El Juego para beber.

Dominación light y algo de exhibicionismo.

Antes de empezar el relato una pequeña descripción del grupo. Somos ocho amigos que siempre salimos juntos, amigos de toda la vida, cada uno con sus cosas pero todos bastante liberados sexualmente. El grupo lo formamos 4 parejas, de las cuales una de ellas es lésbica. Pepe y Lorena son los más recatados, una marcada educación cristiana. Él es un chico bastante normal pero ella tiene un morbazo increíble, bajita, ojos azules y grandes pechos, además esa cara de inocente que nos suele poner tanto a los hombres. Paula y David son los más jóvenes del grupo (24 años) y los que menos tiempo llevan juntos, David es un chico fuerte, pero no el típico vigoréxico de gimnasio con unos brazos enormes y las piernas de palillo, lo suyo es de constitución y porque le encanta nadar y correr. Paula es una morena de 1,76, esbelta, pechos pequeños con piel muy morena, suele vestir con escotes y con prendas de ropa con la tela muy fina lo que hace que muchísimas veces podamos adivinar sus pezones por debajo de la ropa. Eva y Loli son nuestra pareja de lesbianas, Eva, para resumir, podemos decir que simplemente está buenísima, piernas larguísimas, pechos grandes y firmes, ojos verdes y un color de piel muy bonito, sin embargo eso no es lo que más destaca de ella, lo que destaca es su carácter abierto y desinhibido, no le importa hablar de cualquier tema y disfruta sacando los colores a la pareja “cristiana”. Loli es más recatada de carácter pero no al vestir, es lo que en España se conoce como “un poco choni”, siempre pantalones ajustados que remarcan su culazo (claramente su punto fuerte), tops blancos con la gatita de playboy, siempre con mucho escote para lucir (como ella dice) “Su 120 de pecho, que mis 6.000 euros me han costado”, todo rematado con su melena rubia y unos aros enormes en las orejas. Mi pareja es una chica morena, de pechos normales tirando a grandes, muy cachonda, muy guapa (al menos para mi) y siempre con ganas de pasarlo bien. Yo soy un chico normal, bastante alto y con las mismas ganas de pasarlo bien que mi pareja.

Lo que os voy a contar sucedió hará cosa de un par de años.

Todo sucede en una cena, una cena con varios colegas. Todo son risas, las cervezas ya se han acabado y el vino fluye rápido, de garganta en garganta, lo que hace que la gente empiece a hablar más de la cuenta. De repente Eva nota como suspiras, y se cachondea:

-Joder, casi parecen gemidos de placer.

-Nah, es que estoy cansada de las guardias. En el hospital nos tiene explotadas.

-¿Seguro que es por eso? No lo parecía. Yo diría que Toni te estaba metiendo mano por debajo de la mesa.

-Sí sí, seguro, de eso y sueño.

De todas formas no crees que la mentira haya colado porque notas el calor en la cara y te imaginas que estarás sonrosada. Me diriges una mirada medio de enfado medio de miedo pero al segundo me sonríes.

Llegan los cafés y las copas, la cosa se va calentando porque el tema, como siempre, acaba siendo el sexo. Una explica la técnica de la fregona (a lo que todos los tíos nos retorcemos de dolor ya que la mayoría pensamos que eso debe ser doloroso). Alguien cree oír un móvil, pero cuando pregunta de quién es el móvil que vibra no recibe respuesta. Paula y David cuentan que lo que más les pone es hacerlo en sitios públicos, les encanta la emoción de ser descubiertos, la posibilidad de que alguien pase caminando justo al lado suyo y note lo que están haciendo.

Eva y Loli cuentan que ellas practican el intercambio de roles, a veces una domina y la otra hace lo que ésta ordena, a veces la cosa va al revés. La dominación lésbica despierta el interés de todos los chicos de la mesa que exigen saber más.

Cuentan que lo suyo es muy light, algún cachete en el culo, ojos vendados y manos atadas, salpicado con un poco de humillación verbal, se ve que les encanta decirse guarradas en la cama, contra la creencia general de los chicos no disfrutan especialmente follándose con grandes vibradores lo que es una pequeña decepción.

De repente das un botecito y se te escapa otro gemido. Eva te mira directamente pero está no vez no dice nada. Tú intentas disimular pero tu pecho sube y baja rápidamente.

El siguiente turno es para Pepe y Lorena, reconocen no tener especiales fantasías ante lo que les cae el abucheo general, todos hacemos presión para que nos cuenten su locura, seguro que tienen alguna. Ellos afirman que no han hecho ninguna. Muchos los creen ya que ambos parecen paraditos pero Loli no deja de pincharlos...

-Muy católicos y todo lo que queráis pero seguro que alguna habéis hecho...

No hacía falta mucho más, eso y el alcohol anterior le suelta la lengua a Lorena y, ante el estupor general, dice:

-Nuestra mayor locura fue hacerlo en el WC del banquete de la boda de mi hermana.

Se oye alguna pequeña protesta por lo castúo del pecado pero Eva al rescate le pregunta:

-¿Seguro que esa es vuestra mejor anécdota?

A lo que Lorena contesta: -No me habéis dejado acabar (protesta). Nos apoyábamos en la puerta y se abrió justo cuando entraba mi abuela en el váter... A partir de ese día a mi casi no me mira a la cara pero a Pepe lo devora con los ojos....

Las carcajadas explotan y tú vuelves a gemir, mordiéndote los labios... Loli nos mira y nos dice, ¿y la vuestra? Aquí de momento todos han contado la suya... Os toca.

Te miro, me miras y así noto como me das permiso.

Saco un mando del bolsillo, lo mantengo entre mis dedos, subo una palanquita que tiene hasta la mitad y pulso el botón...

Todos escuchan un móvil vibrar (o lo que ellos creen que es un móvil) seguido de tu suspiro mientras te muerdes los labios... No dejo de pulsar el botón y tu respiración se acelera a la par que te suben los colores a la cara...

Empiezan a intentar adivinar de qué se trata, Pepe y Lorena (los "recatados") creen que tienes un móvil entre las piernas. Paula y David reconocen no tener ni idea. Eva y Loli son los que más se acercan. Dicen que tienes un huevo vibrador y que se activa por control remoto.

  • Muy bien, no es exactamente eso pero es parecido. En realidad se trata de unas "bragas" especiales, tienen un pequeño dildo de unos 5 centímetros que se introduce en el coño y una "mariposa" vibradora a la altura del clítoris. Cada vez que yo aprieto este botón (lo aprieto y tú te muerdes los labios) las dos cosas vibran a la vez...

  • Estáis como una cabra!! Seréis cachondos!! ¿Y lleváis toda la noche así?? Anda que no lo habréis usado más veces sin decirlo... Ésta fue la reacción de todos. Menos de Eva, que permanecía pensativa... Al final se decidió a hablar.

  • ¿Queréis que juguemos a algo? Solo en el caso de que Julia nos dé permiso. No será muy diferente a lo que habéis estado haciendo toda la noche pareja de pervertidos (y nos dedica una sonrisa).

No lo tienes demasiado claro, conoces de lo que es capaz Eva y no sabes qué decidir. Al final el alcohol y lo cachonda que estás hablan por ti y dices un escueto Sí.

  • Muy bien. ¡¡Camarero!!! Una botella de tequila y 8 vasos de chupitos. Os explico el juego, nos vamos pasando ese mando mágico que nos han enseñado. Cada uno lo puede apretar una vez y sólo una. El resto hemos de adivinar cuándo lo ha hecho, si lo adivinamos por los suspiros o los gestos de Julia bebe ella, si nos equivocamos porque finja un gemido bebemos todos. Si usa el mando y nadie se da cuenta nos bebemos dos chupitos cada uno. ¿Os parece bien?.

Todos parecen animados por la idea, servimos los primeros chupitos y empezamos a hablar.

Volvemos a interrogar a Pepe y Lorena sobre su pillada en la boda. Cuentan como se pusieron a tono en la cena metiéndose mano por debajo de la mesa, que la falda que llevaba era muy holgada y la mano subía sin ninguna dificultad...

Alguien aprieta el botón y tú das un pequeño salto, nos damos todos cuenta y te toca beberte el primer chupito. Lo haces rapidito, quieres seguir jugando...

Siguen contando como se fueron cogiditos hasta el baño y esperaron a asegurarse que nadie había dentro. En ese momento sueltas otro gemido y Lorena y Pepe creen que te han vuelto a pillar, lástima por ellos porque lo habías fingido, les toca beber a ellos. El mando cambia de mano.

Una vez dentro del baño creímos atrancar bien la puerta, cosa que como se descubrió más tarde no habíamos hecho. Te miro, noto como achinas los ojos pero prefiero no decir nada, ya te ha tocado beber una vez y quiero que beban todos. El/la que tiene el mando no deja de pulsar el botón y te vibra todo por dentro, aún así no dejas escapar el mínimo ruido. Acaba de apretar el botoncito y saltas:

  • Os toca beber a todos. He disimulado de puta madre...

Chupito para el equipo, de hecho, dos chupitos para el equipo.

Seguimos jugando y bebiendo, la botella de tequila ya se ha acabado y el mando ha llegado a Eva, llama al camarero para pedir más bebida y antes de que llegue le da al botón, te estremeces, ha puesto la vibración en modo máximo, no logras contenerte, el alcohol te ha deshinibido, suspiras, gimes, te muerdes los labios y abres y cierras las piernas. Cuando el camarero llega con la botella Eva apaga y enciende el mando con rapidez, varias veces seguidas, mientras le da palique al barman que tarda poco en mirarte, tú intentas con todas tus ganas mantenerte impasible, como vas medio ciega crees que lo estás consiguiendo, pero yo que te veo de frente noto tu cara roja, tu pecho subiendo y bajando y como estás a punto de correrte.

El camarero te pregunta si estás bien. Dejas escapar un Siiiiii, muuuchooo, que es bastante más explícito de lo que creías. No entiende muy bienn lo que está pasando pero se va, total nos hemos dejado un pastón y no queda nadie más en el bar (se nos han hecho las 3 de la mañana).

Cuando se va pasas una mando bajo la falda y con la mano aprietas las bragas contra ti, te olvidas de todo y de todos, en ese momento sólo existes tú y tu placer y estás dispuesta a disfrutarlo al máximo. Notas como el coño se contrae y expande, estás a punto de correrte, en ese momento Eva apaga el mando. Le suplicas que no lo haga, te guiña un ojo, sonríe y vuelve a encenderlo. Ese el punto que estabas esperando, te irgues en la mesa, con la mano aprietas los brazos de la silla y dejas que te invada el orgasmo que llevabas rato deseando...

Cuando acabas toda la mesa te dedica una sonora ovación. Eva me devuelve el mando diciendo:

  • ¿Verdad que este juego es divertido?