El juguete de mi exnovia (2)

Continúa mi nueva vida como juguete de mi exnovia Lucía. En mi primer día, mi ama me da una lección de lo que me espera a partir de ahora. Una historia de Control Mental, Dominación, microfilia/macrofilia.

Descansar... nunca podría volver a descansar.

Allí estaba yo... Medía 30 centímetros y estaba tirado en el suelo de una pequeña jaula que podría ser de un hámster, empapado en saliva y sin poder pensar en otra cosa ''¿Qué clase de pesadilla es esta?''.

Mi exnovia Lucía me había comido la polla en aquél parque, se había tragado toda mi corrida y después de eso todo oscureció... ''juguete mío'' me había llamado... no sabía si quería saber el porqué de ese nombre, aunque me podía hacer una idea... una aterradora idea...

Seguía pensando en este sinsentido cuando entró Lucía en la habitación. Llevaba puesto un corsé rojo y negro, que ensalzaba sus enormes pechos y disimulaba un poco su tripa, y una falda larga, también negra. No parecía llevar medias debajo y para terminar, iba calzada con unas botas enormes que llegaban casi hasta sus rodillas.

''¡Despierta gusano! Ya te he dado bastante tiempo para descansar'' Dijo nada mas entrar, mientras se dirigía a la jaula en la cual yo estaba tumbado, la abría y me agarraba con una mano. ''Hoy es tu primer día de trabajo''. Añadió, guiñándome un ojo y dedicándome una sonrisa.

''Lu...Lucía...'' Empecé a decir yo, que no había abierto la boca desde que había empezado la pesadilla. ''¿Qué me has hecho?''

''Pero mira que eres lento, ¿eh? A ver, ¿qué crees que te he hecho? Pues te he reducido al tamaño de un muñeco, por supuesto. No voy a explicarte cómo funcionan mis extraños poderes, pero te voy a explicar tu función actual. Verás, cuando me dejaste, me hiciste mucho daño... dejarme por que si para irte con una guarra cualquiera cuando yo estaba enamorada de ti... y en más de una ocasión, abusar de mi amor por ti para volver a usarme de juguete sexual... tal y como intentabas hacer anoche...'' Me había calado por completo... me empezaba a dar asco por haber sido así con ella.

''Yo... lo siento... no quería hacerte daño...''

''No te preocupes, ahora vas a tener la oportunidad de recompensarme'' Me situó en frente de su cara, para que pudiera verla bien. Enorme...gigantesca...dominante... me sentía insignificante en su presencia... y pensar en todo el mal que le había hecho... me estremecí al pensar en ello. '' Bueno, hoy vamos a ver una regla básica, Iván. Tú eres mío y harás lo que te ordene, te guste o no. Si me obedeces, tendrás pequeños premios, si me desobedeces... imagina... serás castigado... Piensa en esto. Yo tengo el poder de reducirte a este tamaño, también de devolverte tu tamaño real. Así que se bueno y tal vez algún día me interese que vuelvas a ser normal.

La simple idea de recuperar mi tamaño me hizo querer servir a Lucía cuanto hiciera falta.

''Com...comprendido, Lucía''

''¡Mal!'' Me gritó de pronto ''No me interrumpas. Otra de las reglas es que no hablarás si yo no te lo ordeno, y cuando te dirijas a mi, lo harás llamándome ''Mi ama'', porque eso es lo que soy, ¿lo has entendido?''

Perplejo, aunque no puedo decir que me sorprendiera aquello, contesté '' Si... mi ama''

''Veo que lo has pillado rápido. Bien, vamos a ver qué puedes hacer como juguete...Lo primero, lo que te queda de ropa, fuera.'' Y dicho esto, me desvistió como a una muñeca.

A continuación se fue hasta la cama, donde se sentó con las piernas abiertas, se echó hacia atrás y se tumbó. Me colocó a su lado y dijo ''Ahora eres diminuto, pero te doy una oportunidad para darme placer... Ya sabes cómo. Si lo haces, te permitiré recuperar tu tamaño esta noche''.

Me asusté. Me imaginé a lo que se refería... placer... pero si no podía hacer nada con este tamaño tan insignificante... pero por otra parte... mi tamaño... esta noche... Si todo salía bien, podría huir de allí y no habría sido más que un día de pesadilla... todo acabaría esta noche...

''Si, mi ama''. Dije mientras intentaba trepar por el corsé y me dirigía a sus enormes pechos. Normalmente eran unos pechos grandes... pero con mi tamaño, eran auténticos monumentos... eran gigantescos... tuve que trepar con cuidado para ponerme en la cima. Me enterré un poco en el corsé de Lucía y me dispuse a lamer, con mi diminuta lengua, su pezón.

Era enorme... solamente el pezón, para mi tamaño, era más grande que un balón de fútbol.

Lo rodeé con mis manos y empecé a besarlo... Al instante me di cuenta de que era inútil, no debía estar sintiendo lo mas mínimo... me dispuse a lamerlo. Recorría su pezón con mi lengua, de arriba a abajo, de abajo a arriba, a lo largo ya a lo ancho, mientras, por inercia, lo acariciaba y lo apretaba un poco con mis manos.

''No está mal, gusano, pero no me vas a dar mucho placer así... tal vez tenga que reducir aún más tu tamaño por desobedecer una orden directa''.

Aceleré, apreté más su pezón, no podía imaginar ser todavía más pequeño.

Era inútil... era demasiado pequeño como para estimular debidamente su pezón... ni siquiera podía pellizcarlo, no hablemos de acariciar un pecho entero... bien, me desenterré del corsé, miré hacia su cara y me arrodillé '' Ama, por favor, deme otra oportunidad de satisfacerla''.

No me dijo nada, pero hizo un gesto de aprobación, por lo que me levanté, me di la vuelta y empecé a bajar sus pechos... de ahí recorrí su tripa... El suelo por el cuál yo caminaba crecía y encogía al ritmo de su respiración... Y entonces llegué al final del camino. El corsé terminaba y empezaba su falda negra... Mi diminuta nariz ya percibía un olor característico... Continué caminando, la falda iba cediendo, pues ya no había nada sólido bajo mis pies...cuando llegué a la altura de sus botas, me di la vuelta y me introduje entre sus enormes piernas...

El olor del que hablaba, como no puede ser de otra forma, era su coño. Dicen que el coño de una mujer huele a pescado. Había conocido mujeres cuños coños no olían a nada en especial, pero el de Lucía era diferente... desprendía un olor fuerte...muy fuerte... Tanto que empecé a marearme.

Seguí acercándome, pensando cómo hacer para darle placer a un coño tan grande... Cuando estábamos juntos, la había producido grandes orgasmos, pero penetrándola con mi polla de 17 centímetros... bueno, 17 cm antes, ahora debía medir milímetros...

''Empiezo a aburrirme... no se qué estarás haciendo por ahí, pero como no cumplas con tu orden, voy a castigarte, y cuanto más me aburra, peor será tu castigo''

No podía dudar. Seguí caminando... y finalmente me encontré frente a él. El coño de Lucía... La muy guarra sabía que esto iba a pasar y no se había puesto bragas. Su coño desnudo, tal y como yo lo recordaba, tenía abundante vello y su olor me daba náuseas... En el pasado se lo comí una vez y me costó la vida reprimir las arcadas que me ocasionaba su olor... no se si será la higiene o qué, pero así era.

Me aproximé con sumo cuidado... tratando de respirar por la boca para no percibir su olor al máximo y me dispuse a lamerlo.

Lamí los labios de su vagina, los húmedos labios de su vagina, con una lengua diminuta de escasos milímetros.

Utilicé mis manos para recorrer sus labios de arriba a abajo. No me había dicho nada más desde su última advertencia, y de hecho parecía que respiraba hondo, como concentrada en lo que le estaba haciendo, así que continué.

Me arriesgué un poco más y empecé a acariciar de arriba a abajo el interior de su vagina... Tan profundamente como mis brazos daban de si. No me atrevía a lamer más allá de los labios, pues me seguía mareando.

Estuve así un rato, intentando estimular su clítoris como malamente podía con este cuerpo y no dejaba de lamer la parte más superficial de su vagina.

Se me hizo eterno, su respiración se agitaba y sus piernas hacían amago de cerrarse y volver a abrirse al ritmo de su respiración.

En un momento dado, noté cómo se incorporaba, se sentaba. Su coño se alejó de golpe de mi y creí que había ganado. Había sufrido náuseas por un rato, pero ya estaba todo conseguido. Ahora solo faltaba esperar a que me devolviera mi taaño.

''Menudo inútil, ¿así querías darme placer? Buen intento, pero veo que tendré que terminar yo''

Apartó su falda de mi cabeza y me cogió con una mano. ¿Qué había pasado? ¿Qué estaba mal?

''Está claro que si quiero que seas un juguete útil, tendré que usarte directamente. Mides unos 30 centímetros, es un tamaño más que apropiado...''

Apropiado...¿para qué? Me imaginaba una cosa pero quería creer que me equivocaba...

Pero no era así.

Se volvió a tumbar, esta vez sin soltarme, y, sujetándome por las piernas, me acercó de golpe a su coño. Su olor volvió a entrar por mi nariz de golpe y sin avisar, pero era la menor de mis preocupaciones.

Cuando alcé la mirada, pude ver como se disponía a restregar mi cabeza por sus labios vaginales.

''Ah, si... esto es otra cosa... saca la lengua, juguete. No hará mucho, pero me gusta la idea de que te lo ''comas'' de lleno. Ja ja ja''.

Aterrado y mareado, saqué la lengua como me dijo. Me restregó contra sus labios un rato, y su sabor seguía impregnando mi boca y su olor invadía mi nariz.

Poco a poco iba haciendo más presión... y poco a poco iba oscureciendo todo... no me lo podía creer... pretendía penetrarse...usando mi cuerpo entero, como si fuera un consolador...

Mi cabeza y hombros ya habían entrado en su coño... aquí el olor y la humedad se intensificaban de una manera aterradora... Como un consolador... por eso me llama juguete...

Cerré los ojos y traté de pensar en otra cosa, pero resultaba imposible...estaba mediéndome en su coño...ya había metido hasta la cintura... y ahora hacía distintos movimientos con mi cuerpo. De arriba a abajo, en círculos... me sacaba la mitad de lo que había metido y lo volvía a meter, y esto último lo repitión una vez...y otra...cada vez con más ganas...cada vez entraba con mayor violencia en su interior... Seguía sin abrir los ojos, pero también sin cerrar la lengua... Era el sabor más fuerte que nunca antes había invadido mi boca.

La oía gritar y gemir...ahora si parecía estar gozando... espero que al menos cumpla lo prometido.

Las paredes de su coño se estrechaban y se ensanchaban al ritmo de sus gemidos, al tiempo que se humedecían más y mas... pequeños chorros de flujo iban brotando de su interior, empapando mi cuerpo, inundando mi boca, haciéndome toser y casi ahogarme.

Mi cuerpo seguía entrando y saliendo de su interior una y otra vez, una y otra vez...debo reconocer, que la situación, aunque espeluznante y algo asquerosa, me puso cachondo.

''Si...si...bien juguete...así si funcionas bien...ah...si'' Gritaba ella mientras se penetraba conmigo. ''Bien...bien...ahí está...tu premio''

Al decir esto me metió de golpe, hasta las rodillas, casi todo mi cuerpo estaba metido en su coño, que se convulsionaba en violentos espasmos, se estrechó peligrosamente hasta que, con un grito de placer muy prolongado, se ensancharon de nuevo las paredes de su coño, seguidos por un auténtico río de fluidos que provenían de su interior. Intenté aguantar la respiración y mantener los ojos y la boca cerrados, pero la presión a la que salían fue tal, que no pude mantener lo último.

Salvajemente salí disparado de su interior, mientras en mi boca entraban sus flujos sin descanso. Tragué aquél amargo y asqueroso líquido como si me ahogara en el fondo del mar...

Entonces paró. La tormenta cesó un instante y pude sentir que estaba fuera.

La pesadilla había terminado... estaba mareado, sentía ganas de vomitar, olía fuerte, muy fuerte... y mi boca sabía a ella...a sus líquidos...que sabían igual de fuerte que olía su coño.

Tirado sobre la cama, empapado de flujo vaginal, tosiendo y procurando no vomitar, pude escuchar a la puta de Lucía gimiendo más y más... su respiración iba calmándose y parecía terminar ya con sus explosivos orgasmos.

''Increíble... gozo más con todo tu cuerpo que con tu polla en el pasado... Espero que te haya gustado la experiencia''

No dije nada, estaba demasiado ocupado intentando no vomitar.

'' He dicho, que espero que te haya gustado la experiencia, ¡gusano!'' Repitió con un tono de enfado tal que me encogí como un animal asustado.

'' Por supuesto, mi ama... me ha gustado la experiencia''.

''Así me gusta. Bueno, en ese caso, podríamos repetirla después''

''Pero...ama... me dijo que me devolvería a mi tamaño'' No podía creerlo... repetir ese infierno...

''¡Silencio! ¿Quién te has creído tu para decirme lo que debo hacer y lo que no? Te devolveré tu tamaño si me da la gana. Igual que te utilizaré de consolador si me apetece. Demasiado amable estoy siendo contigo, escoria. Es la hora de comer, así que lame y cómete lo que queda a tu alrededor y te devolveré a tu jaula.''

Llorando desconsoladamente hice lo que me ordenó mi ama... reprimí todas mis náuseas hasta tal punto que acabé disfrutando un poco de su sabor, hasta el punto que me volví a poner cachondo mientras saboreaba los fuertes fluidos de Lucía.

''Muy bien, veo que vas aprendiendo. Y parece que te ha gustado, ¿eh? Eres un asqueroso cerdo. No mereces otra cosa que lo que tienes. Ser un juguete, un esclavo de mis placeres. Te voy a meter de nuevo en tu jaula. Esta noche hablaremos sobre tu castigo o recompensa, tengo que pensar qué te mereces, pues aunque haya gozado como una perra con tu cuerpo, tú no has hecho nada para darme placer. Reza por que no tenga un mal día que pagar contigo. Ja ja ja''.

Volvió a reír, mientras me depositaba en mi jaula de nuevo.

La hora de comer... miré el reloj... llevaba unas horas en este estado... y aunque había sentido gusto en su coño y comiendo sus corridas... ¿Cuánto más iba a tener que aguantar así?

Acabé tal y como empecé, tirado en una jaula para hámster, despojado de toda mi dignidad, de toda mi libertad, de mi ropa... y empapado, esta vez de flujo vaginal... ¿Qué ocurriría a continuación? ¿Qué podía ser peor que esto?


Muchas gracias a todos, de verdad. Espero que os guste la historia.

Siempre he sido fanático de los relatos de macrofilia, pero en esta página solo he visto dos historias que la contuvieran, y en ninguna la mujera era la gigante, lo cuál me parece muy erótico.

Si alguien tiene alguna idea o sugerencia, me encantaría leerla que será bien recibida y me ayudará a no caer en la repetición a lo largo de la historia.

(PD: Se echa en falta la continuación de ''La humillación de Ligia'')