El lado sucio de una respetable científica

¿Qué hacer con una mujer que por todo el prestigio que tiene se niega a aceptar sus propios deseos? ... Enseñarle una lección!

-owww… mira cuanto has crecido! Ya no eres una pequeña gatita… ¿no es así?- ella acariciaba a la gatita justo en frente mío, todo lo que observaba de ella era su delicada espalda, últimamente eso era todo lo que ella me brindaba… su desprecio, a pesar de eso yo la veía hermosa, de una forma incomparable, aun la amaba tanto, que el solo sentir que estuviera cerca físicamente mío me alegraba, incluso si sabia que estaba tan lejos a la vez.

-he venido sólo a ver la gata… lo entiendes ¿verdad? – pregunta sin girarse a mirarme

-lo sé… -respondo en un hilo de voz

-además odio entrar en este lugar, libros tirados por doquier, la ropa sucia en el suelo, ni siquiera se puede ver el color de la pared, todos estos horribles dibujos y cuadros tuyos… dan una sensación bastante inquietante

-te pude llevar a la gata hasta la puerta, si lo preferías

-¿bromeas? ¿Acaso te das cuenta de lo ridículo que sería eso?

-te avergüenza que los vecinos se enteren de que estamos peleadas… - mi voz no sonó atacadora, pero definitivamente se ofendió, se puso de pié y me observó muy seria, aun con la gata en brazos

-¡no estamos peleadas! Hemos terminado definitivamente, ¡ya te gustaría que solo fuese una pelea! Además, veo a diario a esta gata desde que nació, debería de tenerla yo

-pero yo la adopté y la alimenté, es mía

-¡yo la adiestré! Si no fuera por mí, andaría por la casa haciéndose po, en todos tus aburridos libros de filosofía, ¿sabes que? ¡Quiero un juicio!

-¿un juicio? ¿Te enteras de la sandez que estas diciendo?

-Ahora me llamas sanda!!

-¿sanda?

-no me cambies el tema!!! ¿Tienes miedo de que me quede con la custodia?

-no es un niño, mujer, es una gata

-¡pues yo la quiero!

-dios…- ignorando su extraña discusión me voy directo a la cocina, la cafetera comenzó a silbar, así que sirvo dos tazas de café, una de ellas con 6 cucharadas de azúcar

-aquí tienes- se la entrego, ella con expresión engreída da un sorbo y responde con un gesto de disgusto

-ewww!! Esto sabe terriblemente amargo

-le he puesto 6 cucharadas de azúcar

-¡Dirás de sal! Esto apesta

-ten- le entrego el tarro del azúcar- échale vos, mejor

Le hecha un par de cucharadas mas, podía ver que estaba realmente dulce, tanto que el azúcar no se derretía aun del todo, ella hizo un gesto extraño, yo decidí ignorarla, aunque igualmente no dejaba de pensar en lo hermosa que se ha puesto estos últimos 4 meses… en los que no ha estado conmigo, siento que cada vez es como si estuviera mas lejos… 5 años de relación… arruinados por un malentendido… ¿realmente será este el fin?

-me voy del país…-dice repentinamente, yo desvío la mirada de mi taza para mirarla fijamente, no podía creerla… ella no podía irse

-¿Por qué?

-no soporto estar mas acá… toda mi vida se desintegró de pronto, quiero una nueva vida

-sin mi…-dije mas para mi misma, que para ella

-así es… y sin cada rastro de lo vivido, quiero lugares nuevos, porque todos los que ya conozco solo tiene recuerdos que compartí alguna vez contigo… no quiero mas recuerdos, quiero el olvido

-¿Por qué no volver a construir tu vida? ¿Acaso te ha cansado?

-creo que si… me he cansado

-¿de mi?

-tengo la sensación de que ya lo sé todo de ti- ¿todo de mí? ¿Cómo saber todo de alguien, que ni siquiera sabe nada sobre sí misma? – Eres siempre igual- continuó… palabras hirientes, impactando justo hacia donde apuntaba… ¿esta era su venganza? ¿Hacerme sentir mal también? – parece que incluso no vivieras en este espacio ni tiempo, da la sensación de que estas en otro mundo, hablando un idioma que nadie mas comprende, viviendo una vida que nadie mas ve… no sales nunca de este lugar, tu piel está casi transparente de recibir oscuridad, solo lees, escribes y pintas, ni siquiera estoy segura de que comas al menos una vez en el día, ya siento que conozco cada reacción, y la verdad es que antes tu inteligencia superior me atraía  porque siempre me enseñabas algo, pero ahora… no puedo entender, nada de lo que dices, y eso se me hace tan predecible… además ¿tienes al menos instintos o deseos humanos? Eres tan fría y dura como una roca, como si no tuvieras ninguna clase de necesidad fisiológica… tu mente absorbió todo de ti, y te has olvidado de tu cuerpo… ¿Cuándo fue la última vez que te cortaste el cabello? Está tan largo que casi no te deja ver, y no es como si vieras muy bien, arruinaste tus ojos por leer en la oscuridad, y ahora solo puedes ver a través de dos gruesos cristales, unos lentes de un marco increíblemente grande, sin mencionar que estas realmente delgada, y que seguramente no tienes ni idea de que día es hoy…

No pude hacer mas que mirar hacia el suelo… tal vez si sabía ya demasiado de mí, eso me apenaba, porque la única persona que lo sabía ahora se largaba… otra vez una maldita soledad, diciéndolo como lo dice, siento que debió ser tedioso, cada momento que tuvo que soportarme… seguramente ya estaba cansada desde hacia mucho, y hasta ahora no había dicho nada, y se la pasó esperando una oportunidad para alejarse… una excusa, que horrible sensación, he sido todo este tiempo un estorbo en su vida.

-Espero- mi voz sonaba débil, carraspeé un poco y proseguí-  que tu vida mejore en el exterior, y logres encontrar lo que necesitas

-… ¿Por qué?

-porque…

-¿Por qué me dejas ir? ¿Ya  no me quieres?- sus ojos estaban aguados, ¿acaso no había sido ella quien dijo que se había cansado de mí? ¿Está loca?

-si tu bienestar está lejos de mí… debo respetarlo

-¡no!

-¿no?

-siempre hablando con tanta elocuencia, tu madurez y conocimiento, ¡me irrita! No dices una sola palabra pronunciada incorrectamente, ¿acaso tienes alguna sensación?

-eh?

-voy a hacer que tengas una sensación que jamás olvidarás-¿debí llamar a la policía en este momento? Porque por la expresión que tenía, no me asustaría que sacara una navaja, o una pistola, se acercó a mi peligrosamente, me tomó por el cuello, estaba con mis ojos cerrados esperando a que me estrangulara, pero la sorpresa de que no sucediera, le siguió a la sorpresa de verla desabrochando cada uno de los botones de mi bata de laboratorio, el ultimo solo lo hizo salirse a la fuerza, jalando de ambos lados… yo estaba impactada, nunca antes se había puesto de esta forma, nuestros acercamientos sexuales eran por lo general tiernos y lentos… ahora su mirada tenia un matiz distinto, casi ardían

-¿Qué te parece esto? Señorita científica… te voy a hacer el amor tan bien, que vas a olvidar los números y letras… y sólo vas a pensar en repetirlo

Wow… reacciones físicas, producto de las descabelladas acciones de una mujer demente que amenaza con llenarme de placer, las sentía… en mi cuerpo, por primera vez, tan consiente de éste, un hormigueo bajar por mi columna, concentrarse en el medio de mis piernas, mientras ella me quitaba la camisa que tenía debajo de la bata, jamás había visto así mi cuerpo, porque siempre que estábamos desnudas, su cuerpo estaba contra el mío y no mirábamos mas que nuestros propios ojos, en ningún otro momento nos mostrábamos…

Noté mi respiración comenzar a agitarse, y mis mejillas sentirse calientes, cuando sus labios impactaron contra la piel de mi cuello, la sensación me hizo sacudirme y por instinto la aparté de mi

-E-Espera… -dije mientras sostenía sus manos

-¿te asustan estas sensaciones desconocidas? Pensé que ya lo sabías todo de todo-dijo con descaro mientras se sonreía de lado, sacó de algún lado una  soga de mediciones, y me ató ambas manos, juntas

-H-Hey!! Suéltame- pero haciendo caso omiso, prosiguió a tomar mis manos y atarlas a la mesa que estaba detrás de mí, traté de halar, pero las cosas de este comenzaron a temblar a punto de caerse, decidí no hacerlo, tenía tubos de ensayo y elemeyers allí arriba llenos de sustancias.

-no puedo creer que estés haciendo esto- dije imitando una especie de desprecio

-en realidad, cariño, lo he querido hacer desde hace tiempo-su expresión malvada, era inalterable, prosiguió a abrir por completo mi camisa, enseñando mi sostén, y mi abdomen, se sorprendió un poco y pasando un dedo desde mi clavícula hasta mi ombligo dijo- eres mucho mas hermosa bajo esa aburrida bata, ¿Por qué ocultas este cuerpo?

No pude responderle, ni siquiera formulé en mi mente una respuesta, ella comenzó a lamerme desde mis hombros hasta el cuello, la sensación era electrizante,  sentía contracciones en diferentes músculos, y áreas de mi cuerpo, subió mi sostén y dejó al descubierto mis pechos para aprisionarlos en sus labios y hacerme retorcer con la sensación, mi cuerpo comenzaba a sentirse muy caliente, y ella lo estaba notando para mi disgusto, mientras halaba mis pezones su mano derecha comenzó a recorrer mi pierna, llegaba al interior de mi muslo, y se detenía, lo cual me provocaba unos suspiros involuntarios, ella se detuvo con su boca y me observó a los ojos, mientras que su mano se posaba justamente en mi entrepierna bajo el pantalón, cerré mis ojos y abrí mi boca en un jadeo

  • ya… no más, suéltame ¿si? –trate de decir, pero por el contrario me agarró con fuerza de ese lugar, arrancándome un grito, que no supe distinguir si sería dolor o placer, me dio ligeros golpecitos por encima del pantalón, haciendo que fuertes ondas de sensaciones locas, llegaran a mí para estremecerme

-¿ya? Pero mírate, te encanta lo que hago, estas que te derrites- su rostro se acercó mucho al mío, unas ligeras gotas de sudor caían por mi cuello y frente, ella se acercó a lamer una de estas, haciendo un gran cosquilleo en su recorrido, hasta que llegó  mi oreja y susurró -¿quieres algo mejor?

Yo la miré con sorpresa, ella sonrió traviesamente, y comenzó a desabrochar mi pantalón, primero fue el botón y después el cierre, haló mis pantalones hasta deshacerse de ellos, yo por la impresión estaba congelada y no fue hasta después de que me quitó las bragas que reaccioné

-jamás pensé que fueras este tipo de persona…- le dije lentamente refiriéndome a su actitud lujuriosa.

-¡cállate! Eres exactamente igual que yo- trazó un lento recorrido, que me hizo arder por esos 10 segundos que duró, desde mi ombligo hasta mi clítoris, cuando ella se posó sobre éste, mi cabeza se inclinó hacia atrás, dejando salir un largo suspiro, casi me pierdo entre está sensación, entre las múltiples descargas de endorfina, cuando su lengua recorrió toda esa zona, se alejó un momento para incorporarse un poco y mirarme, de su boca un liquido transparente se desbordaba, recorriendo su barbilla y goteando en largos hilos hasta el suelo

-apenas te probé y mira todo lo que has dejado salir ya ¿vas a seguir negando que te gusta esto?- sus palabras eran interrumpidas por los momentos en los que se relamía los labios… ¿estuve con una chica tan lasciva todo este tiempo?

-e-eso… no salió de… mi-alcancé a responder muy abochornada

-¿ah no? ¿y esto tampoco?- pasó su mano abierta simulando que me limpiaba, unos gruesos hilos transparentes hicieron de puente entre esta y mi cuerpo, ella no esperó respuesta, tampoco es como si la necesitara, su boca regresó a mi cavidad, un dedo entró en mi, mientras succionaba firmemente mi clítoris, mi espalda se dobló con este acto y mientras mis manos temblaban se sostuvieron con fuerza de la parte de la mesa a la que estaba atada.

Mi rostro estaba ahora en una expresión que no supe reconocer, ella estaba eufórica por lo que estaba causando y lo hizo incluso mas duro, borrándome la poca conciencia que aun conservaba, sus lamidas eran exactas, sus movimientos rítmicos y deliciosos… lograban estimular cada nervio, y poner erecto cada vello de mi cuerpo,  mis caderas comenzaron a moverse contra mi voluntad, acertando incluso más con las sensaciones, enloqueciéndome con cada ir y venir, sentía que un enorme pozo me iba a devorar, me iba a tragar, sentía que me aproximaba hacia algo que no podría soportar, pero me era imposible detenerme, era un vaivén terriblemente adictivo

Pero ella si se detuvo, y mi cuerpo en protesta se contrajo, fue casi doloroso, necesitaba mas, no era suficiente, ¿Por qué castigarme de esta forma?

-¿Qué pasa Doctora? Se ve insatisfecha- dijo ella limpiándose la boca delicadamente, todo lo que pude hacer fue tratar de recuperar el aliento que no pude perder del todo- ¿te quieres quedar así? Esta bien- se puso de pie y se preparó para irse

-¡espera!- grité, ella se giró con una odiosa sonrisa de triunfo- quiero que continúes

-¿Qué clase de petición es esa? ¿Me ves cara de hacer lo que me mandan?

-te lo suplico

-¿Qué me estas suplicando?

-que continúes… con lo que hacías

-¿Qué estaba haciendo?- fingió demencia… Argh!! Cuando me desaté verá

-continua… haciendo “eso” con la boca

-¿si?  ¿Qué?

-el sexo oral!! Maldita sea

-oh!! ¿Sexo oral? ¿Que clase de petición obscena es esa? ¿Acaso no eres esa gran científica de la que todos hablan y sale por la tele? ¿A esa científica quiere que le hagan sexo oral? Wow!

-eres lo peor- bajé la mirada, me sentía totalmente humillada, ya no tenía mas ganas de eso, creo que en ese momento odié aun mas el sexo después de conocerlo así

  • no te ofendas… me prende tanto verte fuera de ti… fuera de control –diciendo esto comenzó a lamer el interior de mis piernas, acercándose lentamente hasta el punto que necesitaba, me dio varios mordiscos que en lugar de enojarme, me pusieron mas… finalmente se lanzó a hacerlo, mi mente daba vueltas, estaba en un borde peligroso, a punto de lanzarme a la sensación final, pero era incomodo con las manos atadas… necesitaba hacer algo mas

-d-desátame…-le pedí, ella se retiró un poco para hablar

-si me dices justo ahora que es lo que quieres – respondió desafiante

-¿lo que quiero?

-si, ¿Qué quieres que haga?

-quiero… q-quiero que, me hagas llegar

-¿llegar?

-si, o sea… venirme

-¿te quieres venir…? ¿En mi boca?

-s-si… si, justo así

-ja, resultaste mas carnal que incluso yo- ella tomó unas grandes tijeras y cortó los lazos, mis muñecas tenían ligeras marcas y me dolían pero no reparé en eso de inmediato me sostuve de nuevo esperando que ella continuara –adelante, hazlo fuerte-me dijo y sumergió su cabeza otra vez y esta vez, yo la sostuve contra mi, con fuerza pero a la vez delicadeza, guié un poco mas sus movimientos, y al poco tiempo estaba otra vez jadeando, y sosteniéndome con fuerza con una mano del suelo y con la otra de ella, esa era la sensación, mi cuerpo comenzó a temblar y fuertes espasmos a sacudirme, cerré los ojos y mi mente se puso en blanco, lo único que existía era esas sensaciones intensas y agudas golpearme, un pequeño chorro de un liquido incoloro salió de mi y fue a impactar sobre su mejilla derecha, ella me miraba sorprendida y yo sin saber que mas había pasado me lancé sobre el suelo a recuperar las energías que gasté

Cuando abrí uno de mis ojos la encontré mirándome fijamente, por su costado derecho estaba inundado en un liquido abundante, algunas gotas se resbalaban por su cuello, el resto decidía lanzarse directo de su barbilla al suelo, mi rostro adquirió un  color carmín intenso, es fácil sonrojarme, mi rostro es bastante pálido, pero no es fácil hacerlo hasta el punto en el que estaba en esos momentos

-yo… lo siento- me puse de pie de inmediato y encontré un pañuelo, doblé mis rodillas y limpié su rostro delicadamente, ella no se había movido y hasta ese momento esbozó una pequeña sonrisa

-tu IQ puede ser jodidamente alto, pero no eres mas que una tonta-dijo ella en un susurro lento y amable

-lo siento, no puedo evitar ser una tonta contigo, realmente te quiero…-bajé mi mirada apenada, recordé sus palabras “me iré”

-me alegra que todo haya salido bien- yo no comprendí el significado de esas palabras, alcé mi vista para tratar de encontrar en la suya toda la comprensión pero sólo me sostuvo por los hombros y se lanzó a mis labios, al sentir el suave roce cerré mis ojos y me dejé llevar por la sensación que llevaba tanto tiempo extrañando.

-llevaba planeando esta visita por un buen tiempo-explicó-te he extrañado tanto, pero sabía que todo volvería a ser igual, ¿sabes? Una relación necesita tener 3 aspectos diferentes para funcionar, la amistad, la ternura, y la pasión, lastimosamente no había mucha pasión entre nosotras, como te dije antes, tu mente absorbió tu cuerpo, pero ahora siento que hay un buen equilibrio-sonrió ampliamente

-¿entonces no te irás?-pregunté tratando de no esperanzarme

-no me iré- un suspiro cargado de alivio salió de mi

-¿entonces llevas engañándome todo este tiempo?-dije fingiendo una voz molesta y macabra

-oh si- respondió confiada

-vas a ver…

La tomé de las manos para ponerla de pié con delicadeza, y la arrastré hasta lanzarla a la cama, me puse sobre ella y atrapé con mis manos las suyas apretándolas contra la cama

-no me detendré hasta no sentir que la vendetta ha sido cobrada –le dije mirándola muy fijo

-adelante- respondió con una gran y hermosa sonrisa

-¿Qué hay con esa sonrisa?-pregunté molesta

-es exactamente la misma que tienes en tu rostro ahora mismo

-eh? –y entonces me lancé a besar su cuello, no sin antes susurrar levemente cerca a su oído “te amo”

-yo a ti-respondió- Oh! Ohh si, justo ahí… dios, ¿eras tan buena? Ohhh!