El juego de la soga
Dos chicos deseosos de sexo en la universidad, reconocen a una antigua compañera que asiste a la misma universidad. Juntos idean un plan para tener sexo con la chica pero todo saldrá horriblemente mal para ellos.
Luis y Tomás tenían 20 años y estaban deseosos de sexo al llegar a la universidad, tras varias semanas sin lograrlo reconocieron a una conocida del instituto que había ingresado a la misma universidad casualmente. Ella era Jessica, la atractiva líder de las porristas en aquel entonces, ambos varones habían fantaseado durante años con poseerla. Ella era una diosa, 1.70, rubia, de ojos verdes, con unas enormes tetas que no podían ser ignoradas por ningún hombre y unas nalgas gigantes.
Pero la capitana tenía un defecto, al menos para los hombres, su fascinación por golpear los genitales de los hombres con extrema violencia. Varios alumnos habían terminado en el hospital, con los huevos machacados luego de ser víctimas de las potentes patadas de la chica. Se decía que si ella pudiera cortaría con gusto los testículos de alguno algún día.
Luis y Tom, nunca habían corrido aquella horrible suerte pero deseaban hacía tiempo correrse dentro de su apretado coño. Jessica por su parte continuaba practicando deporte, esta vez en el equipo de gimnasia, se había encontrado allí con dos buenas amigas suyas Brenda y Ana Laura que eran gimnastas como ella.
Un día Luis escuchó a Jessica hablar con sus amigas de la vez que un chico de un año mayor empezó a tocar sus senos durante una fiesta, ella le permitió hacerlo y le dijo al oído que la siguiera y fueron a una zona apartada. Jessica le pidió que bajara sus pantalones mientras ella se agachaba delante de él, sus amigas la escuchaban con atención al igual que Luis sin lo notaran, el chico del relato bajo sus pantalones y se preparó para una gran mamada, pero Jessica contó con alegría como había tomado una gran piedra del suelo, levantado el pene del pobrecillo y con una mano estrello la piedra con toda su fuerza contra los colgantes huevos del varón que de inmediato se lanzó al suelo gritando y agarrando su maltrecho paquete.
Las muchachas rieron al oír el final de la historia, sin embargo Jessica se lamentó de que esos días de reventar huevos habían quedado atrás y ya no podría seguirlo haciendo en la universidad.
Y terminó diciendo –Si tan solo existiera la posibilidad haría lo que fuera por volver a castigar a un chico en sus testículos.-
Luis se alejó entonces pensando en lo que acababa de escuchar para finalmente dar gusto a sus deseos mediante un plan que iría pronto a contarle a su compinche Tom. -¿Te has vuelto loco?- Preguntó el sorprendido Tom al escuchar la idea de Luis.
-Solo tenemos que entrenar un poco para poder aguantar más que ella y entonces podremos poner nuestros rabos en esas tetazas.- Argumentaba Luis intentando convencer a Tom.
- Seguro que aceptará y al ver que no lo logra de inmediato podremos hacerle lo que queramos, ¿Además, en todo caso que es lo peor que puede pasar? Estoy seguro que todo lo que dice sobre “castigar” huevos es solo pegarnos una patada y vernos sufrir un rato.-
-Piensa en ese culito carnoso y esas tetas redondas, piensa en poder correrte dentro de su boca.-
Terminando de decir esto Tomás acepto gustoso imaginando el buen sexo que se acercaba, la sola idea de Jessica desnuda frente a él hacía que su pene se endureciera como una barra de metal.
Días después era tarde y el gimnasio estaba vacío, las 3 chicas practicaban en la barra de equilibrio sus movimientos, al ver a los dos muchachos entrar al gimnasio les dijeron que estaba cerrado y no podían estar allí. Ellos continuaron caminando hasta enconarse con ellas en el medio de la cancha de baloncesto.
Las atletas vestían sus apretados trajes de gimnasia lo que dejaba poco a la imaginación sobre sus magníficos cuerpos y los chicos disfrutaron entonces visualmente del cuerpo de Ana Laura, una joven de 19 años de pelo negro encrespado y labios carnosos, con un busto algo pequeño pero que por el contrario tenía unas nalgotas apetitosas en las que Luis sintió deseos de hundir su cara y además unas piernas fuertes con las que podía realizar las más asombrosas acrobacias. Brenda de la misma edad de Ana Laura y Jessica, era delgada, de pelo castaño claro, tenía una cara angelical y unos senitos como limones pero jugosos, cintura estrecha y un culo pequeño pero levantado y firme.
Jessica reconoció a sus antiguos compañeros de preparatoria y los trató con naturalidad diciendo:- No sabía que ustedes también habían venido a esta universidad, ¿qué es lo que quieren aquí en nuestro gimnasio?-
-Hemos venido a proponerte un trato Jessica.- Dijo Tomás. Luis entonces preguntó:- ¿Dime es cierto que harías lo que fuera con tal de golpear a un chico en los huevos como lo hacías en el insti?- Jessica dudó un segundo y luego respondió.
-Bueno, no sé quién te dijo semejante cosa.-Miró a sus dos amigas con cara de reproche pero estas negaron con la cabeza.
-Pero bueno, incluso siendo cierto ¿Qué te importa eso a ti?-Pregunto la colosal gimnasta. -Te proponemos lo siguiente, usaremos unas cuerdas y ataremos nuestros testículos y cada uno de tus senos, jugaremos el clásico juego de la soga.- Dijo Luis con tranquilidad mientras las chicas lo escuchaban perplejas
-¡Estos dos están muy locos!- Dijo Ana Laura asombrada y sonriendo. –Que enfermo tienes que estar para venir aquí y proponerle a Jessi semejante cosa.-Agrego Brenda. Pero Jessica estaba muy interesada en aquella conversación y contesto diciendo: -Aja ¿Y luego qué?-Sencillo, la ralla será la misma que separa la cancha, cada vez que logres hacernos cruzar la línea podrás darnos a cada uno una patada en los testículos y si somos nosotros los que conseguimos hacerte cruzar te daremos un puñetazo en cada teta.
Al final quien aguante más gana y si eres tú dejaremos que nos golpees todo lo que quieras en los huevos. Pero si no logras aguantar y ganamos nosotros tendrás que dejarnos usar tu cuerpo como nos plazca.- Termino de explicar Luis.
Las amigas de Jessica no podían creer todo lo que acababan de oír, ambas estaban boquiabiertas. Mientras Jessica miraba de arriba abajo a los dos varones pensativa y luego de unos segundos de silencio dijo: -Acepto.- Brenda y Ana Laura no salían de su asombro. Era evidente que Jessica necesitaba desesperadamente volver a sentir unas bolas siendo aplastadas. Los muchachos habían logrado la primera parte de su plan. Tomaron algunas cuerdas y llegó el momento de atarse, Tomás y Luis estaban ansiosos por ver al aire las tetas de la joven y ella no los hizo esperara mucho bajo los tirantes de su traje de gimnasta y dejo al descubierto sus enormes tetas.
-¿A qué esperan?- Gritó la joven.- Bájense los pantalones y a amarrarse los huevos ¿O es que solo querían ver mis tetas?- Realmente ver los pechos de Jessica no era poca cosa pero ellos estaban allí por más y empezaron a quitarse los pantalones dejando a la vista de las muchachas su genitales, Luis y Tom eran chicos muy bien parecidos, hacían ejercicios y sus abdómenes estaban planos además tenían miembros de un tamaño interesante para Ana Laura sobre todo que se mojó un poco al ver los penes venosos y semierectos de los jóvenes.
Luis tenía un poco de bello en su pubis pero los testículos bien depilados mientras Tom exhibía sin pudor sus genitales cubiertos de pelo aunque recortado. Jessica comenzó a fantasear con las pelotas que tenía en frente siendo pulverizadas por sus fuertes piernas. Los chicos ataron sus testículos con una soga que cada uno sostenía por un extremo, Jessica ato cada uno de los otros extremos a sus pechos, asegurándose de que no se soltará por los tirones. Si bien ellos eran dos y ella solo una el dolor para ambos seria mayor que el de ella, así que era necesario halar a la vez para poder hacerla cruzar la línea.
Luego de comprobar los nudos se dirigieron al centro de la cancha y Brenda en medio dio la señal. Rápidamente ambos chicos comenzaron a retroceder y tanto sus huevos como las tetas de Jessica se estiraron y se enrojecían, estrangulándose mutuamente. Los tres gemían por el dolor y el esfuerzo pero estaban dispuestos a vencer por su objetivo. Los chicos han entrenado colgando pesos de hasta 3 kilos de sus pelotas pero Jessica es una campeona de primer nivel. Las dos espectadoras animan a Jessica y se burlan de lo ridículos que se ven los huevos pues cada vez se hacen más rojos y brillantes. Las peras de Jessi tampoco están normales pues se han comenzado a tornar moradas.
Los chicos no pueden contenerse más y avanzan hacia la línea, Jessica se apresura y logra que la pisen. –Punto de Jessica,- Exclama Ana Laura con alegría, los jóvenes tragan saliva, saben que ahora recibirán una patada en los testículos.
Jessica se acerca y le indica a Luis que separe las piernas y ella misma aparta la cuerda para que no le moleste. Luis obedece y respira profundo esperando que no le pegue tan fuerte. Jessica alza su fuerte pierna y en todo el gimnasio resuena un ¡PLACK! Los huevos de Luis se estrellan contra su vientre y el chico deja escapar un quejido agudo.
Sin demora la gimnasta se gira hacia Tom y esta vez alza su rodilla bien alto y luego tira su pierna hacia adelante golpeando el amarrado paquete genital de manera horizontal contra los nudos de la soga. Tom solo alcanza decir -¡Uggff!- Pero su dolor es inmenso sus huevos no tienen a dónde ir por las ataduras y una horrible sensación invade su estomago.
La rubia no les da descanso y les ordena volver a su posición. La patada ha sido más fuerte de lo que esperaban y el dolor no desaparece fácilmente. Las otras chicas disfrutan con el sufrimiento de ambos, Brenda le comenta a Ana Laura: -Si gana Jessica creo que aprovecharé para darles algunos golpes yo también, se ve divertido.- A lo que la culona responde: -Si, ya que estamos aquí aprovechemos para averiguar lo que se siente “deshuevar” a alguien-
Los muchachos se afincan con fuerza contra el suelo y retroceden para evitar volver a perder, esta vez la fuerza de ambos en demasiada y obligan a Jessica a cruzar la línea a pesar de sus esfuerzos. La gimnasta sabe que le esperan dos puñetazos en sus bellos pechos inflamados pero se para firme y con gesto de valentía y enfrenta a los chicos, el primero en pegar es Tom que le pega un puñetazo con toda su fuerza en el medio del pezón. Jessica deja salir un grito de dolor muy femenino que deja ver que no deja de ser delicada cuando se trata de sus exuberantes senos. Luis se emociona al ver el dolor causado por su compañero y le pega un derechazo a la otra teta de la joven y hace que esta se doble gimiendo y gruñendo e incluso sus bellos ojos verdes se humedecen.
Sus amigas no pueden intervenir por el orgullo de la rubia, solo les queda esperar.
–Si quieres podemos pararlo ahora y pasamos directo a la parte donde me corro entre tus tetas. ¿Qué opinas?- Dice Tom, pero la tetona responde en medio de su dolor: -Cerdos, voy a disfrutar mucho dejarles sin sus pelotas.- Los chicos no habían visto nunca esa expresión de odio, y la idea de ser castrados no era parte del plan pero lo importante es que han logrado vencerla solo deben hacerlo una vez más para ganar el juego y tener ese sexo maravilloso.
Esta vez la seña la da Ana Laura quien en compañía de Brenda anima a la rubia. Tom y Luis se separan estirando las tetas de Jessica en direcciones opuestas, la chica siente como si su pecho se abriera por la mitad sumado a un horrible dolor de senos.
Los dos varones hacen lo que pueden por atraerla hacia ellos pero sus testículos están sumamente hinchados y rojos como tomates, incluso ya tienen pequeños cortes hechos por la soga en la base de sus escrotos.
Ellos ya no consiguen aguantar el dolor y solo se quedan en el lugar, mientras que la chica deja caer todo su peso muerto hacia atrás haciendo que sus senos tiren con fuerza de los 4 huevos y tanto Tom como Luis salgan disparados hacia adelante y crucen la línea a toda. Ambos caen de rodillas pero a Luis parece haber sufrido un serio estiramiento de sus genitales y grita de dolor agarrando sus gigantescos huevos. Tom esta en el suelo y mira a su amigo sollozar. Las dos amigas celebran con entusiasmo burlándose de lo patético q se ve Luis.
Jessica más relajada les indica que se pongan de pie, Tom lo logra sabiendo lo que le espera pero Luis aun esta en el suelo agarrando sus testículos y es a él a quien Jessica se dirige diciéndole: -Si no te pones de pie te pegaré así mismo como estas.- El pobre chico la mira pidiéndole tiempo para recuperarse pero ella solo lo mira con desprecio. Las grandes aunque amarradas tetas de la chica se bambolean al llevar esta su pie a la altura de sus nalgas y desde allí como un rayo lo tira hacia adelante pegándole con todo el empeine a los enormes testículos de Luis que aun está de rodillas.
-¡AAAAAAHHH!- Es el grito desgarrador del muchacho que se lanza al suelo sujetando sus huevos llenos de dolor, da vueltas por todo el entablado y se retuerce gritando:- ¡Maldita, me los has roto! ¡Ahhh! ¡¡Mis huevos!!- Tanto Jessica como Brenda y Ana comienzan a reír a carcajadas. – ¡Jajaja, ahora sí, ahora si hiciste una tortilla!- Dijo emocionada Brenda.
Luis no paraba de quejarse y Tom le miraba asustado, sus huevos también estaban morados e hinchados y Jessica se preparaba para patearlos. Ella solo se colocó frente a su oponente y sin mediar palabra le dio un potente puntapié en los magullados orbes haciendo que el varón caiga al suelo agarrando sus testículos con un indescriptible dolor y de vueltas por el suelo, ha perdido definitivamente.
Luis parece estar fuera de combate, solo está tirado en el suelo lloriqueando con sus huevos agarrados y superhinchados. Jessica exclama:- Bien eso es todo caballero, ahora quítense las sogas y ábranse de piernas pues comenzaré a experimentar con sus cojoncitos.- Al oír esas palabras Tomás entra en pánico, siente que si sus huevos son pateados otra vez se desmayará así que cuando la ganadora se acerca , la empuja con fuerza e intenta escapar del gimnasio. Al ver esto las dos amigas de Jessica le cierran el paso pero no es necesario, él ha olvidado que aun está atado a una de las tetas de Jessica.
La chica llena de rabia por la cobardía del muchacho sentada en el piso toma la cuerda y le da un fuerte tirón , la soga se tensa y Tom siente como sus huevos casi son desgarrados de su cuerpo, cae al suelo pero su sufrimiento no termina allí pues la Jessica se ha parado y empieza a tirar de él arrastrándolo por los testículos sobre el piso de la cancha, mientras él grita de agonía. Ana Laura y Brenda se divierten con aquella escena pero es más divertido aun cuando al llegar a donde está la chica rubia esta lo recibe con un cariñoso pisotón en los testículos que le causa el desmayo de inmediato.
Ahora Tom y Luis han sido vencidos y sus genitales tienen un aspecto lamentable. Los huevos están morados por la falta de circulación tras estar atados y encima las patadas de Jessica los han inflamado muchísimo. Jessica les dice a sus amigas: -Oigan creo que me divertiré con este par de tomates un rato, ustedes pueden jugar con las pelotas de Luis si quieren.-
Las dos gimnastas con alegría en sus rostros le agradecen a Jessica la oportunidad de divertirse con el chico al que derroto primero. Así que se dirigen hacia él pero Ana Laura le pide a Brenda que busque un pomo con agua congelado que tienen las chicas en la hielera. Mientras ella se aproxima a Luis que no ha parado de sufrir por sus huevos magullados. Ana se agacha junto a él y le dice con dulzura: -¿Te duele mucho?- Él la mira con temor y le suplica que le dejen ir pues ya ha tenido suficiente y no volverá a molestarlas. Ana le dice que se calme y en eso Brenda llega con el pomo de agua helada. –Mira ponte esto sobre tus partes para que se desinflamen y luego podrás irte.-Dice la pelinegra al adolorido chico.
Pero el dolor no lo deja soportar el frio del agua congelada sobre sus pobres huevos, Ana se ofrece a mantener el pomo en posición y le pide que abra las piernas y se relaje. El obedece y se reclina cerrando los ojos. Acto seguido la chica alza bien el frasco y lo estrella contra las rojizas bolas con toda su fuerza. Luis grita muy alto al sentir el demoledor golpe y estalla en llanto al tiempo que Brenda y Ana Laura disfrutan riendo al verlo revolcarse una vez más con sus testículos entre sus manos. Jessica se ha llevado a Tom al otro lado del gimnasio, allí está la barra fija y se las arregla para atar sus manos con la misma soga con la ataba sus tetas, quedando sus brazos bien estirados con Tom de pie. Luego de asegurarse de que no podrá escapar, Jessica aun con sus tetas al aire se para frente al chico, en eso Tom se despierta y contempla a su verduga con pánico, Jessica se alegra que esté despierto y sin decir nada le propina un fuerte rodillazo en los colgantes testículos.
Mientras Ana Laura ha puesto a Luis de rodillas y lo tiene bien inmovilizado, el chico continua implorando que lo dejen ir, pero Brenda lo calla de una patada directo a su entrepierna que aplasta los testículos con violencia. Ana le anima a darle otra mientras Luis experimenta un infierno en su bajo vientre. A la primera patada le siguen otras 3 que casi lo dejan K.O., la nalgona decide soltarlo para que se sobe los hinchados. Brenda muy contenta dice: -¡Es increíble! Son tan suavecitos y frágiles, me encanta lo bien que se siente. Tienes que probarlo.-
Ana entonces lo da vuelta bocarriba y separa sus piernas mientras Brenda sujeta sus manos agachada detrás de él. La chica toma impulso e impacta los enormes testículos con un fuerte puntapié haciendo que los testículos reboten bruscamente. Él llora con fuerza al sentir sus huevos ser enviados hasta su ombligo. La chica no se detiene y antes de que los huevos regresen a su lugar los patea con su otro pie haciendo a Luis desmayarse del dolor.
Jessica ya ha dado un buen numero de rodillazos en los testículos de Tomás con sus gordos muslos que implora sollozando que le deje ir. Pero ella le dice que no lo perdonará por haber intentado huir. La tetuda agarra los amoratados y velludos huevos con sus manos y los exprime tirando de ellos hacia adelante y atrás y bamboleando al chico como un péndulo. Tom grita desesperadamente pidiendo perdón pero ella solo ve que su fantasía se ha cumplido, masacrar una vez más los testículos de un chico.
Decide ahora ir en serio y toma el pene del chico y lo levanta para que no estorbe, se agacha y ante su cara quedan unos colgantes e inflamadisimos huevos oscuros los cuales golpea con su puño cerrado con fuerza, ella lo está disfrutando mucho mientras que los testículos hacen un gracioso sonido elástico mientras son boxeados varios minutos entre los gritos de Tom. La rubia se detiene y va buscar la viga de equilibrio colocándola debajo de Tom, sus genitales descansan cómodamente sobre la viga la chica se desprende de su ropa de gimnasta quedando completamente desnuda ante el pobre Tom. Tomando su pene flácido empieza a masturbarlo vigorosamente diciéndole: -Vamos, he sido muy mala contigo pero ahora te daré un regalo.- Tom no entiende nada pero su pene está empezando a crecer dentro de la mano de la chica.
Ana Laura se ha desajustado el traje en su entrepierna dejando expuesta su vagina con sus labios menores bien carnosos como los de su boca y un pequeño monte de Venus en forma triangular, se agacha sobre la cara del Luis y aprieta su cabeza entre sus poderosos muslos colocando su coño sobre la boca de Luis, Brenda se arrodilla entre las piernas del muchacho para preguntarle a su amiga que tiene en mente ahora.
–Mira el estado en que hemos dejado estos pobres huevitos Brenda.-Dice Ana tomando las sanguinolentas esferas en una mano y acariciando el pene con la otra. -Sí, creo que están a punto de estallar.- Ríe la otra clavando una uña en los testículos. –Si no quieres morir empieza a usar tu lengua- le dice Ana estirando sus testículos hacia Brenda. –Luis comprende y comienza a lamer la jugosa vagina de la chica que tiene sobre, mete su lengua profundamente entre sus paredes y estimula el clítoris de la chica que se muerde los labios y jadea excitada ante tan perfecto oral.
Entonces decide hacer lo propio con el pene del muchacho, baja el prepucio del chico y besa el glande, lo llena de saliva con su lengua y luego introduce el pene en su boca sintiendo como crece. Brenda observa excitada también como el miembro del joven se hace largo y grueso, Ana Laura no se detiene, tanto ella como Luis están haciendo unas excelentes mamadas en este 69.
Jessica que ya ha logrado erectar completamente el pene de Tom se incorpora sobre la viga y apoyándose con una mano sobre la misma, guía el falo del chico a la entrada de su vagina sentándose sobre ella y dejándose penetrar por el chico que jadea de excitación al sentir el húmedo coño de Jessica rodeado su miembro. – ¿Esto es lo que querías? Pues disfrútalo.- Dice ella besando con sus rojos labios los de Tom sostenida sobre la barra y de la soga que ata las manos del joven.
Sube y baja Jessica como cabalgando un purasangre y Tom está experimentando un placer indescriptible al sentir los pezones parados de la chica que rozan contra su pecho con el bamboleo de su tetas. Ambos gimen de placer como lo hacen Ana Laura y Luis más allá, la vagina de ella está inundada en fluidos y el pene de él esta duro como la piedra.
Ana se saca el pene de su boca y Brenda se acerca al mismo besando la roja cabeza y luego engullendo también el duro falo dentro de su boca. Ambas chicas lamen el rabo, besándose entre ellas sin ningún pudor mientras Luis sigue lamiendo la vagina de Ana Laura encantado de su sabor. Tom está a punto de estallar de placer y le indica a Jessica que va a correrse pero esta se detiene y se pone de pie con facilidad sobre la viga.
Ella se inclina hacia adelante hundiendo la cara del chico entre sus blancas y gigantes tetas pero al mismo tiempo pisa los testículos con su pie descalzo, Tomás que había olvidado el dolor comienza a gritar enloqueció al soportar los 71 kg de la voluminosa chica sobre sus dos sufridos huevos. Para Jessica es muy divertido como los gritos del joven son ahogados en la masa de sus senos. Mientras, Luis alcanza el clímax y un enorme chorro de semen sale disparado de su glande hacia el techo bañando como una regadera a Brenda y Ana Laura que sorprendidas lamen el blanco líquido de sus caras y pechos.
Ana ahora se coloca junto a Brenda entre las piernas de Luis que no se ha recuperado aun de su potente orgasmo, ambas chicas comienzan a acariciar el venoso pene que aun palpita pero no demoran mucho en bajar sus manos hasta la base de los huevos de Luis y agarrar firmemente la bolsa que contiene ambos estrangulándolos, Luis nota la increíble presión de cuatro manos que tiran de sus testículos y levanta la cabeza para observar a Brenda y Ana Laura mirándolo con una sonrisa malvada en sus rostros.
Ambas dicen: ¡Ahora! y estiran los huevos de Luis con fuerza hacia ellas al tiempo que lo mantienen a él en su posición con sus piernas apoyadas en los muslos del chico. Luis comienza a gritar de dolor y desesperación, siente si como sus entrañas fueran arrancadas. Jessica ha colocado un pie sobre cada testículo de Tomás y los aplasta con saña contra la viga, él intenta liberarse pero todo es en vano, pronto sus huevos ya no aguantarán más.
Luis suplica:- ¡¡No por favor!!¡¡Mis huevos NOOOO!!- En ese momento se escucha como si una soga se rompiera y las mujeres logran estirar el escroto hasta las rodillas del pobre chico que siente el peor dolor de toda su vida y empieza a convulsionar hasta perder el conocimiento nuevamente. Sin duda han dejado sus testículos inservibles para siempre. Ellas ríen y juguetean con el ridículamente largo saco de huevos.
En la viga Jessica se da vuelta y coloca su culo en la cara de Tom dejando que sus gritos de dolor sean callados por su ano. Entonces alza su pie y con el calcañal aplasta el huevo derecho que se rompe haciendo un sonoro ¡CRACK!, Tom grita de agonía pero antes de perder el conocimiento siente como la chica destruye su último huevo con el otro pie haciéndolo estallar y su pene deja salir un largo y abundante chorro de semen mesclado con sangre . Jessica se asegura de uniformar la papilla que son ahora los testículos de su rival y con su pie aplasta todos los grumos dentro del escroto. Al ver el resultado ella también eyacula sobre el desmayado Tom pues esa tarde a cumplido su más grande fantasía.