El Macho Coruñes

Relato BDSM no apto para todo el mundo

Estaba esperando en la esquina del bar que me había dicho. No sabía dónde me iba a llevar, ni tan siquiera sabía como era su cara. Lo único que le había visto eran los gayumbos, los pies y el pollon. Tenía que esperar a que el me reconociese. -Veo que eres puntual puta- oí a mi espalda, al girarme lo ví era un poco mas alto que yo, moreno, llevaba un chándal negro Adidas, una zapas azules y muy guapete. Tenia una bolsa en la mano, del gimnasio supuse.

Me quede paralizado, estaba realmente bueno, y no supe que contestarle a eso. -Sígueme- le seguía hasta un edificio que estaba al lado entramos al portal y llamó al ascensor, se giró y me dijo - Tu subes por la escaleras y me llevas la bolsa, nos vemos en el quito- se metió en el ascensor y se cerraron las puertas. Estaba impresionado con aquel macho, su seguridad en si misma, su actitud de cabron, su cuerpo y sobretodo su pinta de chulo. Subí lo mas rápido que pude hasta el quito piso, al llegar estaba esperándome en la puerta -Que lenta eres puta - me dijo al verme, me hizo entrar a su casa- Desnúdate – me dijo contundentemente al atravesar el umbral de la puerta. En seguida empecé a quitarme la camiseta ante su atenta mirada. Me quede en calzoncillos delante suya -Los gayumbos también- me dijo Cuando me los baje empezó a reírse señalando mi pene -¿ Eso que es ?- me pregunto entre carcajadas - Mi rabo – dije por primera vez desde que lo ví -Eso no es un rabo – dijo llevándose las manos al pantalón del chándal – Esto es un rabo – me dijo mientras se la sacaba del chándal. Joder que pollón, lo había visto en fotos pero en persona era todavía mejor, era largo y bastante gordo con un capullo rosado que llamaba la atención de cualquier marica que ante ella se quedase. Me quede embobado un rato mirándole el rabo, me saco del trance con una colleja -Deshazme la bolsa del gym mientras veo la tele- Se fue al salón y puso un partido de futbol. Yo me quede tonto en la entrada de su casa. Abrí la bolsa y un fuerte olor a sudor y a hombre me golpeo. Empecé a mirar que había dentro: una toalla, Axe, gel de ducha, unas chanclas… Me acerque hasta el para preguntarle donde estaba el cesto de la ropa sucia, estaba viendo un partido de futbol en diferido en TeleDeporte.

-Perdona ¿ el cesto de la ropa sucia ? – le pregunte intentando molestarlo lo menos posible - Búscalo- me contesto tajante- Volví al pasillo y abrí la primera puerta que ví, era su habitación, estaba en penumbra con la persiana a medio subir, la cama deshecha y ropa por el suelo. Me fui a la puerta de al lado, era el cuarto de baño, allí estaba el cesto. Fui a la bolsa y cogí la toalla, unos pantalones cortos, una camiseta de asas, los calcetines y los gayumbos. No pude evitar olerlos antes de dejarlos. La camiseta y los pantalones olian a sudor, a sudor fuerte, los calcetines apestaban, estaba claro que a este tio le apestaban los pies. Lo mejor fueron los gaymbos, además de estar sudados, estaban machando con una mancha amarillenta en la parte delante y una fina línea marrón por atrás. No pude evitarlo y empecé a lamerlos, aquello sabia a gloria, sin duda así sabría su polla. Cuando los deje me fije en el váter. La tapa estaba levantada y todo salpicado de pis, y el agua amarilla, no había tirado de la cisterna y lo había salpicado todo. Cuando termine de vaciarle la bolsa, volví al salón, seguía despatarrao en el sofá viendo la tele. -Traeme una cerveza- me ordenó. Fui al cocina y saque una cerveza de la nevera -Hazme una pizza – me dijo cuando le di la cerveza. Volví a la cocina, busque una pizza en la nevera y la metí en el horno, espere hasta que se hizo y se la llevé Se la serví y se la corte. -Dime un equipo – me dijo, me quede sin saber que decirle, me dio una hostia – A ver, coño, dime un equipo de los que están jugando – mire a la tele y le dije - El Celta de Vigo- -Muy bien, si el Celta de Vigo gana, te doy pizza, si pierde no- El partido era en diferido asi que el ya sabia como acabria

El partido acabo en empate -Bueno ¿ y ahora que hacemos ?- me pregunto Se llevo un trozo a la boca, lo mastico y me dijo – abre la boca – y me lo escupió en la boca -Creo que asi ya lo hemos solucionado – y empezó a reírse - Acompáñame al baño- me dijo – que tengo que plantar un pino- lo segui por detrás hasta el baño -Limpia el meo para que me pueda sentar- me dijo Cogí un cacho de papel higiénico para ponerme a limpiar cuando de un manotazo me lo quito -Así no, con la lengua joder – Me agache y empecé a lamer su meo del váter hasta dejarlo todo limpio -Buena zorra – me felicito Se bajo el pantalón del chándal y los gayumbos hasta los tobillos y se sento en el wáter. Yo no sabia que hacer pero en seguida me dijo que hacer -A que coño esperas para comerme el rabo – antes que acabase de decirlo ya estaba entre sus piernas mamándosela. -Así, buena zorra, comele el rabo a tu macho mientras caga- Nunca había echo antes, comerme una polla mientras el tio plantaba un pino, el olor a meo del váter, el olor a mierda y el olor a macho se mezclaban en esa habitación, lo que me puso muy cachondo. El lo noto y me empezó a dar con el pie en el rabo. -Veo que te gusta eh puta- me dijo con tono de cabron Se levanto del váter y me hizo limpiarle el culo. Iba a levantarme del suelo cuando me agarro violentamente del cuello y me metió la cabeza en el váter con su mierda aun delante. Me metió un par de dedos en el culo -Lo tienes bastante prieto- Me felicito y sin sacarme la cabeza del váter tiro de la cisterna- Secate el careto y vete a mi habita – me dijo saliendo por la puerta Me seque la cara con una toalla y me dirigí a su habitación estaba desudo sentado en la cama con las piernas abiertas Me acerque y empecé a chupársela, estuve un rato mamando a mi ritmo Me la saco de la boca y se puso en pie, me metió la polla en la boca y empezó a follarme frenéticamente. Me atragante en bastantes ocasiones, tenia ganas de vomitar, me costo no vomitar. Tenia la cara roja, se me caian las lagrimas. Me saco finalmente la polla de la boca, las cuales quedaron unidas por un hilo de fluidos. Me volvió a agarrar por el cuello y me tumbo boca abajo sobre la desecha cama. Apunto con su rabo a mi ojete y empezó a metérmela. La metia despacio pero firme Yo me quejaba, era bastante grande y me hacia daño -Callate puta- me decía- Dale placer a tu macho- Los huevos hicieron tope en mi culo, la dejo unos segundo dentro para que me acostumbrase. Y sin aviso me empezó a embestir cual toro -Aaaaaaah- gemía yo en una mezcla de dolor y placer -¿ Te gusta zorra ?- Me exigía una respuesta mi macho follador Yo no podía contestar, cada vez que abria la boca solo me salian gemidos. -Contestame guarra- me exigió de una hostia - Me encanta, me encanta- repetía yo Cambiamos de postura. Ahora yo tumbado con las piernas en alto apoyando los tobillos en sus hombros, para permitirle una penetración aun mas profunda. Llevabamos un rato follando pero el no se cansaba, al contrario, aumentaba el ritmo. Volvimos a cambiar de posición, ahora a cuatro patas. Estuvimos cambiando de posición hasta que de repente me saco la polla del culo. Me puso mirándole el rabo y se corrió en mi cara bufando como un caballo -¿Qué se dice ? – me pregunto dándome una hostia -Gracias- -Muy bien- me contesto- Ahora limpiame que he sudado mucho- No tenia dudas ya, me agache y empece a lamerlo , empecé lamiéndole los pies, fui subiendo hasta las pelotas, en donde me recree un rato, luego subi hasta los sobacos, que era lo que mas había mojado, pues además de amplios, eran peludos.

Me abrió de pierna y con el delante me obligo a pajearme -Correte en el suelo – me ordenó Al poco tiempo me corri en el suelo -Ahora limpialo- Obedecí de inmediato- Sigueme Fuimos hasta la cocina, allí cogió un vaso de tubo, metió el rabo y empezó a llenarlo de meo, cuando acabo me lo dio y me dijo -Tu regalo de despedida.