El lector dominante 7

Inés sigue en la tienda donde la había conducido su hija. Le esperan muchas sorpresas.

Quiero dedicar este relato a

Heliogobalo, quiero decirle que siento mi cobardia. Quiero ser suya. Sencillamente, no me atrevo a dar el paso necesario. Le pido publicamente perdon.

No sabia que decir. Lo primero que me vino a la cabeza es ¿que sabia ella?, no pensé en ese momento que si lo sabia es que ella también podía ser “victima”. Me horrorice. Siempre habíamos tenido una buena complicidad, y a pesar de la diferencia de edad nos gustaba vestir de la misma manera. Solíamos ir de compras juntas, y no eran una ni dos las veces que nos habían piropeado.

  • Escucha, no se que sabe pero…

  • Calla, lo se todo. Lo he visto todo. Y ahora harás lo que te indique, porque lo quiere el.

La mire, vi decisión en su mirada. Pero aquello sobrepasaba cualquier limite.

  • No. Esto se acabo, aquí y ahora, se ha terminado.

Recogi mi ropa y empece a vestirme justo cuando entro la dependienta.

  • ¿Sucede algo? -pregunto

  • Si, contesto - Lorena, mi hija, dice que no quiere mas.

O sea, la dependienta estaba en el juego también. Aquello era demasiado.

  • Bien, nadie la obliga. ¿esta segura?

  • Si. Se ha terminado, no se que pretendían, pero hasta aquí llego el juego.

  • Bien. Podéis iros si queréis.

En ese momento, mi hija me tendió el móvil. Lo tome y vi una foto de una pantalla, escandalizada pude ver una lista de direcciones, alguna de ellas las reconocí como de amigos, familiares y compañeros.

  • ¿Que significa esto?

  • Ya lo sabe -me indico la dependienta-. Ud ha...digamos… realizado ciertas actividades voluntariamente, y estas han permanecido en un acceso limitado...hasta ahora. Mire la siguiente foto, un video en realidad.

Deslice la imagen, y pude ver un video donde mi hija aparecía desnuda y acariciándose...me pareció turbador.

  • Si publicáis esto sera un delito, es menor y…

  • ¿Lo denunciarías?¿tu? -se carcajeo- Vamos, querida, sabes que no lo harías. Su vida y la tuya quedarían destrozadas.

  • Es un chantaje.

  • Si, lo es. Y ahora, quitate la ropa que te has puesto !inmediatamente!.

La mire.

  • ¿porque?¿porque yo?, hice la pregunta en voz baja, tímidamente.

  • Lo sabrás en su momento. Todo tiene una razón. Ahora,lo único que tienes que saber es que haras todo lo que Lorena te indique. ¿lo has entendido?.

La mire con odio, y mire a mi hija que evito mi mirada. Baje la cabeza.

  • Si.

  • Bien. Ahora, desnudate.

Me quite la ropa que me había alcanzado a ponerme, y quede desnuda ante ambas. La dependienta se me acerco y acaricio mi pecho.

  • Eres preciosa. Debes ser tan deliciosa como tu hija. - Se rio al notar mi mirada.- Si, ella y yo somos algo mas que amigas.

Se acerco a Lorena y la beso en los labios. Ella no se resistio.

  • Preparala como te indique.

  • Si.

Mi hija me miro.

  • Ponte el liguero y las medias. También el picardias.

No le dije palabra. Hice lo que me pidió. Ella se dio la vuelta y abrió una caja, de ella extrajo un collar, me lo tendió.

  • Pontelo.

Obedecí. Era un collar de perro, negro. Se abrochaba con una hebilla plateada. En ese momento entro la dependienta.

  • Uhm. Muy bien. ¿te gusta verla así Lory?

  • Si.

  • ¿Quieres tirártela? ¿y tu quieres tirarte a tu hija?

  • Cerda. -le dije-

Ella se acerco y me dio una bofetada.

  • Jamas, nunca, respondas con esa falta de respeto ¿estamos?. Te he preguntado si quieres tirártela.

  • !No! -le grite a la cara-

Otra bofetada que casi me tira al suelo.

  • Respeto cariño, respeto… eso es base para todo. Ponte derecha.

Me puse recta, mis pechos aun se mantienen erguidos. Ella volvió a tocarlos.

  • ¿te gusta que te toque?

  • No.

  • No, mi señora. -repetilo-

  • No, mi señora.

  • ¿Quieres ver como enloquezco a Lory?

  • No, mi señora.

Ella me miro.

  • Jajaja, que mal mientes puta. !Jose!

Odiaba aquella zorra.

El dependiente entro y miro mi cuerpo con descaro.

  • ¿Que te parece?

  • Esta muy buena.

  • ¿Servirá?

  • Ya lo creo. Vamos a ver…

Se acerco a mi y comenzó a tocarme… me moví.

  • Quieta… tengo que conocer bien el producto jajaja.

Sus manos exploraron mi cuerpo, incluyendo todas mis partes intimas… que mi hija estuviera viendo todo aquello me parecía de lo mas humillante. Me parecía un ser baboso y repulsivo. A pesar de todo, y sabedora del precedente y de que no deseaba mas bofetadas, me quede quieta y me deje hacer.

  • Cuidado -hablo la dependienta- no te calientes con ella, ya sabes lo que desea.

  • Joder, si.. pero buf, como esta, tan buena como la hija.

¿Aquel cerdo había tocado a mi hija? La mire, pero ella no hizo ademan alguno. Me miraba y miraba como me sobaba aquel desgraciado.

  • ¿te gusta eh puta?

Me calle. Y eso me valió que la especialista en bofetadas me arreara otra.

  • Responde cuando se te pregunte, imbécil.

El tipo se descojono de risa. Lo mire.

  • No. -lo dije en tono comedido

El volvió a reírse. Pero empezó a acariciarme desde atrás… y lo hacia con habilidad… acaricio mis pezones, los pellizco. Sus manos fueron deslizándose a mis caderas… A mi pesar sentí la humedad crecer en mi. Su mano se metió en sexo. El saco de allí sus dedos mojados en mis líquidos.

  • !quien lo diría! Jajajaa...claro que te gusta.. y ¿sabes?… me gustas...espero tener la ocasión de poseerte como debes. De momento, portate siempre como lo has hecho ahora ¿entendido?.

  • Si.

  • ¿Si que puta? -otra bofetada.

  • Si, señor.

Se rio.

  • Me largo, antes de que no pueda contenerme…

Nos dejo a las tres. La dependienta nos miro a ambas.

  • Bueno, Lory, a ti no tengo nada que explicarte… en cuanto a ti, Ines, seguirás en el “juego”, harás lo que Lory te indique, sin rechistar, sin protestar. Ahora que ella puede controlarte quizá no sea necesario grabarlo todo, pero recuerda: sabremos todo lo que haces.

Se me acerco, puso sus dedos en mis labios, toco mis pechos… mi estomago… acerco su boca a mi oido.

  • Estoy deseando tenerte en mi cama, y lo mejor es que se que tu lo deseas ya.

Luego miro a Lory,

  • Llevatela.

  • Si. -se dieron un beso-.

Nos quedamos solas…

  • Lorena, que significa todo esto…

  • Callate. Vistete. Te vas a llevar la ropa que te he elegido, no te pongas ropa interior. Dejate el liguero y las medias, el picardias lo llevaras en una bolsa. Tampoco te quites el collar.

  • Estas loca, no pienso hacerte caso, faltaría mas.

  • Si no lo haces, les diré que vuelvan. Toma -me tendió el móvil, había un mensaje.

Lei. “Creeme que siento la dureza, pero seguro entiendes que era necesaria. Por favor, no obligues a tener que ser todavía mas duros. Me ha excitado enormemente toda la escena, y seguro que a ti también, Ines te prometo que sabrás quien soy en su momento y entenderás todo, ahora te pido que obedezcas, pero no lo hagas si no quieres, te prometo que nada se hara publico, pero no lo digas, solo haz lo que creas que debes hacer. Nadie te lo reprochara. Todo lo que estas viviendo ha sido planificado, y mi idea era otra, pero me gustas… tanto como Lory. Borra este mensaje”.

Mire la pantalla pensando que hacer. Luego mire a Lorena. Después de reojo mi imagen que se reflejaba en un espejo… desnuda. Con aspecto de prostituta barata. Me gusto la imagen con el liguero y las medias y mis pechos al aire indefensos, me gusto el collar… me turbaba la presencia de mi hija… y tome una decisión: borre el mensaje, mire a Lorena y…

  • Esta bien. Tu decides.