El juguete de mi exnovia

Todo comenzó cuando volví a liarme con mi ex. Creía estar aprovechándome de ella y terminé siendo su juguete.

Hola a todos, me llamo Iván, tengo 22 años, mido algo menos de metro ochenta, soy de complexión delgada (aunque gracias al gimnasio, la poca carne que tengo son puro músculo) y tengo el pelo moreno y corto, y lo que voy a narrar a continuación es el comienzo del fin de mi libertad.

Era Agosto, hacía un calor asfixiante todos los días pero por las noches se estaba mejor en la calle, por lo que hacía vida nocturna.

Una noche decidí dar un paseo por un parque que hay cerca de mi casa, no tenía ninguna prisa por dormir y no tenía cuerpo para salir de marcha, así que opté por algo tranquilo... qué gran error...

El parque es bastante grande, consta de un sendero rodeado por matorrales y pinos que lo hacen bastante frondoso, un buen aislamiento de la ciudad.

Iba paseando a la luz de la luna y las pocas farolas que hay cuando escuché algo que rompió toda la magia del lugar... Parecía dos personas gritando, un hombre y una mujer... y la voz de la mujer me resultaba familiar.

Venía del pripio camino y yo, por alguna razón que desconozco, en vez de seguir mi camino o ignorarlo, me escondí entre los matorrales y avancé cautelósamente para poder ver de dónde venían los gritos.

Cuando alcancé mi objetivo los vi, en un banco, gritándose y discutiendo como si estuvieran a punto de matarse... eran una chica y un chico... pero esa chica no era una cualquiera, era mi exnovia Lucía, con la cuál estuve cerca de dos años y acabé dejando por diversos motivos, quedando ella muy dolida por ello... En estos momentos debería tener 23 años, y seguía tal y como la última vez que la vi. Pelo moreno, largo por la mitad de la espalda, bajita, algo más de metro sesenta, y regordita... No se caracterizaba por tener una tripa prominente, pero en su conjuto resultaba gorda. Ancha de espaldas, un poco de tripa, grandes pechos y un gran culo... aunque con poca tripa, toda la mezcla, y su escasa estatura, la hacían eso... regordita...

Y ahí estaba, discutiendo con un chico al que no pude ver bien por mi posición, pero que deducía, era su novio.

Debí llegar al final de su discusión, porque sólo alcancé a oír unos pocos gritos antes de que él se fuera y la dejara sola, sentada en el banco y llorando.

''Pues no volverás a saber nada más de mi, ¡puta gorda asquerosa!¡ Lo nuestro termina aquí y antes me echo aceite hirviendo por la cara que volver contigo!'' Fue lo que alcancé a escuchar que le gritaba el novio... o ahora, exnovio, a Lucía.

Ella se quedó sentada en el banco, llorando desconsoladamente, mientras él se iba gritando sólo.

Me quedé unos instantes paralizado, sin saber qué hacer, mi perversa y asquerosa mente me jugó una mala pasada cuando me sugirió ir a consolarla y aprovechar un poco la situación para hacer algo con esta aburrida noche... ojalá hubiera vuelto por donde había venido...

Salí de entre los matorrales y, lentamente, me acerqué a ella.

''¿Lucía? ¿Eres tú?'' Le dije, haciéndome el sorprendido.

''¿Eh? ¿Quién? ¿¡Iván!?'' se sorprendió ella al levantar la cabeza, secarse un poco las lágrimas y mirar en mi dirección ''¿Qué haces aquí?''

Continué acercándome con una sonrisa en la cara y me senté a su lado, la miré a los ojos, llorosos, se había corrido todo el maquillaje... y si todo salía como tenía planeado, no sería lo único que iba a correrse esta noche...

''Pues nada, daba un paseo nocturono, aprovechando que la noche es bonita y el tiempo es agradable. ¿Y tú? ¿Qué haces aquí, solita y llorando?'' Contesté, mientras empezaba a acariciar su mano con la mía.

''Nada, no te preocupes... no creo que te importe...'' Y apartó la mirada de mis ojos para mirar al suelo.

''Oh, no creo que si fuera nada fueras a estar aquí sola, llorando y manchando de lagrimones tu dulce rostro. ¿Has tenido algún problema con alguien? Empecé a decir, cerdo de mi...

''Dulce rostro... no me digas esas cosas, que sé que no las piensas... pero bueno... repito, no pasa nada, no tiene importancia''

''Vamos Lucía, estuvimos juntos dos años... sé reconocer cuando mientes, y ahora mismo te pasa algo grave... ¿has tenido problemas en casa?''

''No, para nada... bueno, te lo diré... tal vez me ayude desahogarme... acabo de discutir... y parece ser que romper, con mi actual novio...'' Decía mientras se le escapaba alguna lágrima ''Creo que, al igual que tú, me ha puesto los cuernos... y en vez de arrepentirse, se ha enfadado y me ha dejado...'' y aquí rompió a llorar desconsoládamente de nuevo.

''¡Dios mío! ¿En serio ha hecho eso? Lo siento mucho... Lucía, bonita, ignóralo, no merece la pena que gastes tus lágrimes con ese idiota... igual que no me las merecí yo en su momento...como tu misma has dicho, lo que necesitas ahora es desahogarte'' Y, como buen hijo de puta, la rodeé los hombros con mi brazo, la acaricié las mejillas mientras decía todo esto. ''Yo me porté como un cerdo contigo, y me siento muy mal por ello... me gustaría ayudarte a estar mejor ahora''

''Iván... para por favor...'' Quiso pararme, pero ya era tarde. Lo noté. Se ruborizó. Ya había vuelto a avivar la chispa que la hizo caer a mis pies en una ocasión, y ya nada me podría parar... ''Muchas gracasi, de verdad... me viene muy bien que estés aquí, es como si el destino hubiera querido traerte en este preciso instante a mi lado...'' Y poco a poco su voz fue tornándose dulce, sus ojos brillaron, por las lágrimas y por admiración... La había vuelto a engañar. Me daba asco, pero por alguna razón, ese era yo con ella... un cerdo hijo de puta. ''Tal vez tengas razón'' siguió diciéndome ''debería desahogarme y olvidar a ese gilipollas...'' Y dicho esto, sus manos empezaron a acariciar mi pierna con una mano y mi pecho con otra ''¿Tú me ayudarías a olvidarle?'' dijo sonriendo.

''Sábes que si... Y así enmendaré mi pasado error contigo... te hice daño y ahora te lo alivio...'' y léntamente empezó a darme besos en el cuello.

Sus besos siguieron bajando. Yo llevaba puesta una camisa negra y ella empezó a desabrochármela mientras me besaba... el cuello...el pecho...la tripa... sigue bajando...sigue bajado...me desabrocha el botón de los vaqueros...baja la cremallera... ya está... lo he conseguido...

Se paró en seco, levantó la cabeza y me miró a los ojos ''Por los viejos tiempos'' dijo, sensualmente, casi en un susurro mientras se arrodillaba en el suelo, entre mis piernas. Y acto seguido, apartó mi calzoncillo y comenzó a besarme la punta de la polla.

Efectivamente, la tenía bien dura, pues su acercamiento y mis engaños previos me habían puesto bastante cachondo. Ésta era mi meta, su boca. Recordaba de gran agrado su boca comiendo mi polla y quería volver a sentirla.

Sus besos incrementaron, la punta, el tronco... Sacó su lengua y empezó a pasearla a lo largo de mi miembro... primero la puntita, luego entera...

Me agarró el rabo con una mano, empezó a pajearme léntamente y, con mucho cuidado, introdujo mi capullo en su boca. Me sentí morir... esa cálida boca, esa saliva, su lengua jugueteando con mi punta... hacía movimientos circulares con la lengua mientras me masturbaba despacio con la mano... Cerré los ojos...

''Oh dios mio, Lucía... casi lo había olvidado...'' (mentira)

''Disfruta mi macho, disfruta...echaba mucho de menos tu carne...'' y siguió con su trabajo...

Seguía masturbándome léntamente hasta que comenzó a comerse toda mi polla al ritmo de su mano. Bajaba y subía, una y otra vez. Oía el chapoteo de su saliva. Me recorría con su lengua... succionaba de vez en cuando, absorviendo su propia saliva y los flujos que iban saliendo de mi...

''Estoy más que listo... ¿quieres ir al tema?'' Le dije, con dificultad, por que el placer que su boca ocasionaba sobre mi polla me impedía concentrarme en lo que decía... pero ella no dijo nada, no abrió los ojos. Siguió centrada en comerme la polla, como una fiera descontrolada, no podía hacer otra cosa que no fuera meterse mi rabo en la boca y sacárselo, masturbarlo, lamerlo, succionarlo... no le di importancia... Si no quería follar, pues una mamada para mi de la mejor boca come pollas que he probado nunca.

Pasaron unos minutos y ella cambiaba de velocidad, movía la lengua de formas diferentes, de vez en cuando se sacaba mi miembro para lamerme los huevos, para darle besos, para tragar la saliva acumulada y poder estar libre para continuar... y empezó la cuenta atrás, noté que me iba a ir.

''Lucía, mi amor, me voy... me corro...sigue...si...sigue...''

Aumentó la velocidad...era como si no fuera a terminar nunca de comerme la polla.

Y llegó. Noté cómo iba subiendo por mi tronco un río incontrolable de semen... debo decir que en ese momento llevaba ya un par de meses sin follar y un par de semanas sin masturbarme, por lo que la cantidad ahí acumulada debía ser impresionante.

Lucía solía sacarse mi polla en el último momento y apuntaba fuera. Núnca se había tragado mi semen, ni siquiera me había corrido en su boca... pero esta vez era diferente... No parecía dispuesta a separarse de mi polla jamás.

Subió su boca hasta mi capullo y empezó a estimularlo con la lengua, igual que al principio de la mamada, pero al doble de velocidad... mientras que con su otra mano, me masturbaba a una velocidad impresionante... yo me venía... no podía controlarlo más... se acabó el gozo de esta felación, llegaba el momento de mi explosión...

''Ah... si...si...toma Lucía...toma mi...ah...aaah'' Fue más o menos lo poco que alcancé a decir...

Ella seguía masturbándome y succionando... jugando con su lenga mientras me corría en el interior de su boca... un chorro...dos...tres...creo que estallé hasta 6 veces en su interior...ella no dejó de masturbarme en ningún momento...incluso noté cómo succionaba para tragarse toda mi leche... incluso después siguió comiendo de mi rabo como si quisiera sacar semen de donde no lo había...cuando mi polla perdió su direza, seguía en el interior de su boca...

''Lucía...Lucía...amor...ya puedes...parar...que ya...he...terminado...'' Dije, complacido y jadeante...

Pero ella se limitó a mirarme... no era una mirada sexual... no era una mirada de amor... era una mirada de odio... me miraba como si quisiera fulminarme... y entonces e,pecé a sentirme mareado... sin fuerzas... no entendía que estaba pasando.

''¿Lucía? ¿Qué te pasa? ¿Por qué me miras así?'' Decía, mientras ella seguía con mi polla en la boca.

''Bien, creo que ya está'' Dijo de pronto. ''Con esto debería valer...'' Y empezó a reir.

Yo no entendía nada, pero de pronto las fuerzas terminaron de fallarme. Lo último que vi antes de desmayarme fue la visión más extraña que había tenido hasta ese momento. Lucía, mientras se reía, iba haciéndose cada vez más grande... o yo más pequeño... Antes de cerrar los ojos definitivamente, sentí cómo algo me agarraba todo el cuerpo y me levantaba del suelo... justo antes de sumirme en la oscuridad... Sólo podía oir la risa de Lucía... una risa victoriosa... malvada... siniestra...


No tengo ni idea del tiempo que pasé dormido, pero cuando abrí los ojos me encontraba muy desorientado.

Miré a mi alrededor y el lugar empezó a resultarme familiar... y a la vez desconcertante...

Me encontraba en una estancia gigantesca, unos techos que debían superar los 20 metros de altura... un par de ventanas que deberían tener al menos 5 metros de alto y acho... ¿qué lugar era este, que tanto me sonaba y tan nuevo era para mi?

En ese momento, un portalón casi tan alto como la estancia entera se abrió, y lo comprendi todo.

No era una habitación de 20 metros... era la habitación de Lucía, quien acababa de entrar por la puerta... pero era como un gigante... me miré bien... y miré los objetos que había a mi alrededor... me había convertido en un enano del tamaó de un Action Man, o incluso menos... no debía llegar a los 30 cm de altura...

''Buenos días mi juguete... ¿Has dormido bien?'' Era Lucía gigante quien me hablaba... su voz retumbaba en mis diminutos oídos... '' Sincerament,e me da igual tu respuesta. Bueno, no se si lo habrás podido deducir con ese cerebro tan pequeño que tienes ahora, pero, como puedes ver, ahora yo soy gigante y tú eres diminuto. ¿Querías enmendar el daño que me hiciste?Ahora podrás hacerlo... ahora eres mío, y podré hacer contigo lo que quieras. No voy a explicarte cómo, pero desde que me dejaste he alcanzado un poder desconocido por muchos humanos... el control absoluto de la mente...y del cuerpo de aquellas personas a quienes logre dominar... y esa estúpida mamada ha supuesto tu perdición. Ja ja ja ja'' Empezó a reirse como una loca.

No sabía qué hacer, qué pensar, cómo sentirme. Todo esto era absurdo. Un mal sueño... pero aquí estaba... mientras no me despertara de esta pesadilla, era el juguete de mi exnovia... la cuál parecía guardarme bastante odio y rencor...

''Descansa esta noche, Iván, mañana voy a enseñarte tu nueva función en este mundo y conviene que estés preparado para lo peor...'' Diciendo esto, se acercó a mi, me agarró con una mano y me llevó hasta una pequeña jaula. '' Este es tu hogar ahora. Buenas noches'' y diciendo esto me lamió de abajo a arriba, tal y como había hecho con mi polla en el parque. Acto seguido me metió en la jaula, cerró la puertecita y sefue...

¿Qué iba a ser de mi a partir de ahora? ¿Es una pesadilla? ¿O de verdad me toca pagar por haber sido un hijo de puta con ella?

Continuará


Hola a todos, ante todo, muchas gracias por leerme. Este es mi primer relato en esta página que llevo siguiendo desde hace unos años...

Es una extraña fantasía de macrofília y microfília (Dos temas muy interesantes que tienen poco lugar en esta página), mezclada con control mental y dominación... En este relato ha predominado el sexo oral, pero es sólamente la introducción de la historia. Espero que os guste y espero poder continuarla pronto. Gracias a todos!