El lunar de Ainhoa
Es mi primer relato. Dos amigos conocen a una chica más joven en la playa. Mejor no desvelo nada ;)
Thor y Mario llevaban unos cuantos días veraneando en Zahara de los Atunes (Cádiz). Se conocían del trabajo. Ambos trabajaban en una importante discoteca de Barcelona; uno (Thor) era camarero, el otro (Mario) era guardia de seguridad ( Puerta ). Habían decidido pasar unos días juntos, sin sus respectivas parejas. Thor era natural de la ciudad noruega de Kongsberg. Llevaba 7 años en España. Tenía 29. Era muy rubio y con unas rastas muy cuidadas . De complexión fuerte, pero sin ser exagerado. Su rostro era "aniñado" y delgado. Ojos de gato y barba de dos días, muy rubia. Medía 1,80. Tenía un tatuaje tribal en el brazo derecho. Esa tarde llevaba una camiseta morada sin mangas y unos pantalones "piratas" que dejaban ver su otro tatuaje: una cadena que le bordeaba la zona del tobillo. Había terminado hace poco Historia del Arte y los fines de semana ponía copas en la discoteca que mencioné antes. Mario era más mayor. Tenía 34 años. Era muy diferente. Pelo corto, de color negro muy oscuro. Era monitor de boxeo en un gimnasio de Barcelona y los compaginaba con tu trabajo de puerta en la discoteca. De complexión muy fuerte y un poco más alto (1,85). Tenía unos brazos y unos pectorales muy considerables. Estaba en bañador, sin camiseta. Su brazo también estaba tatuado (llevaba un dragón negro impregnado en su piel). La playa estaba prácticamente vacía. Era Septiembre y se notaba. El ambiente era mucho más tranquilo que el que se vivía unos días antes, cuando el calendario marcaba el mes de Agosto. Habían alquilado un chalet pequeñito cerca de la playa. Llevaban dos días veraneando allí. El viento soplaba con firmeza , aunque la temperatura era muy agradable. El reloj marcaba las 6 de la tarde. Tumbados cada uno en una toalla, sin hablar, se relajaban escuchando música en sus respectivos Discman. Los granitos de arena, empujados por el viento, golpeaban los pies y las pantorrillas de ambos. La playa estaba semivacía. A lo lejos había una pareja de guiris cincuentones, muy pálidos, y un señor de unos 60 años, leyendo el periódico en una sillita. A los pocos minutos llegó a la playa una familia. Estaba formada por el padre y la madre, ambos cercanos a los 50 años, una chica que no pasaba de los 18 y un niño de unos 9-10. Los padres se tumbaron en las tumbonas , mientras que los hijos hicieron lo propio en dos toallas. La chica era muy guapa. Pelo muy moreno, liso y largo (a la altura de la cintura). 1, 60. Tenía un cuerpo precioso, sin llegar a ser anoréxica, ni mucho menos. Llevaba un pareo morado, una camiseta muy ajustada que apenas le cubría los hombros y unas sandalias (se las quitó nada más llegar). A los 5 minutos se despojó de todo, quedándose sólo con un biquini que mezclaba diferentes tonalidades de azul. Sus tetas eran perfectas. Muy bien formadas, al igual que su canalillo. La teta derecha estaba "adornada" con un bonito lunar redondo y negro, el cual se repetía en un muslo. Lucía un piercing en el ombligo, unos aros bastante grandes en cada oreja y un tatuaje de letras chinas en la parte derecha de la tripa, abajo. - Joder, está buena la niña ,¿eh?- comentó en voz baja Mario. Thor asintió con la cabeza, sin decir nada, mirándola, aprovechando que él también tenía puestas las gafas de sol. Decidieron cortarse un poco, porque no era plan de quedar como dos babosos. Ella tomaba el sol y de vez en cuando hablaba con su hermano pequeño. Thor y Mario , por su parte, decidieron darse un chapuzón para luego volver a exponerse al sol. Ya había pasado una hora desde entonces. Eran las 7 de la tarde. La madre le empezó a decir algo a la hija: -Oye, nosotros nos vamos a ir yendo--Yo todavía me quedo un ratillo y ya voy para allí. ¿Te quedas conmigo o te vas con ellos, enano? - dijo la chica mirando a su hermano. -No, yo me voy con ellos.- le contestó éste. -Pues yo me quedo un poco más y en una hora o así voy para casa, ¿vale?- respondió la chica mirando a sus padres, que estaban recogiendo las tumbonas. Tras eso, ella se tumbó boca abajo y comenzó a tomar el sol otra vez, durante unos diez minutos seguidos. Acto seguido decidió zambullirse en el agua, lo que provocó que ambos observaran su culo mientras se dirigía al agua. Ya en la toalla otra vez, sacó el paquete de tabaco y un mechero del bolso. Tras intentar encender el mechero una y otra vez, se acercó a ellos: -Perdonad, ¿tenéis fuego?--Sí, sí, toma- dijo Mario sacando encendiendo su mechero tras sacarlo de su mochila. La chica se agachó con el cigarro en la boca. El movimiento de la chica provócó que las gotas de agua de su pelo mojado cayeran sobre la rodilla de Mario. - Muchas gracias, ya pensaba que no iba a poder fumar. Me he quedado aquí sólo para echarme un cigarrito sin que me vean- dijo la chica sonriendo, enseñando unos dientes blancos color marfil. Thor y Mario sonrieron. -Hay que ver el poder que tiene el tabaco, ¿eh?- comentó Thor muy risueño. -Ni que lo digas tío. Sólo puedo fumar cuando saco al perro. Gracias a mi mono de tabaco mi perro sale 5 veces al día- respondió ella entre carcajadas. -Por cierto, soy Ainhoa, encantada. Ya os dejo en paz- añadió ella, agachándose otra vez para darle dos besos, provocando que las gotas de agua de su pelo mojado cayeran sobre ellos. -Nosotros nos vamos ya. Tenemos alquilado un chalet ahí arriba. Así que si quieres te vienes y nos tomamos algo.Tenemos una botella de Tequila que nos trajo un amigo de México que está guay- propuso Mario-Bueno, si eso me quedo un ratillo y nos tomamos algo. Con lo del tequila me habéis convencido- dijo Ainhoa sonriendo otra vez. Se puso el pareo, la camiseta y las sandalias y se acercaron a las duchas, para quitarse la arena de los pies. En el trayecto que recorrieron desde la playa hasta el chalet (unos 10 minutos) comentaron un poco a qué se dedicaban. La chica resultó que era de un pueblo de Valladolid, y estudiaba Segundo de Bachiller. 10 minutos después llegaron al chalet. Éste era pequeñito, de fachada blanca. Tenía dos plantas y un pequeño jardín trasero que albergaba una coqueta piscina. En la entrada aguardaban las dos bicis de montaña que habían traído de Barcelona. -Joder, no os lo montáis mal, eh?- dijo Ainhoa tras ver la planta de abajo. - Bueno, ya que vamos a estar 5 días de nada, pues había que darse el capricho, no?- contestó Mario. -Está claro, está claro- comentó Ainhoa. Thor y Ainhoa se sentaron en el sofá del salón, esperando a Mario , que estaba buscando la botella de tequila y los de chupitos en la cocina. -Bueno, pues aquí está la botellita. Lo malo es que no tenemos ni limones ni sal, pero bueno, todo no se puede tener en esta vida- dijo Mario sentándose en el sofá, quedando Ainhoa en medio. Sin esperar más, Mario llenó los 3 vasitos y tras brindar, se bebieron el primer chupito. Con muecas de sufrimiento , tragaron los chupitos. -¿Conocéis algún juego de estos para beber?- preguntó Thor. -Con mis colegas jugamos al Ocalimocho, pero con tequila no se puede hacer, porque acabaríamos todos con coma etílico, y como que no- respondió Ainhoa. -Ay ay ay ay, qué poco aguante tiene esta juventud vallisoletana- le respondió Mario, dándole una palmadita en la mano, dejándola depositada encima de la suya, disimuladamente. -No es que no tenga aguante, tío, lo que pasa es que no he cenado- respondió ella riendo y abriendo la mano, entrelazándose sus dedos con los de Mario. Los tres comenzaron a reirse. - Bueno, como no tenemos sal podemos aprovechar la sal que tenemos en la piel, ¿no?- comentó Thor, medio en broma medio en serio. -Hombre, en caso de emergencia es una buena idea, jeje- respondió Ainhoa. -Bueno, aprobado por unanimidad entonces, ¿no? Hagamos turnos según cómo estamos sentados- alcanzó a decir Thor entre carcajadas. Mario llenó los 3 vasos. Tal y como estaban colocados, empezaría bebiendo Thor . -Allá voy- dijo Thor agarrando el chupito. -Madre mía, dónde me he metido - dijo Ainhoa a modo de broma. Mario le echó el pelo hacia atrás a Ainhoa y Thor pasó tímidamente su lengua por el cuello de ésta. Fugazmente se bebió el chupito, mientras los otros dos seguían agarrados de la mano. -Mmmmmmmm, qué saladita estaba ese cuello, tía- dijo Thor riendo. -Es que las de Valladolid somos muy saladitas, majete- respondió ella sacando la lengua a modo de burla cariñosa, agarrándole la mano. Ainhoa pilló su chupito y, sin soltar la mano de Thor , lamió el cuello de Mario , dejando un rastro de saliva y acto seguido, se lo bebió con mucha rapidez, repitiendo la cara de asco provocado por el alto grado de alcohol del Tequila. -Joder, esto más que Tequila parece Gasolina- dijo Ainhoa con los ojos como platos. -Eso, eso, tú entra en calor, rica- respondió Mario con voz picarona. -Tranquilo, que ya entré en calor con el primero. Para no entrar en calor, madre mía- añadió Ainhoa. Ambos chicos decidieron quitarse la camiseta ante la atenta mirada de Ainhoa . - ¡¡¡¡ Bien bien, así puedo buscar sal en vuestros pectorales, iujuuu !!!! - gritó Ainhoa soltando una risa artificialmente malévola . - Bueno, ya que te empeñas, puedes empezar por los míos, mujer - dijo Mario señalando sus pectorales con el dedo índice. -Ay señor, ¿qué haríai sin mí?- comentó Aimhoa rellenando otra vez el vaso de chupito. Tras hacerlo, se arrodilló sobre el sofá, pasando una pierna por encima de la de Mario . Apoyó una mano en el pecho de él (con la otra agarraba fuerte el chupito) y le lamio el pectoral derecho, volviendo a dejar restos de su saliva en la piel. Con cara de resignación se acercó el chupito a la boca y lo tragó como pudo. -Yo ya no quiero beber más- reconoció ella tras el tercer chupito. -Eso no vale, eres una tramposa. Lo haces para no probar mis pectorales, que te he pillado. Joooooooo- insinuó Thor con un tono tan claramente infantil como jocoso. Entonces ella se acercó a Thor , le ayudó a quitarse la camiseta y sin mediar palabra, lamió su pecho durante 3 segundos. -De tramposa tengo poco, machote- dijo Ainhoa haciéndose la seria, para acabar sonriendo. -Bueno, pues no hagas trampas y quédate en traje de baño, igual que nosotros. ¿Te atreves?- - dijo Thor a modo de reto. Ella se quedó callada, sin decir nada, mirándolo unos segundos. -Es que estoy muy vaga. Ya se sabe que la juventud de hoy en día es mú vaga- dijo ella con voz vacilona, poniéndose de pie. -Bueno, pero para eso estamos nosotros, para combatir tu pereza- dijo Mario poniéndose de pie, seguido por Thor. -¿Ah sí? ¿Y qué se supone que vais a hacer, panda de golfos?- preguntó Ainhoa poniendo cara de intrigada, de manera irónica. -Pues ayudarte a quitarte la camiseta esa tan bonita que tienes- comentó Mario de frente a ella, mientras Thor se situaba detrás de ella. -Bueno, bueno, si es sólo eso, les doy permiso, señores- afirmó Ainhoa levantándose la camiseta. Mario la ayudó , mientras Thor hacia lo propio desde atrás. Ahora ella llevaba el biquini y el pareo. -¿Contentos?- preguntó ella. Ambos asintieron con la cabeza. Tras eso ella preguntó dónde estaba el baño, porque quería mear. Durante su breve ausencia, ambos se comentaron mútuamente lo buena que estaba la chica, sin levantar mucho la voz. Ella bajó las escaleras y volvió al salón, sentándose en el hueco que habían dejado en el sofá, quedando ella nuevamente entre los dos. Mientras se sentaba depositó una mano en cada muslo del chico. -¿Cuántos chupitos han caído en mi ausencia, panda de borrachos?- preguntó Ainhoa. -No mujer, tan borrachos no somos, ya lo dejamos- respondió Thor excusándose. - Aunque bueno, con tal de buscar más sal, podríamos beber más chupitos. Sería la excusa perfecta- replicó Mario, pasando su mano por el brazo de ella, empezando desde el hombro, haciéndole suaves cosquillas, con esa seguridad que lo caracterizaba. -Hombre, pero yo no quiero fomentar el alcoholismo- respondió ella, sin aparentemente inmutarse al notar que Thor también recorría su otro brazo desde el hombro haciéndole cosquillas. -¿Y qué quieres fomentar?- preguntó Mario. -Nada en concreto, lo que vaya surgiendo- respondió ella dejando sus brazos a merced de ellos. -¿Y tú crees que surgiría que probásemos otra vez la sal de tu cuello aunque no haya chupitos de por medio?- le preguntó Mario muy de cerca, sin dejar de acariciarle el brazo. -Esas cosas no se piden, se roban, ¿no te parece?- respondió con una firmeza espeluznante, sin apartar ni un instante la mirada, ni alejar su cara de la de Mario. Tras esa aprobación indirecta de Ainhoa , Mario sonrió y ella giró un poco el cuello, exponiéndolo ante él, lo que provocó que él comenzara a deslizar su lengua por allí, chupeteándolo y mordisqueándolo minuciosamente. Mientras, los dedos de ella jugaban con los de Thor . Cuando la lengua de Mario se separó del cuello de ella, comenzaron a morrearse muy lentamente. Ambos labios parecían élásticos. Lo único que se oía era el chapoteo de ambas lenguas al enredarse. Las manos de Mario estaban en la tripa de Ainhoa , y las de ésta se encontraban repartidas entre los impresionantes pectorales de éste y las rastas y la oreja de Thor . Ainhoa decidió despegarse de Mario y expuso su cuello ante Thor , el cual empezó a dejar su huella sobre éste, con potentes chupetones que dejarían marca. Ambos comenzaron a liarse y Mario aprovechó para comerle el cuello y explorar sus muslos, dejando la huella de sus dedos. Ainhoa , sin dejar de morrearse con Thor , empezó a pasar la mano por la entrepierna de éste, sin olvidarse de la de Mario. Sus largos dedos, adornados con anillos, amasaban los paquetes de ambos, que crecían poco a poco debajo del bañador y de los pantalones piratas respectivamente. -Qué bien besas- le susurró Thor al oído. En ese momento volvió a besar a Mario , sin abandonar esas excitadas entrepiernas. Thor comenzó a chuparle el lunar de la teta, próximo al canalillo. Mientras tanto, la boca de Mario se adueñó de la oreja de ella. Las manos de Thor buscaron cumpulsivamente el pareo , para, sin pensárselo dos veces, quitárselo. Mientras le comía el trozo de las teta que quedaban expuesto por el biquini, le acariciaba la tripa, el ombligo, el tatuaje.... Ella hizo una pausa para desabrocharse la parte de arriba, dejando ver esas tetas de tamaño ideal. Se recostó un poco, dejando apoyada la cabeza en la espaldera del sofá. Sin mediar palabra, de manera compenetrada, cada boca se dedicó a una teta. Cada mano de Ainhoa acariciaba suavemente el pelo y la espalda (ellos se encontraban de perfil) de los chicos, deslizando las uñas. Los lametones de los chicos parecían sincronizados. Cada uno iba deslizando su lengua paralelamente a la del otro, bajando hasta su piernas y llegando a la planta del pie. Cada uno tomó un pie y comenzaron a besarle los dedos, uno por uno, durante unos minutos. Ella , por su parte, disfrutaba con los ojos cerrados. Al finalizar la misión de los pies, los chicos volvieron a besarla, compartiendo sus tetas. Mientras uno besaba la derecha, el otro hacía lo propio con la izquierda. Mientras uno se liaba con ella, el otro le comía las tetas y la tripita. Nuevamente sincronizados, bajaron sus bocas hasta la parte de abajo del biquini. Le besaron el coño sin quitárselo durante unos segundos, para acto seguido despojarla de él. Comenzó comiéndoselo Mario . Con el primer lametazo (suave y lento), separó los labios vaginales tímidamente. Luego, los separó con los dedos e introdujo la lengua con una rapidez digna de una serpiente. Con el pulgar, mientras tanto, masajeaba el clítoris. La piel morena de Ainhoa brillaba con el sudor, al igual que lo hacía su coño, que mezclaba saliva y jugos vaginales. Mientras Mario saboreaba su coño, Thor se enrollaba con ella. Esa posición duró unos 5 minutos. Transcurrido ese período, alternaron posturas, siendo Thor el que le practicaba el sexo oral mientras Mario la besaba. -¿Estaba rico?- le preguntó a Mario con un susurro entre beso y beso. -Muy rico. Muy rico, niña- respondió él con voz suave, antes de volver a morrearla. Así estuvieron otros 5 minutos. 5 minutos en los cuales Ainhoa gemía sobre la boca de Mario . Mario también aprovechaba para comerle toda la tripa, llenándosela de saliva. Thor decidió masturbarla. Primero con un dedo, y luego con dos, explorando con sus dedos el más profundo rincón de su coño. Los dedos de Thor estaban completamente empapados. Tan empapados que resbalaban por sus paredes vaginales. Así llegó Ainhoa al orgasmo, gritando suave pero prolongadamente y moviénse a ritmos de espasmo. Tras correrse, se quedí 1 minuto quieta mientras chupaba el dedo empapado de Thor . Ella se sentó en el sofáy le dijo a Mario que se pusiera de pie. Sentada, comenzó a acariciarle la polla a Thor por encima del pantalon, mirándole fijamente a los ojos. Sin pedir permiso se los fue quitando, contemplando lo dura que la tenia. Los boxers no daban a basto. Estiró una pierna y paso la planta del pie por el bañador de Mario , notando el bulto. Tras jugar con su pie sobre la polla de Mario por encima de su bañador (y sin olvidar la de Thor ) , lo introdujo dentro desde la parte de la pierna izquierda. Sacó el pie de dentro del bañador y lo deslizó sobre éste, quitándoselo sin utilizar las manos. -Me apuesto otro chupito a que hago que te corras usando sólo mi pie- le comentó Ainhoa a Mario muy desafiante. Estiró el otro pie y con los dos a la vez comenzó a pajear la gorda (pero corta) polla de Mario a un ritmo rápido. Todo ello lo sincronizaba con la paja que le estaba haciendo a Thor , aunque a éste se la estaba practicando con la mano. La polla de Thor era más larga y bastante gorda, ligeramente torcida. -Contigo me apuesto otro chupito a que voy a hacer que te corras antes de 7 minutos- le señaló a Thor segundos antes de empezar a lamerle los huevos, mojando todos los pelos rubios de la zona. Tras ese ligero contacto con los testículos de Thor y aprovechando que la tenía completamente dura, empezó a chupársela a un ritmo muy rápido. Thor se mordía los labios demostrando un placer tremendo ante semejante mamada. El ritmo de la paja que le estaba haciendo a Mario con los pies también llevaba un ritmo frenético. -Ya veréis que voy a ganar- dijo ella en una mini-pausa de 1 segundo. Y en efecto, ganó la apuesta ficticia. Thor se corrió cuando apenas llevaba 5 minutos de mamada. Se corrió sobre sus tetas. Mario tardó unos minutos, y decidió hacerlo sobre su cara y su pelo, para luego besarle las tetas, llenándose la boca con sémen de su amigo, para luego morrear a Ainhoa . Ainhoa limpió los restos de semen de su polla con la lengua. Mario hizo lo mismo, besando las mejillas de ésta y, por consiguiente, el sémen de su amigo. Se tumbaron un buen rato en el sofá, abrazados, sin moverse, sin vestirse. Estuvieron atontados y en silencio durante unos 30 minutos. Ella decidió vestirse y volver a su casa. Tenía todo el cuerpo pringoso, con restos resecos de saliva y de sémen. Los días siguientes se vieron en la playa. Pero esos "Hola" y esos "Adiós" fueron excesivamente fríos comparados con ese encuentro. Aunque, si bien es cierto, seguían siendo desconocidos. A los pocos días, los 3 volvieron a la rutina, sin olvidar aquella tarde.