El juego de la gallinita ciega

Mi prima se pone a jugar con su novio a la "gallinita ciega" pero la que se come su duro y gordo pollón no es ella sino yo.

Mi prima y yo siempre tuvimos una relación muy especial. Nos los contábamos todo, puesto que pasábamos la mayor parte del tiempo juntos. Cualquiera que nos viera tan unidos, pensaría hasta que éramos novios.

Podíamos llegar a haberlo sido de no ser por un pequeño inconveniente…¡Yo era gay, y no sentía ningún tipo de atracción hacía las mujeres!

Mi prima lo sabía desde hace años y quizás por eso yo me sentía tan a gusto con ella contándole todas mis inquietudes. Ella sabía de las ganas que tenía yo de conocer a alguien y llegar a probar a hacerlo con un tío.

Le había confesado cientos de veces lo bueno que sería el poder comerse una polla y que después te dieran por el culo con ella. Pero vivíamos en un pueblo pequeño en el que los maricones no eran algo a lo que la gente estuviera muy acostumbrada, por lo que en esos momentos yo vivía cómodamente en el interior de mi armario.

Ella sí que había tenido ya alguna que otra relación y me hablaba de sus novios con todo detalle. Sabía cosas de ellos que ni se imaginaban, pero como buen confidente nunca revele a nadie ninguno de esos secretos.

Poco a poco fuimos creciendo y sus ligues fueron pasando de los típicos adolescentes de instituto a los mozos con coche o con moto que lo único que querían de ella era poder llegar a follársela.

En el fondo envidaba su capacidad para ligar con esos tíos. Algunos de ellos eran bastante brutos y me los imaginaba follándome a mí en lugar de a mi prima.

En mis sueños me ponía a cuatro patas abriéndome bien el culete con las manos, justo cuando estaba a punto de recibir su polla.

El tío se colocaba detrás mío y apuntando con su dura polla hacía mi ojete palpitante empezaba a empujar.

¡No llevaba condón, porque conmigo no corría el riesgo de dejarme preñado!

Esto hacía que su rabo se deslizara con facilidad dentro de mi dilatado culete. Lo había entrenado a conciencia durante años metiéndome toda clase de objetos en el cálido y prieto interior mientras me pajeaba.

Mientras notaba como esos tíos me follaban en mis sueños mi cuerpo se retorcía de goce hasta hacerme estallar en una gran corrida que hacía que mi culo palpitara intentando tragarse bien adentro lo que en ese momento le obstruía la entrada trasera.

★★★

Cuando llegue esa tarde a su casa, acaba de pajearme de esa forma y pese a ello llegaba súper caliente. En esos años recuerdo como estaba deseando encontrar a un tío que me diera por el culo de una puta vez con tantas fuerzas que mi raciocinio era casi ya inexistente.

Ella, para variar me empezó a hablar de su nuevo novio, un tal José María que trabajaba en una obra como peón de albañil. Yo lo conocía de haberlo visto alguna vez por el pueblo conduciendo ese Ford Focus blanco con los cristales tintados.

Estábamos tirados sobre su cama escuchando a Dover en el radiocasete y pronto la conversación se trasladó hacía el tema del sexo.

Siempre lo hacía. A ella parecía calentarle el hecho de que yo me pusiera a tope cuando me empezaba a hablar de sus novios y de cómo tenían el rabo.

-Te encantaría ver la polla que tiene el cabrón. ¡Es grandísima y súper gorda!

Me dijo mi prima mientras abría las manos para dibujar de forma imaginaria en el aire la longitud de la polla de su nuevo novio.

Yo con los ojos abiertos como platos, la miraba y empecé a pedirle que me contara cómo era en la cama.

Pero su respuesta fue más que decepcionante.

-Apenas hemos follado un par de veces. Está obsesionado en que le chupen la polla primero y con lo grande que la tiene a mí siempre me dan arcadas, … Casi siempre terminamos discutiendo.

-¡Tampoco será tan difícil solo es cuestión de abrir la boca e ir tragando!

Le dije yo totalmente cargado de razón.

-¡Claro para ti es muy fácil decirlo! …Como estas deseando que algún tío te lo pida. Pero… seguro que si tuvieras que tragarte el enorme pollón de José Mari … se te quitaban las ganas de comer nabos de una sola vez.

-¡Eres una exagerada primita seguro que no será para tanto!

-¿Quieres que apostemos?

-¿Apostar el que?

-¡Pues el que va a ser! …¡Que no eres capaz de chupársela a mi novio sin que te den arcadas!

★★★

El plan en principio era perfecto hasta tal punto que nada podía fallar. Pero en si mismo aquello era una locura. ¿Cómo íbamos a lograr que José María no se diera cuenta de que era yo el que se la mamaba en lugar de su novia?

Yo debía permanecer escondido en una habitación de la casa de su padres que ese sábado por la tarde iba a estar vacía. Cuando ella llegara con su novio yo no me movería del sitio hasta que ella viniera a buscarme. En ese momento se supone que ya habría logrado convencerlo para que se dejara hacer la mamada.

El tiempo se me pasó volando mientras esperaba encerrado en la habitación de su hermana pequeña, pero finalmente y cumpliendo con lo prometido Mary vino a buscarme con una sonrisa maliciosa en la cara.

Nada más abrir la puerta de la habitación, coloco el dedo entre sus labios para pedirme que guardara el mayor silencio posible y yo con un gesto afirmativo la seguí hasta su habitación.

Al entrar en ella por poco me caigo para atrás de la impresión.

José María estaba tirado sobre la cama totalmente en pelotas y con el rabo empinado apuntando hacía el techo. Tenía las manos y los pies atados con unas medias a los barrotes de la cama y un pañuelo negro cubría sus ojos.

-Ya he vuelto,… ¡Y traigo la nata!

Mi prima empezó a depositar un blanquecino hilo de nata en spray por el velludo cuerpo de su novio y este reacciono al frio contacto de la nata con su piel haciendo que su polla diera un ligero respingo.

-¿esta fría?

-Un poco,… pero me gusta.

-¿Qué piensas hacer?

-Me la voy a comer toda…¿tú qué crees?

Al oírlo su polla volvió a dar un respingo y una gota de presemen apareció en la punta.

Trate de aguantar la respiración, ya que no quería que ese tiarron notara que yo estaba allí y se me jodiera la fiesta justo antes de haberla empezado siquiera.

Comenzó echando algo de nata en esos pezones cubiertos de vello y empezó a juguetear con ellos mientras los relamía.

Jose María suspiraba mientras le decía.

-¡Oh sí que bueno! …Creo que tendremos que jugar más veces a este jueguecito de atarnos.

-¿Te gusta?

-Si mucho, me encanta.

-¡Pues espérate que ahora viene lo mejor!

Agitando bien el frasco empezó a echar nata sobre su duro y largo rabo. Todo el capullo quedo lleno de un cordón blanco que lo rodeaba por competo.

Mi prima agarro la polla de la base y pidiéndome que me acercara hasta la cama dejo que mi boca empezara a lamer el grueso y palpitante capullo.

Mi juguetona lengua no tardo en dejarle el rabo totalmente limpio de cualquier resto, mientras su novio no paraba de gemir de gusto.

En esos momentos mi polla estaba a punto de reventar dentro de mi pantalón, pero no podía dejar que mi calentón lo arruinara todo. Esa posiblemente iba a ser la única oportunidad que tendría de comerme un rabo en ese pueblo y no quería desaprovecharla.

-¿Seguimos?

-¡Claro que sí!...Me encanta,… no sabes el gustazo que me estás dando cabrona.

-¿Con nata o sin nata?

La pregunta no iba dirigida a su novio. Mi prima quería saber si yo estaba dispuesto a tragarme ese rabo de una puta vez, pero fue José María el que respondió por mí.

-¡Como quieras pero trágatela hasta el fondo de un puta vez!…¿no ves que lo estoy deseando?

La mano de su novia sujetaba ese curvado rabo con fuerza mientras mi lengua seguía repasando los pliegues del frenillo.

Cuando vi como una gota de liquido preseminal parecía en la punta no me lo pensé mas y lanzándome como una fiera hambrienta me engullí el asta hasta  casi la mitad.

José María arqueo la espalda intentando meter su duro rabo todo lo que puso dentro de mi boca. Yo seguía chupándosela con ansias siguiendo los consejos que su querida novia me había dado.

Las manos de ella jugaban con sus peludas pelotas y la sujetaban de la base.

-¿Qué tal?

Le pregunto después de sacármela de la boca y acercar su cara a la mía para preguntar sin que su novio se diera cuenta del engaño.

-Me encanta,… ya sabía yo que te terminaría gustando. ¿Has visto como al final no te ahogas?,…¡Que siempre estas igual!

La mano de Mary me agarró del pelo pidiéndome que me follara la boca con esa polla y yo empecé a hacerlo. Poco a poco iba notando como ese durísimo rabo se iba adentrando cada vez más dentro de mi boca y José María empezó a suspirar con fuerza.

-¿Ves como no era tan difícil?

Mi mirada se cruzó con la de mi prima y esta me respondió con una sonrisa.

Rápidamente me subí a la cama y colocándome entre las piernas de su novio me volví a engullir la ya chorreante herramienta.

-Que bien la mamas,… vamos no pares… me … encanta….Ah siii

Saque mi lengua y comencé a recorrer el duro rabo. Dando vueltas alrededor de ese eje mientras mi lengua iba bajando acariciando el camino marcado por esas gruesas venas que lo alimentaban con su sangre.

Cuando mi lengua llego a sus velludas pelotas empecé a lamerlas. Saltaba de un huevo al otro notando como esos duros y enredados vellos que crecían en esa parte desprendían un inconfundible aroma a polla.

Las dos gordas bolas parecían rendirse a los avances de mi lengua, las veía subir ligeramente, intentando alejarse de mi boca, pero no gozaron de esa suerte.

Primero fue un huevo el que me metí con glotonería en la boca para empezar a chuparlo con fuerza y luego animado por sus gemidos me engullí el otro.

Cuando miré hacia arriba vi como esa enorme y gorda polla había vuelto a expulsar líquido por la enrojecida y dura  punta.

El liquido había empezado a caer animado por la abundante saliva que había depositado en esa polla y casi hubiera llegado a desperdiciarse si no lo hubiera llegado a cazar antes de que la gota alcanzara el vello púbico.

Fui subiendo con mi lengua recorriendo el camino inverso al que había recorrido esa díscola gota a punto de perderse para siempre y me volví a engullir el asta para asegurarme de que ni un solo gotazo de lefa se volviera a perder.

De nuevo el novio de mi prima volvió a gemir con fuerza y note como una mano en mi nuca me presionaba. Arquee la garganta todo lo que pude y me empecé a tragar más rabo del que pensaba.

Podía sentir como la palpitante punta de su capullo se retorcía de gozo en la parte interior de mi lengua.

-¡Oh sí que gustoooooo!

Lo oí decir de nuevo. Antes de abrir la boca aun más.

Baje por completo notando como esa vibrante y dura polla se curvaba ligeramente hasta ir llenando por completo toda mi boca de polla.

Al no encontrar más hueco allí dentro el rabo se curvó algo más y comenzó a penetrar en mi garganta.

-Diooooos Mary,… que bueno… que gusto ooooohhhh siiiiii,…. no la saques,…

Cuando me la saque unos instantes después creía que me faltaba el aire pero al mirar hacía mi prima esta me miraba con una sonrisa.

Los dos miramos hacía su novio y su cara de pánfilo. El pobre no reaccionaba del mucho gusto que le estaban dando en esos momentos.

-¿Por qué te paras ahora?

Pregunto de forma inocente el cabrón. Todo ese rabo brillaba como un faro y mi saliva chorreaba hasta mojarle por completo los huevos.

-¿Quieres que terminemos así?

Le pregunto mi prima.

No me hizo falta esperar mucho tiempo su respuesta.

-¡Estoy casi a punto, no aguanto ni dos segundos si te la meto ahora! …Por fi… métetela otro poquito y acabo en tu boca.

Yo volví a engullirme ese rabazo y empecé a mamar con fuerza. Notaba como la punta de su capullo intentaba tensarse y todo el rabo también, pero mi boca coartaba todos sus movimientos. La hinchazón de su rabo era cada vez mayor y sus gemidos aumentaban.

-Así joder, … que bueno, …No pares ahora, … creo que voy a cooo…

No le dio tiempo a terminar ya que antes de acabar la frase empecé a notar como algo empezaba a golpearme en el cielo de la boca. Eran como escupitajos que empezaron a inundarme de un aspero y amargo sabor. Yo seguí ordeñando con fuerza esa polla notando como toda su leche se derramaba dentro de mí.

Su cuerpo se agitaba con fuerza durante la eyaculación pero al encontrarse atado al cabecero de la cama este empezó a golpear la pared.

-Dios que gusto,… oh si joder,…

★★★

Llego asi el triste final de una experiencia que me había encantado.

Hubiera querido que ese tío durara un poco más, pero por lo visto, lo debía de haber hecho demasiado bien para ser mi primera vez.

Estuve relamiendo el semen que había escapado de mi glotona boca durante un tiempo mientras José María y mi prima permanecían en silencio, pero no tarde en notar como mi prima me agarraba del pecho para pedirme que soltara de una vez la desinflada polla de su novio y abandonara la habitación. Sigilosamente me levante de la cama para salir pitando de ese lugar.

-Al darme la vuelta vi como mi prima se acercaba hasta su novio para empezar a besarlo en la boca.

Los dos se entregaron en un fuerte morreo, mientras yo me volvía a encerrar en la habitación de mi  prima pequeña para ya por fin desabrocharme el pantalón y empezar a cascarme una paja.

Tenía los calzoncillos todo mojados por el presemen que había soltado mi polla fruto de la excitación y solo pasaron dos minutos hasta que mi rabo comenzó a eyacular con fuerza.

★★★

Continuamos con esa farsa en un par de ocasiones más.

José María siempre llevaba puesta la venda en los ojos y yo me amorraba entre sus piernas para comerme esa polla con cada vez más ganas.

Lamentablemente para mi, las relaciones de mi prima con sus novietes siempre duraron poco.

Reconozco que un día me sentí muy decepcionado cuando ella me confesó que había cortado definitivamente con él.

No volví a verlo por el pueblo durante un tiempo y poco tiempo después supe que era porque se había ido a hacer la mili.

Lo que nunca llegue a esperar es que se acordara de cuál era mi nombre, cuando me preguntó por mi prima unos meses después

★★★

-Tú eres el primo de la Mary. ¿verdad?

Me preguntó un Domingo por la tarde en el que se acercó hasta a mí con una sonrisa en la cara

Mis amigos y yo estábamos comiendo pipas sentados en un banco del paseo mientras veíamos a la gente pasar.

-Sí, … ¿por?

-Es que me han dicho que ha cortado con el Lucas y me gustaría volver a intentarlo con ella.

-No creo que quiera volver a verte.

Le dije con desgana mientras agarraba un nuevo puñado de pipas de la bolsa de mi amigo para empezar a rumiarlas.

-Por eso he pensado en ti para que me ayudes a convencerla.

No hablamos mucho mas, el caso es que sin saber muy bien como me vi montado en el asiento de al lado de su coche de camino a la casa de mi prima.

- Si quieres hablar con ella creo que sería mejor que fueras tu solo. No entiendo para qué quieres que te acompañe

-¿y quién te ha dicho que quiero volver a salir con ella? …¡Lo único que quiero es que me la vuelvan a chupar de nuevo de esa forma!... y tú eres el único que sabe hacerlo.

Lo vi como salía del pueblo y se encaminaba con su coche hacía unos pinares cercanos.

-Un día discutimos después de ver una peli de Almodóvar en el cine. Yo le dije que esos maricones de las películas eran unas personas depravadas y enfermas. Ella se enfado mucho conmigo y me dijo que mas enfermo estaba yo que no era capaz de discernir si el que me la estaba chupando era un tío y una tía.

Lo mire a las gafas de sol sin saber muy bien de que iba todo aquello y el siguió conduciendo sin responder a mi pregunta de porque me estaba contando todo eso.

-El caso es que le he dado muchas vueltas a eso que me dijo y he llegado a pensar que ella no me chupo nunca la polla, y que las tres veces lo hiciste realmente tú.

El coche estaba entrando por el camino del pinar y por unos segundos pensé que me había llevado hasta allí para que le confesara todo antes de partirme definitivamente la cara, pero al mirar hacía su pantalón lo encontré más abultado de lo normal.

-Te diré lo que vamos a hacer. Nos vamos a pasar al asiento de atrás, donde me vas a comer la polla, pero esta vez lo vamos a hacer sin trampas ni jueguecitos a la gallinita ciega.

En ese momento supe que no saldría de ese pinar sin que mi culo fuera abierto por primera vez, así que salte como un niño chico hacía el asiento trasero con una cara de felicidad que ni siquiera mi prima me había visto en la vida.