El lago (6)

Alex

Capítulo6

El Lago

Estaban tumbados en el suelo de la habitación de Alex, la luz del sol caía directamente sobre ellos. Diego había desconectado su mente del mundo real y ahora se encontr4aba en un mundo extraño y desconocido que solo habitaban él y Alejandro, el chico que tan solo unos horas antes no lo conocía. Y ahora sin saber porqué, sentía su alma gemela.

Los dos cuerpos perfectamente limpios y desnudos. Alex de lado sobre él, como si Diego lo estuviera protegiendo de algo. Los dos eran grandes, pero Diego casi no sentía el peso de su amigo sobre el suyo. Alex era un chico grande, algo atlético, tenía veintiún años , era moreno y de rasgos casi perfectos, entre ellos, sus ojos verdes. Todo su cuerpo estaba perfectamente depilado, ni un solo pelo.

Diego también era grande, casi tan atlético como Alex. Su pelo era de color castaño y a diferencia de su amigo, no tenía depilada ninguna parte de su cuerpo, aunque vello había tenido siempre lo justo. Sus ojos azules estaban ahora mas clareados que nunca gracias al rayo de sol que los iluminaba.

A estas alturas Diego había olvidado completamente el pueblo, a su novia, el atraco en el restaurante y su huída por el bosque. Sentía miles de explosiones dentro de los cimientos de su vida y su cordura. Estaba tumbado, abrazado a un chico desnudo, y él también lo estaba, y aunque no pasaba nada, el sabía que estaban pasando miles de cosas.

  • Diego - dijo en voz baja de repente.

  • ¿Si?

  • Me siento raro - dijo y se incorporó, soltando los brazos de Diego.

  • Lo sé.

  • Tú.. Bueno es que yo… no se lo que siento, no me había pasado nunca tío - dijo algo preocupado.

  • Ten entiendo..

  • Quiero que esto solo sea tuyo y mío. No quiero que nadie mas sepa de este momento. No sé que significa esto que esta pasando y que siento pero quiero que sea solo entre tu y yo - le miró.

  • No te preocupes - Diego acarició el hombro de su amigo - yo tampoco se qué es esto pero.. No me importa no saberlo.

Sostuvieron la mirada y después, cerrando los ojos, Alex bajó la cabeza para besarlo y Diego lo sujetó suavemente de la cabeza mientras duraba el beso. Ahora sentía los pectorales de Alex sobre él aunque el resto de su cuerpo seguía a un lado. Cuando Alex pasó su pierna izquierda al otro lado del cuerpo de Diego, Diego sintió la polla de su amigo resbalar sobre su vientre, después, mientras el beso continuaba, bajo poco a poco las manos desde la cabeza de su amigo hasta su musculosa espalda. El corazón le latía a mil kilómetros hora mientras Alex apoyándose solo con una mano, acarició con suavidad el torso de Diego hasta encontrar uno de sus pequeños pezones que rozó con la yema de un dedo. Diego sintió un escalofrío y no pudo creer que tuviera encima a un chico, ¡un chico! Jamás imaginó que se pudiera sentir tan querido y tan excitado con alguien.

Entonces el beso terminó y separaron sus labios, aunque Diego mantenía los ojos cerrados. Alex siguió bajando por el torso de su amigo hasta llegar a los pectorales donde se detuvo unos instantes al ver la expresión de su amigo que mantenía los ojos cerrados, los dos estaban muy asustados. Siguió bajando hasta llegar a tocar los primeros pelos que envolvían la polla ligeramente erecta de Diego. Entonces se sentó sobre sus piernas al lado de Diego y con su mano izquierda rozó la polla, que sufrió un espasmo, mientras seguía mirando a Diego. Luego, mientras la agarraba con toda la mano, la polla creció al máximo y antes de empezar a retirar el prepucio de arriba abajo, este ya estaba totalmente retirado y la polla completamente erecta. Alex lo sintió caliente y eso le gustó. Mientras masturbaba lentamente a su amigo éste abrió los ojos y le miró.

  • ¿Quieres que pare?- Dijo Alex.

Pero Diego no respondió, tan solo se miraron, no dejaban de mirarse y Alex hacia una paja Diego que este sentía como si se la estuviera haciendo Dios. Alex lo hizo más rápido, y luego más hasta que la respiración de Diego se vió afectada por la excitación. Ahora gemía en voz baja, mientras aún le miraba a los ojos y al empezar a oir los gemidos Alex se excitó y lo hizo más rápido hasta que el cuerpo de Diego sufrió un espasmo y gimiendo mas alto la polla estalló en dirección vertical. La leche cayó sobre el pecho de Diego y este descansó la cabeza sobre el suelo, cerrando los ojos y recobrando el aliento.

Diego no tenía ni idea de lo que pasaba por la cabeza de su amigo, solo sintió mientras tenía los ojos cerrados, como separaba sus piernas y las levantaba sobre sus hombros. Sabía lo que venía, pero no pudo decirle que no lo hiciera, a Alex no sabía por qé pero no se lo podia decir. Entonces sintió la lengua de su amigo en la zona entre los huevos y el culo. Lamió durante unos instantes y después se metió la polla en la boca, que estaba empezando a perder la ercción. Diego escuchó como chupaba, el sonido al chupar su leche, y eso le volvió a excitar más. Alex levantó un poco más las piernas de Diego y las separó, comenzando a lamer fuera de la raja y después por dentro, hasta llegar al agujero de Diego. Diego se movió pero Alejandro lamió más y más haciendo descubrir a su amigo el placer de aquel acto.

Después bajó las piernas de Diego y colocó su polla junto al agujero del culo de su amigo. Éste te estaba preparando y respiraba con dificultad. Entonces Alex comenzó a empujar poco a poco, aunque vio que no podría, así que empujó más y Diego empezó a gritar, pero no le paró, así que dando un último empujón, terminó metiéndola y Diego gritó más que antes y se le saltaron las lágrimas. Entonces Alex, dentro de Diego, se inclinó sobre él y le besó. Mientras Diego lloraba, Alex comenzó a moverse lentamente de atrás adelante. Entonces, al cabo de unos minutos, los quejidos de Diego se fueron transformando en gemidos y Alex aceleró la marcha. Metió su polla más hondo hasta ver una expresión de dolor en el rostro de su amigo. La polla de Diego volvía a estar erecta. Alex se irguió y cogió por las piernas a su amigo mientras lo embestía. Cada vez lo hacía más y más rápido hasta que los ojos se le cerraron.

  • Ahh.. Ahhhh aahhh

Diego vio la expresión de su amigo y en ese momento supo que aunque le había dolido, volvería a hacerlo. El primer trallonazo de leche le impresionó. Después el segundo le excitó y el tercero lo sintió fuera del agujero, cuando Alex se la sacó. Después le acarició la cara y se levantó para besarle.