El maduro y mi primera vez

Joven, ingenuo y con una gran calentura, la receta ideal para que un cincuentón casado termine partiéndole el culo. Todo por un Samsung S4.

EL MADURO Y MI PRIMERA VEZ

Joven, ingenuo y con una gran calentura, la receta ideal para que un cincuentón casado termine partiéndole el culo. Todo por un Samsung S4.

A mis 18 años mi sexualidad era un puto rollo, todos me han dicho que para todos es así pero eso no cambia que en ese momento no sabía realmente que me estaba pasando y no había nadie que me pudiera ayudar, ya había tenido algo con dos chamas pero me faltaba algo más que probar y eso me tenía la cabeza hecha un lio.

Al igual que en la secundaria hay mucho por pretender ser, la ropa, la música, los culos, los deportes y todos aquellos accesorios que los demás quisieran tener, por eso ahora comprendo que la juventud es estúpida así como yo lo fui y en cierta proporción todavía soy.

Sobre mi sexualidad todos mis amigos en ese tiempo eran heterosexuales y era incapaz de decirle algo sobre lo que me estaba pasando. Me atraían y era un infierno poder disimularlo cuando estás jugando básquetbol con algunos panas sin camisa pero me metía en mi papel de macho heterosexual con 5 novias, ¡JA!.

A veces pienso que mi mejor amigo siempre supo, era 4 años mayor que yo y no ha habido alguien que me comprendiera tanto como él pero supongo que decidió callarlo, siempre que hablábamos de ese tema yo terminaba por burlarme del maricón del salón o cualquier insulto que me permitiera protegerme de que se supiera lo que realmente sentía por algunos chamos.

Mis padres (a veces pienso que mi papá no sabe que existo) si se enteraban me iban a internar en un psiquiátrico o algo peor así que no era una opción pedirle consejos, al igual que a otros familiares, por este motivo me refugie en el internet, esa fuente con una gran cantidad de información que me excitaba a grandes proporciones y en contraposición me ponía más tenso y paranoico pero ya mi cuerpo no aguantaba más y quería adentrarme en cosas nuevas por eso un día introduje en google -Cómo conocer hombres gays?-y eso me llevo a otras búsquedas más.

Y así fue como conocí Manhunt, no se la aconsejo a un inexperto en este mundo del sexo entre hombres. La paranoia hizo que abriera un nuevo correo, que inventara unos datos no tan parecido a mí así que me cambie el nombre y puse una foto donde yo salía de espalda con una gorra. Estaba orgulloso de mí mismo y ansioso por descubrir a alguien que me diera lo que estaba buscando.

Al inicio me escribió mucha gente y el típico pásame una foto de tu cara. Yo que estaba recaliente hice lo propio y así mucha gente me rechazo como otros se mantuvieron hablándome muchos días después para igual no quedar en nada.

El bbm era esa aplicación que elegí para dejar mi numero fuera de toda esta gente, así era de desconfiado pero igual de tonto.

Un chamo de 18 años sin nada de experiencia en sexo entre hombres, ni en redes sociales y ni en seguridad personal, porque como todos sabemos en esas redes hay de todo pero la calentura podía más que todo.

Más de uno me rechazó por ser joven lo que me pareció una locura y mi ego se tambaleaba de vez en cuando hasta que un día me escribió Víctor. Lo que me llamo la atención de él fue su edad, siempre he tenido cierto gusto por la gente mayor que yo y en general, la calentura es algo serio.

Hablamos muy poco por Manhunt, fue algo casi directo y a los pocos minutos entablamos una conversación por el Bbm. Hicimos el intercambio de rostro, nombre y él me pidió fotos desnudo cosa que no acepte ya que me daba miedo y aunque estaba demasiado excitado me daba mucho corte hacérmelas.

Cuando vi en el chat un enorme trozo de carne de color rosado con una cabeza roja, venas sobresalientes y una gota transparente saliendo de él, un cumulo de sentimientos envolvieron mi mente y en automático envié dos fotos, una de mi pene y de mi culo. Eso es lo malo de hablar con un extraño mientras te masturbas, pierdes la cordura.

Me dijo que el solo hacía de activo y a diferencia de los demás era mas simpático y menos cortante debido a que escribío un–hola- antes que un insípido –Rol- este carajo sí que me tenía ganado aunque esa herramienta me intimidaba y excitaba a la vez.

Eran unos nervios en el estomago ligados con excitación y una desesperación que me llevo a hacerme la paja más de una vez, hablando con ese hombre por días.

Iniciamos conversaciones por skype ya que el se mostró muy interesado en mi cuando le dije que era virgen, cosa que me había parecido muy raro. Lo que me atraía de él, era ese porte de militar con una personalidad bastante segura y un verbo que cada vez me empujaba a estar con él.

Una de esos tantos días hablando, ya que me escribía siempre, finalmente me propuso estar con él pero él estaba en Caracas y yo en Cumaná. Me invito a su apartamento en Barcelona en el Estado Anzoátegui que me quedaba a dos horas.

Yo tuve que negarme ya que me daba miedo ir por un desconocido y porque dependía del dinero que me daban mis padres y por más que reuniera en una semana no iba poder obtenerlo pero él con mucho gusto se ofreció a pagarme todo.

Al inicio esto me dio mucha inseguridad porque si bien es cierto que estaba demasiado excitado y quería probar algo con un hombre y además que nadie se diera cuenta, no podía confiar en alguien que conocía desde hace poco tiempo y además que me ofreciera esas facilidades. Tuve que negarme.

Me escribió por semanas, no me faltaban nunca los buenos días, un buen provecho y otros en la noche que no eran aptos para menores de edad. Era inevitable no sentirme querido como si el llenara algo que me hacia falta.

Su propuesta giraba por mi cabeza una y otra vez pero no me decidía, algo me decía que no podía confiar en él pero mi excitación cada vez se hacía más grande.

-Mira lo que tengo para ti si accedes a darme ese culito-Una fotografía de un Samsung S4 5 se mostraba en la pantalla de mi celular bastante humilde-Solo para ti ¿lo quieres?.

No me di cuenta como ese exmilitar con su labia de cuidado me envolvió y mis rumbos se veían claros, no pude aguantar, todas las barreras cayeron y mis pajas solo iban dedicadas a una sola persona junto con la esperanza del nuevo juguete que había soñado. Maldito interés.

Me hizo una transferencia a mi cuenta de ahorro para costear el transporte y mucho más, era una locura pero ya estaba dispuesto, nunca en mi vida me habían tratado tan bien y no me sentía tan solo.

En mi casa confiaban en mi, así que puse en practica el plan diseñado donde involucraba a mi mejor amigo con el que siempre me perdía unos días y que también era de confianza para mi mamá, solo deje cabos suelto a mi amigo dejándolo todo en un-Cúbreme-.

Nunca me había sentido tan deseado, no es que fuera feo pero sentirse de esa forma te da confianza y mucho más en este caso. Me estaba presentando en un mundo que no conocía y no hablo sobre el gay sino sobre lo pomposo de las cosas. Todo era un tornado de emociones lo que me tenía más motivado.

EL DÍA

Cuando llegue al terminal, ya me estaba esperando Víctor, sentí que mi corazón se acelero y no pude controlar una erección, el lo notó y no podía aguantar la risa.

A sus 46 años se veía sorprendente, era un aura, una seguridad que lo envolvía todo. Era mucho más alto de lo que pensaba lo que me hacía sentir como un niño a mis casi 19 años.

Quedé impresionado con sus jeans claros bien apretados que no dejaban mucho a la imaginación de esas tremendas piernas, un bultazo y un culo que solo se veía en beisbolistas.

-¿Cómo está la vaina Luis?-Estrecho mi mano y luego nos dimos un abrazo.

-Bien vale, eres mas grande de lo que pensaba-Le dije.

-¿Cómo que no? Soy el mismo de carne y hueso-Rió mientras caminábamos hacia una camioneta azul marino donde luego arrancamos a su apartamento.

Mis miedos se estaban disipando sobre si Víctor me quería secuestrar aunque me excitaba (pensamientos absurdos que venían a mi mente). Siempre dude de sus intenciones ya que no creo que sea tan común encontrar a alguien así.

Yo vivía en una casita bastante humilde y al encontrar este sitio así, me sentí un poco cortado e inseguro. Yo medía un 165 cm y delgado, el casi me lleva 30 centímetros, no saben lo pequeñito y poco seguro que me sentía. Todo era una locura para mi.

Su voz era un poco diferente a la de skype, era más contundente y fuerte, me traía hipnotizado. Cuando entramos a su casa, me lance a besarle como pude y él me correspondió agachándose un poco.

Nuestras lenguas se unieron y fui directo a agarrar su paquete que no estaba duro, el soltó una risa lo que me intimido.-Maldita sea-Pensé, sentía que no sabía nada y lo estaba haciendo todo mal.

Se volteó, dejándome pegado de espaldas a la puerta, agarro mis piernas y abriéndolas me levantó dejándome a su altura aprisionado en un beso suave con lengua. Yo iba a estallar.

De repente me bajo y se alejo de mí-Todavía no, el fin de semana es largo. Vamos a tomarnos algo y a comer que te vas el lunes y apenas hoy es viernes-Asentí.

Yo quede con unas ganas tremendas pero el mandaba. Nos quedamos en el patio trasero y me dio a beber whiskey solamente con hielo, estuvimos hablando un poco de todo porque si algo tenía era una cultura general tremenda.

No sé si eran mis hormonas pero estaba hipnotizado, sus gestos, su forma de hablar, su ropa, su firmeza y muchas cosas más que me impresionaban. Desde que llegue el tuvo el control total de mi y aunque me incomodaba un poco yo me sumergí en su juego. Yo haría lo que quisiera.

Cerca del mediodía llego un chico con unos paquetes de comida y yo pensando que me cocinaría. Comimos, había pedido puros frutos del mar y como hombres que somos devoramos todo lo que había en la mesa como unos animales.

No todos los días se tiene una paella tan exquisita con unos camarones del largo de la palma de tu mano y en abundancia, sin contar los demás.

Él me veía directamente como estudiando todos mis movimientos y una leve sonrisa, de verdad que me tenía ganado, todo estaba preparado para ese momento especial.

Cuando terminamos seguimos hablando, el no se hartaba de saber cosas de mi. Los tragos iban y venían, yo no estaba acostumbrando a beber de esa forma además de lo relajado que estaba. Me olvidé de todo.

Una de las tantas veces que fui al baño, no podía conmigo mismo y Víctor lo notó cuando me tropecé, casi cayendo al piso y con sus rápidos reflejos me sujeto por la cintura.

No pude dejar de aprovechar ese momento para besarlo y agarrar su paquete, soltó una carcajada a todo volumen lo que hizo ponerme rojo como un tomate. –La cague-Pensé.

-Yo no quiero tenerte así, quiero que tengas todos tus sentidos en capacidad para sentir todo lo que te voy a hacer ¿Entendido?-Me separó de su cuerpo. Creo que asentí.

Sentía que todo me daba vueltas, caminaba con él hacia el baño y de verdad que no entraba más alcohol en mi cuerpo.

-No vas a beber más-Ordenó Víctor.

Unos pocos minutos después nos sentamos en la sala, donde había un enorme sillón, observe un enorme reloj, faltaban 15 minutos para las cuatro de la tarde.

-Mejor descansemos un rato-Dijo.

-Todavía estoy un poco mareado-Confesé.

-Ya voy a resolver eso-Fue a la cocina y me trajo una jarra con agua y hielo-Bébete toda la jarra carajito.

-Confiaré en los mayores-Sonreí.

-¿Mayor? Ya vas a ver como este mayor te pondrá mas tarde-Devolvió una sonrisa. Se sentó en el enorme sofá desplegable junto a mí y quedamos pegados. Todavía me preguntaba cómo no habíamos tenido nada hasta hora.

Prendió el televisor y coloco ESPN, estaban dando un partido del Barca vs Madrid. Estuvimos rato viendo el partido mientras me tomaba mi jarra de agua, ya me sentía mejor aunque algo adormilado y eso que veíamos futbol.

Me quede rendido pegado a su cuerpo y rodeado a sus brazos. Me sentía pequeñísimo.

Ya era de noche cuando desperté, sentía sus manos acariciándome el pecho y algo duro restregándose en mi culo, reaccioné enseguida y eche mi cuerpo hacia atrás.

Desabrocho mi jean y empezó a tocar mis nalgas, yo empecé a gemir nunca en mi vida me había sentido así.

Utilizando su fuerza me puso sobre él, empezamos a besarnos mientras sus manos ahora si profundizaban en mi culo ya que mi bóxer y jeans estaban a mitad de mis piernas. Esta sería mi primera vez.

Iba dirigiendo mi cabeza con su mano gigante, le besaba el cuello, oreja, sus enorme, peludos y definidos pectorales y una tetillas rosadas que me tenían loco.

Su olor a macho era algo afrodisiaco pero no fue cuando empujo mi cabeza hacia abajo y encontré lo que estaba realmente deseando.

La cámara web ni las fotografías que me pasaba al celular se acercaban a lo que realmente era esta verga, quede algo sorprendido y ese hombre con esa risa encantadora había desaparecido. La agarre con una mano y sentí su dureza y esa piel suave que lo recubre. Estaba tan dura.

-Agárralo con confianza, son 21 centímetros solo para ti-Me miró con esa mirada fría que desconocía.

Empecé a masturbarlo, realmente era enorme, no podía cerrar mi mano pero lo que me asustaba era lo largo que era y ya estaba demasiado excitado para pensar en dejarlo todo atrás, era mi primer guevo y era monumental.

Acerque mi lengua a su glande y probé ese liquido transparente y salado que salía en abundancia y luego fui probando todo, desde el glande hasta sus bolas sin dejar un sitio sin recorrer, así lo había leído en un foro. Su olor a macho me volvía loco pero su sabor me terminaba de poner la cabeza mala.

El quería que me lo metiera en la boca y yo no me iba a negar, abrí la boca y entró. Pensé que meterse una verga completa era algo fácil pero no sabía lo equivocado que estaba, lo intente bañándolo todo con mi saliva pero no llegaba ni a la mitad. Comerse un conejito no tiene ciencia en comparación a esto.

El me agarro por los hombros y me subió hacia sus labios, llenándome la boca de su saliva en un beso que esta vez si que había sido de puta madre

Yo estaba dominado por él y cuando sentí su presión en mi cabeza para que siguiera con la mamada no me opuse, ya que lo que tenia de inexperiencia lo tenia de ganas así que me fajé a darle placer a mi macho.

Mientras con una mano agarraba aquel aparato, procuraba darle el mayor placer posible y es que mi fantasía era tragármelo todo. El se dejaba hacer, me veía con esos ojos como nadie me había visto, ni siquiera mis novias. Su cara cambiaba con mis succiones y eso me ponía más, así estuvimos un buen rato practicando mis artes felatorias.

Su cara de vicioso era algo que realmente me excitaba. Se levanto del sofá, pude observar bien su musculatura no era alguien marcado pero tenía unos brazos enormes y unos pectorales hermosos, con la mirada me volvía a comer su cuerpo y de nuevo quise ir por lo mío pero él no lo permitió.

-Ponte en 4-soltó de una. Enseguida llego ese pensamiento en mi cabeza, era incomodo adoptar esa posición cuando antes era la chama quien estaba conmigo, me sentí excitado y vulnerable al dejar mi culo a su disposición. Me agarro por la cintura y luego me sorprendió con unos azotes.

Al principio me disgusto pero sentía cierto placer en dejarme tratar de esta forma, nunca me había sentido de esa forma.

Una de sus manos me azotaba mientras la otra deslizaba sus dedos ligeramente por mi espalda y muslos. Era un escalofrió ligado con algo de dolor que me provocaba un placer exagerado.

En ningún momento mi verga se había bajado, estaba entregado y disfrutando todo lo que me hacía. Cuando sentí una lengua por primera vez en mi culo lampiño, especie de corrientes recorrían mi cuerpo dejándome a total disposición, no había vuelta atrás, quería probarlo todo con él.

-Ahhh-Un dedo entro y ya no sentía tanto placer, suavemente entraba y salía, era bastante incomodo para mi, creo que su dedo era muy grueso.

-Solo estamos comenzando así que relájate-Seguía sacando y metiendo su dedo tocando mis paredes anales-No aprietes carajito, así, relájate para que disfrutes-Me dijo con un tono morboso.

Alternaba todas sus maniobras con una paja lenta que me dejaba deseando muchísimo más, sentía como sin querer yo apretaba su dedo dilatador.

El segundo dedo amplifico todo, más dolor pero una sensación indescriptible que realmente empezaba a gustarme. Escupia sobre mi culo varias veces, la sentía caer mis muslos y como jugaba con mi culo, mordía mis nalgas y abofeteaba.

El tercer y un cuarto dedo mas tímido, me hacían sentir estallar y eso que tenia un buen tiempo dilatándome pero la incomodidad seguía aunque el dolor había bajado.

Sin darme cuenta, al segundo de sacar sus dedos estaba volando por los aires. Había metido sus brazos por mi cintura y me alzo llevándome cargado a su habitación mientras mis nalgas volvían a ser sodomizadas por la palma de su mano.

Me lanzó a la cama, era un cuarto bastante oscuro pero de un diseño que me dejo loco de lo lujoso.

-Ahora si te voy a dar lo que querías carajito-Dijo Víctor en un tono autoritario-Ponte en 4-Señalo la esquina de una cama queen-¿Lo ves? Allá esta tu regalo, velo-Señalo el Samsung S4 5S.

Sentí su glande jugar por toda mi raja, ya había llegado el momento. Empujo mi espalda hacia abajo quedando mi culo totalmente elevado y echando mi cuerpo un poco hacia atrás.

Saco un lubricante de una gaveta, echó un chorro en mi culo metiéndome sus dedos aumentando mis limites de elasticidad y luego en su verga donde regó todo para luego hacer esa presión, esos segundos que se vuelven más lento, esa carne dura tratando de entrar.

-Despacio-Le dije cuando todavía no me había metido nada.

Agarro mi cintura con las dos manos y en un solo movimiento me clavó. Estuvo por un buen tiempo sin moverse después de que sentí su pelvis en mis nalgas.

-AAAAAAAHHH-grité tratando de zafarme pero no podía.

-Los muchachitos como tu hay que desvirgarlos así, siénteme todo adentro. Soy tu macho y de aquí no tienes escapatoria-Dijo Víctor.

No recuerdo haber sentido tal dolor en mi vida, el me tenia pegado a su cuerpo y yo solo no podía hacer más que sentir todo aquello con la cara pegada a la cama. Así me mantuvo por un tiempo que se hizo eterno con todo su aparato en mi culo.

-Siéntelo todo-Me decía una y otra vez-Siente las pulsaciones, como te va abriendo para que goce de ti.

Empezó a sacar y meter despacio todo aquello. Yo no encontraba qué hacer, siempre había pensado que esto era más fácil pero solo me quedo aguantar. No podía evitar quejarme, su verga es demasiado grande y me sentía totalmente lleno con unas ganas de cagar como nunca en mi vida.

Entendía a una de mis novias cuando me pedía que se lo sacara pero yo no accedía, ahora estaba en peor posición que ella.

Sus embestidas cada vez se iban acelerando lo que me hacía sentir vulnerable y violado a plenitud. Me tenía dominado totalmente, sentía como su verga se abría paso por mi culo y me hacía sentir cosas que en mi vida había sentido. Creí que iba a estallar con ese trozo de carne perforándome una y otra vez.

-¡Ve el Samsung S4 carajo!-Me daba unas nalgadas, ordenándome varias veces pero yo me sumergía en sus sabanas aguantando y en un movimiento brusco me agarro del pelo, alzando mi cara.

-¡Velo!, ¡velo! Siente mi pipe adentro perrita-Gritaba.

Trate de huir pero yo estaba en desventaja con él y termine siendo cogido más fuerte. Me soltó y maniobrándome, quedé con los brazos en mi espalda atrapados por sus manos y casi que asfixiándome con el colchón.

Era un dolor diferente que inundaba todo mi cuerpo, dejándome a merced de mi violador. Mi elasticidad anal estaba a prueba y temía que me rompiera en cualquier momento.

-Para por favor, más lento-Le suplique.

-¿Lento? Si ya estas abierto aunque este culito aprieta sabroso-Me respondió bastante chulo.

-Es que no me está gustando-Volví a suplicar todavía con media verga adentro.

-Tu sabias que te iba a caer a verga y no cualquiera, así que te aguantas porque bien que quieres que te siga dando duro-Dijo con su voz de sobrao- Además si no te estuviera gustando esto, no estuvieras así-Contesto agarrando mi verga olvidada que estaba durísima.

No sabía qué hacer, yo mismo me traicione no sabía que me estaba pasando. Mi mente decía una y mi cuerpo otro.

Víctor cambio el ritmo y sacaba casi por completo su verga hasta que regresaba todo hacia dentro, era una tortura que no duro mucho y regreso a esas embestidas concisas que me aceleraban la respiración y me hacía sentir miles de cosas a la vez.

-Que culito tan bueno tienes, esto sí es vida-Resoplaba mi violador.

Con una palmada en la nalga hizo cambiarme de posición, me empujo al centro de la cama y montándose también, quede boca arriba, metió una almohada por debajo de mi cuerpo para luego abrir mis piernas quedando de nuevo a su disposición.

Puso su glande en la puerta de mi culo y se hundió de nuevo causándome un sinfín de sensaciones que incluía el dolor y otras cosas más que poco a poco asomaban.

Llegaba más profundo y lo sabía, mis rodillas pegadas a mi pecho le facilitaban el paso. Me deje llevar por todo eso, me quejaba y gemía a la vez.

Víctor me daba cachetadas mientras subía y bajaba el ritmo de penetración, la cama se estremecía al igual que todo mi cuerpo. Estaba perdido recibiendo placer con los ojos cerrados, mi entrega era total.

Víctor se recostó sobre mí y empezó a darme más duro, yo me sentía aprisionado y totalmente dominado por él, mi macho regalándome un raro placer y yo a él. Sentía sus grandes bolas chocar contra mí lo que agregaba un extra excitante.

La cama chocaba contra la pared y mis gemidos eran libre de ser escuchado por quienes quisiera porque lo único que me importaba en ese momento era recibir más placer de ese hombre que me estaba desvirgando.

No podía entender que ese maldito dolor ahora se fuera convirtiendo en algo más, un nivel diferente. Me sentía usado pero por alguna razón me gustaba mucho mas allá de la dosis de placer.

-Dime ¿Quién es tu macho?-Me susurro Víctor al oído entrecortado.

-Eres tú-Respondí.

-Dilo más duro ¿Quién te está rompiendo el culo?

-Tu-Volví a responder.

Levantándose de nuevo y poniendo mis piernas en sus hombros, acelero sus movimientos. Yo solo me dejaba hacer, era tan grande este placer que hace poco tiempo era desconocido que simplemente estaba fuera de mi mismo de las tantas sensaciones.

-Como me gusta este culo apretao tuyo carajito, yo sabía que detrás de esa carita había una perrita como tú que se iba a tragar todo-Me decía Víctor.

El liquido preseminal que salía de mi verga, lo agarro con sus dedos y los dirigió a mi boca, una y otra vez. Mis tetillas también eran su blanco y estaban rojas de lo tanto que las apretaba.

Volvió a cambiar de posición en la cama y yo que estaba todavía hipnotizado por la tremenda cogida que me estaban dando, solo sentí cuando me agarro por una pierna y casi caigo de la cama por lo brusco.

Sentía un vacio y aquella sensación de humedad en mi culo además de unas contracciones pero fue cuestión de segundo cuando de nuevo en la posición de perrito, me penetro.

No tuvo compasión y de nuevo la metió de un solo empujón pero lo que venía era mayor. Sus embestidas eran frenéticas. Sentía arder un poco mi culo pero mayor era el placer de sentirme entregado y dominado por un macho como este.

Si tan solo mi mamá viera a su hijo en 4 recibiendo un tremendo trozo de chorizo por atrás le daría un infarto.

La cama temblaba y es que no podía tener mayor macho que el que estaba taladrándome mi agujero hoy. Sus movimientos eran rápidos y continuos, haciéndome desfallecer ya mi culo estaba totalmente amoldado a su verga.

-Te voy a preñar en tu primera vez perrita-Dijo compungido.

Me agarro de las nalgas y acelero, haciéndome sentir de nuevo adolorido. El sonidos de su cuerpo contra el mío era bestial, un muñequito en comparación a aquel hombre que taladraba sin parar.

-AAAAAAFFFFF NOJODA-Grito ese maduro-SI AFFFFFFFF AFFFFFFF AFFFFFFFFFFafffff afffff aff aff.

Me seguía penetrando, dejándome toda su leche en mi culo. No les negare que estaba molido eran muchas cosas en poco tiempo.

Agarraba mis nalgas y daba empujones con cada contracción de su verga, ahora lentamente sentía como se retiraba y volvía de nuevo, sacando el máximo de placer. Ahora se deslizaba mucho mejor por mi culo.

Cuando saco su verga, inmediatamente sentí esa extraña sensación de estar abierto y ardor además del liquido que corría por mis piernas.

-Quédate así mi perrita y ya sabes que tienes prohibido acabar-Víctor busco su Samsung S4 6S y cuando regreso, empezó a fotografiarme el culo.-Puja que quiero ver como sale-Ordenó.

Seguía con mi culo parado y su leche caía en el piso y parte de la cama, su cara era de malicia pura, cosa que desde que lo conocí en fotos me gusto.

-Sígueme-Me dijo, dándome una nalgada y dándome la mano para que lo acompañara al baño.

Nos metimos bajo la regadera, el agua fría caía en nuestros cuerpos y aprovechamos de enjabonarnos. Lo hacíamos algo incomodo pero era algo que me ponía bastante, Víctor aprovecho de meterme los dedos en el culo para limpiarme bien y temí que me volviera a coger.

Abrí mis piernas y mis manos apoyadas en la pared pero Víctor solo se limito a limpiarme bien. Me dio un mordisco duro en una nalga y luego se levanto. No sucedió gran cosa en el baño, nos secamos y fuimos de nuevo a su cama donde vimos televisión por otro rato.

-Te duele mucho-Preguntó. Ambos desnudos y con su gran mano posada en mi nalga.

-Si-Asentí.

Saco de la gaveta una pomada y en la cama, hizo que me sentara en su abdomen mientras mi cara quedaba viendo sus pies. Con un dedo me echaba la crema pero esto fue eterno, su dedo paseaba en toda mi entrada en círculo, iba lenta pero de nuevo algo se despertaba en mí y en él también.

-Malditas hormonas-Me dolía el culo pero toda esta experiencia me ponía en un estado fuera de lo común.

Su verga empezaba a estar tiesa, la tenía debajo de mí. Sus dedos iban y venían provocándome ese dolor con placer que no había conocido antes de estar con Víctor.

-Ayyy así-Susurraba porque la crema me estaba ayudando, el olor mentolado había llegado a mi nariz.

El siguió y me sentía bastante abierto, con sus dedos hacia círculos y cada vez entraban más lejos. Confieso que me ardía pero no podía negarme a lo que él me hiciera.

Interrumpió el masaje anal y se sentó en la cama, quedando su espalda apoyada al espaldar de la cama. Golpeo la cama indicándome mi lugar y lo seguí sin dudar, toda su enorme herramienta se erguía solo para mí y aquellas bolas colgaban.

-Ahora vas a aprender a mamar como dios manda-Dijo dándome una palmada en la cara. No había pasado ni una desde que me había cogido y Víctor casi que ni se le había bajado.

Con sus dos manos puso mi cara a centímetros para que empezaran mis clases. Me metí el glande en la boca y empecé a lamer como un loco, mi lengua se volvía loca acariciando el trozo de carne que ya estaba bañado en saliva y con ella, masturbaba la parte que no estaba en mi boca, así como una vez leí en internet.

Antes de esto, nunca me había parecido interesante el sexo oral para el que lo hace pero en ese momento, me sentía poderoso al tener mi boca llena de aquello dándole placer a ese macho que tenia al frente. Lo hacía con pasión para que disfrutara al máximo así como veía en las pornos.

-Sin manos-Me ordeno Víctor, que veía hasta la mínima acción.

Solo un pequeño trozo de su verga me entraba en la boca aunque sentía que estaba más propenso a entrar completo así que seguí con mi lengua para darle una mejor sensación. El empezó a darme pequeñas palmadas en los cachetes cosa que me excito más, me sentía pervertido.

Cuando puso su mano izquierda detrás de mi cuello, temí lo peor. Me paralice y el poco a poco iba empujándome hacia adelante para que entrara en mi boca unos centímetros más pero yo no podía aguantar, porque empezaba a toser.

Me separo de su verga, dejándome respirar y unos segundos después su verga invadía mi boca de nuevo, hacia más presión lo que me provocaba arcadas pero él me sostenía con fuerza ya no solamente con una mano.

Llenaba la habitación con mi tos y toda su verga estaba llena de mis babas, el aire no me era suficiente pero ya me entraba gran parte. El volvía a repetir el mismo procedimiento y compungido como estaba, era un muñeco más que me dejaba hacer.

Haciéndome señas, levantándose de nuevo nos acomodamos de tal forma que el quedo fuera de la cama y yo con la cara en toda la orilla, lo esperaba con la boca abierta.

Entraba mucho mejor pero no podía negar que estaba desesperado y si bien estaba excitado, me faltaba el aire y su brusquedad no me ayudaba. Había perdido la noción del tiempo y solo estaba para complacerlo.

Por segundos me sentía molesto por la forma de tratarme pero por otra no podía negarme a las nuevas experiencias y a alguien como él.

Ya había perdido la visión, sus babas bañaban toda mi cara y hasta de mi nariz salían burbujas de aire y aquel liquido viscoso. El tocaba mi cuello como sintiendo por cual parte iba rellenando y yo solo me dejaba hacer.

-Abre más la boca-Ordenó.

Yo seguí sus órdenes esperando que volviera meter aquello pero simplemente oía como se masturbaba y de vez en cuando me daba cachetadas con aquel palo.

-Allí va, abre mas la… bocaAAA AHHH AHHHH AHHH AHH ahh-Gritó.

Yo solo sentí como su leche caía en mi cara que ya estaba mojado y algunas gotas entraban a mi boca para luego sentir de nuevo como era invadido pero ya no tan animal, esperé un tiempo que me pareció eterno y me limpio la cara con su propia ropa.

-Casi que te la comías entera carajito-Rió.

Nos fuimos al baño y mientras el meaba, yo me lavaba mi cara. Cuando terminamos desnudos como estábamos nos fuimos a la cama que estaba hecho un desastre y nos acostamos.

Mi erección se iba bajando lo que el observo y viéndome a la cara dijo-No tienes permiso para acabar todavía-Yo asentí y nos acomodamos.

La mejor parte de aquel día fue cuando me abrazo con sus grandes brazos y quedarme tranquilo en su pecho mientras veíamos la televisión. Creo que eso ha sido una de las mejores cosas de perder la virginidad, ese calor entre las dos personas y de cierta forma me sentía protegido por él.

Era un dormilón, eran la 1 am y no pude aguantar de nuevo. Necesitaba recuperarme de esta vivencia. Dormí.

Me desperté con una llave en el pecho y algo duro, caliente y húmedo que se iba restregando, no era una fantasía.

Ponía su cabeza en toda la entrada y presionaba pero no terminaba de encajar, mis suspiros y esa corriente que va recorriendo tu cuerpo al sentirte de esa forma eran inigualables. Adormilado todavía cada segundo más me despertaba a recibir más placer.

Su cintura se movía jugando en mi perineo y en toda la raja, me sentía desesperado porque aunque me haya dolido ayer también existía cierto nivel de placer y morbo que me tenían irreconocible para mí mismo.

Alzo una de mis piernas con su mano y sentí el aire recorrer por todo mi agujero gracias a la saliva y precum que regaba en cada paseo de su miembro. Cuando volvió a presionar sin querer entrar a mi agujero, esa pequeña excitación por ser penetrado me llevo a echar mi cuerpo hacia atrás.

Yo no veía, solo escuchaba y el sentido del tacto se amplificaba hasta que mi esfínter cedió y la sensación de dolor invadió mi cuerpo de nuevo. Víctor no me soltó y agarrándome más fuerte, fue metiéndome su miembro sin cuidado.

-AAAAAAAY AHHHHH-Solo pude decir.

Toda mi atención se fue a mi culo, cada latido, cada respiración, cada partícula del universo ahora se centraba en mi puto culo, ya no me dolía tanto como ayer pero igual sentía demasiadas cosas en ese único lugar.

Como si fuera a estallar, a romperse mis paredes y esas contracciones que no podía evitar para cerrar mi culo pero no podía hacerlo. Me sentía demasiado lleno de nuevo y cuando empezó a moverse, sabía que debía aguantar porque lo mejor venia después pero que difícil esa espera.

Seguía con mis ojos cerrados e inmovilizado, cada embestida la sentía en todo el cuerpo pero ya no de dolor sino de algo más que hasta hace poco desconocía y sin darme cuenta empecé a gemir.

-Dame mas-Grité.

Su cintura aceitada no se hizo de rogar y lo siguiente que paso fue como casi me desmayaba de placer, la cama se movía y nuestros sudores se empezaban a juntar ignorando la frescura del aire acondicionado.

El placer de las tetillas era algo más que descubrir y sin querer las caricias en esa zona hacia mucho más placentera la penetración de mi macho que tenia un aguante increíble.

-Cabálgame-Me ordeno, interrumpiendo aquella demostración de fuerza y dominación.

Con la respiración agitada, me levante en la cama y aprecie aquel hombre enorme lleno de grandes músculos y con esa cara de malo que me ponía más. Fije la mirada en aquel objetivo, venoso, largo, grueso y con una curva hacia arriba.

Puse mis pies a cada lado y me agache agarrando valentía, perdí un poco el equilibrio pero lo recuperé y puse su cabeza en toda mi entrada para después ir bajando, sintiéndola entera a mi ritmo.

Era infinita y mientras más metía mayor eran las sensaciones. Cuando toque su pelvis sentí cierta emoción dentro de todo aquello que me invadía y causaba cierto dolor ya que iba descubriendo que el sexo no era como las pornos.

Cada posición elevaba ciertas efectos y esta me hacia tragarla entera, haciéndome desfallecer. Mis movimientos empezaron lentos, sintiendo como mi esfínter apretaba la larga verga de mi macho pero iba por más.

No dure mucho tiempo adaptándome a mis clavadas y como si no hubiera un mañana, la locura me había dominado y solo quería placer de esa verga que resbalaba en mi culo haciéndome sentir lo mejor de mi vida.

Las cabalgatas tenían un ritmo celestial que me permitía gozar verdaderamente de esa verga y Víctor me veía asombrado en mi papel pero no tardo mucho en volver a controlar la situación.

Empezó a elevar su cintura y allí fue cuando realmente empecé a ver el cielo, golpeaba mi culo con su verga a toda velocidad y yo no aguantaba tanto placer.

Es indescriptible esa sensación cuando estas siendo cogido a toda velocidad y es demasiado lo que sientes, entras en un lapso donde tu cuerpo se inmoviliza y solo estas para recibir.

Solo podía quedarme en esos instante de locura sintiendo como mi macho me penetraba sin consideración y yo solo no puedo creer en lo que me estaba perdiendo, sentía mi verga dura

Me agarro por la cintura y me lanzo fuera de su cuerpo, en segundos me puso en cuatro y siguió rompiéndome el culo, Víctor a veces me parecía un ser desconocido ya no era dulce o pervertido sino que era un animal sediento de sexo duro.

El contacto de su cuerpo con el mío estremecía toda la cama además de llenarlo de aquel sonido. Yo no podía soportarlo pero a la vez quería mas de todo aquello, estaba fuera de mi mismo, nunca en mi vida había sentido tal cosa.

Por impulso empecé a mover mi culo hacia atrás y con ello entramos en un ritmo que ponía la situación más candente. No se podía negar que Víctor sabía lo que debía hacer conmigo, el estaba destapando toda esa caja de pandora que era mi cuerpo y ahora no había limites para lograr sentir el placer.

Me volteo de nuevo y abrió mis piernas, dejándome casi a orillas de la  cama. El había perdido la razón ya no le importaba nada y sus embestidas a toda máquina lo demostraban, yo seguía perdido en la gloria de sentir ese gran pedazo de carne y en mi culo.

-Te voy a preñar carajito-Grito Víctor.

Yo estaba con una parte de mi cuerpo, guindando a orilla de la cama mientras él me sostenía las piernas. Sentí su mano en mi verga que estaba medio dura y empezó a masturbarme de manera muy brusca, sin embargo, sentía que no iba a aguantar mucho.

Trate de quitarle mi verga pero me respondió empujado mi mano y siguió con la faena de seguirme cogiendo mientras me masturbaba.

Lo veía en su cara, ya estaba a punto al igual que yo y en eso acelero sus movimientos haciéndome gemir como no lo había hecho jamás, seguía dándome duro dejándome en claro que era un semental, cayendo gruesas gotas de sudor de su cara y cuerpo, su piel blanca se había tornado mas roja de lo que ya estaba hasta que sentí un golpe conciso y cambio el ritmo, más lento pero duros y así una, dos, tres, cuatro y varias veces más.

Yo sentía la humedad en mi culo y la facilidad con que esa verga ahora se deslizaba de nuevo, me había preñado. Yo ya estaba llegando al punto mientras mi macho seguía con sus embestidas y es que si hay algo que no podía dejar de conocer ya lo conocería.

Como una oleada de electricidad nublo todo en mi cuerpo y sentí esa contracción en mi culo que se cerraba más, aprisionando esa verga mientras un líquido blanco caía en mi abdomen,

-DIOOOSSS-Grité.

La segunda fue más fuerte y la tercera, sin dudas, mucho más. Bañaba la mano de quien seguía masturbándome y me amplificaba todo lo que sentía con su verga en mi culo todavía jugando.

La cuarta y quinta fueron las cúspides del placer, que me hicieron temblar y contraerme como un desequilibrado hasta que fue bajando la dosis y mis contracciones dejándome descargado y sin más que pedir.

Quedé casi que desmayado en la cama con mi leche secándose. Víctor aprovechando mi estado me jalo hacia la cama y se puso sobre mí, poniéndome su verga en toda mi boca.

Trató de meterla entera una y otra vez, haciéndome asfixiar por unos cuantos minutos alternándolo con una paja veloz, era una locura oler mi propio olor y tener esa carne enorme frente a mis ojos, no me acostumbraba.

Se quedo un momento sobre mí, recuperándose y luego acerco sus dedos a mi culo. Fue llevando sus grumos ya no tan espesos a mi boca, dejando en mi cara una capa fina de su leche y en mi boca la mayor parte de mi regalo. Lo tragué aunque tenía un olor a mi culo que me desagrado.

Habíamos estado casi que más de una hora en acción. Yo no salía de mi ensueño de haber encontrado un hombre así y por fin empezar a disfrutar la vida a plenitud con el sexo.

Quedamos de nuevo dormidos, con el olor a macho impregnado en la habitación y nuestros líquidos corporales secándose.

Y esto solo era el comienzo del fin de semana, todavía me quedaba más de dos días, mi culo por abrir y más para disfrutar.


El lunes cuando llegue a Cumaná estaba molido, aquel macho me había dejado sin fuerzas y adolorido. Tuve que disimular muy bien delante de mi mamá quien me miro como notando algo raro.

Llegue a mi cama y desperté en la noche, me sentía como la primera vez que uno asiste al gimnasio. No solamente el culo me dolía sino las nalgas, las piernas, las costillas, la boca y esa sensación extraña en todo el cuerpo.

Víctor no me escribía como antes pero estaba claro que yo le pertenecía, cada noche tenía un mensaje suyo. Me sentía algo preocupado por esta especie de relación, aunque era lo que quería pero por lo menos me quedo el Samsung S4 que escondía de mi mamá.

Pase dos días en recuperación, no quería saber nada ni de las pajas pero después de ese lapso. Empecé a sentirme más caliente, nuestras fotos y videos teniendo sexo eran reciclados una y otra vez en mis pajas, era una real locura.

-¡QUIERO MAS SEXO! ¡QUIERO MAS SEXO!-Gritaba una voz dentro de mí.

FIN

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Hola mi gente, este es uno de los relatos que estaré publicando cada mes asi que no se olviden de mi que yo no lo he hecho con ustedes jaja.

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Sonó el tono del whatsapp, enseguida lo revise y delante de mis amigos se abrió una fotografía de una verga larga y gruesa, llena de venas.

Entré en pánico y cerré la conversación. Era Víctor. Nadie lo había notado.

-Quiero culo, voy saliendo a buscarte. En hora y media estoy allá, ve como harás -El mensaje estalló en mi cabeza, se repetían con mayor énfasis cada vez.

Enseguida tuve una erección monumental y había mucha gente a mi alrededor, con el bolso disimuladamente me la tape y fui al baño donde fue inevitable no entrar a una cabina y empezar a hacerme una paja.

- Quiero que me rompas el culo otra vez -Respondí a sus mensajes y segundos después mi leche salía disparada cayendo en una pared.