El macarra sevillano

Conozco a un joven repartidor que se convierte en mi dios. Por darle placer hago lo que nunca imagine.

El macarra sevillano

Le conocí en un chat. Me dijo cómo era. 23 años, 178, 70, moreno, rapado. Era un típico jovencito de motero de los que deambulan a cientos por la ciudad.

Me dijo que tenía novia y que buscaba probar con un tío algo más morboso.

Yo no buscaba quedar con un desconocido pero al decir la palabra mágica me interesó.

-¿Qué clase de morbo? – le pregunté

  • Busco tío macho que le guste ser sometido por un tio chulo?.-

El plan me parecía excitante aunque tenía un poco de reparo en quedar. Al final decidimos conocernos en una calle cercana a mi casa. Mientras esperaba me fijé en un repartidor de pizza que estaba en el semáforo de enfrente. Tendría 25 como mucho. Era alto y delgado. Llevaba un chándal blanco. Unas zapatillas rojas echas un asco y calcetines blancos enrollados en los tobillos.

El miraba fijamente al semáforo y entonces me dije que llevaba un pendiente en su oreja izquierda y un piercing en una ceja.

Miré el reloj y pronto una moto se paró junto a mí. Era Javi. El tio se presentó y hablamos caminando hacia mi casa. Me dijo que venía de trabajar en una pizzería.

Llegamos a mi casa y Javi se calló y se puso serio. Fui a por una cerveza y cuando llegué a salón estaba tocándose la entrepierna mirándome desafiante. Le tendí la cerveza y el la cogió con una mamo mientras con la otra me empujó por el hombro hacia el suelo.

Me arrodillé y de un tirón le bajé los pantalones. Después me acerqué a su slip blanco grisaceo por el uso. Lo olí y me puse como una moto al ver como el cabrón me cogía por la cabeza y me restregaba por su paquete para oliera sus huevos gordos de los que salían unos pelos largos y negros.

Javi se lo tomaba con calma, disfrutaba de verme arrodillado ante él. Entonces me di cuenta de que sería una experiencia más morbosa de lo que había imaginado.

Cuando se cansó de tenerme en sus huevos masajeándolos con mi nariz y mis labios, se dio la vuelta para meterme la cara en su culo. Su calzoncillo estaba húmero por el centro supongo que por las ochos horas en la moto.

Olía a macho. Era un olor fuerte y excitante a la vez.

Me pidió que sacara la lengua y le secara la mancha. Y yo no tardé ni un segundo en obedecer.

Me apretaba con la mano para que metiese más mi lengua en su culo. El slip estaba ya totalmente mojado por mi saliva. Lo aparté para ver su hermoso culo oscuro con un poco de vello negro y muy brillante por el sudor y la saliva. Seguí lamiendo y sintiendo como vibraba su culito cada vez que moví mi lengua arriba y abajo.

De pronto me apartó se subió los pantalones y se sentó dejándome allí de rodillas. Dio un trago largo a la cerveza y se quitó la zapatilla con el otro pie. Levantó la pierna y posó su calcetín blanco en mi cara. Estaba húmedo. Abrí la lengua pero me la cerró con el pie diciéndome. – Yo digo cuando se mama. De momento disfruta del olor.-

Un 43 de pie desfiló por mis fosas nasales. La punta, el empeine, el talón.

Aquella situación me puso la polla como un hierro. El tio no tenía prisa, se le veía disfrutar de darme órdenes y como yo las cumplía.

  • Quítame el calceto- Me dijo dando otro trago seguido de un gran eructo. Despacio con mucha delicadeza lo fui bajando poco a poco descubriendo un pie huesudo y todavía muy húmedo. Primero me lo pasó por la nariz de después hizo que abriera la boca. Yo veía en primer plazo sus dedos y al fondo su cara de placer.

Lamí la planta, y después cada uno de los dedos. El olor no era fuerte y sabía a macho. Cuando terminó con un pie me hizo la misma jugada con el otro. Y estuve otros 15 minutos dedicado a masajeárselo con la lengua.

Tomo aire y se puso de pie delante de mi.

  • Joe tio, no imaginaba que serías tan morboso. Me gustaría que quedásemos otros día para rollos morbosos. Yo tengo mucha imaginación jeje-.

Pero no era una pregunta ya que no me dejó responder. Se bajó el slip y su rabo saltó directo a mi boca. Apenas lo pude ver cuando ya estaba llenándome la boca. Estaba muy caliente y un poco húmedo. Ese sabor a sexo, a sudor y a orín me lanzó directamente a tener un orgasmo. Javi me puso las manos en la nuca y me folló como si fuera el coño de su novia.

Bombeaba cada vez más fuerte hasta meterme los vellos del pubis en la boca. Sentía la garganta llena.

Me cogió por el pelo y me separó unos pocos centímetros de su polla. Me quedé quieto esperando una ducha caliente que no tardó en llegar. El primer disparo me obligo a cerrar los ojos. Pero sentí varias descargas más por toda la cara.

Me fui al baño a la lavarme y Javi vino detrás. Cuando terminé me quedé mirando su polla medio erecta intentando mear.

Se la cogí para ayudarlo y retiré la piel hacia atrás. Entonces comenzó a mear un chorro fuerte que yo miraba hipnotizado a centímetros de mi cara. Cuando terminó se la sacudí para sacar las últimas gotas y le iba a subir el slip cuando me dio un manotazo y me pasó la polla flácida y húmeda por la cara. Quería que se la limpiara y así lo hice con un poco de asco pero excitado a la vez

Se vistió y me pidió el móvil diciéndome que él me llamaría que tenía novia y no podía recibir llamadas que la mosquearan.

Los días siguiente los pasé pensando en todo lo que había vivido con Javi, pero sobre todo pensando si se volvería a repetir.

Un joven macarra II

Recibí un mensaje msn - pdo pasar? toy pr t zna-

Le contesté afirmativamente. Habían pasado sólo dos días desde que conocí a Javi y ya no podía pensar en otra cosa que en verle. El me estaba enseñando otra forma de vivir el sexo.

Cuando le abrí la puerta no recordaba su cara de pocos amigos con una nariz grande y apenas barba. Entró y me explicó que tenía un rato hasta ver a su novia. Ella era cajera de un supermercado y la iba a recoger a la salida del trabajo.

En la calle hacia no menos de 35 grados así que Javi traía importantes manchas en la camiseta. Sin mediar palabra se la levantó mostrándome sus axilas brillantes y dos pequeños pezones oscuros y húmedos.

De nuevo pude disfrutar de su olor a macho. El permanecía con los brazos y muy levantados dejándome espacio para lamer desde los escasos vellos de su pecho hasta sus incipientes bíceps.

  • No quiero correrme porque después voy a follar con mi novia pero vas a chupármela un poco- Y se bajó el pantalón y el calzoncillo a la vez. Sus huevos eran enormes y estaban mojados y llenos de un rico hedor a macho.

Los lamí uno y después otro. Intenté metérmelos en la boca pero no había manera con aquellos dos balones. Me apartó las manos y me quedé arrodillado delante de él. Le miré y con cara de pillo me lanzó un lapo que no estaba en la cara. Instintivamente me limpie con la mano pero de nuevo me apartó la mano, volvió a escupir esta vez en su polla semirrecta y después me la metió en la boca. Reaccioné rápido y comencé a mamar.

más de 20 minutos yo seguía lamiendo con dedicación. Cuando otra vez me volvió a hacer lo mismo. Me apartó con un manotazo y me dejó allí mientras se vestía con prisa. Recibió una llamada y se quedó callado.

Se habían quedado sin poder ir a casa de una amiga. Sin pensarlo mucho me dijo que necesitaba mi habitación. Decidí dejársela a cambio de que me permitiera verles follar.

Me dijo que su novia era un poco estrecha y no creía que lo aceptara. Entonces pensé que poner una cámara en la habitación y Javi accedió.

  • Así veras como un macho se folla a una tía. Y desearás ser tú quién estuviera en la cama, cabrón.-

Mientras se fue a buscar a Jenny yo coloqué la cámara discretamente y la conecte a la tele. Cuando llegaron todo estaba dispuesto para disfrutar del espectáculo. La chica tendría 20 años, era más bien gordita e iba pintada lo que le hacía algo mayor.

Sin muchas presentaciones Javi la llevo a la habitación.

Pasados unos minutos. Conecté la tele y pude verles besándose. Se notaba que Javi miraba de vez en cuando a la cámara demostrando que era consciente de que yo miraba.

Desnudó a la chica. Ella era bastante parada. El también se desudó. Intento acercarle el pene a cara pero Jeny se escapó por la cama. De pronto Javi se enfadó y le echo en cara que nunca quería hacer nada nuevo salvo follar en misionero.

Al final estaba viendo una discusión de pareja en vez de ver a Javi haciéndose el machito delante de la cámara.

La discusión se centraba en las mamadas. – Pues todo el mundo lo hace y no tiene nada de malo- le explicaba a Jeny.- Yo creo que hasta algunos tios le mola hacerlo.- Ya verás.

Salió de la habitación y casi me pilla con la tele puesta. Me dice que le acompañe a la habitación. – Mira le he preguntado y me dice mi colega que él me la hará para que veas que no hay nada malo- Pero ella se tapó con la sábana y le dijo – pues que te la haga él-

Javi Sentó en la cama y me colocó de rodillas frente a él. Me cogió la cabeza con una mano y con la otra se asió fuerte la polla para metérmela hasta el fondo. Yo no dejaba de pensar en la cámara que seguía grabando y en verme a mi mismo como protagonista del video.

Me folló fuerte con lo que asustó más a su novia que ponía cara de espanto a la ver cada embestida.

Cuando estaba a punto de venirse comenzó a meneársela con furia. El cabrón dirigió los disparos hacia mi cara y mi camiseta. Y me dejó hecho un asco.

Me fui al baño a lavarme y el cerró la puerta de la habitación. Después pude ver que el se metió en la cama la abrazó y se quedó durmiendo mostrando sus huevos asomando bajo el muslo.

Yo permanecí allí mirándole como acariciaba la espalda de su chica.

Un joven macarra III

Como siempre un encuentro con Javi venía precedido de un mensaje. – Estoy con un colega. Estás en casa? – Esta vez ya no preguntaba si podía venir. Sólo si estaba en casa. El muy cabrón me estaba usando. Primero con su novia y ahora que con un colega.

Cuando llegaron Javi me presentó a Carlos. Debían de ser de la misma edad. Carlos estaba más formado era más ancho y también iba rapado, con pendiente y lleno de oro.

  • Mira, Carlos no se cree que te tenga como mi puta. Me he apostado 20 euros y ahora quiere verlo. Así que vamos a enseñarle lo zorra que puedes llegar a ser-

Me llevó al baño cogido por el brazo y le indicó a otro que nos siguiera. Me arrodilló ante el water y se bajo el boxer que estaba lleno de manchas. Yo se la cogí mientas meaba y ambos mirábamos a Carlos que no se creía lo que veía. Cuando terminó me puso a lamérsela.

  • Será cerdo el tio- decía carlos al ver como la polla de Javi crecía en mi boca-

Carlos se bajó el chándal y se tocó por encima de los boxer ajustados que marcaban bien la polla y los huevos.

Javi estaba de exhibición se notaba que quería demostrarle a su amigo que hacia conmigo lo que quería.

Me levantó cogiendome con fuerza del brazo y me llevo a la habitación. – Ahora límpiame el culo- Se dio la vuelta y se bajó la ropa del tirón.

Me dejó ante los ojos un oscuro agujero brillante y llevo pelos alborotados. Yo pasé la lengua por los glúteos haciéndole estremecerse.

Carlos se había sacado la polla y estaba meneándosela mientras miraba el espectáculo a un metro de mí.

Poco a poco el esfínter de Javi se relajó dejándome meter toda la lengua y presionando a un lado y otro. El cabrón se retorcía y Carlos no paraba de decirme lo puta que era lamiendo aquel culo sudado del cerdo de su amigo. Me decía seguro que llevaba días sin ducharse.

Se dio la vuelta y su polla tiesa desafiaba la gravedad. Me puso los brazos bajo sus piernas y mi cara entre ellas. Con sus manos me apretó la cabeza y comenzó a meterme y sacarme la polla muy despacio. Yo iba lubricando su polla con mi saliva y cada vez entraba más. Siguió cogiendo ritmo hasta follarme en un mete saca imparable cogiendome del pelo y moviendo su pelvis adelante y atrás.

Cuando no pudo más y mi garganta tampoco, me mantuvo cerca de su polla mientras se la meneaba con la otra mano. – Abre la boca- me dijo. Y yo que estaba como un perro en celo saque la lengua para sentir por primera vez el sabor de la leche de un tio. – Lamela toda- y de un tortazo me puso a lamer los restos que quedaban por su abdomen, sus piernas. Después volví a su polla medio fláccida para dejarsela limpia.

Carlos quiso ocupar su lugar y ser acercó con la polla en la mano pero Javi se puso delante. – No te lo creías eh. Pues ya lo has visto. A la puta calle- Se fueron los dos sin decirme nada dejándome todavía cachondo sobre la cama.

Parecía que a javi le molaba que se la comiera delante de alguien y mi, la verdad no me importaba.