El León & La Madre de su Colega (Final)

Aquel espectáculo tenía frenético a su observador oculto, Josh, que sentía que no había estado tan cachondo en toda su vida y se pajeaba a un ritmo increíblemente rápido. Fantaseaba que su colega era una especie de Dios del Sexo y que, detrás de su madre, había una cola infinita de tías buenas dispuestas a comerle la polla sin parar a su amigo Iván. Él sentía un fetiche tan profundo y sincero hacia él que creía que aquello era lo que se merecía por ser tan guapo, estar tan bueno, follar tan bien y ser superior.

Barcelona

8 de Junio de 2020,

Tras los acontecimientos sucedidos el día anterior, la follada y posterior orgía con la madre de su amigo y sus colegas, Iván había pasado la noche en vela dándole vueltas a la idea de tener que reencontrarse con Josh para entregarle el vídeo, que este le había exigido, donde se follaba, sin ningún tipo de consideración, a la puta de su madre.

El muchacho ni siquiera sabía si iba a ser capaz de mirar a su amigo a los ojos después de haber abusado de su madre con otros 4 tíos e incluso haberla marcado de por vida apagando un cigarro en su culo.

Lo cierto es que él no era tan agresivo sexualmente pero aquella madura viciosa le calentaba tanto que su juicio se nublaba y llegaba a extremos jamás imaginados. Aquello, él no ser capaz de controlar sus instintos más salvajes, le angustiaba en cierto modo.

Todos aquellos pensamientos y sensaciones eran los que habían provocado que Iván no pegara ojo en toda la noche.

Sin embargo, sabía perfectamente que era algo que debía de hacer y cuanto antes mejor. Por muy difícil que fuera, su amistad con Josh dependía de ello.

Es por eso que, tras desayunar y haberlo meditado, contactó con él para decirle:

  • Tengo lo que me pediste. Cuando quieras puedes pasar a recogerlo.

La respuesta no tardó en llegar:

  • Perfecto. Me visto y voy para allá. Sabía que no me ibas a defraudar hehe - Contestó pícaro Josh.

Mientras esperaba a su amigo, Iván preparó, sobre la mesa del comedor, el ordenador portátil y el Pen Drive con el vídeo donde se follaba a Aurora.

Se trataba de un vídeo de unos 30 minutos en el que le violaba la boca a la golfa, se la follaba duro contra el espejo y después le destrozaba el ojete a cuatro patas hasta correrse ambos.

Conociéndolo, a su colega le iba a encantar. Lo cierto es que incluso él mismo se puso cachondo al revivir semejante follada y más viéndose a él como protagonista. Aquella escena no tenía nada que envidiarle al porno.

Justo al acabar de verlo, picaron al timbre. Se trataba, efectivamente, de Joshua.

Iván abrió y su colega se lo comió con la mirada. Su anfitrión estaba sin camiseta, exhibiendo sus firmes, depilados y bronceados brazos, pectorales y abdominales que concluían en una fina y suave línea de vello púbico oculto por un pequeño y ajustado pantalón corto de deporte que marcaba un bulto considerable.

Joshua, ante semejante Dios, no pudo evitar ponerse cachondo antes incluso de ver el vídeo de aquel León follándose a su madre.

  • Pasa - Dijo Iván un tanto nervioso.

Josh así lo hizo e Iván cerró la puerta. Ambos se dirigieron al comedor, Josh se sentó en una silla frente a la pantalla e Iván, de pie a su lado, inició la reproducción.

Estaba extremadamente nervioso por como le pudieran sentar a su amigo aquellas imágenes de él follándose sin piedad a su madre. A pesar de que había sido el propio Josh el artífice de aquel perverso plan, Iván sabía perfectamente que una cosa eran las fantasías y fetiches que su amigo pudiera tener en relación a él con su madre, y otra muy diferente la realidad. Tenía miedo que todo aquella provocara la rabia en su amigo y destruyera la bonita amistad que tenían.

Sin embargo, y contra todo pronóstico, se dió cuenta de que su colega contemplaba el vídeo con los ojos abiertos y casi extasiado.

Cuando llegaron al fotograma en el que aparecía un primer plano de su polla tiesa y reluciente debido a la tremenda mamada que su madre le acababa de proporcionar, Joshua, por primera vez, apartó la vista de la pantalla para mirar, lleno de lujuria, a los ojos cálidos de su amigo. Cuando sus miradas se encontraron, le sonrió. Aquel gesto, por extraño que resulte, reconfortó y tranquilizó a Iván.

Cuando la grabación por fin terminó, Josh se levantó y sin mediar palabra abrazó fuerte al chaval que acababa de ver follándose bestia a su madre. Iván, instintivamente, le devolvió el abrazo a su amigo.

  • Ni te imaginas todo lo que te haría ahora... - Le susurró Josh al oído mientras le besaba el cuello y le sobaba el paquete.

  • Joshua... Ya sabes que yo no... - Contestó Iván visiblemente incómodo al tener a su colega marica rozándose contra su cuerpo.

Josh, a pesar de sentirse extremadamente cachondo, era consciente de la realidad y, reprimiendo sus impulsos, frenó sus caricias.

  • Lo siento, no he podido evitarlo, ya sabes lo que siento por ti - Dijo un tanto arrepentido.

Iván asintió sin dejar de abrazarlo.

  • Gracias por todo - Concluyó Josh dándole un tierno beso en la mejilla a su querido amigo.

Los dos amigos se miraron fijamente a los ojos y volvieron a fundirse en un fuerte y largo abrazo. A pesar de la aventura que Iván había vivido con la madre de Josh y todo lo que aquello había conllevado, los dos sentían un profundo cariño y respeto por el otro y sabían que ni siquiera algo así iba a terminar con su amistad. Se querían demasiado como para permitirlo.

Ahora Josh se llevaría el Pen Drive con la grabación y todo habría acabado... O eso creían ellos...

Ya que en otro lugar, una mente viciosa ideaba un plan para que aquellas folladas frenéticas no dejaran de sucederse.

Aurora sabía perfectamente que si le enseñaba a su marido Jorge la grabación donde Iván se la follaba por todas partes, este habría conseguido lo que quería y aquel morboso y placentero juego se acabaría. Es decir, no volvería a probar ni a sentir la vigorosa polla del León que estaba hecho el colega de su hijo.

Fue por ese motivo, que al llegar Jorge de trabajar y preguntarle ansioso por el día anterior, la muy golfa le mintió:

  • Al final no pude grabar nada, no encontré el momento de hacerlo sin que se diera cuenta. Lo siento... - Fingió ella.

Tras procesarlo durante unos segundos de silencio, Jorge alzó su mano derecha y... ¡Zas! Le propició un fuerte guantazo a la cerda que tenía por mujer para acto seguido agarrarla del cuello, empotrarla contra la pared y decirle:

  • Es decir... Que permito que un chaval, amigo de tu hijo, más joven y guaperas que yo, te folle y te haga gozar como a la zorra que eres y tú ni siquiera eres capaz de grabar un vídeo donde lo hace para mi disfrute. No te confundas... Soy vicioso, no gilipollas. Esto lo vas a pagar muuuy caro pedazo de puta - Concluyó Jorge furioso.

Dicho aquello, giró bruscamente a su mujer y, tapándole la boca, se dispuso a follársela por perra infiel.

  • La única forma que tienes de compensarlo es conseguir, sea como sea, que él te vuelva a follar y a mí me permita observarlo en directo sin rechistar. Así que ya puedes estar ideando un plan para que eso suceda, cerda.

Al escuchar aquellas palabras, la madurita no pudo evitar sonreír para sus adentros. Acababa de conseguir justo lo que quería.

Su marido le introdujo su descomunal falo de forma brusca y torpe, nada que ver con como lo hacía su amante Iván, y comenzó a follársela con rabia. Sin embargo, el polvo fue extremadamente precoz ya que Jorge no tardó ni cinco minutos en correrse para acto seguido tirar a Aurora contra la cama con desprecio.

La mujer, dolorida pero extremadamente feliz, comenzó a pensar en la manera de volver a follar con Iván.

A la noche, mientras cenaban como una familia aparentemente normal, ella dijo:

  • Este fin de semana tu padre y yo no subiremos a la torre (una finca donde veraneaban a las afueras de Barcelona), te lo comento por si te apetece ir con algún amigo. Con el Iván por ejemplo - Concluyó mirando a su marido mientras decía esto último.

Joshua, que sin que sus padres lo supieran, conocía la aventura que tenía su madre con su colega, se extrañó por esta repentina propuesta. Sin embargo, lo vio como la ocasión perfecta para acabar de sanear su amistad con Iván.

  • Pues... Ya se lo comentaré y... Sí, seguramente subamos nosotros entonces - Terminó aceptando.

Sus padres sonrieron y continuar cenando en silencio.

Ya en la cama, Josh le envío un mensaje a su amigo proponiéndole el plan:

  • Tú y yo, solitos, sol, piscina, música, alcohol... ¿Qué me dices? ¿Te apetece que pasemos el fin de semana juntos en mi torre? - Propuso bromeando.

La respuesta de Iván llegó a los pocos minutos:

  • ¡Claro tío! Me parece un planazo de puta madre - Contestó el chaval.

  • ¡Genial! Pues cuando se acerque el día concretamos - Concluyó Josh.

Ambos amigos tenían muchas ganas de pasar un fin de semana de calma y risas juntos. Sin embargo, los padres de uno de ellos tenían otros planes en mente.

Barcelona

12 de Junio de 2020,

Llegado el día, Iván y Josh cargaron sus mochilas con el bañador, las gafas de sol y poco más y se vieron para dar comienzo al que prometía ser un idílico fin de semana de verano.

Iván cogió la moto y pasó a recoger a su colega. Abrazado a él, a Josh el viaje se le hizo ameno pensando en todas las cosas que podría hacer con su amigo al que tanto quería y tanto le gustaba.

Al llegar, los dos colegas bajaron de la moto y entraron en la finca. Se trataba de una casa ubicada en una urbanización alejada de la ciudad y de miradas indiscretas. Constaba de dos plantas y un jardín con piscina rodeado de bosque y naturaleza. Arriba estaba el comedor, los dos dormitorios, el baño y la cocina. Abajo una cristalera con zona chill out y un pequeño gimnasio de cara a la piscina.

Hacía tantísimo calor que una vez instalados Josh sugirió:

  • Vamos a la piscina de cabeza... ¿No?

Como ya llevaban los bañadores puestos, bajaron las escaleras y cruzaron la cristalera para llegar al soleado jardín que albergaba una bonita piscina de aguas cristalinas.

Iván se quedó asombrado contemplando aquella zona y el equipamiento y maquinaria de gimnasio que había en ella. Siempre había sido un chaval muy atlético y deportista y pensó que tener algo así en casa sería la polla.

Josh lo sacó de su ensimismamiento gritándole:

  • ¿Vienes o qué?

Al girarse para mirarlo, descubrió a su colega ya en el borde de la piscina y con un pie en el agua. Lo más gracioso de todo era que el muy cabrón estaba en pelota picada.

  • ¿Qué haces chalao? - Dijo Iván entre risas.

  • ¿Qué pasa? Aquí nadie puede vernos y se está muy agustito bañándose desnudo. Además, no voy a ver nada que no haya visto ya - Sentenció Josh con una mirada y sonrisa morbosas hacia Iván mientras él se metía en el agua.

Tenía razón. Confianza había más que suficiente e Iván seguía sintiéndose en deuda con su amigo por haberse follado a su madre. Fue por eso que, acercándose a la piscina, se quitó las chanclas, tiró la camiseta al suelo y, tras dudar durante unos segundos, se bajó el bañador y se quedó él también en bolas frente a la mirada atenta de su gran amigo.

Josh seguía sin entender como cojones podía existir alguien tan increíblemente guapo y con semejante cuerpazo como era su colega Iván. El pelo castaño suave y alborotado, los ojos marrones grandes y brillantes, la sonrisa blanca chulesca y perfecta, la barbita recortada que le proporcionaba unas facciones todavía más masculinas... Los hombros cincelados y redondeados, los brazos fuertes y musculados, las manos gruesas y tersas, los pectorales marcados que contenían aquellos apetecibles y grandes pezones morenos, las abdominales definidas cubiertas por la fina capa de vello púbico recortado, las piernas depiladas y firmes... Pero sobretodo aquella polla preciosa y perfecta coronada por los gordos huevos.

Por un instante, Josh tuvo miedo de no ser capaz de controlar su excitación y empalmarse al tener tan cerca, desnudo y mojado, a semejante Dios. Sin embargo, Iván se lanzó en bomba al agua y los chavales comenzaron a bromear, charlar y disfrutar como buenos colegas sin tener absolutamente nada más en cuenta.

Estuvieron así durante un buen rato hasta que decidieron salir del agua, embadurnarse el uno al otro de aceite bronceador, colocarse las gafas y tumbarse en las toallas a tomar el sol.

Al ritmo de una canción que, curiosamente se titulaba Mamichula, y con sus pollas morcillonas por el roce de la suave brisa veraniega, los jóvenes bronceaban sus desnudos y esbeltos cuerpos cuando el sonido de la entrada principal abriéndose los alarmó de que no estaban solos. Corriendo, se colocaron los bañadores y fue justo entonces cuando, para sorpresa de los chavales, los padres de Josh aparecieron en la piscina.

  • ¡Hola chicos! - Saludó la madre mirando de reojo el gran bulto que marcaba el diminuto bañador tipo turbopacket que llevaba Iván.

El chaval se dió cuenta de aquello e intento, de forma inútil, cubrirse.

  • ¿Tenéis hambre? ¿Os apetece comer? - Preguntó el padre ajeno a todo lo demás.

  • ¿Qué... Qué hacéis aquí? - Inquirió Josh confuso y algo molesto debido al corte de rollo por parte de sus progenitores.

  • Nos aburríamos en Barcelona y tu padre y yo hemos decidido subir y haceros compañía - Comentó Aurora desenfadada.

  • Bueno... Voy a preparar la mesa y comemos. ¿Vale? Os esperamos en el comedor - Insistió Jorge para acto seguido desaparecer por las escaleras junto a su mujer.

Los chavales, completamente incrédulos, se miraron y no les quedó más remedio que aceptar y adaptarse a la nueva situación.

Una vez en la mesa, Josh se sentó frente a su padre e Iván a su lado frente a su madre.

El cuarteto comenzó a comer a la vez que los padres intentaban entablar conversación y los chavales se sentían incómodos. De repente, Iván notó que algo bajo la mesa le rozaba la ingle y se aproximaba poco a poco a su paquete. Se trataba del pie descalzo de la viciosa madurita que tenía en frente. Poco a poco, le empezó a acariciar la polla por encima de la fina tela de neopreno del bañador. Por suerte o por desgracia para él, antes siquiera de llegar a empalmarse, su amigo terminó rápidamente de comer y le propuso de ir a la habitación para echarse una siesta. Él, como era lógico, aceptó y se levantaron de la mesa para desaparecer de ahí lo antes posible dejando a solas al perverso matrimonio que tenía su colega por padres.

Ya en la cama, Josh no tardó en dormirse. Sin embargo, Iván estaba tan nervioso que no paraba de dar vueltas sumamente inquieto. Transcurridos unos minutos así, recordó el pequeño gimnasio instalado en la planta baja y pensó que quizás haciendo algo de ejercicio conseguía liberar tensiones. Así que se colocó su pantaloncillo de deporte encima del bañador y, sin camiseta, salió de la habitación. Se disponía a bajar las escaleras cuando unos gemidos provinientes de la habitación contigua captaron su atención. El chaval se aproximó poco a poco de forma muy sigilosa y asomó la cabeza de manera discreta para ver qué estaba sucediendo.

Perplejo se quedó al encontrarse con los padres de su colega follando como animales. Jorge estaba tumbado en la cama boca arriba mientras que Aurora, sentada sobre él y de espaldas a este, cabalgaba su polla. Iván, que también se la había follado, reconoció perfectamente al instante que la mujer no estaba gozando ni la mitad de lo que lo hacía con él. Sin embargo, al cruzarse de forma totalmente inesperada sus miradas, esta se sorprendió para acto seguido comenzar a agitar su culo como una golfa sobre el cacharro descomunal de su marido. La muy puta, al descubrir a su intruso, se estaba imaginando que era él, Iván, quien se la estaba follando y comenzó a jadear y a morderse el labio mientras no le quitaba los ojos de encima. Por suerte para él, Jorge no se había percatado de su presencia y continuaba follándole el ojete a su mujer ajeno a todo lo demás. Aún así, por precaución, Iván dió media vuelta e hizo como si no hubiera visto nada. Claro que, para su polla no sería tan fácil, ya que la escenita le había provocado un potente empalme.

Por suerte, al comenzar a hacer ejercicio, su mente desconectó y aquello hizo que la erección bajara y pudiera olvidarse del asunto. Claro que, aquello duró más bien poco ya que, minutos después, a través de la cristalera, vio aparecer a su ex amante con un minúsculo bikini de color negro que dejaba poco a la imaginación.

La mujer se colocó al borde de la piscina y, mirando desafiante a su amo, se quitó la parte de arriba del bikini y sus enormes tetas rebotaron y quedaron al descubierto. Iván, que no quería reincidir en aquello por su amigo, intentó, de forma completamente inútil, ignorar aquella provocación. No podía resistirse a unas buenas tetas y aquellas sin duda lo eran. Así que, entrando en el juego, se bajó el pantaloncillo y, de una patada, lo lanzó lejos y continuó levantando mancuernas ya sólo con el bañador puesto. Aurora, contenta de ver que su plan daba sus frutos, continuó y, muy lentamente, bajó sus braguitas hasta quedarse completamente desnuda a escasos metros del chaval. Iván comenzaba a sentirse increíblemente cachondo así que hizo lo mismo y se desprendió rápidamente de su bañador para liberar por fin su ya morcillona polla. El detonante definitivo fue cuando la milf agarró el bote de aceite bronceador y se lo mostró a Iván. Él captó la indirecta y, chulesco, se aproximó a la mujer, le cogió el aceite, se colocó detrás suyo y le susurró:

  • Eres una jodida calientapollas... Te dije que lo nuestro se había acabado y aquí me tienes... - Comentó al mismo tiempo que vertía el aceite sobre sus melones y lo expandía magreándolos con sus grandes manazas de macho.

  • Sabes perfectamente que no puedo vivir sin tu polla... - Contestó ella agarrándola e iniciando una paja para acabar de ponerla a tono.

  • Tu marido y tu hijo nos pueden pillar en cualquier momento...

  • Tranquilo. Están los dos dormidos.

Aunque aquello no era del todo cierto. Josh se había despertado debido a los susurros provinientes del jardín y contemplaba aquella escena guarra desde la ventana del balcón. Le sorprendió que su amigo no fuera capaz de cumplir con su promesa de no volver a follarse a su madre pero, lógicamente, no pudo evitar ponerse cachondo y se comenzó a pajear.

Los amantes se habían metido en el agua. Iván agarraba por el culo a Aurora mientras esta pegaba sus tetas al fuerte cuerpo del joven y pasaba sus manos por detrás de su cuello mientras se besaban apasionados.

Hubo un momento en el que él, mojado, se sentó al borde de la piscina con las piernas abiertas y su polla, ya completamente tiesa, apuntando al cielo. La guarra la agarró y comenzó a bombearla a un ritmo frenético. El agua ejercía de lubricante y ayudaba a que el prepucio bajara con extrema facilidad con cada movimiento de muñeca de la furcia. Iván, ante semejante pajazo, levantó la cabeza, entornó los ojos y comenzó a resoplar como un toro. Nunca ninguna otra mujer lo había masturbado de aquella manera tan increíble. Con una mano bajaba y subía su pellejo dejando al descubierto el capullo húmedo y con la otra le masajeaba los huevos cargados de semen de no haberse corrido desde el día del bukkake.

Si aquel trabajo manual se prolongaba, el chaval no iba a tardar en correrse. Fue por eso que, con un gran esfuerzo, lo frenó e, intercambiando posiciones con la madre de su colega, comenzó a ser él quien le proporcionara placer a ella de la forma en que mejor sabía y se le daba: con su juguetona lengua.

La hundió en su coñito depilado y comenzó a lamer de forma viciosa cada uno de los pliegues babeantes de flujo vaginal. La mujer colocó sus manos en la cabeza del amigo de su hijo y, acariciando su cabello, la apretó contra su vagina para sentir mejor en su interior aquella lengua mágica. El chaval no sólo chupaba y escupía sinó que también mordisqueaba el clítoris el muy hijo de puta. Aquella comida de coño estaba siendo sin duda alguna una de las mejores, si no la mejor, que le habían realizado en toda su vida.

Cuando lo sintió lo suficientemente húmedo y lubricado, Iván introdujo en su coño, que ya apenas ofrecía resistencia, dos de sus gruesos dedos y los sacó al segundo completamente mojados y viscosos. Acto seguido, poniéndose en pie frente a la madre de su colega, los colocó en sus labios y ordenó:

  • Chupa - Tajante.

Ella obedeció y comenzó a lamer como una perra en celo su propio flujo vaginal chorreante de los dedos de su amante.

  • ¿Te gusta? - Preguntó el muchacho.

  • Mucho... - Jadeaba ella. Pero hay algo que todavía me gusta más - Comentó señalando con la mirada la polla tiesa del chaval a escasos centímetros de su boca mientras se relamía como la comepollas que era.

Iván captó la indirecta y, acercándose, colocó su gordo capullo en los labios húmedos de la madurita y con una mano la agarró de la cabeza para acompañar la pedazo de mamada que se venía.

  • ¿Cómo eres tan cerda? - Preguntó el joven guaperas al tiempo que, tirándole del pelo, la terminaba de sacar del agua.

De rodillas, con las palmas de las manos abiertas en el suelo, las tetas colgando y el culo en pompa, Aurora miró con inferioridad a su amo y engulló su polla a modo de respuesta.

  • Ossssstia puta... - Suspiró él.

Aquel espectáculo tenía frenético a su observador oculto, Josh, que sentía que no había estado tan cachondo en toda su vida y se pajeaba a un ritmo increíblemente rápido. Fantaseaba que su colega era una especie de Dios del Sexo y que, detrás de su madre, había una cola infinita de tías buenas dispuestas a comerle la polla sin parar a su amigo Iván. Él sentía un fetiche tan profundo y sincero hacia él que creía que aquello era lo que se merecía por ser tan guapo, estar tan bueno, follar tan bien y ser superior.

La mamada prosiguió con su madre tragándose primero un huevo y luego el otro. Se los metía en la boca y los succionaba con ansia, luego los sacaba, los chupaba y vuelta a empezar. Cuando se había enjuagado bien aquella boca de puta que tenía con ellos, pasó a trabajar el rechoncho capullo. Lo besaba con cariño para luego pegarle lametones y terminaba tragándoselo y chupándolo como si fuera un ChupaChups mientras agitaba la cabeza como una furcia.

A Iván le gustaba que le trabajaran la polla, pero más le gustaba ser él quien llevara el ritmo y acabara follando las gargantas de tías bien guarras como era la madre de su colega. Fue por eso que, en una de estas que la tía tenía media polla suya en la boca, le hizo una coleta improvisada y se la clavó de lado de una estacada. La mujer se atragantó y tuvo una sonora arcada. Iván sacó la polla reluciente de su boca y vio como un fino hilo de saliva unía su prepucio con la lengua viciosa de aquella puta guarra. El León, cachondo perdido, no pudo reprimir lanzarle un escupitazo y segundos después, mientras ella lo saboreaba como una cerda, girarle la cara de boba de una bofetada.

Aurora se rió, cogió aire y él volvió al ataque. Comenzó a follarle la boca sin descanso a un buen ritmo mientras inclinaba las caderas y apretaba el culo. Transcurridos unos minutos, las babas comenzaron a surgir y fueron creando un reguero que caía por la barbilla de la guarra, creaba canales entre sus tetas y acababa en un charco de saliva en el suelo. Iván cada vez le daba menos tregua y los descansos para respirar tardaban cada vez más en sucederse.

  • Traga ¡Traga! Cómete mi polla pedazo de guarra - Le iba vociferando el colega de su hijo.

Hubo un momento en el que Iván, agarrando con ambas manos el juguete sexual en el que se había convertido la garganta de Aurora, le hundió la polla hasta la campanilla hasta el punto de que tuvo que inclinarse hacia adelante y rozar con su pubis la nariz de la madurita. En aquella posición, pudo ver la marca del cigarro que había apagado días atrás en la nalga de la mujer. Aquello terminó de volver loco al joven que, incorporándose, anunció:

  • ¡Joder! Me corro, me corro...

Pero la sensación de algo frío y metálico en su sien y una voz grave se lo impidieron:

  • No tan deprisa chaval...

Iván, instintivamente se giró y se topó de bruces con Jorge, el padre de su colega y marido de la mujer a la que le estaba follando la boca y casi le llena de lefa la cara de no haber sido por su interrupción. Pero lo más sorprendente y acojonante no era eso, sinó que el hombre estaba completamente desnudo, con su gigantesca polla dura como una piedra y le apuntaba con una pistola. Aquello provocó que el joven se pusiera blanco de miedo y su empalme desapareciera de golpe.

Quien tampoco entendía nada era su hijo Joshua, que continuaba observándolo todo desde la discreción del balcón.

Claro que, Jorge no tardó demasiado en esclarecer todo aquel caos:

  • Pero continúa hombre, por mí no te cortes - Espetó el hombre como si nada mientras se sentaba en una silla y con una mano se magreaba el cipote y con la otra seguía apuntando a la pareja.

  • Lo siento mucho Jorge... Esto no... - Balbuceó Iván antes de ser interrumpido.

  • ¿Qué? ¿Me vas a decir que no es lo que parece? Claro que es lo que parece, le estabas follando la boca a la puta de mi mujer mientras os pensabais que yo, el desgraciado de su marido, dormía. Iván, lo sé todo. Sé que te provocó y te la acabaste follando en la cama de mi hijo, que la segunda vez lo hicisteis conmigo durmiendo al lado y que la tercera fue en tu casa.

  • Te prometo que no se va a volver a repetir...

  • !Hahahaha! Y tanto que se va a volver a repetir. De hecho ahora mismo, conmigo aquí delante.

Aquellas palabras dejaron completamente fuera de juego tanto a Iván como a Josh.

  • ¿Qué pasa? ¿La zorrita todavía no te lo ha contado?

Iván miró a la mujer y ella sonrió traviesa.

  • Si lo sé todo es porque YO se lo he pedido y lo he permitido. Iba todo según lo planeado hasta que la muy zorra no me consiguió una grabación de como te la follabas en tu casa.

  • ¡Joder! De tal palo tal astilla - Pensó Iván al ver que el padre y el hijo eran tal para cual. Bueno, en realidad toda la familia.

Jorge prosiguió con su explicación:

  • Precisamente por eso, la que crees que es tu puta y yo orquestamos este plan. Me lo debía. Y tú también me lo debes. Así que ya te la puedes estar follando como nunca antes a ver si es verdad todas las maravillas que me ha contado mi mujer sobre ti. Quiero aprender del mejor - Concluyó guiñándole un ojo al muchacho.

Iván no entendía nada. Tanta perversión no podía ser cierta y dudaba de si todo aquello era una broma de mal gusto. Estaba completamente paralizado tras escuchar las declaraciones de Jorge.

  • ¡Empieza coño! - Le gritó este ansioso y furioso mientras agitaba la pistola.

  • Hazlo... - Le susurro su amante.

El pobre chaval no tuvo más remedio que obedecer. Temeroso, se colocó detrás de la milf y, arqueando su espalda, hizo que su coño y su culo quedaran en pompa. Poco a poco, le metió la polla flácida en el coño y se la comenzó a follar a un ritmo lento y torpe.

  • ¡Venga hombre no me jodas! Sé que puedes hacerlo mucho mejor - Bramó Jorge.

  • Ayudaría que bajaras la pistola... Por favor... - Suplicó Iván.

El padre de su amigo cumplió con su petición y dedicó toda su atención a gozar de la follada y a pajearse como un poseso mientras se follaban en su cara a su mujer.

Iván, algo más deshinibido, pudo comenzar de verdad a bombear a la cabrona de la madre de su colega mientras su padre los observaba con detenimiento. La situación era surrealista y le costó un tiempo empalmarse, pero cuando lo consiguió no hubo marcha atrás. El ritmo fue aumentando progresivamente y el semental olvidó todo lo demás y se centró en cumplir con su cometido: darle la mejor follada que verían en su vida a aquel matrimonio perverso y correrse de una puta vez.

  • Ufffffff... ¡Ahí, ahí! - Animaba su cachondo espectador como si de un partido de fútbol se tratara.

Quien también había proseguido con su gayola era Josh, que estaba viviendo un sueño hecho realidad.

Toda la casa olía a sexo. Iván se había puesto de cuclillas y se la estaba follando como un animal en celo. Su cuerpo musculado se había cubierto de una fina película de sudor y no paraba de resoplar. Se había convertido en una máquina de follar como el padre de su colega le había pedido. Bombeaba a su presa de tal manera que las gordas tetas se balanceaban al ritmo de cada estocada.

Aurora, al sentir aquel enérgico mástil de carne en su interior no hacía otra cosa que jadear con la lengua fuera y poner en blanco los ojos debido al extasiante placer que recibía al ser follada como a una puta por el bestia y guaperas colega de su hijo.

Ya en cólera y frenesí, el chaval comenzó a pegarle fuertes cachetadas y a darle tirones de pelo mientras le propiciaba insultos de todo tipo:

  • ¡Puta! ¡Zorra! ¡Guarra! ¡Perra! ¡Golfa! ¡Furcia! ¡Cerda!... Quiero que le digas a tu marido a quien perteneces, de quien eres puta.

  • Soy... Ah... Soy suya... Uf... Soy su jodida puta - Confesaba la muy infiel.

  • ¡Joder! Es mucho mejor de lo que imaginaba - Comentó Jorge mirando a los ojos a su mujer mientras continuaba pajeándose el pollón.

  • Ahora dile lo mucho que te encanta mi polla... ¡Díselo! - Bramó el joven león.

  • Adoro su polla... La sabe utilizar... Uf... Como todo un Dios del Sexo... No como tú... - Vaciló a su marido la muy cabrona.

  • ¡Maldita zorra!

Aquel comentario provocó que Jorge se levantara y le insertara sus 20 cm enteros en la garganta y los mantuviera ahí inamovibles hasta que ella derramó una lágrima, se quedó sin respiración y se infló y puso roja.

El hombre tuvo un brutal orgasmo e Iván alucinó cuando vio chorros y chorros de semen blanco y espeso escurrirse por las comisuras de los labios de la comepollas. Le había inundado la boca de leche.

Poco a poco, fue sacando su inmensa polla de la boca de su mujer y esta, una vez liberada de ella, casi vomita escupiendo semen.

Jorge, tras recomponerse ante semejante corrida y coger aire, se colocó al lado de Iván y, rodeándole con un brazo por los hombros, le dijo:

  • Te toca cabroncete. Tienes mi permiso para preñar a esta pedazo de guarra. Por mí no te cortes - Y le dio una cachetada amistosa a modo de pistoletazo de salida.

Iván, completamente fuera de si, le insertó la polla con una fuerza brutal y sobrehumana y sintió como una infinidad de semen salía de sus cargados huevazos y regaba el coño dilatado y escocido de la madre de su colega. Llevaba casi una semana sin correrse y por lo menos 12 fueron los trallazos que su polla liberó. Una tremenda descarga eléctrica y de placer recorrió su atlético cuerpo e hizo que sus piernas temblaran y él se tambaleara viviendo el mejor orgasmo que había tenido jamás.

  • ¡Eso es! ¡Hahahaha! Estás hecho todo un campeón - Exclamó Jorge casi orgulloso.

Quien también explotó coordinado y de forma simultánea con su colega fue Josh. Que no pudo aguantar más ante tal escena porno amateur y pringó su pecho y su barriga con 7 chorros de lefa calienta y líquida. La adrenalina y la excitación lo habían dejado tan agotado que se tumbó de nuevo en la cama y, muy a su pesar, se volvió a quedar dormido perdiéndose así el final de la follada entre su colega y sus padres.

Ya sólo faltaba Aurora por correrse, que ahora se encontraba tumbada en el suelo, casi sin fuerzas y se llevaba una mano a su coño para recoger los restos de la corrida de Iván, llevárselos a la boca y saborearlos.

  • Haz que se corra y todo esto habrá acabado guapo - Le dijo Jorge.

  • Eso tiene fácil solución - Comentó el chaval mucho más relajado y metiéndole la polla en la boca a la madurita degenerada.

Ella la volvió a chupar con desesperación y él le comenzó a meter los dedos sin ningún tipo de contemplación en el chorreante coño. Milésimas de segundo después, se corrió en forma de un cuantioso squirt bajo la asombrada mirada de su marido.

  • Teniendo mi polla en la boca y acariciándoles el coño se corren al momento. Es infalible - Comentó chulesco Iván dándole una lección al viejo marido de su puta particular.

Al hombre no le quedó más remedio que aplaudirle semejante hazaña y los tres se tumbaron sin fuerzas pero extremadamente felices al borde de la piscina.

  • Bueno... ¿Y ahora qué? - Preguntó Iván rompiendo el hielo y el silencio post coito.

  • A ver chaval... Nuestro hijo nos ha comentado que te apasionan las zapatillas caras. Si tú quisieras... Mi mujer y yo estaríamos dispuestos a pagarte mucho dinero para que te compraras todas las que quisieras a cambio de que esto se repita esporádicamente. ¿Qué te parece? - Le propuso el patriarca.

¿Cómo? ¿Los padres de su amigo le estaban proponiendo prostituirse para que se la follara a ella delante de su marido una y otra vez a cambio de dinero para comprarse zapatillas? Aquello era completamente inverosímil y surrealista... Además, él le había prometido a su amigo Joshua que aquello no se iba a repetir y no había tardado ni una semana en romper aquel pacto entre hermanos. Claro que... Por otro lado... La propuesta era más que suculenta...

Finalmente Iván les comunicó a los padres de su colega que necesitaba un tiempo para pensárselo y tomar una decisión. Al matrimonio les pareció razonable y los tres se vistieron y volvieron al interior de la casa como si nada hubiera sucedido.

Semanas más tarde…

Barcelona

7 de Julio de 2020,

Transcurrido un tiempo, Josh decidió no abordar a su amigo respecto a lo que había presenciado en la piscina ya que, aunque su colega hubiera incumplido su promesa, él también había disfrutado y se había pajeado observándolo todo a escondidas. Sentía que no tenía ningún derecho a echarle nada en cara ya que ni siquiera estaba molesto. Más bien todo lo contrario.

Un día, al llegar a casa del trabajo, escuchó un sonido similar a un chapoteo proviniente de su habitación. El chaval se alarmó y se aproximó hacia a ella con suma cautela y precaución. Al llegar y asomarse, la escena que se encontró lo dejó sin palabras:

Iván, completamente en pelotas, sentado en su cama y su madre, también desnuda la muy puta, de rodillas comiéndole la polla.

Lo único que llevaba puesto su colega eran unas Nike AirMax Parra súper exclusivas y que costaban en torno a los 700 €. Josh lo entendió todo al instante: sus padres habían conseguido que follara con ellos a cambio de comprarle zapatillas caras.

Iván, al descubrir que su colega los acababa de pillar, se sorprendió. Aurora lo notó y levantó la cabeza para descubrir qué sucedía.

  • ¿Qué pasa amor mío? - Preguntó ella algo extrañada.

Sin embargo, Josh suspiró pero segundos más tarde se sacó la polla y, guiñándole un ojo a su amigo, le dió permiso para continuar y así gozar él del espectáculo.

  • Nada, nada... Calla y chupa joder - Contestó el León de forma totalmente autoritaria mientras le clavaba la polla entera en la boca una vez más a la madre de su colega y le sonreía cómplice a este.

F I N