El Juguete. Mis años Universitarios (IV)

Me sorprendí en que fui el único chico joven de esa kedada, me convertí en el juguete sensual de esos cuatro maduros, maduros que me dieron caña, tanto placer como dolor, no importando si fue con ayuda médica o no… uuummm!!.

El Juguete. Mis años Universitarios (IV)

Desde muy joven sabes lo que tienes y que me debo adaptar, nunca pensé en sacarle partido, no me entendáis mal, no me prostituyo ni saco dinero de mi cuerpo, simplemente saco experiencias. Desde mi pubertad mi curiosidad por el sexo ha ido en aumento, siendo más fructíferas y provechosas hacía los hombres que a las mujeres, pero no me siento homosexual, ni heterosexual, y claro está menos bisexual. Aunque eso sí, tengo predilección por los hombres mayores, hombres maduros, hombres desde los cincuenta años y que puedo decir que estos me han marcado, pues desde que recuerdo mis inicios con estos, no ha habido experiencia que me han estado instruyendo a su disfrute, ya sea desde una caricia hasta como debo de mamarla.

Disfrutando de sus deseos, apetitos, fantasías, vicios, perversiones, degeneraciones o depravaciones. Explotando ni sexualidad realmente una vez que cumplí la mayoría de edad, explotando mi sed de curiosidad y de aprender en la capital, lugar que escogí donde no tuviera conocido alguno. Por qué las demás experiencias, ya sean en Cines X, Sex Shop, Saunas o locales de ambientes son rutinas.

Muchos me tachan de todo, muchos no saben realmente como me inicio o los motivos por el cual me inicio, mi conducta es algo que no puedo comprender, pero es algo dentro de mí que me conduce hacia ella. Es como una droga que no puedo controlar, un impulso que me arrastra o afección hacia aquello que es malo y prohibido, sintiendo esa necesidad por comprobarlo. Siendo en mi pubertad donde tienes conocimientos de estos impulsos, siendo en mi adolescencia donde te notas diferente a todos, sintiendo y notando anomalías en mi propio crecimiento. Es cuando me informan que sufro una anomalía en mis genes, anomalía que no es otra que el síndrome de Klinefelter, para aquellos que no sepáis que es, os puedo decir que literalmente, es una afección genética que sucede en los varones, cuando tienen un cromosoma X extra, o sea tengo XXY.

Cuyos síntomas como tantas veces me he descrito, son proporciones anatómicas anormales (piernas largas, tronco corto, hombro igual al tamaño de la cadera), agrandamiento anormal de las mamas, imposibilidad de vello púbico, axilar y facial o de menor cantidad, estatura alta, tamaño pequeño de pene y testículos, disminución del deseo sexual e incluso infertilidad, pero no significa impotencia pues esta infertilidad es debido a una menor producción de esperma. Aún recuerdo como siendo adolescente, tuve que escuchar idioteces sobre mi persona, y contestarles a más de uno…

"No soy rarito, ni maricon… simplemente tengo una anomalía en mi cromosoma, no siendo otro que el síndrome de Klinefelter". Esto último les suena a chino, perro en más de una ocasión ha sido mis mayores quien ha explicado esto, acabando por cerrar sus bocazas y de paso aumentar sus conocimientos, como analfabetos que son. Os debo decir que el tratamiento que me impusieron en esos años, no era otro que aguantarme con lo que tengo hasta la mayoría de edad, no teniendo otro remedio que adaptarme, aguantar carros y carretas con todos y todos, aguantar insultos, degradaciones o humillaciones, pero supe sacarle partido. Con la mayoría de edad, pude comenzar una terapia basada con testosterona, donde me ayudo con el crecimiento de vello corporal, púbico, axilar y facial, las proporciones de los músculos, la fuerza, la energía, los deseos sexuales, concentración, autoestima y el ánimo. En incluso me dieron esteroides para facilitar algunas funciones y comenzar el crecimiento, y el desarrollo de ciertas hormonas del cuerpo y tamaño de otras partes de mi anatomía.

Pero no hicieron efecto como me pronosticaron, tuve que aguantar mi físico hasta los veinticinco años, edad en la cual comenzó a salirme los primeros indicios de mi masculinidad. En todo ese tiempo de espera, saqué provecho a esa parte femenina que todo hombre tenemos en nuestro interior, parte que en unos florecen más que en otros, parte que para mí desgracia o privilegio, tuve que afrontar con decisión y sacarle provecho, aunque fueron otros los que lo sacaron. Cuando iba a la facultad, fue mi exceso de prendas las que ocultaron mi cuerpo, mis cabellos recogido en una cola, e incluso iba en compañía de chicas, chicas que sabiendo algunas mi apariencia me ocultaba a algunos chicos. Pero también hubo la vez y la verdad más de una vez, cuyo chico se me acercado por detrás sin ver mi rostro, chico que me ha cogido el culo o magreado, soltándome…

“Joder, menudo culazo tienes tía, ese culito tiene que ser el forro de mi polla”. Teniendo que saltarle, teniendo que hacerle saber que soy un chico, pero más de uno, acaban por responderme…

“Pues en plena orgia, no te mentiría si te digo que como no me acuerde, este que te habla te la mete hasta los huevos”. Pero bueno, continuo, voy a lo que voy, recordándolos que me inicie realmente a raíz de finalizar mi compromiso con la ‘Mili’, iniciando una etapa de mi vida que era la de comenzar y finalizar mi carrera Universitaria, carrera que ha ido al margen de mi conducta sexual activa. Digo esto, pues se inició o mejor dicho inicie, una conducta de sexo en plan desenfreno y de lujuria, donde unos encuentros me han generado unas curiosas experiencias y otros, me han facilitado dar rienda suelta a mis mayores fantasías. Llegando a explotar esa sensualidad que tanto tiempo he tenido oculta, sensualidad que tanto tape con mi enfermedad y que en esos años, tuve la oportunidad de la mano de algunos hombres de poder darle provecho, aunque fueron otros las que la sacaron, o mejor dicho la metieron… uuummm!!.

Con German mi progenitor me inicio realmente. Os podría recordar algunas cosas sobre él, primero que era el compadre de mi padre, persona sería que es a ojos de otros y que, de puerta para dentro, puede ser de todo menos eso. Era un hombre de la edad de mi padre (cincuenta y nueve años), cuyos rasgos no eran otros que los generados por su forma de vivir, rasgos de un exmilitar y retirado. Persona que podría decir que se mantenía en bastante en forma, cuerpo corpulento, aunque algo delgado, alto y con abundantes cabellos canosos. Él desde el inicio se comportó como un padre, ayudándome en todo lo que podía o le permitía, pues bajo su tutela no me quedaba a pesar de mi mayoría de edad tomarlo como progenitor.

Aunque una noche debido al alcohol y a su estado de excitación, acabo por aprovecharse de mi estado de embriaguez, estado que me fue imposible que me forzara. Debo constar que me costaba reaccionar, no pudiendo ni abrir los ojos, sintiendo como me magreaba, como mancillaba mi cuerpo o penetrara, ‘tormento’ que duro horas. Pero no os mentiré, no diré que no lo necesitara o lo deseara, pero cuando sentí como me introducía cada centímetro de esa dura polla, miembro que me taladro por completo… uummm!!, proporcionándole tal disfrute que os aseguro que me corrí hasta un par de veces, eso sí… sin llegar a tocarme… uuuffff!!.

Esa experiencia, aunque forzada fue placentera, puedo deciros que, hasta la tercera noche, no pude sacar de verdad el verdadero disfrute… uuummm!!. Donde este siguió embistiéndome a pesar de ser descubierto, follándome como su tremenda tranca y partiéndome en dos… ooohhh!!. Cuya acción no interrumpí y como sumiso y pasivo que soy, disfrute de ese dolor inicial, desapareciendo al poco y dejándome un placer que me hacía retorcerme de gusto… uuummm!!. No quedándome otra que complacer a mi macho, cediendo y consintiéndole a todo hasta dejarme preñado… aaahhh!!.

Mi progenitor me confeso que le ponía hacerlo mientras duermo, pues ese estado de sumisión es total, aunque también le pone hacerlo a la fuerza, realizar tríos o grupal. Y claro está, después de esa noche, acabe por darme mi permiso para sodomizarme tantas veces como pueda, donde a veces lo hacía a pesar de las pocas ganas que tenía. Demostrándole mi conducta sexual, no siendo otra que pasiva, servicial, dócil, sumiso y obediente. Prácticas que con el tiempo dejaron de ser exclusividad de las noches, tomándome durante el día a la hora o momento que él deseaba. Claro está lo nuestro se quedaba en casa, pues la discreción tenía que ser total, tanto que para algunas prácticas cerrábamos las persianas.

De German, hubo muchas cosas que me gustaban, una de ellas era esa forma de mirarme mientras me duchaba, bañaba, secaba o incluso vestirme, vez que aprovechaba y con todo descaro se masturbara… uuummm!!. Sobre todo cuanto se acercaba a la puerta, quedándose apoyado al marco, observaba con detenimiento como me enjabonaba o secaba, mientras de reojo veía como se magreaba su entrepierna… uuummm!!. Pudiendo imaginar como de mal lo estaba pasando, aunque debo decir que yo intentaba alargar todo lo posible esos momentos. No dejándome de decirme…

“Uuuffff!!... menudo cuerpo tienes nene, vaya culito… uuuffff!!”. “Joder, no me canso de mirarte. Aun sabiéndolo, aún me cuesta creerlo, no me entra en la sesera como un chico como tú, puedas tener esa fisionomía sin cirugía alguna o tomar hormonas”. Pudiendo recordaros mi físico por aquel entonces, pues con mi metro setenta y siete centímetros, delgado, torso corto, hombros igual al tamaño que las caderas, agrandamiento de las mamas, brazos largos como mis piernas largas, tobillos finos y pies pequeño para mi edad. Carecía de vello alguno, tanto corporal, facial, axilar o púbico. De mi rostro cuyos comentarios eran todos halagos, ya que decían que era atractivo, ojos de color avellana, rostro que iba en línea con mis labios carnosos, labios que el inferior es el doble de grueso que el superior, pestañas largas, cejas perfiladas y que parecían depiladas. Cabellos cuyo largo me lo deje hasta los hombros, no siendo por otro motivo que el haber estado un año casi al cero. De mi pene… mejor no hablar de él, pues cuyo tamaño era tan pequeño el pene como los testículos.

Cuando me tocaba vestirme, ya no le hacía tanta gracia mirarme, pues decía que mataba lo más hermoso de mi figura, ya que lógicamente debía de ocultar mis anomalías. El día que me pidió el favor de vestirme de chica, me negué, sabiendo yo que es mi primera vez, pues es una práctica que ya he hecho para otros. Pero debía de aparentar, debía de parecer que es mi primera es, no debiéndose notar mi fetichismo por algunas prendas. Luego tras mucho escucharle insistir, acabe por ceder, fingí ignorancia hacia estas prendas, simule representé mi papel a la hora de colocarme esas braguitas, ese sujetador, tanga y zapatos, pues no deseaba más prenda alguna. Luego, toco pintarme desde las cejas, pasando por labios, colorete hasta las uñas tanto de manos como de pies. Finalizando por esos últimos retoques tan femeninos, como pendientes, anillos y algunas pulseras, y poco más. Nada más verme transformada, me soltó…

“No vez, lo has conseguido, vas a ser tu quien deje de contratar señoritas de compañía, ¡pues con tal semejante hembra para que buscar a otras… uuummm!!”. Y lógicamente sabemos cómo se acaba. Un buen revolcón que cuando me nos te lo esperas, me vi practicando un 69 con él, notando como sustituye sus dedos por el miembro de otro… uuuffff!!. Sección de sexo de lo más placentera, dejándome desfallecido y sin fuerza, dejándome dolorido y empapado en sudor. Me dejan descansar en aquel lecho de perversión, quedándome en medio de estos dos machos, mientras estos ríen al tiempo que se fuman un cigarro. Pegándose a mí de vez en cuando, restregando sus pollas pringadas y semí erectas, haciéndome sentir sus deseos de continuar a pesar de estar rendidos. Llegando a escucharle a este a mi progenitor…

“No sabía que te gustaran los afeminados, no te había tomado por esto”. Respondiéndole…

“Él no es un afeminado, y aunque lo parezca menos aún es un trávelo, simplemente tiene un problema con sus cromosomas y se manifestaciones de esa forma”. Ríe mientras me mira, acabando por responderle…

“Uuuffff!!... pues menudo cuerpo que tiene, ahí echado marca un culazo que no veas”. Vuelve a reír y propone a mí progenitor…

“Bueno, pues tendremos que aprovecharlo, podríamos quedar un día con los chicos y que venga vestida de zorra, vamos a darle lo que se merece a esta maricona”. Cosa que hicieron… uuummm!!. Recuerdo que quedamos para un sábado, día que me acudí en compañía de mi progenitor, echándole huevos o al menos lo que se apreciaba, fui como una mujer pues deseaba verme como tal desde que entrara por la puerta. Acudí con esta apariencia a la casa de donde vivía uno de ellos, vivienda que se encontraba en la urbanización residencial de la Moraleja, residencia que se encontraba en el municipio de Alcobendas, Madrid. Allí nos dio la bienvenida el dueño, una persona con clase y distinguida, el cual mientras nos hizo pasar no dejo de magrear mis nalgas hasta que entramos en su casa. Persona que nos hizo saber que podíamos comenzar los tres, no esperando a sus otros amigos, amigos que me informaron que podrían ser dos o quizás tres. Me soltó como si supiera de que iba todo…

“¿Dónde quieres comenzar, dentro o fuera?”. Siendo German quien le respondió, mientras me decía…

“Ve poniéndote cómoda”. Pero aun con la experiencia que poseía, no me veía como una escorts o prostituta, no sabiendo cómo debía de actuar, pues era mi primera vez, iba de ignorante y más cuando te dice… “Ve poniéndote cómoda”. Fue ese mismo hombre quien me pregunto, mientras me daba una copa con licor…

“¿Cómo debemos llamarte?, tendrás un nombre al menos… no!” Acabando por responderle…

“Me suelen llamar Alba, nombre que me pusieron por el cine X”. Fue decir mi nombre y comenzar, me hizo levantar y rodearme con sus brazos, acariciándome cuello, espalda, nalgas e incluso muslos… uuummm!!. Intentándome besar… digo intentando porque rehuí sus labios, pero este continuo por mi cuello… ooohhh!!, viendo que me estremezco tanto como una chica, mientras no deja de besar y lamer mi cuello, comienza a desvestirme… uuummm!!. Comenzando por la chaqueta, continuando por mi camisa, dejando caer mi falda, siguió por el sujetador, prenda que nada dejar mis pequeños senos al aire, este sorprendido se dirigió con rapidez hacia mis pezones, chupando con fuerza e incluso mordiéndomelos… ooohhh!!.

Cuando me doy cuenta, me había dejado como toda una prostituta, dejándome las medias de liga, el corpiño, mi tanga y zapatos, pues no permitieron que me los quitara… uuummm!!. No dejaron de alabarme, no dejaron de darme cariño y amor mediante caricias y besos… ooohhh!!. Estaba claro que deseaban ponerme muy a tono, más aún cuando me dieron de beber mi segundo cubata, incluso recuerdo que me dieron a oler de un pequeño botecillo, aroma que llego a marearme un poco. En un momento dado, me vi rodeada de tres hombres, el dueño que ni se me presento, el amigo de German que propuso esa Kedada y claro está, German. Estos no dejaron de acariciar mi cuerpo, no dejaron de magrear cada centímetro de mi facciones, no dejaron de comerme los pechos, pues debo decir que eran los del tamaño de una chica de catorce años, estos devoraban mis pezones y nalgas… aaahhh!!.

Cuando mis manos buscaban sus pollas que aún estaba dentro de sus pantalones como que me las apartaban, acabando por ceder uno de ellos, mientras el dueño recuerdo que arrodillado a mi espalda, no dejaba de magrear mis nalgas… mmm!!. Separaba mis glúteos, escupía y deslizaba su lengua por entre estos… ooohhh!!, soltando yo un grito de placer entre gemidos… uuuffff!!. Soltándome este…

“Joder, mira como tiene el coñito, ¡todo rosadito… uuuhhhh!!”. “Menuda nenita ésta echa, pero hoy cuando te vayas saldrás echa toda una mujer”. Recuerdo esa primera vez a la perfección por lo que género, no solo por ser mi primera que fue bajo techo, sino que fue en regla y como Dios manda, pues no es lo mismo hacer grupal en cruissing o bajo techo y de aquella manera. Pero bueno, no me enrollo más y continuo…

Cuando estos sacaron sus pollas fuera de sus pantalones, debo decir que, si me parecía buenas pollas la de German o su amigo, más impresionada me quede con el tamaño del dueño. Sin que me dijeran nada, cogí y me puse en cuclillas, llevándome el miembro de esté a mi boca, chupando su glande con espero y mucha dedicación… ooohhh!!, mientras este me acariciaba mi nuca… uuuffff!!. German y su amigo me acariciaban y se masturbaban, esperando su turno, cosa que hice a los pocos minutos, pero eso sí, no solté el pollón de este, no deje de masturbarlo, pues menudo ejemplar era… uuummm!!. Tragándomelo al completo, jugando con sus genitales y tronco, ¡sacándomela para intentar introducirme ambos glandes… ooohhh!!, cosa que me fue imposible claro está, pero este detalle gusto ha los presente, pues creo recordar que el amigo de German me soltó…

“Coño que golosa, como acapara… ja ja ja”. Dejando ambas y dedicarme a la polla de su amigo, agradeciendo el piropo que me había soltado. Tragándomela por completo, deslizando la yema de mi lengua desde su glande hasta sus huevos, ¡recorriendo su venoso tronco mientras este gemía… aaahhh!!... uuummm!!. Sacándomela y tras tomar la polla de German, acabando por metérmela en la boca, pues sus glandes sí que me cabían en la boca, quizás fueron las ganas o eso que no me dejaron de que oliera, eso que me daban ganas de desear introducírmela hasta los cojones en la boca… aaahhh!!. Recuerdo que estaba fuera de sí, no dejando de masturbarlas, teniendo una en cada mano mientras me comía una tercera, llevándome incluso un susto al ver una cuarta, pero momentos como esos, como que me da igual si es una como si son diez más… uuuffff!!.

Pero aquellos halagos y piropos fueron convirtiéndose por momentos en insultos y menosprecio, momentos en que te das cuenta que cuando cambias de polla, me doy cuenta que estos están ya desnudo, preparado para lo que me toca, cosa que en verdad deseaba… aaahhh!!. Fue en un momento dado cuando haciéndome levantar, me llevaron a un dormitorio enorme, cuya cama solo lo había visto en películas. Estos me hicieron saber que me pusiera en posición de perrito, mientras noto como me despojan de algunas prendas más, prendas que fueron tanto el liguero como el tanga. Prenda que hizo que sintiera como mi pequeño miembro colgara, miembro que para nada mostraba signos de excitación, y que en otras Kedadas acabaron por ponerme lo que ellos llamarón…

“Esto es un cinturón de castidad”. No siendo otra cosa que una especie de jaula de metal para introducir mi miembro, evitando de esta manera que tuviera erección alguna, cuya llave la llevaba mi progenitor, pero bueno ya os diré más adelante como me fue.

Hay a cuatro patas estaba yo, estaba muy excitado, pues, aunque no es una sensación nueva, me resultaba excitante y morbosa. Me vi con dos tíos delante y otros dos detrás, delante era German mi progenitor y el dueño de la casa, donde más tarde me entere que se llamaba Raúl, digo más tarde porque no estaba la cosa para presentaciones, tampoco soy persona de preguntar, ya que me gustan cuando menos sepa de los demás mejor. Bueno sigo, a estos dos les comí la polla como Dios manda, disfrutando sobre todo del pollon de Raúl, chupándosela con dedicación, ¡dándole lengua a su glande y mirarlo mientras deslizaba mi lengua por sus veintitrés centímetros hasta sus genitales… uuummm!!, mientras German miraba y esperaba su turno. Detrás estaba el que realizo esta kedada y ese otro integrante, maduros que se dedicaron a comerme el culo y dilatar mi orificio con sus dedos… ooohhh!!. Llegándome a soltar…

“Mira… mira… uuummm!!, ya se le ve los labios vaginales de su coñito, mira que rosita los tiene… ja ja ja”. Chupaba esos dos miembros cuyos machos no dejaban de gemir y suspirar, machos que comenzaron a insultarme y menospreciarme, palabras que tanto me ponen… ooohhh!!. Mientras uno de ellos, ¡presionaba con su mano mi nuca a modo de hacerme tragar aquel pollon sin compasión… uuuffff!!, mientras otros me acariciada y magreada cada centímetro de mi cuerpo, dedicando una atención especial a mis pequeños senos y sensibles pezones… uuummm!!. Deseando lo inevitable, no siendo esto otra cosa que el ser penetrado, ¡siendo precisamente ese que me dio lengua y me dilato… uuummm!!, sintiendo su glande entrar y comenzar lentamente a introducirse… aaahhh!!... ooohhh!!. Moviéndose lentamente e ir acelerando sus embestidas…

“Aaahhh!!... uuummm!!”. “Ooohhh!!... uuuffff!!”. Aquel hombre me tenía sujeta por mis caderas mientras me penetraba, no dejaba de golpear mis nalgas, no dejaba de insultarme…

“Joder puta, ¡menudo culito tan tragón que tienes… ooohhh!!”. Cuanto excitado a no poder más, llevaba una de mis manos a mi miembro, intención que no era otra que masturbarme, uno de ellos no solo me la aparto, sino que recibí un par de bofetadas a modo de hacerme entender que no tenía ese privilegio… ooohhh!!. Aquel inhumano, cuyas embestidas endiabladas me daba, acelero haciéndome entender que pronto se correría, sádico que pellizcaba con fuerza mis pezones… enrojeciéndomelos, tirando de mis cabellos hacia atrás hasta descargar todo su semen en el interior de su preservativo, sacándola y dejando el lugar al que preparo la kedada… ooohhh!!. No dejaron que descansará mi orificio anal, no dejaron cambiar de posición, yo continúe chupando, continúe dando placer oral a esos son pollones, labios que estarían ya hinchados… uuuffff!!.

Dejando lo mejor o quizás diga mejor lo peor, cuando le toco penetrarme Raúl, cuyo pollon a pesar de estar dilatado por esas dos pollas anteriores, sentí el placer y al mismo tiempo dolor de ese enorme miembro… ooohhh!!. Me penetraron cada uno de ellos por turnos, haciéndome cambiar de posición para sus disfrutes, ya sea yo debajo y ellos con mis flacuchas piernas sobre sus hombros, como de lado… aaahhh!!. Soltándome en más de una ocasión…

“Joder como folla”. Mientras el dueño que me tenía toda dolorida, pero debo de ser sincero, ya que fueron los cuatros los que me penetraron, cuatro sementales que ya sea con ayuda o sin ellas no dejaron de darme placer… ooohhh!!. Que no dejaron de insinuarse, no dejando de decirme…

“Joder tíos, menuda hembra… a esta, ¡no debemos dejarla escapar… eeehhh!!”. Soltando otro…

“Te vamos a patentar para nosotros puta, te vamos a feminizar para nuestro antojo, y si es necesario te vamos a castrar”. Palabras que me asustaron, pero sabiendo perfectamente que eso se dice en un momento de euforia, momento de placer como en el cual nos encontrábamos… ooohhh!!. Y más aún, ¡tras estar al menos entre dos horas a dos horas y media follando… ooohhh!!. Cuya finalización no fue otra que la de ser bañado literalmente por sus corridas, dejándome echado en la cama descansando, mientras ellos se fueron a tomar una copa primero y marcharse después… uuummm!!. Os puedo asegurar que de esa casa salí satisfecho, dolorido por las penetraciones de esas cuatro pollas, cuya una de ellas era bastante gruesa en comparación a las otras tres, mientras la otra era muy grande. Esa experiencia la repetimos, no recuerdo con exactitud cuántas, pero sí que llegaron a sumarse hasta dos más, siendo yo el único juguete que debían de compartir… uuummm!!.

Pero al margen de estas inclinaciones, puedo asegurar que no se interpuso en mis estudios universitarios, menos aún en mis relaciones con mujeres, pues German se encargó a toda costa que tuviera relaciones con mujeres, no dejando que esas inclinaciones y preferencias puedan mermar en mi vida. Pudiendo decir que el transcurso de mi carrera universitaria iba bien encaminado, llevando en paralelo mis vidas, tanto la personal y como la sexual. Claro está aumente mis experiencias, estuve colmando tanto mis curiosidades como las de mi entorno, llenando mis vacíos carnales con prácticas, explotando mis virtudes y estos síntomas que pronto verían su final. Bueno, no me enrollo más, espero que os haya gustado tanto como a mí recordarla, espero vuestros comentarios. Mi email es… jhosua1974@gmail.com