El Lecho parental
Joven concoce a joven y van a casa
Era una mañana de viernes que como cualquier otra transcurría monótona, aburrida, gris y lenta; muy lenta en la oficina donde trabajo, cuando sin aviso previo oigo una notificación de wathsapp en mi móvil.
Como el tedio se había apoderado de mí horas antes y aun quedaban horas para que saliese de aquel aburrido lugar, me apresure a mirar el mensaje.
Era un mensaje de mi amigo Ramón simplemente me saludaba con su característico “Eeeeeeeeeeee” yo hice lo propio y le respondí con un “Eeeeee que aburrimiento tío”.
Ramón no trabajaba y me estuvo contando que la noche anterior había ido con un par de amigos a tomar unas cervezas, habían conocido a unas chicas y termino liándose con una de ellas. La historia que me conto me pareció cuanto menos rocambolesca, pero como es una persona que le rodea lo absurdo le creí a pies juntillas.
Parece ser que tras una apuesta con uno de los chicos de a ver quien bebe mas alcohol, en la discoteca a la que fueron conoció a una chica, se liaron, salieron a la calle y ahí en medio de la se la empezó a chupar, pero que al pasársele la borrachera y ver que la tía era horrenda la erección desapareció y se fue corriendo dejándola tirada, pero eso es otra historia.
Ramón me dijo que las amigas no estaban mal y que él y los demás habían quedado para la noche de ese mismo viernes, me invito a ir ya que ellas en 4 y que les faltaba uno para que fueran 4 parejas, yo aunque bastante reacio accedí a aquella cita a ciegas porque me vendió muy bien a las chicas.
Ramón y yo quedamos a las 23:00 h en el punto de encuentro habitual de nuestro grupo de amigos.
Cuando llego la hora acordada yo calcule el tiempo necesario para llegar 15 minutos tarde, ya que sigo la filosofía de “que esperen ellos, yo no” asique llegue a eso de las 23:30 H, todos me estaban esperando, y además estaban enfadados; a lo que con una sonrisa les conteste “relajaos chico, viviréis mas”. Emprendimos el camino hacia la discoteca, una de esas que están de moda en la noche madrileña, como mi primo estaba allí trabajando de portero entramos los cuatro sin pagar y con un par de copas por barba. En esta discoteca lo estábamos pasando en grande la verdad, bailando, cantando, saltando y yo haciendo uso de mi brutal encanto y simpatía había conseguido que un montón de chicas, de esas que van a ver que pescan en una discoteca, y algún que otro gay, nos hicieran un enorme corro y nos vitoreasen, éramos los amos, los reyes, los ídolos de aquel local.
A eso de las 02:00 llegaron estas chicas con brutal pedo, una melopea de esas que marcan una época, pero sin llegar a encontrarse mal.
Saludaron a los chicos y a mí me presentaron a todas, Mara, Andrea, Laura y Raquel, chicas muy simpáticas y bastante monas, la verdad es que me esperaba orcos recién llegados de Moria. Tras unos segundos vi cómo se posicionan las chicas, cada uno con uno, todas menos Mara, que se quedo mirándome y me dijo “parece que nos han dejado solos”, yo sonreí y asentí, ella se acerco y me dijo “te invito a una copa, va”.
Estuvimos en la barra bebiéndonos unas copas ella y unas cervezas yo, me propuso ir a un sitio donde estuviéramos más tranquilos, a su casa concretamente, cuando me estaba diciendo donde vivía le interrumpí besándole en la boca, un beso largo, húmedo y muy excitante; me puse a cien, note como mis pantalones vaqueros pasaron de estar ligeramente sueltos a apretarme muchísimo por la zona de mi enorme pene, tenía una erección brutal.
Mientras besaba a Mara, subí mi mano por uno de sus brazos suavemente hasta terminar en las enormes tetas que tenia, pase de su boca a su mejilla, entre gemidos le mordí suavemente una oreja y baje a su cuello. A la vez con mi otra mano subía por su pierna izquierda hasta llegar a notar una humedad que me la empapo. Mire sus ojos, no me había fijado pero eran de un intenso color verde, y le dije “voy a hacer que te sientas preciosa”, le di la vuelta y junte mi miembro con su culo y mientras ella me chupaba un dedo de la mano izquierda yo con la derecha acariciaba su sexo por debajo de la falda tableada que llevaba. Ella no paraba de gemir y mordisquear el dedo que me chupaba hasta que de repente me dijo “¿no nos íbamos a mi casa?” se dio la vuelta me dio un apretón en la polla y se fue camino de la puerta, al llegar al umbral, se giro y con un dedo colocado de manera muy sensual entre sus labios me hizo una seña para que la siguiera, y así lo hice.
Llegamos a su portal, la pasión se apodero de nosotros, íbamos desnudándonos por las escaleras y al llegar a la puerta de su casa se agacho, rebusco en mis pantalones y sacó mi enorme polla a la vez que decía “¿todo esto para mí? Como me lo voy a pasar mmm….? “ Y.. ahí mismo con la mano derecha me pajeaba mientras que con la izquierda acariciaba su clítoris y ademas chupaba mis los huevos con una intensidad tan grande que parecía que no hubiera un mañana, estuvimos así un rato y siguió con un sabroso ritmo felador, era increíble, y todo eso antes de entrar en su casa.
A mí que me encanta el morbo que da follar en lugares público y/o que pueda pillarte alguien le dije “nena te voy a bautizar” y mientras esas palabras salían de mis labios, una cantidad ingente de semen desvordaba mi polla para impactar en su frente, pelo y cara.
Se puso de pie con toda la cabeza llena del jugo de mis pelotas y abrió la puerta, sin mucha dilación me quite toda la ropa dejándola tirada en la entrada de la casa, ella me agarro del pene que tras la eyaculación estaba morcillón y me dirigió a una enorme habitación con una cama de matrimonio. Me dijo “me pone muy cachonda follar en la habitación de mis padres”, en ese momento mi enorme verga recobro la vida, cogí por la cintura a mara, le mire intensamente a los ojo verdes, le di la vuelta empujándole contra la cama y quedo con las mano apoyadas en la misma y el culo en pompa, subí su falda, retire hacia un lado el hilo de minúsculo tanga y tras ponerme un condón penetre su coño con brutal fuerza.
Le metía y sacaba el gigantesco falo con una velocidad endiablada mientras que con las manos azotaba su duro culo, cada una de mis embestidas arrancaba de sus labios un gemido de placer, ella giraba la cabeza para verme pero yo le tiraba del pelo obligándole así a mira hacia arriba mientras hacía gozar a esa belleza exótica, cada vez estaba más cachonda y a mi cada vez me costaba aguantar mas la explosión proveniente de mis huevos…. En un momento de la magnífica follada que le estaba dando, coloco sus dedos corazón e índice a ambos lados de su húmeda y dulce vagina para de vez en cuando ejercer un pelín de presión en mi pene erecto a la vez que se apretaba a ella misma el coñito. Eso me hacía perder un poco el ritmo ya que me encantaba que hiciera eso; yo que estaba teniendo una de las mejores relaciones sexuales de mi vida, me chupe el dedo pulgar de la mano derecha y mientras le tiraba del pelo con la izquierda se lo metí de golpe en el culo, note como se dejaba caer en la cama y su coño se contraía una y otra, y otra vez, gemía con un dulce timbre de voz, y decía “me he corrido como nunca” yo me coloque encima de ella de tal forma que mis huevos estaban a la altura de su boca, los chupaba mientras me pajeaba, y finalmente me corrí otra vez, pero esta vez dentro de su boca.
Noté que mi semen llenaba por completo su boca y que ella no daba abasto para tragar tal cantidad de esperma, se atraganto, tosio y le desbordo la boca, en ese momento oi como se abria la puerta.
En un segundo me dio tiempo a pensar que había echado un gran polvo pero ese pensamiento fue truncado por un grito que decía “ESTA ROPA DE QUIEN ES!!!!!!” ….
…. Era la mía.
Mara estaba sorprendentemente tranquila y me dijo “no te preocupes, esta casa son dos pisos unidos y puedes escabullirte por la otra puerta, ahora te lanzo la ropa por la ventana”. Yo estaba completamente desnudo y aunque reacio preferí pasar unos minutos de vergüenza que sufrir la ira descomunal de ese padre furioso, iracundo y fuera de sí.
Ella me condujo a una zona de la gigantesca casa que parecía tener poco uso, y por una puerta Salí al rellano, estuve ahí unos segundos, mara salió me dijo que bajase a la planta -1 en ascensor y saliese al patio interior; eso hice y al cabo de un rato ella por una venta me lanzo la ropa, pero además de la ropa las llaves por accidente.
Por fin Salí a la calle y me fui camino de mi casa, busque mis llaves y mi sorpresa fue mayúscula cuando al sacarlas se calló un papel al suelo en el que ponía
El mejor polvo de mi vida. Mara 678**
Después de ducharme y meterme en la cama le escribí un wahtsapp diciéndole que tenía sus llaves, que cuando quisiera se las devolvía, ella me respondió “y yo te lo agradeceré con una mamada que no te imaginas”.
Y ahí quedo la cosa, esto fue hace unos días y no sé, la llamare la semana que viene o así.