El Librero y el Desamparado

Un joven huérfano encuentra el amor en una relación homosexual.

Esta historia esta basada en un relato real. Omiti el nombre  del protagonista intencionalmente. Espero la disfruten

La vida en el orfanato fue bastante dura, la tutora Inés era una amante de la dicsciplina, el pelo corto y las uñas limpias. Creci en un ambiente casi militar, carente de afecto y con la sensacion de ser un rechazado pues de mi generacion fui el unico que no fue adoptado. Nunca supe que era  pero habia algo en mi que no les gustaba.

Cumpli los 18 y me tocaba salir al mundo a ganarme la vida, es reduro pararse en la calle sin tener basolutamente nada  mas que la ropa que llevas puesta. No puedes pifiar, no puedes darte lujos, toda decision es un riesgo. El jefe del orfanato me habia dicho que me podia quedar hasta que consiguiera trabajo y pudiera reunir algo para alquiar una vivienda. ¿Trabajo? a duras penas habia completado la educacion media y no tenia instruccion alguna que me permitiera ganarme la vida asi que tocaba partir desde lo mas bajo. Comence en la construccion pero aquello no era lo mio, luego consegui como dependiente en una libreria.

Don Carlos era un hombre maduro al rededor de los 35, un tipo grande, con barba, de aspecto severo. Era poseedor de una voz de barítono que te envolvia en una atmosfera de complicidad, la usaba todo el tiempo en especial cuando vendia a ciertos clientes. No era una libreria comun, Don Carlos vendia textos raros: biblias entiguas, tratados de magia de siglos pasados, enciclopedias antiguas, ediciones limitadas, en fin, todo un enorme mundo de cosas absolutamente desconocidas para mi. Yo trataba de imitarle pero fallaba y la razon es que mi incultura me impedia estar a la altura de mi trabajo. Don Carlos conocia mis falencias  pues conversabamos mucho. Al final de cada dia  tomabamos te juntos y conversabamos de todo un poco, asi fue que el llego a conocer muchos pormenores de mi vida.

Aquel dia se desato un temporal con aguacero que corto la luz en toda la ciudad. la libreria cerro temprano y el te de rigor  se llevo a cabo. Fue ento ces que Don Carlos me dice:

-Eres un joven muy empeñoso.

-Gracias.- le respondi.

-Quiero regalarte algo.- me dijo al tiempo que me alcanzaba unos libros, entonces continuo.- La mente es la herramienta mas poderosa del mundo, pero para que funcione  hay que alimentarla bien. He escogido cada uno de estos libros con la intencion de provocarte, de incitarte a experimentar la literatura y dejarte seducir por ella.- Entonces  puso  su mano sobre mi cabeza y me revolvio el pelo un par de veces. ¿Que habia sido eso? Sonara extraño pero aquel fue el primer gesto de ternura espontanea que alguien habia tenido conmigo.

Me dedique a leer. Los primeros textos  eran faciles: los cuentos de los hermanos grimm,  cuentos de Chejov, Borges, Piamanti, Dario Fo, Cortazar y otros. Cada tarde  durante el te  comentabalos mis lecturas  y me enseñaba a apreciar  los  detalles que habia pasado por alto. El trato se volvio mas cercano: me palmeaba el hombro cada vez que hacia algo bien, me revolvia el pelo, me tomaba del cuello y me daba masajes cuando estabamos leyendo.

Poco a poco comence a sentir afecto por el. Inconcientemente  dilataba mas y mas los tiempos  del te, lo acompañaba a almorzar  y a veces me llevaba  cuando visitabamos a ciertos clientes. a verdad  disfrutaba de pasar tiempo con el, me daba una sensacion de seguridad, algo absurdo  pero asi era.

Habian pasado tres meses ya, habian llegado muchos niños  nuevos y el jefe me indico que era el tiempo de irme de alli. Cuando le comente  esto a  Don Carlos se dispuso a ayudarme para encontrar una pension que yo pudiera pagar. Vimos muchos  lugares  bonitos  pero inacesibles economicamente, los lugares que podia pagar quedaban demasiado lejos o eran de pesima calidad. Entonces me mira y me dice:

-Tendira que suburte el sueldo, sinembargo no puedo pues el negocio anda un poco lento, asi que ¿Que te parece si te mudas a mi casa y arreglamos un precio modico que te descuento del sueldo? Piensalo.- ¿Pensar? no tenia mucho que pensar, de verdad la libreria andaba lenta  pero era temporal,  ya vendrian las ferias  y eso mejoraria las cosas. Luego imagine todas las horas de lectura y conversacion con el, acepte de muy buena gana.

Desde el coemienzo tuvimos un excelente fiato. El era un tipo ordenado, limpio y de buen vivir. La casa era un hermoso testimonio de pasados tiempos mejores, tenia piscina y un sauna con jacuzzi. Mi habitacion estaba en el primer piso y si bien era pequeña era la primera vez que tenia algo para mi. La convivencia era fantastica: el cocinaba de maravilla y comiamos cosas deliciosas, veiamos peliculas, ibamos a conciertos y en unos pocos meses mi acervo cultural se habia expandido mucho. Mis lecturas se habian vuelto mas profundas y abordaba toda case de temas.

Una noche, despues de unas pizzas deliciosas, estabamos sentados en el sillon grande  de la sala. El citio a Maqiavelo pero lo hizo mal, entonces  le corregi indicando el texto correcto. Me miro serio, sus ojos se movian rapido y entonces  me djo:

-Tienes razon.- Luego sonrio ganando una expresion  hermosa y dulce que me conmovio. -Estoy orgulloso de ti.

Paaaaaaaaaaaaffffffffffffffffffff. Aquello me estremecio, de verdad no esperaba esas palabras y me senti muy feliz  en aquel momento. Estaba tan contento que cuando el me abrazo  yo le correspondi el abrazo muy espontaneamente. Trenzados alli, con mi cara al lado de la suya senti el aroma masculino de su piel y me ruborice. Fue un abrazo largo y apretado que disfrute mucho y que me habia ocacionado vertiginosas sensaciones. Aquella noche me resistia a dormir y disfrutaba de las etereas sensaciones de imaginar abrazarlo de nuevo. Al dia siguiente  todo fue normal salvo mi mente distraida meditando el hecho que me habia gustado un hombre.

Habia pasado un tiempo desde aquel abrazo. La apertura de las ferias  nos atrapo en un  nivel de trabajo extenuante pero muy redituable, al final del periodo y despues de hacer caja me dice el que tenemos que celebrar. Fuimos a un restaurante  muy bueno, comimos muy bien y despues fuimos al cine a ver un  clasico de Bergman. De vuelta  a casa  lo note un poco triste. Nada mas entrar  se metio al baño y se dio una ducha, tuve la sensacion que algo no andaba bien. Le llamo a la cocina, habian dos vasos de jugo servidos y el estaba alli en su bata de baño. Podia ver bien su torso velludo, un cuerpo mas de un atleta que de un librero, sus piernas eran musculosas y peludas. Depronto me descubro mirandolo con un descaro que me ruborizo. Siendo yo poseedor de una piel extremadamente blanca mi condicion se vlvio obvia en segundos pero el parecio no notarlo.

-Mira.- Me dice en un tono muy oscuro.- Yo soy hombre de palabra y con lo que hemos   te puedo mejorar el sueldo por el resto del año. Asi  que si tu lo deseas puedes mudarte.

-¿Me etas echando?.- Dije sorprendido. Entonces se paro raudamente y me abrazo.

  • No, claro que no, me encantaria que te quedaras, pero si deseas irte  yo te apoyare en eso.

El abrazo me estremecio, senti mi corazon latiendo mas fuerte. "Esto se esta saliendo de control" pense de inmediato, luego  me di cuenta que mi vida no le importaba a nadie salvo a el. Nunca nadie se habia interesado en mi, ni me haba ayudado como el, quizas lo que sentia era completamente natural si se piensa que las mujeres que habian existido en mi vida eran simbolos ausentes de cariño o afecto sincero. Entonces senti sus manos subiendo por mi esplada  por debajo de la camiseta. Sus palmas y dedos recorrian mi piel lampiña, su respiracion se agitaba, lo sentia nervioso y bueno yo tambien lo estaba. Puse mis manos sobre su pecho y comence a acariciarlo, entonces nos besamos. Fue un contacto humedo y calido, mas suave que fuerte. Pude sentir su respiracion, el sabor de su lengua y la suavidad de su saliva. Su lengua exploraba mi boca y yo la recibia con mucho placer. Abri su bata para abrazarlo con mas comodidad, el estiro sus brazos  y la dejo caer quedando completamente  desnudo. Luego me saco la camiseta y me abrazo nuevamente. Sentir  su piel peluda sobre  mi torso  me provoco una incipiente ereccion. Me tomo de la mano y nos fuimos a su cuarto. Era una habitacion mucho mas amplia que la mia, estaba su cama, un escritorio y un espejo de cuerpo entero. Me llevo hasta la cama y nos tumbamos en ella, luego nos besamos largo y rico. Entre besos  y abrazos  termino de desnudarme. Podia yo verme en el espejo, el trigueño peludo y bien formado y yo blanco lampiño y delgado. Aquella vision me erotizaba mas y mas a cada instante. Nos tendimos lado a lado, con el espejo a los pies, parecia que lo habia puesto alli con alguna intencion. Yo podia vernos reflejados, podia ver sus manos recorriendo mi vientre y las mias jugando con sus labios y pechos. Me beso las tetillas, luego las succiono y pso la punta de su lengua por mis incipientes pezoncillos. Yo gemia, y respiraba agitado, casi di un respingo cuando llevo mis manos a su pene.

El contacto fue casi electrico y mis dedos se cerraron sobre el, quizas con un poco de fuerza pero su cara mostraba placer. Luego tomo mi pene y comenzamos a masturbarnos mutuamente. Debo admitir  que fui muy torpe, era mi primera vez  en todo, pero hice lo mejor que pude. Lo toque, lo aprete, lo meneaba con placer, tocaba sus bolas y el hacia lo propio conmigo. Yo eyacule primero en un mi primer orgasmo y que me tomo por sorpresa, fue una sensacion que me sacudio, incluso me aturdio un poco, comence a estirarme y contonearme mientras  el persistia en un delicioso masaje sobre mi laguideciente verga. Finalmente sucumbi. Me abrazo y seguimos asi unos minutos, entonces senti el deseo de completar  lo inciciado y comence a masturbarlo. Yo lo podia ver a el tumbado  sobre la cama y yo de roddillas en el suelo a su lado manoseando su pene. Todo estaba alli, el espejo como mudo testigo de mi entrega. La sensacion de su verga  enhiesta entre mis manos, la testura de su cuerpo cavernoso, el suave fluido que manaba de su uretra y el olor penentrante del sexo  ye metntaron a pasar la lengua por todo lo largo de su falo. Me embriago su aroma asi que repeti el movmiento una y otra vez  hasta que reuni el valor  de metermelo en mi boca. Si estaba  re caliente  pero tambien estaba sumamente nervioso. Chuparlo no fue facil, no sabia nada, creo que lo mordi mas de una vez y me lo meti tanto que me dieron arcadas  pero  ya pasado esos momentos incomodos  me pude dedicar a comerme su pene con un deseo que ya estaba mas alla del pecado.

Tan de  sorpresa como me pillo mi orgasmo, tambien me pillo el de el. Depronto me vi sorprendido  por un largo chorro de semen que inundo mi boca, me atragante y no me quedo mas que tragarlo, mientras el gemia  y gemia  y apegaba con su mano mi cara a su cerpo. Nos besamos, apago la luz y se quedo dormido. Yo me quede despierto un rato mas  disfrutando la sensacion de estar enamorado.