El león y la princesa 1
La historia trata sobre la historia de amor y entrega de un hombre en sus 40 y una joven veinteañera
Todo comenzó ahí, frente a la virgencita de Guadalupe, le tomaste de las manos y le dijiste, mi niña, ya no puedo callar, estoy enamorado de ti, y ya no quiero ser solo tu amigo
La verdad le dio mucho miedo, pues tu ya no querías tener una novia de mano sudada, pero le atraías y le gustaba mucho tu compañía así que aceptó salir contigo
Esa tarde fue fabulosa, ir por una cerveza, estar contigo, platicar, sentir como tocabas su mano, todas las cosas lindas y hermosas que le decías uff, la verdad le llenaste el ojo y pudiste contra toda la razón en ese momento de pronto, decidieron salir del lugar, e ir a tomar un café
En la salida del bar, se besaron de una forma tan apasionada, demostrándonos el uno al otro que sentían algo mutuamente, que era momento de decir que si
Fueron al café y se besaron tanto tiempo como el que pudieron, sus labios no podían estar separados tus brazos rodeaban la espalda de la princesa se sentía protegida, se sentía muy bien, se sintió amada ahí le prometiste que no le tocarías hasta que estuviera lista y le dio mucho miedo pensar en que tenía que entregarse a ti era virgen y tu ya tenias experiencia
Salieron del café, como dos enamorados, abrazados tomados de la mano la llevaste a casa y te besó ahí fue donde su razón le dijo, no, esto no puede ser, y te dijo, mi niño, me gustas, me caes super bien, pero no puedo estar contigo no podemos ser algo más
Él solo rió y me dijo ok, está bien, solo te aseguro algo a partir de ahora todos los viernes son nuestros y le dije, ok, veremos si es verdad
El siguiente viernes llego y le dijo, te veo en el café y ella acepto, para dejar las cosas en claro de haber sabido se besaron apasionadamente, se miraron a los ojos y fue nuevamente una tarde esplendida al caer la noche y despedirse, le dijo nuevamente que esto no podía ser sabías que la tenias solo reíste y le dijiste que si y repetiste, los viernes son nuestros
Y así paso repetidamente, todos los viernes en el mismo café
Un viernes, ya más enamorados que al iniciar, se besaban y le dijiste, me estoy quemando princesa, por favor, quiero estar contigo ella le dijo, mi amor, tengo miedo pero te amo y voy a estar contigo
Salieron del café y fueron en busca de un lugar para estar solos parecían adolescentes haciendo una travesura subieron al auto, y cada semáforo encendían más y más el fuego que los estaba quemando se perdieron en la búsqueda del lugar, y le dijo, mi princesa, me estoy quemando, pero no quiero que tu primera vez sea aquí continuaron la búsqueda, hasta llegar al lugar a ella le dio miedo al entrar le temblaban las piernas no sabía que es lo que tenía que hacer tiernamente, él le beso los labios y la abrazó lee dijo no tengas miedo solo te voy a besar ok princesa
Le beso los labios, el cuello, su cuerpo se estremecía más y más y lentamente empezó a quitarle la ropa era realmente una niña con lencería color de rosa inocente la pequeña princesa sentía como las garras del león tocaban su joven y blanca piel las garras del león llegaron a los pechos de la princesa, y ella se estremecía quería cada vez más estaba ya dispuesta a entregarse a su rey al león de la selva
La princesa le quito la ropa al león y comenzó a tocar la piel de su león lo disfrutaban era una experiencia nueva para ella y una entrega pura y llena de amor él, quito por completo la ropa de su princesa ella sentía pudor de su desnudez sin embargo era tanto el éxtasis del momento que se dejo llevar de pronto la boca de su león estaba en el lugar más intimo de todo su cuerpo la llevo al sillón, la sentó y ella se estremeció al sentir la lengua de su león besando todo su sexo su cuerpo se estremecía y se calentaba cada vez más el al verla tan extasiada, se saco los bóxer y le enseñó su verga a la princesa ella queriendo agradecer los besos en su sexo, besó con ternura la verga del gran león él, nada tonto, la acomodo de manera que pudieran besar sus sexos mutuamente la primera experiencia sexual de la princesa, fue un 69 hecho y derecho comió verga hasta atragantarse pero el león no estaba conforme con eso
Quería obtener la virginidad de la princesa, así que intento penetrarla la acomodo para hacerlo pero el dolor que la joven sintió impidió que pudiera culminarse el acto
Así que volvieron a su magnífico sexo oral hasta que mutuamente explotaron
La princesa, aún no ha perdido su virginidad y el león sigue en busca de obtener ese gran tesoro