro y Esmeralda subidas a la mesa, una a cada lado; esas caricias unidas a las de Noelia me llevan al primer orgasmo.

Antes de alejarse, Noelia me vuelve a dar un beso y me sorprendo al encontrar un agradable sabor a fresa en sus labios, Zafiro ocupa el lugar de Noelia y otra boca empieza a lamer mi pezón, las cosquillas que siento en mis pechos por las caricias de una barba de tres días, me dan a entender que es un hombre quien está jugando con mis pezones ahora, al levantar la cabeza veo al Maestro Summers lamiendo mis tetas.

Las sensaciones en mi coño por las atenciones de Zafiro son muy diferentes a las que he sentido con Noelia, Zafiro apenas utiliza su lengua y son sus dedos los que se mueven dentro de mí, pellizcando y estirando mi clítoris; aunque diferente, el estilo de Zafiro es igual de efectivo y pronto llego a otro orgasmo.

Este cuarto orgasmo en apenas quince minutos, provoca que caiga agotada sobre la mesa y que a partir de ese momento apenas sea consciente de lo que sucede a mi alrededor; uno tras otro los invitados van relevándose para jugar con mis pezones y mi coño, incluso noto como alguien introduce sus dedos en mi culo, pero soy incapaz de reconocer quien está dándome placer, y solo cuando noto algo metálico deslizándose sobre mi clítoris identifico a Ópalo y estallo en un nuevo orgasmo, perdiendo prácticamente la consciencia.

continuara...