El Maestro – Cap. 1 – La Cena

Taylor, una joven ayudante de fiscal asiste a una cena para conocer al Amo de su mejor amiga.

El Maestro – Cap. 1 – La Cena

Mientras me pongo el vestido y me miro en el espejo sigo convenciéndome de que es una buena idea asistir a esta cena. Cuando Rachel me la propuso hace varias semanas me negué rotundamente, pero después de que mi amiga insistiera una y otra vez terminé aceptando ir a la cena. Rachel ha jugado bien sus cartas; sabe el mucho cariño que la tengo, pero sobre todo sabe que desde que la conocí cuando ambas teníamos tres años en la guarderia no he podido negarle nada.

La cena es para que conozca al hombre con el que lleva en una relación desde hace más de un año, ¡a su Maestro!, Rachel quiere presentarme al hombre al que a los 26 años se ha entregado como esclava, renunciando a su libertad y permitiéndole hacer con ella todo lo que él quiera. Cuando me lo contó hace unos seis meses, me enfade mucho con ella, trabajo como Ayudante del Fiscal del Estado y durante años he encarcelado a decenas de hombres por trata y esclavitud de mujeres, aunque ahora sin saber muy bien por qué ni cómo, el gobierno ha legalizado la esclavitud y casos como el de mi amiga Rachel entregándose a un hombre voluntariamente van en aumento.

Ahora que han pasado unos meses desde la noticia tengo que decir a favor del Maestro de Raquel que mi amiga ha cambiado por completo, antes de conocerlo se pasaba todo su tiempo derrochando su herencia familiar en fiestas llenas de alcohol y drogas y follando con cualquier chico o chica que quisiera disfrutar de su cuerpo de modelo de revista, incluso tuvo que ser ingresada por sobredosis dos veces; ahora ha dejado las drogas y el alcohol, y solo sale acompañando a su Maestro, y lo que me parece más increíble, es que ha vuelto a retomar sus estudios en la universidad, hace ejercicio y se cuida mucho más que antes, lo que la hace parecer más joven y más deseable que nunca. Solo espero que no piensen en hacer ninguna de esas tonterías de esclavitud frente a mí o las bolas del 'Maestro' correrán un serio peligro.

Al bajar del coche en la puerta del hotel noto cómo tanto el aparcacoches como los dos botones que se encuentran en la puerta miran mi cuerpo de arriba a abajo desnudándolo con los ojos, aunque esas miradas me hacen sentir sexy y deseada no puedo evitar preguntarme por qué para venir a una cena a la que no quería asistir, para conocer a alguien que no quiero conocer, me he puesto un vestido que se ajusta a mi cuerpo como una segunda piel, realzando todas mis curvas y con un escote del que mis firmes tetas luchan por escapar.

Es como si quisiera competir con Rachel, aunque somos tan parecidas que es imposible, muchas veces han pensado que éramos gemelas, las dos medimos 1,76 metros de altura, y tenemos medidas de 92-61-92, solo nuestro color de pelo y ojos nos diferencia, pelirroja con ojos verdes Rachel y morena con ojos azules yo.

Mientras me sonrojo ante uno de los comentarios del botones me doy cuenta de otra diferencia entre Rachel y yo, mientras que ella nunca ha tenido ningún problema con experimentar sexualmente, yo soy bastante inexperta en el tema, mi última historia de amor es de hace más de tres años, y mi último polvo de un par de meses más tarde.

Rachel me ha dicho que a la cena asistirían una decena de personas, cuando entro en el comedor creo que soy la última en llegar, a excepción de Rachel y su Maestro, al acercarme a la mesa intento echar un vistazo a los invitados, hay tres hombres y cinco mujeres, todos como Rachel y yo cerca de los treinta años y todos perfectamente podrían ser la portada de cualquier revista de moda, los hombres son altos, musculosos y guapos pero tienen algo en su mirada y su postura que me hace temblar, las mujeres son hermosas, con cuerpos delgados llenos de curvas, con elaborados tatuajes y piercings en varias partes de sus cuerpos, al menos cuatro de ellas que obviamente deben ser las esclavas.

Digo evidentemente, porque las cuatro llevan un collar similar alrededor de sus cuellos y 'usan' ropa que sin parecer obscena y escandalosa deja que todo su cuerpo se muestre perfectamente, incluidos sus pezones anillados y sus coños afeitados y adornados. Solo una de las mujeres está vestida con un atuendo elegante y ajustado que me hace tratar de imaginar cómo se vería con un vestido como el de las otras mujeres, o si su cuerpo también está tatuado y adornado; aunque cuando la miro hace un movimiento de negación con la cabeza como si supiera lo que estoy pensando.

De repente pienso en cómo reaccionaría si Rachel llegara vestida así, pero por suerte aparece elegantemente vestida a pesar de que lleva la adición de un collar similar al de las otras chicas.

Rachel y su Maestro se paran frente a mí, y mi amiga comienza a hablar mientras mantiene la cabeza baja, 'Taylor este es mi Maestro Caleb'.

Caleb toma mi mano y la besa como un caballero antiguo, lo miro a los ojos mientras me besa, y siento que la electricidad corre a través de mi cuerpo hasta que se detiene en mi coño, es el hombre más guapo que he visto en mi vida, su barba de dos días y sus ojos casi negros parecen estar llegando a mi alma.

Inmediatamente nos acercamos al resto del grupo y él comienza a presentarme a todos, 'Taylor, te presento al Maestro Summers, al Maestro Danvers, al Maestro Anderson y a Lady Frost, las esclavas detrás de ellos son Ópalo, Zafiro, Esmeralda y Turquesa. 'Señores y Señorita esta es Lady Taylor Pryde y creo que todos ustedes conocen a mi esclava Rubí'

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Suspiro cuando escucho el Lady al lado de mi nombre y me sorprendo al escuchar que todas las esclavas tienen nombres de piedras preciosas, voy a preguntar al respecto, pero inmediatamente uno a uno los invitados se acercan a mí y al igual que Caleb me besan la mano, cuando es el turno de Lady Frost, me da un fuerte abrazo y dos sonoros besos para terminar susurrándome al oído, 'Por ahora puedes llamarme Anna, y cuando quieras te dejo comprobar lo que llevo debajo del vestido'.

Anna se va con una sonrisa en la cara dejándome sin palabras, solo reacciono cuando una a una las esclavas se arrodillan ante mí, besando mi mano y luego repitiendo la misma frase; 'Lady Pryde, esta noche soy su esclava y le debo obediencia, puede usarme de la manera que quiera'. Estoy tan alucinada por las palabras de las esclavas que no me doy cuenta cuando Caleb le hace un gesto a Rachel, que también se arrodilla a mis pies y después de besar mi mano comienza a hablar: 'Lady Pryde, esta noche soy su esclava y le debo obediencia, puede usarme de la manera que ha deseado desde hace tanto tiempo'.

No noto la adición de Rachel mientras todos se dirigen a otra habitación para cenar, aunque todas las esclavas excepto Rachel entran primero. Los cinco minutos que tardamos el resto de nosotros en entrar, son los únicos momentos en que me olvido de la situación, ya que hablamos de trabajo y cosas normales. A medida que nos acercamos a la mesa puedo ver a las esclavas ya sentadas; Caleb se acerca a mí y sonriente comienza a hablar conmigo: 'Por deferencia hacia ti, las esclavas comerán sentadas a la mesa en lugar de arrodillarse a nuestros pies como sería normal, aunque algunos de los Maestros mostrarán una actitud diferente hacia las esclavas, también le he dado permiso a Rachel para hablar contigo sin restricciones, aunque quiero que te dirijas a ella como Rubí delante de todos'.

Asiento con la cabeza sorprendida de que Caleb me haya ordenado cómo tratar a Rachel, me siento en la mesa al lado de Rubí que a su vez está sentada al lado de su Maestro Caleb, a mi otro lado se sienta Anna.

Empezamos la cena y no puedo evitar observar al resto de los invitados a pesar de que Rachel me está hablando normalmente como si las dos estuviéramos solas en una hamburguesería como cuando íbamos a la universidad; ignorando un poco la charla de Rachel, pongo en marcha la parte analítica de mi mente que tanto me ha ayudado a ascender en mi carrera y me dedico a estudiar al resto de invitados.

Pronto identifico a Maestro Summers como Jason Summers III, uno de los hombres de negocios navieros más importantes del país, sentada a su lado está su esclava Ópalo, una belleza de piel oscura que está con las manos atadas a la espalda y a quien el Maestro Summers alimenta y da de beber, mi sorpresa llega cuando reconozco a Ópalo como Niama Latos, una de las modelos más famosas del momento que ocupa las portadas de las revistas más importantes.

Rachel se acerca a mi oído para susurrarme; 'También me sorprendí cuando la conocí, su cuerpo desnudo es tan increíble como en las revistas, y no puedes imaginar lo que sabe hacer con su lengua, ¡Ohh, increíble!'

Me lleva unos segundos entender el significado de las palabras de Rachel y cuando me doy la vuelta para reprocharle el comentario, está hablando con Caleb como si nada estuviera pasando. Dirijo mi atención al resto de invitados y una vez que he reconocido a Jason Summers me lleva poco tiempo identificar a los otros dos Maestros, uno es Oscar Danvers, uno de los filántropos más importantes del mundo y dueño de decenas de empresas, el otro es James Anderson, el genio que revolucionó el mundo de la informática con 20 años y una de las diez personas más ricas del mundo, después de reconocerlos decido mirar a sus esclavas.

Zafiro era una hermosa rubia que no consigo reconocer, ya que lleva una máscara de carnaval que no he apreciado antes y que revela unos ojos tan azules como la piedra preciosa que la da nombre, que dudo que sean naturales, cuando miro sus pezones que se transparentan a través de la tela de su vestido, puedo ver que sus piercings son dos joyas del tipo de su nombre, en cuanto a Esmeralda, la reconozco en cuanto dejo de mirar sus pechos adornados con dos esmeraldas unidas con una cadena de oro, es Mary Yurkova, una de las tenistas más famosas del mundo, famosa tanto por su éxitos deportivos en la pista, como por sus escándalos fuera de ella. Ambas esclavas, a diferencia de Ópalo, están comiendo con las manos, aunque se ven bastante nerviosas.

Otra vez como si estuviera leyendo mis pensamientos Rachel se acerca a hablar conmigo; 'Zafiro es la hija de un hombre de negocios rival del Maestro Danvers, solo unos pocos de nosotros conocemos su verdadera identidad, y algo similar a mí le sucedió a Esmeralda, su vida había tocado fondo y gracias al Maestro Anderson, está de vuelta en la cima, y si te estás preguntando por qué están tan nerviosas, es porque Zafiro tiene dos consoladores en su coño y culo y su Maestro los controla con su reloj llevándola al borde una y otra vez, Esmeralda está sentada en dos consoladores de metal que cada cierto tiempo se enfrían creando una sensación extrema en su cuerpo, te aseguro que es una verdadera tortura aunque después...'

Prefiero ignorar a Rachel y miro tontamente a Anna, aunque cada vez que lo hago parece descubrirme y aparece una sonrisa en su rostro; después de verla un par de veces descubro algo que me parece curioso y cuando miro a Caleb con cuidado lo confirmo, ¡son hermanos! En cuanto a Turquesa, la esclava de Anna, recordando su cuerpo desnudo que todos hemos visto en la pantalla de cine, no encuentro ninguna razón a la vista para que tenga ese nombre; Turquesa es la actriz Jennifer Clark, una de las mujeres más deseadas del planeta y que ahora sigue aguantando sus gemidos mientras Lady Anna juega con la mano en su coño.

Evito mirar más a Caleb, cada vez que lo hago; mi cuerpo parece calentarse y me concentro en seguir hablando con Rachel con la esperanza de que no revele ninguna cosa innecesaria sobre ninguna de las personas presentes. El nombre de esclava de Rachel es obvio, su raro cabello rojo oscuro brilla al sol como un hermoso Rubí y no puedo evitar imaginar su cuerpo desnudo que conozco bien desde hace años adornado con algunas de esas joyas.

El resto de la cena se desarrolla más tranquilamente e incluso puedo entablar una conversación con el resto de los invitados sobre temas a veces triviales que se interrumpen por los gemidos ocasionales de Zafiro, Esmeralda o Turquesa.

Cuando terminamos la cena, Caleb se levanta y retira mi silla y la silla de Rachel hacia atrás para que nos levantemos, 'Si te unes a mí Lady Pryde, continuaremos la velada en la Sala de la Biblioteca'. Me levanto siguiendo a Caleb pero nos detenemos al ver que el resto de los invitados parecen dirigirse a otro lugar, Anna camina hacia nosotros con una sonrisa; 'Discúlpanos Taylor, ni yo ni mis compañeros Maestros somos tan afortunados como mi hermanito de tener una hermosa esclava como Rubí disponible las 24 horas del día, nos hemos visto privados de disfrutar de nuestras esclavas durante la cena por deferencia hacia ti, pero ahora queremos disfrutar de sus cuerpos por un tiempo, nos uniremos a vosotros en un rato, además de esta manera puedes hablar más tranquilamente con Caleb y tu amiga'. Cuando Anna dice esto, los tres Maestros se retiran con sus esclavas y tengo que contener un grito al ver los dos enormes consoladores de metal que Esmeralda ha tenido en su coño y su culo, ahora relucientes con sus jugos corporales.

Si masturbar a tu esclava con los dedos, llevarla al borde continuamente u obligarla a empalarse en dos consoladores enormes lo llaman una cena tranquila, no puedo imaginar cómo habría sido la cena si yo no hubiese estado.

En cuanto llegamos a la biblioteca, Caleb se sirve un vaso de whisky y me sirve a mí un vaso de brandy, tan pronto como ambos nos sentamos Rachel se arrodilla a sus pies apoyando su cabeza en los muslos de Caleb que comienza a acariciarla: 'Has sido muy buena esta noche mi pequeña joya, pero tendrás que esperar hasta más tarde para obtener tu recompensa'.

Dejando a Rachel relajada en su muslo Caleb se vuelve hacia mí de nuevo, 'Bueno Taylor, ¿te gustó la cena?, espero que no te hayas sentido demasiado incómoda, lo creas o no los Maestros se contuvieron mucho, pero volviendo a cómo te sentías, estoy seguro de que en algún momento te imaginaste en el lugar de Ópalo, Zafiro o Esmeralda, aunque si lo que Rubí me ha dicho sobre ti es cierto, creo que hubieras preferido estar en el lugar de Turquesa mientras mi hermana la atendía amorosamente'.

Caleb hace una pausa para tomar otra trago de su copa sin quitarme los ojos de encima viendo cómo me ruborizo, sigue acariciando el cabello de Rachel y continúa hablando; '¿O tal vez lo que quieres es estar arrodillada a mis pies en el lugar de tu amiga Rachel?'

Me congelo cuando escucho las palabras de Caleb y me levanto furiosa: 'No sé lo que Rachel te ha dicho de mí, pero nadie me habla así, y puedes seguir soñando, porque será el único lugar donde podrás verme a tus pies, además te juro que no me importa quién eres ni cuánto dinero tienes, voy a hacer todo lo que pueda para terminar con estos juegos que os traéis y liberar a Rachel'.

Me dirijo a la puerta no demasiado decidida, esperando y casi queriendo que Caleb me ordene que me detenga, pero no es su voz la que escucho, es la de Rachel; 'Taylor deja de jugar y compórtate, siéntate de inmediato'. Nunca he escuchado a Rachel usar ese tono conmigo y me asusto hasta el punto de que me detengo frente a la puerta.

Voy a dar la vuelta, pero Caleb habla de nuevo; 'Lo siento Taylor no quise ofenderte, probablemente malinterpreté lo que Rubí me dijo de ti, vete a casa y descansa un poco, mañana a las 16.00 H una limusina te recogerá para llevarte a mi casa a hablar de todo esto, vístete para la ocasión'.

Salgo por la puerta sin darme cuenta de que Caleb se ha dirigido a mí de nuevo dándome órdenes, como hace con Rachel, o el resto de los Maestros han hecho toda la noche con sus esclavas. Al pasar por el comedor descubro que Anna no lo ha dejado y está sentada en la mesa gimiendo con la cabeza de Turquesa entre sus muslos, al cruzar nuestras miradas y mirar sus labios, me parece que los mueve para decirme algo, 'Mañana serás mía', pero la ignoro y salgo del hotel para irme a casa.

Mientras conduzco de regreso a casa noto que mi sangre hierve en mis venas y siento un extraño cosquilleo en todo mi cuerpo, aunque me digo a mí misma que es por el enfado que llevo de las palabras de Caleb y Rachel, aunque no puedo negar que algunas de las cosas que he visto esta noche me han excitado.

Nada más llegar a casa me dirijo a la ducha y mientras me desnudo encuentro la evidencia de todo lo que he negado durante la noche, mi coño está mojado por la emoción de lo que he presenciado, mientras me ducho sigo viendo imágenes en mi mente de las esclavas; pero aguanto sin masturbarme. Me voy a la cama inmediatamente después de salir de la ducha, en cuanto cierro los ojos las imágenes de las esclavas vuelven a mi mente pero con una diferencia notable, no son sus caras las que veo, las esclavas en todas las imágenes tienen mi rostro; tan pronto me veo tratando de sentarme en los dos enormes consoladores que llenaron los agujeros de Esmeralda, como me veo siendo alimentada por el Maestro Summers, incluso me veo sentada a los pies de Caleb en lugar de Rubí, pero las imágenes que más se repiten son dos, en la primera Lady Frost juega con los dedos en mi coño, en la segunda tengo mi cara enterrada en los muslos de Lady Frost mientras me obliga a chupar su coño tirando de una cadena enganchada a mi collar de esclava.

Me sobresalto por el sonido del timbre y mientras reviso el reloj, me doy cuenta de que apenas he 'dormido' dos horas, estoy tan poco acostumbrada a recibir visitas en mi apartamento que no me doy cuenta de que me dirijo a la puerta con mis tetas al aire, destacando mis pezones duros e hinchados y con mis pantalones de seda completamente mojados por la humedad de mi coño. Cuando abro la puerta me sorprendo al descubrir a Anna vestida de manera bastante casual, lo que solo realza su belleza; 'Joder Taylor, si hubiera sabido que me ibas a saludar así, habría dejado de jugar con Rubí hace un rato'.

No entiendo muy bien a qué se refiere Anna hasta que noto el frío que entra por la puerta; 'Lo siento Lady Frost, entra y siéntate, estaré ahora mismo contigo, me pondré algo en unos momentos'. Al alejarme noto la sonrisa de Anna y me sorprendo al haberme dirigido a ella de esa manera, rápidamente entro en mi habitación y quitándome mis pantalones cortos mojados me pongo unos pantalones vaqueros y una camisa sin molestarme en ponerme bragas y sujetador.

Cuando vuelvo a la sala de estar donde Anna me está esperando, veo que se ha quitado la chaqueta y está mirando con interés los libros de mi pequeña biblioteca. 'Lo siento por la espera Lady Fro....' Anna levanta la mano y no me deja terminar: 'Te dije que me llames Anna, solo mis esclavas y las de mis amigos me llaman Lady Frost, y que yo sepa no eres una esclava, ¡todavía!'

Mi cuerpo se emociona ante la última palabra de Anna y respiro hondo para responderle: 'Ni soy esclava, ni lo seré nunca, Anna, ahora explícame por qué has venido, estas no son horas muy normales para visitar a una persona que conociste hace unas horas'.

Anna sonríe, pero no me responde y sigue navegando por mis libros, 'Maestros y Sumisas y El Diario de Jade de Leia Valti, Los Maestros de las Sombras y el Legado de las Montañas de Chris Saint Clair, Samara Kelly, Cheyenne McCourt, tienes algunas lecturas muy interesantes y con una temática muy concreta aquí, puedo recomendarte varios libros más si estás interesada'.

Me ruboriza descubrir que Anna conoce todos esos libros, en todos ellos la protagonista se enamora de algún hombre fuerte y misterioso y termina sometida o esclavizada por él, he estado leyendo libros de ese tipo desde la universidad, pero nunca hasta ese momento había visto las implicaciones que Anna insinúa. 'Te pregunté por qué viniste aquí a estas horas, aunque ahora no me interesa, sal de mi casa ahora mismo'.

La cara de Anna cambia repentinamente y toda su sonrisa y amabilidad de repente desaparecen; 'La gatita saca las uñas, pues te equivocas gatita, soy una leona, había venido a pedirte perdón en nombre de Caleb, llegó al poder muy joven y siempre ha conseguido lo que quiere con una simple orden, no está acostumbrado a tratar con mujeres libres y las trata a todas como si fueran sus esclavas, pero yo he vivido más en el mundo real y sé que algunas perras necesitan un castigo de vez en cuando'.

Trato de responder a Anna, pero ella me sorprende moviéndose rápidamente, llevando mis manos a mi espalda para luego cerrar unas esposas alrededor de mis muñecas, 'Tienes que mantener los juguetes lejos de los niños', me dice Anna riendo y mostrando algunas abrazaderas de pezón y otros juguetes que guardo en una caja que ella debe haber encontrado mientras me estaba cambiando, a menos que Rachel...

'Así es cariño', dice Anna sonriendo como si hubiera vuelto a leer mi mente: 'Ni siquiera puedes imaginar todo lo que tu pequeña amiga nos ha dicho sobre ti, entre eso y los meses que te llevamos investigando sabemos cosas sobre ti que ni siquiera puedes imaginar'.

Sin dejar de hablar, Anna me arranca la camisa y me baja los pantalones dejándome desnuda y destapando mi coño mojado, mientras baja una mano a mi coño con la otra coloca y aprieta las pinzas en mis pezones haciéndome soltar un grito, inmediatamente sus dedos encuentran mi clítoris y comienza a masturbarme mientras sigue hablando.

'Qué sentiste al conocer a Caleb, te imaginaste que eras Aileen siendo follada por primera vez atada a la cama, NO, creo que tu imagen favorita es cuando la arranca su vestido morado y la folla contra la pared, aunque ahora mismo esto me recuerda más a cuando la hace alcanzar su primer orgasmo en su dormitorio'.

Todas esas imágenes tomadas del Diario de Jade que Anna está diciendo, vienen claramente a mi mente, así como otras imágenes de otros libros, y aunque he alcanzado el orgasmo varias veces imaginándome a mí misma como la protagonista, ninguno de esos orgasmos fue tan intenso como el que Anna está construyendo en mi cuerpo con sus dedos, de repente grito con placer y me corro en los dedos de Anna.

Anna lleva sus dedos manchados con mis jugos a su boca, y los limpia lamiéndolos; '¡Uhhmmmmmm! Sabes deliciosa, casi me quedo con ganas de probarte ahora mismo, pero es mejor dejarte descansar para lo que te espera mañana'. Se levanta soltando mis esposas y se pone la chaqueta para irse. 'Mañana por la mañana te traerán un paquete con algunas cosas y algunas instrucciones, síguelas todas al pie de la letra, y espera a que la limusina venga a recogerte', antes de salir por la puerta Anna se vuelve sonriente, 'Y no puedes correrte, te aseguro que si lo haces lo sabré'.

Anna cierra la puerta de mi apartamento y empiezo a llorar abrumada por la situación, me quito las pinzas de mis pezones entre gestos de dolor y llevo mi mano a mi coño, pero al hacerlo recuerdo las palabras de Anna y a pesar de la necesidad de otro orgasmo me acuesto en la cama y trato de conciliar el sueño.

Me lleva horas conciliar el sueño, cada vez que cierro los ojos me veo sometida a Caleb o Anna, incluso a Rachel, en una de las ocasiones me veo atada y expuesta con los cuatro Maestros listos para follarme y me despierto entre gritos de súplica. Cada vez que me despierto tengo la tentación de masturbarme, pero recuerdo las palabras de Anna y me detengo. Finalmente me quedo dormida por agotamiento y tensión, cuando me despierto veo la luz del sol y descubro que son más de las once de la mañana, por suerte no tengo ningún caso pendiente y llamo a la oficina diciendo que estoy enferma.

Me meto en la ducha y me quedo bajo el agua relajándome y tratando de olvidar la noche anterior durante lo que parecen horas, solo el sonido del timbre me hace salir de la ducha, esta vez me pongo una bata para abrir la puerta, pero cuando lo hago no veo a nadie, solo encuentro un paquete de tamaño mediano en el suelo.

Dejo el paquete en la cama decidida a no abrirlo y a no ir a la casa de Caleb, me estoy vistiendo con la intención de salir de la ciudad por unos días cuando me llega un mensaje de Rachel a mi teléfono móvil, aunque estoy a punto de no abrirlo al final lo hago preocupada de que todo este lío dañe a mi amiga, el mensaje va acompañado de un video en el que Rubí está chupando el coño de Anna mientras Caleb la folla violentamente hasta que se corre dentro de ella, el video termina con una imagen fija de Rubí con su cara manchada por los jugos de Anna y su coño rezumando semen de la follada de Caleb, todo con un texto en la parte inferior, '¿No te gustaría ser tú?’

Agito la cabeza cuando me doy cuenta de que por primera vez me he referido a mi amiga por su nombre de esclava y no como Rachel y al notar que mi coño se moja de nuevo, decido que debo ir a la casa de Caleb para resolver todo este asunto de una vez por todas.

Abro el paquete y su contenido no se parece en nada a lo que esperaba, hay un hermoso vestido negro de dos piezas, medias y lencería a juego, tacones altos y una serie de juguetes eróticos, además de una nota de Anna; 'Seguro que pensaste que te íbamos a mandar algún atuendo de látex o algo que expondría tus tetas y coño, esa fue mi idea pero Caleb no me ha dejado, aparte del vestido, hay una bola para tu vagina, un tapón anal y un collar de esclava, toma la pastilla que está incluida y lávate antes de ponértelo todo y depila tu coño por completo.'

'Ni en sueños voy a usar esas cosas'. Me digo a mí misma mientras agarro el vestido, pero pronto vuelvo a abrir la caja y me encuentro sosteniendo los dos objetos que pronto se enfrían al contacto con mi mano haciéndome recordar las palabras de Rubí sobre los consoladores de Esmeralda y la sensación de después.

'¡Joder, otra vez!' Grito en voz alta dándome cuenta de que he nombrado a Rubí en lugar de a Rachel, sin darme cuenta de lo que hago como si no tuviera mente propia, tomo la pastilla y me dirijo al baño, en pocos minutos siento un fuerte dolor de estómago, la siguiente media hora es una verdadera pesadilla con mi cuerpo expulsando cualquier resto fisiológico que tuviera dentro, cuando finalmente mi cuerpo se calma me lavo completamente debajo de la ducha. Vuelvo a la habitación y tomando los dos objetos de la caja decido probarlos, la bola entra fácilmente en mi coño que no ha dejado de estar mojado desde la noche anterior, en cambio el tapón anal es difícil de introducir en mi culo virgen, cuando finalmente ambos objetos están dentro, siento cómo se enfrían, calentando y excitando mi cuerpo, aunque después de unos minutos vuelven a su temperatura normal.

Me quito los dos juguetes de mi cuerpo y los vuelvo a poner en la caja. Decido no afeitarme el coño, considero que lo llevo bien arreglado y siempre he pensado que llevarlo completamente afeitado es algo que solo hacen las putas. Tiro el collar en el cubo de la basura mientras me digo a mí misma que no soy esclava de nadie y abro el último paquete, que resulta ser una botella de aceite corporal, cuando la abro descubro que huele a fresas y sonrío mientras recuerdo a lo que Aileen olía para Caleb, vierto un poco de aceite en mi mano y lo froto en mi brazo notando cómo se calienta mi cuerpo y luego se relaja, la botella es lo suficientemente grande como para untar todo mi cuerpo y decido hacerlo. Cuando termino toda la habitación huele a fresas y mientras me miro en el espejo mi cuerpo brilla por el aceite dándome un aspecto hermoso. Miro el reloj y descubro que apenas quedan veinte minutos antes de que vengan a recogerme, me peino el pelo y termino de ponerme el vestido justo cuando llaman al portero automático; 'Lady Pryde, su limusina la está esperando'.

Bajo las escaleras tranquilamente con la intención de que la limusina espere, he decidido que a partir de ahora seré yo quien controle esta situación.

Continuará...