El juego de Kris, el joven musculoso
Este es mi primer relato, donde creo mis primeros personajes, un maduro gay, se enamora de su joven instructor de gimnasio y planea como coger con el pero su plan tiene un agradable cambio de papeles.
Me desperté esa mañana de verano, como era natural hacia un calor abrazador, recuerdo que ya era muy tarde, más de lo habitual de hecho, miraba desde mi cama como desde la ventana entraba un halo de luz dorada muy intensa que bañaba toda la habitación, me levante sin muchos ánimos, un gato de color negro que hacía contraste con mis blancas sabanas estiraba sus patas y me observaba con sus amarillos ojos mientras me acercaba a un gran espejo que tenía justo frente a mi cama, me detuve a observarme, la edad ya había hecho ciertos aspectos de mi cuerpo perder esa juventud tan valiosa, anhelada y para muchas personas vital, a mis 53 años nunca había tenido una pareja femenina ya que desde muy pequeño sabía que eso no era lo mío, pensaba en ese niño rubio al que siempre seguía más por admiración que por deseo ya que era un crio y a esa edad no tienes esa necesidad sexual que contamina las almas de los adultos, pensaba en esa inocencia que fue manchándose hacia mi pubertad y a mi adolescencia, en esa época era muy aplicado me centraba mucho en mis estudios y me preocupaba por mantener altas mis calificaciones, costumbres que intendente mantener incluso hacia mi edad más adulta, al entrar a la universidad aunque ya no podía seguir ostentando ese título tan pesado como el mejor de la clase tenía muy en mente mis estudios, en tratar de hacer siempre lo correcto, que frase tan estúpida le recrimine a la imagen que tenía frente a mí, tras un suspiro cerré mis ojos y me sumergía entre mis memorias una vez más, ya muy a mi adultez no sabía lo que era una pareja ya que siempre había estado concentrado en “hacer lo correcto” no me mal interpreten pues ya había salido del closet, pero me era difícil encontrar a alguien con quien entablar una relación y gracias a mi timidez nunca fui participe de encuentros fugaces o sexo casual del que niños que tenían la mitad de años que yo ya presumían hasta que llego ese primer hombre a mi vida ese encuentro mágico y fugaz un ronroneo y una caricia en mis piernas me despertaron nuevamente y me trajeron a la actualidad, mire a un hombre de unos 1.65m con una pocas canas, un rostro blanco sin arrugas pero si cansado como alguien que siempre aparento tener menos edad de la que tenía pero que había cargado un peso enorme por mucho tiempo, era un poco gordito pero sin panza, obviamente nada atlético, sus ojos cafés reflejaban a un ladrón que se había robado su brillo hace años, era guapo sin duda pero no era un adonis, su rostro no parecía tener ni señas de vello facial al igual que sus brazos o las piernas que asomaban a través de los bóxer cortos junto con una piel muy suave y pálida, a sus pies había un gato azabache que demandaba atención, lo cogí en mis brazos luego de ese breve resumen de mis memorias y salimos de la habitación.
Pensé en lo que haría ese mañana, estaba “gozando” de mi primer día de vacaciones en mucho tiempo ya que siempre las evitaba, y al tener un cargo muy importante en la empresa CDS en la que estaba no era muy difícil para mí evadirlos mi puesto como product management de no solo uno sino varios proyectos informáticos de varias empresas reconocidas habían llevado mi carrera de ingeniero informático a los más altos niveles de la industrias y al reconocimiento de varios colegas, sin embargo un decaimiento de mi salud debido al exceso de trabajo me hicieron ver a mi doctor quien me obligo a tomar esas vacaciones obligatorias y me ordeno que hiciera un cambio en mi vida sedentaria hasta ahora con alguna actividad física, mi mejor amiga Milena una ingeniera Química gerente de una importante empresa de mi país me había recomendado aun gimnasio en el que ella asistía desde hace un par de años, decidí tomar su recomendación al recordar el espectacular culazo de esa cincuentona y su cuerpo espectacular que muchas mujeres con 30 años menos matarían por tener, esa mañana luego de un rápido desayuno tome las llaves de mi bmw y me dirigí derecho hacia el gimnasio.
Al llegar me pregunte porque no llame a milena, al hacerlo y no contestarme tuve la esperanza de que quizá ya estaría en ese gimnasio, decidí buscarla entre las maquinas sintiéndome muy estúpido y sintiendo que todos miraban al señor con ropa fuera de lugar que cruzaba perdido la sala del gimnasio, al pasar entre la máquinas de última generación me di cuenta de lo exclusivo del lugar debido la arquitectura de la lugar y lo sofisticado del equipo, tampoco pude escapar de observar los cuerpos de los jóvenes muchachos que habían ahí, cubiertos de sudor que hacía brillar su piel, brazos del tamaño de mis piernas que se definían por grandes venas que los surcaban al momento de levantar esas barras con enormes discos a sus extremos había de todo en ese lugar, desde muchachos muy guapos que apenas comenzaban hasta bestias que cubiertas de músculos que no sabía que existían, escuchaba los rugidos de los jóvenes machos que levantaba pesos inhumanos mientras flexionaban brazos y pechos enormes, todos los sementales de ese lugar parecían tener todo grande, incluso las jovencitas con piernas esbeltas, cinturas de avispa parecían entregadas a aquel deporte, la fuerte música trap que sonaba en esa sala parecía atontar mi cerebro y dedicar más de la cuenta y sin disimulo mi mirada a aquellos cuerpos llenos de testosterona, luego de media hora de buscar a mi amiga me di por vencido y decidí salir del lugar pero una mano que parecía un guante muy grande me tomo de mi brazo y me pregunto ¿a dónde crees que vas?
No estoy seguro si fue la aspereza de sus manos sobre mi piel, lo profundo de su voz o una combinación de ambas, pero en ese momento sentí un fuerte latir en mi corazón y un cosquilleo en mis genitales, en ese momento mire hacia atrás y si no fuera porque su mano sostenía mi brazo me hubiera hecho para atrás, delante de mi hacia un joven alto, moreno, cuadrado con una cara que tenía unos tintes aniñados pero con un cuerpo de hombre en plenitud, sus músculos trapecios adornaba un fuerte cuello, sus hombros redondos se presentaban ante unos brazos como troncos, mi mirada bajo ante una camiseta roja sin mangas que dejaba adivinar unos pectorales amplios y fuertes que subían y bajaban por su respiración entrecortada, aparentemente agitado deduje que debía haber acabado alguna actividad, la música trap seguía golpeando mis oídos, vi mover sus labios, pero el hechizo de ese joven musculoso no me dejaba articular más que un débil ¿Qué?, el joven semental me pregunto si quería suscribirme al gimnasio, yo respondí que no estaba seguro, pero este noto como lo miraba, a lo que contesto: -Vamos si te quedas prometo ayudarte a todo lo que necesites. Diciendo esto me guiño un ojo y sin esperar mi respuesta tomo mi cintura por detrás y empujándome me llevo hasta afuera donde se hacían las inscripciones. Ya ahí y yo aún fuera de mi mismo escuché ese joven decir: -Oye Melissa tengo un nuevo cliente que quiere entrenar conmigo, lo dijo con mucha seguridad y picardía a una muchacha muy guapa con gafas, que asintió con la cabeza le dio los papeles al joven de cuyo nombre aun desconocía, este último me los paso a mi leí rápidamente los términos del contrato y note como la joven recepcionista se comía con la mirada a mi joven futuro instructor, termine de leer y aunque el precio parecía un poco elevado pague sin mucha vacilación acto seguido ese muñeco lleno de virilidad dirigió su mirada hacia a mi extendió su mano y me dijo: -bienvenido a bordo, soy Kris, le di la mano y este me la estrujo y me llevo hasta el chocando contra su pecho, hombro con hombro, como los colegas suelen saludarse hoy en día.
Me llevo hacia la sala donde estaban las máquinas y dijo que ese día haríamos pecho y brazos, pero algo dentro de mí me decía que solo quería exhibirse ante mí, mis sospechas no se hicieron esperar, el manejaba todas las pesas con mucha facilidad, notaba su expresión al levantar las mancuernas esos ojos verdes esa boca sexi eso grandes dientes muy bien cuidados todo en él era perfecto, sin embargo no podía evitar el hecho de que algo en él era diferente de los demás muchachos de ese lugar, al terminar la rutina me indico que haríamos un poco de cardio yo soporte más de diez minutos y justo cuando iba a los vestidores, -Oye no te vayas quédate ahí y espérame, era Kris quien me lo decía con una voz autoritaria y masculina, yo no pude evitar la excitación de esa orden y lo espere en una de las banquillas vacías que estaban cerca, desde ahí pude notar las gotas de sudor que bajaban desde su frente bajando por su cuello fuerte hasta perderse en sus pectorales, me preguntaba cómo alguien podía estar tan lleno de energías, yo no había podido levantar ni un 10% de lo que él había hecho en esa sesión y sin embargo estaba ahí como una bestia. Pasaron 20 min más y me indico el camino hacia los vestidores, mi corazón latía a mil por hora y en mi mente cruzaban todo tipo de pensamientos, ¿Se habrá dado cuenta de que lo mire toda la sesión? Y de ser así que pasaría ¿Por qué me dijo que lo esperara? En mi mente había escenas muy calientes de lo que un joven semental tan fuerte con tanto vigor y con necesidades sexuales le haría a un maduro ansioso de ser su puta. Mis pensamientos se hacían realidad en cuanto entre y se detuvo frente a mí, levanto su camiseta revelándome un torso de infarto, su pecho grande y partido de un color tostado por el sol coronaba unos abdominales perfectamente trabajados, su licra de gimnasio revelaba algo que intuí era una potencial erección pues no podía ser tan grande como para estar dormida, nos quedamos en silencio mientras me miraba directamente a los ojos con su cara algo aniñada pero un esa gota de lujuria y seducción en sus ojos verdes, trague saliva y su gruesa voz corto el silencio como un cuchillo, -Te pedí que te quedaras porque quiero darte tu plan alimenticio, mi corazón se desacelero un poco y una creo evidente mueca de decepción se dibujó en mi rostro, -Anímate, al principio todos cargamos poco peso dijo Kris con una hermosa sonrisa que mostraban sus lindos dientes, acto seguido tomo una de mis pálidas manos y la coloco sobre uno de sus bíceps que flexiono para mí, el corazón estaba a mil otra vez, no desaproveche la oportunidad y palpe el contorno de una vena muy gruesa de sus bíceps pase por su amplio pecho, notaba el calor de su cuerpo, me quemaba, -Este es el fruto de la constancia, disciplina y esfuerzo, sentencio Kris, luego se dio la vuelta soltándome, saco su maleta deportiva de un casillero y busco algo dentro cuando en un descuido saco varios paquetes de condones que rápidamente recogió mientras me guiñaba un ojo, después me dio un folleto con toda clase de alimentos planes etc. a los que no les di la mayor importancia, luego se coloco su camiseta limpia, y me dio un golpecito en la barbilla diciéndome: te espero mañana campeón y me guiño una tercera vez.
Estaba ahí, aun de pie mientras que la tenue luz de los vestidores iluminaba débilmente mi rostro, muy confundido pero todavía más caliente que nunca, trataba de poner en orden mis pensamientos, quería ir directamente a mi auto pero mis piernas no respondían, un sonido lejano de un par de críos rompió mi burbuja de pensamientos tome mis cosas del casillero, le di las llaves a Melissa y tome camino hasta casa mientras varias cosas no dejaban de gritar en mis pensamientos, un joven exageradamente guapo, con músculos de acero y una presencia autoritaria y masculina, por otro lado no parecía ser gay pero sabía que había coqueteado conmigo desde el momento que tomo mi brazo. Al llegar a mi casa subí a mi habitación me quite toda la ropa y comencé a masturbarme frenéticamente pensando en el tacto de esas rocas recubiertas por piel que había tocado hace minutos, me lo imaginaba tocándome restregando su duro cuerpo contra el mío suave y débil, sentía su calor, saque una crema y un dildo de unos 17 cm y lo imagine invadiendo mi entrañas el sonido de su voz al penetrarme, a los minutos mi mano estaba llena de mi semen, fue en ese momento que decidí que tenía que ser su perra, sea como sea al precio que fuera, el tiempo que tomara, pero tenía que estar es su cama, que rompiera mi culo.
Durante los siguientes días seguí asistiendo a ese gimnasio, en esos días siempre me ayudaba sin falta, el día de piernas me restregó su verga conta mi culo sin ningún tipo de disimulo, por un momento sentí que tiraría la pesa debido al estremecimiento de sentir ese pedazo de carne a la entrada de mi ano, también conocí a un muchacho muy lindo de unos 16 años, nos hicimos buenos amigos debido a que también era gay pero es otra historia, un día decidí ir muy tarde ya que planeaba hacer mi jugada ese día o mejor dicho recolectar información, así pues me quede hasta muy tarde ese día, hasta el momento de cerrar, decidí abordarlo en los vestidores e invitarlo a cenar, Kris acto casi sin ningún reproche, no fue difícil, de camino le pregunte si quería escuchar música a lo que el saco su teléfono y puso una lista de Spotify la revise para hacerme una idea habían canciones de títulos como “Puppets”, “Got Me”, “Gutta Riddim” música parecida a la del gimnasio, al cenar comencé a preguntarle cosas me dijo que tenía 19 años a lo que casi me caigo de la silla pues su cuerpo parecía de un hombre de 25 en plenitud, aunque eso explicaba esos rasgos aniñados, me dijo que era instructor desde los 17 y que no había asistido a la universidad por falta de fondos, desde pequeño tuvo que valerse por su cuenta, en ese momento comprendí porque era diferente del resto de niños de papi que iban al gimnasio ya que ellos pagaban sus membresías con las tarjetas de sus papas. Quise preguntarle por su vida amorosa me dijo que no tenía novia desde hace un tiempo debido a un problema haya abajo, me mostré extrañado por esa afirmación, por segunda vez en la noche me caía de la mesa, pues me dijo que su verga media 22 cm en erección y que a sus novias no les hacía gracia eso y no soportaban follar duro. A esas alturas mi erección comenzaba a gotear en mis pantalones, pero me despertó cuando me pregunto por mi esposa, sin pelos en la lengua le dije que era gay y no estaba con nadie desde hace algún tiempo, como si él se adelantara a mi jugada o como su yo formara parte de algún tipo de plan maliciosamente se dibujó una sonrisa en su angelical rostro. Al terminar de cenar le pregunte si debía volver a casa pues quería llevarlo a la mía, él dijo que no tenía problemas con eso pues solo vivía con su madre, en el auto no pude evitar sentir que era una pieza de algo, cuando llegamos él se sorprendió mucho de los lujos que yo tenía, pues gracias a mi puesto podía darme ciertas comodidades, mi plan salía a la perfección, con una voz un poco diferente de su habitual tono seguro dijo -Yo jamás podre tener un auto como el tuyo o una casa como esta, me extrañe mucho con su cambio de actitud, -No paso por un buen momento económicamente , dijo este entre la penumbra , pude ver el destello en los ojos de ese lobo en las sombras como esperando que su presa hiciera algún movimiento, todo fue claro para mí en ese instante, todo este tiempo desde que salimos esa noche, no, mejor dicho desde que tomo mi brazo aquel día, siempre habíamos estado jugando bajo sus reglas y no era yo quien tenía el control, todo mi supuesto plan era nada mas parte de uno más grande, todos los caminos me habían llevado hasta ahí, sabía lo que él quería que hiciera, y también sabía que pasaba si me negaba, jamás tendría esta oportunidad.
En el silencio, en las sombras iluminadas solamente por una pequeña lampara se hacían sombras entre los músculos pectorales de mi joven acompañante, los musculosos brazos proyectaban una penumbra sobre sus contornos, en esa escena una voz que no creí fuera mía salió de mi boca -Sabes desde hace algún tiempo yo he estado solo, dije, puedo apoyarte en lo que necesites, un destello paso sobre los ojos de ese hombre-niño, como los ojos de un depredador que ha conseguido atrapar a su presa, se acercó con paso decidido, en esa débil luz parecía más grande, justo frente a mí, mi nariz se topó con su amplio pecho y una mezcla de colonia y sudor embriago mis sentidos, él debía sacarme unos 30 cm y pesar el doble que yo, en musculo, levanto mi rostro, su mirada era muy fuerte, sin darme cuenta una pequeña lagrima de ansiedad y miedo se deslizo por mi mejía, me beso, sentí mucho calor, su legua invadía mi boca hasta casi no respirar, puse mis brazos alrededor de su fuerte cuello y el me tomo de la cintura y bajo sus manos a mis glúteos, sentí la aspereza de sus palmas, producto de los pesados hierros que alzaba a diario, sentí que me desmayaría de la emoción pero sus manos me sostuvieron, aparto su boca de la mía y entrecortadamente me pregunto con una voz ronca ¿habitación?
Me llevo en sus fuertes brazos hasta la segunda planta de mi casa, fui besándolo mientras acariciaba su pecho firme, al llegar a mi casa me deposito allí, de pie se quito muy despacio su camisa, revelándome ese torso con el que me había masturbado tantas noches atrás en esa habitación flexiono sus bíceps para mí, -te gusta lo que ves, me pregunto con su viril voz, no sabía que decir, después me tumbó en la cama y encima de mi me susurro al oído -esta noche yo seré tu hombre y tu serás mi nena, sus palabras provocaron mi erección, comenzó a quitarme la ropa mientras acariciaba mi cuerpo con sus ásperas manos tocaba mi pecho flácido manoseaba mis piernas e intentaba meter mano entre ellos, quería resistirme pero su olor, su fuerza me hacían flaquear, el calor de esa noche comenzaba a hacernos sudar, comenzaba a perder la sensación de realidad a un mundo donde tenía a un fuerte macho de apenas 19 años, en pleno desarrollo con muchas ganas de hacer el sexo conmigo aun a sabiendas de que era una ilusión de pago, Kris se levantó y sentí temor de no poder estar entre sus brazos, me miro y dijo, -Ahora si pequeña puta, sabía desde el día en que entraste de que te gustaba la verga y ahora vas a saber lo que es un hombre de verdad te coja por el culo, desabrocho su pantalón , prácticamente arranco su bóxer de la V de su abdomen marcado y dejo ver una verga enorme que apuntaba al techo, se veía muy gruesa con unos enormes testículos colgando de la base de esa verga que había hecho disfrutar a muchas mujeres y seguramente también había hecho ganar a su dueño otros dólares de otras putas como yo. Me puse en cuatro patas y gateé hasta su pene el cual chupe como prostituta, desesperada por el semen de ese chico con cuerpo de hombre, sentí una fuerte nalgada que me hizo dar un grito de dolor, -no he dicho que pares, me ordeno con fiereza, seguí lamiendo ese falo de carne, pero nunca logre tragarlo por completo era cuy grande ese niño tenía más verga que edad, me tomo del pelo y seguía en mi tarea mientras decía que era una puta y que siempre notaba como lo veía mientras sudaba en las rutinas en el gimnasio, de repente al ver a su cara de puro placer note como los músculos de su cuello, su pecho y su bien definido abdomen se tensaron, 7 chorros de semen caliente fueron a parar a mi estómago ya que los trague con gusto, pero su erección no parecía bajar, me dio la vuelta y boca abajo abrió mis nalgas con sus grandes manos que cubrían todos mis glúteos, sentí su lengua tan caliente hacerse paso en mi esnifes, solté un gemido, -Eso te gusta verdad puta, y eso que no has recibido mi verga, dijo Kris mientras ponía su boca en mi ano de nuevo, sentía como mi ano se dilataba, su saliva entraba en mis entrañas, sentí su lengua deslizarse en mi recto, mi excitación estaba al máximo de pensar que tenía aun joven amante, muy guapo y musculoso taladrando mi cola con su lengua, me corrí en las sábanas blancas de mi cama y él lo noto por los espasmos que mi ano le hizo a su lengua, pero no le importo, siguió con la estimulación anal hasta tenerme caliente de nuevo, se levantó y de sus pantalones que estaban en el suela saco unos condones varios menos de los que vi la otra vez en los vestuarios del gimnasio, esa voz que no parecía la mía volvió a salir de mi boca -Por favor sin condón le suplique, quiero sentir tu fierro de hierro caliente atravesándome, te lo suplico, dije con lágrimas en los ojos, Kris volteo con una mirada entre lujuria y desdén, serian cien mas dijo, asentí con la cabeza y mis lagrimas cayeron de nuevo, se acercó y me beso de nuevo, se colocó en frente de mí y trato de meter su pene de 22cm en mi culito sin más lubricante que nuestras salivas, no entra rugió Kris, trate de relajar mi ano y su cabeza entro con dificultad en mi recto, sentí mucho dolor pero me volvió a besar mientras mis manos rodeaban su cuello y las de él tomaban mi cintura, sin previo aviso metió el resto de su verga en mi culo, el dolor fue descomunal sentí que algo dentro de mí se rompía y recordé el dildo que tenía en una de las gavetas de mesita de noche, mi hombre soltó un rugido y me sentí indefenso pero seguro debajo de su peso, de esa mole de músculos de acero, todo era grande en el sus brazos, sus piernas que debido a sus dimensiones me habían abierto completamente y sobre todo su verga que ya disfrutaba dentro de mí, comenzó a moverse, y al salir sin sacar su cabeza sentía un tremendo vacío, sentía miedo, que en seguida se reemplazaba con toneladas de placer que me daba ese joven amante, sentía la potencia que solo los jóvenes podían dar, y mucho más si es tan atlético como el, no paraba de follarme, de envestirme con su verga, con cada embestida su pene chocaba en mi interior con mi próstata, dándome oleadas de placer, mi mirada buscaba la suya, que estaba embriagada por el placer y la lujuria, las gotas de sudor de su frente caían en la mía confundiéndose con mis lágrimas de placer, mire al espejo que tenía frente a mi cama, la escena me excitaba más, una mole musculosa follando a un cuerpo pequeño y débil, su piel morena brillaba con su sudor que contrastaba con mi piel blanca y suave, sus músculos se marcaban con cada embestida y pese a estar bañado en sudor no parecía estar agotado, pensé que se debía a que estaba acostumbrado al esfuerzo físico y que follar a un gay era un ejercicio más para él, su cogida comenzaba a lastimar mi ano pero no me importaba, el placer que producía ese joven atleta lo valía, de nuevo sin tocarme me corrí y mi semen salpico sus abdominales marcados, pero no le importo solo me levanto con sus fuertes brazos mientras me sostenía en el aire yo a él su cuello, comenzaba a cogerme de pie, ¿Cómo un niño puede tener tanta potencia me pregunte? Pero mi pequeño pene se alzaba de nuevo debido al masaje rectar que hacía con su pene en mi interior, el sudor hacia más fácil sus embestidas, de nuevo no pude más y me corrí, mi ano volvió a convulsionar mordiendo la verga de mi semental que se corrió en mi interior llenando de semen mi culo. Que follada.
Caímos en mi cama sin decir nada, dormí en su pecho que subía y bajaba. A la mañana siguiente desperté solo como todas las mañanas, mire de nuevo ese halo de luz dorada en mi habitación mire en el espejo otra vez pero note una pequeña nota en este, la abrí “Tome un par de dólares de tus pantalones y pedí un Uber, si quieres repetir te dejo mi número, la tarifa es la de siempre”, ponía la nota, note un ardor en mi culo y mis sabanas manchadas de un poco de color rojo muy oscuro, recordé la follada de ese joven macho, y volví a dormir y disfrutar mi último día de vacaciones.