El Juego

Dos antiguos compañeros de trabajo se encuentran despues de varios años y quedan a cenar.Lo que cado uno espera del otro será una sorpresa,ninguno sospecha lo que el otro persigue con el encuentro

EL JUEGO.

LA CITA.

Jorge caminaba despacio hacia el restaurante. Había tenido que aparcar lejos por su manía a no dejar el vehículo a los aparcacoches, le molestaba tener que soltar una propina que consideraba  excesiva en función del trabajo desarrollado, le parecía que el servicio debía de estar incluido en el precio de la comida  y le desagradaban  las malas caras y las expresiones de suficiencia que solían ponerle. El coste de su intransigencia lo medía en tiempo, la mayoría de las ocasiones se engañaba  para no reconocer lo irracional de su postura y cuando finalmente soltaba el coche sentía que había ganado la batalla a los usos y costumbres sociales que imponían unas tasas absurdas. Su tacañería disfrazada de postura anti sistema le divertía y hacía proselitismo de ella ante cualquiera de sus múltiples admiradores que acababan dándole la razón, e incluso los más entusiastas prometían aplicarla en el futuro.

Llegaba tarde  y nervioso, esto último le sorprendía. Hacía más de una semana que había quedado con Laura, antigua compañera de trabajo, y no había vuelto a pensar en ella hasta esta mañana cuando su ordenador le recordó la cita que tenía por la noche. En los últimos diez años no se habían visto y cuando hace una semana coincidieron en un congreso espontáneamente le propuso quedar a cenar para recordar los viejos tiempos, tenía curiosidad en saber tanto de su vida privada como profesional y aunque estaba mal reconocerlo le   apetecía presumir de sus logros. En los últimos años, a medida que sus éxitos  profesionales se habían ido repitiendo el disfrute de los mismos había decrecido, como si cada nueva victoria fuese solo la consecuencia natural de una carrera profesional planificada para triunfar. Como los deportistas profesionales que se cansan de repetir victorias y campeonatos y necesitan contratar a un especialista para que les siga manteniendo vivo el espíritu competitivo, Jorge solo encontraba la compensación a sus esfuerzos con el reconocimiento social y sobre todo con las miradas de admiración de las mujeres. Acostumbrado a ser el centro de atención social y objeto de deseo no acababa de comprender sus nervios ante una cena con una antigua compañera a la que en su momento había pretendido atraer a su tela de araña y como respuesta solo había obtenido buenas caras y muestras de educación.

LA CENA.

Cuando Jorge llegó Laura llevaba sentada más de diez minutos y sin lugar a dudas se había convertido en el punto donde se concretaban las miradas furtivas de los comensales masculinos. Su traje no había pasado inadvertido: negro, corto  pero sin traspasar la frontera de lo ordinario, abierto por detrás  hasta el final de la espalda  y con dos finas tirantas que sujetaban un escote prolongado. Un cuerpo moreno, unas piernas atléticas fruto de la práctica deportiva que terminaban en una caderas excesivas para los gustos actuales , un trasero firme y respingón y unos pechos redondos que permanecían bien sujetos gracias a la ayuda de la ropa interior, conformaban la percha que sujetaba el traje negro. Por encima de la percha se asomaban dos ojos negros, grandes, nerviosos, como ansiosos de descubrir y controlar todo lo que les rodeaban.

Jorge pidió disculpas por el retraso en un tono monótono como el alumno que recita de memoria la lección  y creyéndose su papel de hombre maduro atractivo pasó a enlazar varios piropos sobre el estado general de Laura que sonaron falsos e impostados. Jorge pensó que, aunque Laura no era una belleza y que su cuerpo no podía ocultar el paso del tiempo, hacía tiempo que no cenaba con una mujer tan atractiva. Miró a su alrededor para que le vieran el resto de los clientes del restaurante, quería cruzar miradas con ellos para presumir de mujer y que se jodieran pensando en lo injusta que es la vida, la mayoría cenaban con sus mujeres, cuerpos conocidos y aburridos y él en cambio estaba con una mujer admirable. Para ellas las miradas eran de disculpas, sentía que el atractivo de Laura abría una herida en el resto de las señoras presentes. Lo siento quiso decirles, vuestros acompañantes no piensan en vosotras, no les apetece llegar a casa y desnudaros, les gustaría hacerlo con mi compañera pero esa pieza está reservada para mí.

Jorge eligió la cena por los dos y seleccionó y cató el vino tras hacer una protocolaria consulta a Laura a quién le hacía gracia el papel que interpretaba Jorge, parecía sacado de un manual de cómo impactar a una mujer en veinte minutos, estaba bordeando el ridículo, todas las frases eran meras formalidades y podrían ser repetidas en su próxima cena, era tan convencionales y banales que Laura empezó  a dudar si no era todo un juego.

Cuéntame algo interesante, le dijo Laura. Por ejemplo que has hecho en estos últimos diez años, como sabes he estado fuera y no he tenido contacto con el mundo empresarial español, sé que has triunfado, nunca dude de ello, me gustaría conocer los detalles.

Jorge se quedó sorprendido del comentario de Laura. De una manera educada le había advertido de lo aburrido de su conversación y por otro lado había querido marcar su territorio dejando claro que en los últimos años no había pensado en él. Admitió que estaba tocado por la agilidad de Laura pero al mismo tiempo pensó que le ofrecía una oportunidad al sugerir la narración de sus logros profesionales.

Jorge empezó la disertación sobre sus éxitos como siempre solía hacerlo, adoptando un tono de falsa modestia, buscando la complicidad de su interlocutor que normalmente acaba convertido en su principal adulador. Le divertía el juego, se trataba de otorgar al azar y a las oportunas coincidencias el inicio de su despegue en el mundo de los negocios, para que partir de ahí sus oyentes adoptasen el papel de abogados defensores de su inteligencia y agudeza para descubrir oportunidades donde la mayoría solo ven problemas.

Con Laura el juego no funcionó, ella no solía alabar las cualidades de los demás y mucho menos cuando la principal habilidad consistía en acumular una cuenta corriente con muchos dígitos.

-No me interesan las cifras ni los nombres de las empresas, y mucho menos tus conquistas femeninas adheridas a tus triunfos empresariales, la mayoría de esa información la puedo encontrar en internet , pero de verdad no me importa lo más mínimo-afirmó Laura con rotundidad.

La frase de Laura impactó directa en el orgullo de Jorge.

-Lo que quiero saber es como lo conseguiste, como diseñaste tus estrategias en las negociaciones, cuantas veces tuviste que mentir y engañar, como fuiste capaz de tejer esa red de relaciones que te permitieron acceder a los negocios, si tuviste que amenazar, chantajear…

Esto es lo realmente importante, tu aportación a las escuelas de negocios empresariales y el conocimiento que podrás trasmitir a otros están en tus tácticas y estrategias, tu capacidad e intuición para adelantarte a tus competidores y por último en tú falta de escrúpulos con tal de conseguir los objetivos que te propones.

LA PROPUESTA.

Al discurso de Laura Jorge respondió con una risa nerviosa que denotaba que ella dominaba la situación, le iba poco a poco acorralando, su imagen de brillante profesional había sido transformada por Laura en la de un truhan sin principios al que lo único que interesaba era alcanzar sus metas.

-Esperaba una cena más tranquila, que hablásemos de nuestras anécdotas en estos diez años que hemos estado sin vernos, que nos contásemos cosas sobres nuestra familias, nuestras experiencias… y con lo que me encuentro es con un juicio en donde la fiscal me acusa sin contar con pruebas para ello-contestó Jorge.  Su experiencia en negociaciones con todo tipo de competidores le sirvió para frenar la acometida de Laura y replantear las posiciones de cada uno en el campo de batalla.

-Lo que me pides es excesivo, no puedo trasmitirte toda mi experiencia de muchos años en una cena convencional de antiguos compañeros y además no sé si sería capaz de explicártelo como realmente ha sucedido, sino como yo le he vivido. Por otro lado, creo que no te serviría de nada, no podrías sacarle partido para ello tendrías que transformar tu personalidad y cambiar tu forma de ver el mundo. No pienso alimentar tu morbo contándote experiencias que por sí solas y sin conocer todos sus antecedentes no se pueden entender, lo único que te puedo asegurar es que nunca he cometido un delito y que cuando he perjudicado a alguien lo he hecho porque era necesario para mi propio bien y eso es lo que cada día hacen miles de personas en todo tipo de actividades-dijo Jorge.

El contraataque resultó efectivo, Laura se quedo callada y Jorge aprovechó para conducir la conversación al terreno que iba buscando desde que llegó.

A cambio de no contarte mis sucias tácticas te voy a confesar lo que muchas noches soñé durante el año que compartimos despacho. Fuiste mi fantasía sexual, soñaba contigo y con tu cuerpo desnudo, en la playa, en tu casa, en un hotel…no paraba de hacer el amor contigo, me excité  como nunca lo había hecho; estos fueron mis sueños durante muchas noches de aquel año, me bastaba con desearte sabiendo que al día siguiente te vería, nunca me planteé el hacerlos realidad. Cuando algunas mañanas me contabas que la noche anterior habías estado con unos amigos tomando copas  me ponía celoso, me imaginaba que habías estado follando con alguno de ellos y que habías traicionado nuestra relación. Me masturbe cientos de veces pensando en ti.

-Y para que me cuentas esto ahora?-contestó Laura. No tiene ningún sentido y menos el de fomentar mi ego que te aseguro no se mide por el número de hombres que se han masturbado pensando en mí.

-Te lo he contado porque quiero que te acuestes una vez conmigo y antes de proponértelo quería que supieses que siempre me has gustado-sentenció Jorge.

La risa de Laura sonó muy estridente en el local y numerosas personas se volvieron hacia ella con un gesto de desaprobación debajo del cual se escondía un sentimiento de envidia ante su atractivo.

-Jorge, para que lo sepas, solo me acuesto con un hombre cuando estoy enamorada de él, o bien me atrae mucho físicamente o estoy muy colgada. Ninguno de estos supuestos se dan,  así que aún reconociendo tu arrojo te tengo que decir que no. Me sorprende que un hombre con tu instinto  para intuir las reacciones de las personas haya podido pedirme esta locura. Dame alguna razón.

-La única razón es que me apetece mucho hacerlo, conoces lo sensual que eres, no debe ser la primera vez que recibes esta propuesta sin que haya nada más.

-He estado diez años viviendo en Colombia, allí las relaciones son más abiertas que aquí, no te negaré que para los cánones españoles me debería considerar una chica con una enorme experiencia ,pero allí también aprendí que el amor hay que hacerlo cuando a uno le apetece, sin más límites que los que la pareja se quiera imponer.

Jorge no estaba dispuesto a rendirse, en su trabajo había participado en numerosas negociaciones donde inicialmente las posiciones de las partes estaban muy alejadas y al cabo de unas horas se habían firmado acuerdos, contratos…Tenía que trasmitir  seguridad a Laura, que entendiese que su propuesta no era una chulería sino una muestra del deseo que sentía por ella.

-Te daré otra razón: hazlo solo para que lo pasemos bien, para que nos divirtamos sin necesidad de nada más, puro disfrute sin contaminación sentimental-afirmó Jorge.

-Tampoco me sirve, desde hace unos minutos he de reconocer que tras un comienzo tedioso la cena está resultando muy entretenida y como comprenderás no me puedo ir acostándome con todos los hombres con los que quedo a cenar, o a tomar una copa.

-Jugaré mi última baza: hazlo solo por gozar, todas las mujeres con la que he tenido relaciones siempre me han dicho que han quedado muy satisfechas y que soy muy bueno en la cama.

De nuevo la risa de Laura resonó en el local, sabía que tenía a Jorge desconcertado, era una marioneta con la que podría seguir jugando toda la noche si quisiese, su último comentario había cruzado la frontera del ridículo. Había llegado el momento de poner fin,  prefería no humillarlo al fin y al cabo tener un amigo con su posición podía venirle muy bien ahora que tenía que relanzar su carrera profesional en España.

-Jorge, siento defraudarte pero la mayoría de las mujeres alabamos las habilidades de nuestros compañeros de cama solo por cultivar el orgullo masculino. Por otro lado, creo que te resultaría muy difícil estar al nivel de los hombres a los que he conocido en estos años, allí los chicos parece que  viven pensado en cómo dar placer a las mujeres y te aseguro que son unos expertos en ello. Confórmate con  ser bueno en los negocios, te resultará suficiente para que muchas mujeres prueben tu cama, y no te compares jamás con otros, como en otras actividades hay gente muy preparada. Laura se sentía ganadora, de momento le bastaba, no obstante quería poner a prueba a Jorge, ver hasta adonde estaba dispuesto a pelear por ella. Sabía que Jorge no la pretendía por su belleza, o por lo mucho que le excitase, se trataba de demostrar que él siempre conseguía sus deseos por muy disparatados que fuesen. Jorge necesitaba ganar para vivir, sentir y mostrar a los demás que sus ambiciones siempre se convertían en logros, que no tenía límites para desear y poseer.

-Ahora me tengo que ir pero antes  te voy a dar una última oportunidad-dijo Laura. Como veo que eres incapaz de encontrar una buena razón que me haga cambiar de idea, la voy a intentar encontrar yo. Si encuentro un solo argumento con suficiente peso, te llamaré mañana; si no lo hago olvídate de mi cuerpo y de disfrutar a mí lado. Ahora, por favor, pide la cuenta y vámonos, hablar de sexo me excita aunque mi interlocutor no me atraiga y confía en mí, prometo hacer el trabajo por ti. Laura había decidido llevar la iniciativa, ahora sería ella quién fijaría las reglas del juego y determinaría el ganador del mismo.

Abandonaron el local y se despidieron con un beso, caminaron cada uno a su coche mientras en sus mentes hacían un recorrido sobre lo sucedido durante la cena. Jorge pensó que aunque no lo había planificado el juego estaba resultando excitante y de resultado incierto. Laura sabía que se acostaría con Jorge, lo cual no significaba que fuese la perdedora, ni mucho menos.

LA LLAMADA.

-Buenos días Jorge, lo primero que quiero decirte es que reconozco tu enorme habilidad para transformar una propuesta ridícula en una situación posible. Te llamo tan temprano porque tengo buenas noticias, ya tengo el motivo que ayer eras incapaz de encontrar. Lo vamos a hacer siempre que aceptes mis condiciones: la primera es que no follaremos ni en tu casa ni en la mía, lo haremos en un hotel. Insisto vamos a follar, no a hacer el amor y esto genera las siguientes condiciones. La segunda es que no lo volveremos a hacer y  la última es que tienes que hacerme disfrutar mucho más de lo que las mujeres disfrutan habitualmente contigo, si no lo consigues me iré en mitad de la función.

-No estoy en situación de negociar: estoy de acuerdo con  las tres condiciones, respondió Jorge intentando disimular el nerviosismo y excitación que la llamada de Laura le habían producido. Solo te pido un favor, explícame la razón que te ha llevado a aceptar, ayer cuando me acosté no daba un duro por mí.

-El motivo es que quiero, al menos una vez, verte tal como eres.  Siempre que he estado contigo me has parecido un actor en plena representación. Cuando trabajábamos juntos tu relación con tus compañeros y con tus jefes estaba condicionada por tu interés en escalar posiciones dentro de la empresa, tus comentarios solo buscaban el destacar dentro del grupo, en hacerte visible ante los directivos y para ello no dudabas en mentir, descalificar…Ayer al principio de la cena volví a ver a mi antiguo compañero,  hecho un autentico triunfador pero con los mismos defectos y taras que hace diez años, incapaz de ser sincero , de mostrarse tal como es, queriendo impresionar con cifras, conquistas…a una antigua amiga. Lamentable, me pareciste patético… hasta que me hiciste la propuesta. A partir de ahí reconozco que me asombraste, primero por el atrevimiento en la sugerencia y luego por la fe mostrada en defender  lo razonable de la misma. Vi en tus ojos un enorme deseo, y ya sabes que no hay nada que nos guste más a las mujeres que sentirnos deseadas, tu cara reflejaba la tensión de los cazadores cuando saben que tienen a su pieza cerca. Si estabas fingiendo me ratificó en que eres un gran actor y si no lo hacías estabas excitado como un joven ante su primera cita. Ayer ganaste el premio a participar en el juego, pero sé que esto no te basta. Además quieres ganar y te aseguro que no lo tienes fácil. No dudo que hayas estado con mujeres muy guapas, que hayas llevado a muchas señoras a tu cama por su propia voluntad o pagando , pero seguro que la relación no ha sido de igual a igual, tú eras el triunfador o el pagador y por lo tanto habrás impuesto tus gustos, tus apetencias, y habrás recibido halagos solo por quién eras o por el dinero que tenías en la cartera. Esta vez será diferente, creo que tengo más experiencia que tú en la práctica sexual, reconozco que soy exigente, no me conformo con cualquier cosa, en Colombia descubrí el placer solo por el placer, las técnicas asociadas al mismo, la necesidad de una desinhibición absoluta en las relaciones, de querer disfrutar cada día más, de la importancia de aprender de cada experiencia para mejorar, y he terminado convirtiendo el sexo en el centro de mi vida y no me arrepiento de ello. Has tenido suerte, la mayoría de las mujeres habrían rechazado tu propuesta solo al escucharla sin darte la oportunidad de que expusieses tus razones, conmigo no ha sido así, te he dado una oportunidad y la has aprovechado. Todos los triunfadores tenéis suerte, ¿o no es así?

HOTEL.

Acordaron que Jorge llegaría primero al hotel, se registraría y una vez en la habitación enviaría un mensaje a Laura. El hotel escogido era uno de los mejores de la ciudad,  inagurado hacía dos años sus habitaciones disponían de todos los avances tecnológicos que los ejecutivos, principales clientes del mismo, requerían por el solo capricho de tenerlos a mano aunque no los usasen.

Jorge decidió llevar consigo una bolsa de viaje para parecer un viajero más, pensó que con el equipaje evitaría  la mirada irónica del recepcionista, desconociendo que los empleados de los hoteles son profesionales de la discreción a los que no les importa lo más mínimo los motivos que los huéspedes persiguen cuando utilizan una habitación.

-Dos camas o cama de matrimonio-preguntó la recepcionista.

-Mejor una sola cama y habitación de fumadores-contestó Jorge.

La habitación era muy espaciosa; la cama, de al menos dos metros, presidía el cuarto en el que todos los muebles y complementos de estilo moderno parecían recién colocados. El decorador había hecho un buen trabajo -pensó Jorge. La habitación era acogedora y ligera, siendo lujosa no lo parecía y los tonos verdes de las paredes, a primera vista my agresivos, reforzaba su aire modernista.

Jorge entró en el cuarto de baño para hacer uso del mismo. Se encontró de frente con dos lavabos cada uno con su juego de jabones, cremas…a la izquierda una puerta de cristal daba paso a una ducha con su cadena de hidromasaje, junto a ella un cuarto con la puerta cerrada en el que supuso se encontraba el retrete. A la derecha se fijó en la bañera circular, espectacular. Imaginó que seguro que más de una pareja habían hecho el amor en esa bañera y se imagino a Laura desnuda en la misma y él encima de ella.

Había llegado el momento de enviar el mensaje con el nombre del hotel, la dirección y la habitación. Pensó que para que no fuese tan frío debería añadir alguna frase cariñosa o al menos ingeniosa. No se le ocurrió nada y decidió solo añadir.” Ven pronto, te deseo todavía más que ayer.  Laura, por su parte, se limitó a responder con un “ok, dentro de un rato salgo.”

Jorge había dormido muy mal la noche anterior, le preocupaban dos temas que no había conseguido resolver. El primero era saber si su cuerpo aguantaría las embestidas de Laura y no bajaría la guardia demasiado pronto. Había tomado la decisión de no recurrir a la química y ahora pensaba que era un error, daba igual que ella se hubiese dado cuenta, el siempre lo habría podido negar. Esta decisión ya no tenía vuelta atrás, era mejor no pensar en ello y confiar en su buen estado físico, jamás había tenido problemas y hoy tampoco los tendría. La segunda cuestión era ponerse al día de técnicas, posturas, fantasías …no quería defraudar a Laura pero reconocía que el siempre había sido un clásico en las cuestiones de pareja y que sus mayores desmadres habían sido durante una relación con una secretaria de su oficina a la que le gustaba disfrazarse y hacer el amor representando distintos papeles. La verdad no era un gran curriculum para competir con Laura y la sesión de videos y visitas a páginas de internet de la noche pasada solo habían servido para confirmar que la imaginación no había caracterizado sus experiencias con mujeres. Le quedaba la improvisación y la excitación para sorprender a Laura, no obstante era consciente que no tener un plan y una guía con  los pasos a dar era una postura arriesgada.

EL JUEGO.

Al cabo de una hora Laura entró en la habitación con aire risueño, quería parecer tranquila y en verdad que lo estaba, en su mano llevaba una bolsa de deportes de una firma conocida, una falda ajustada y un jersey ceñido resaltaban su figura. Con un beso en los labios saludó a Jorge mientras echaba un vistazo rápido a la habitación.

-Tengo preparados dos gin-tonics , creo que una copa nos vendrá bien a los dos-afirmó Jorge con los ojos fijos en el cuerpo de Laura.

Él sí que estaba nervioso, se le notaba en su expresión y en el tono de voz, que  había perdido su firmeza habitual para quebrarse.

-Creo que lo mejor es que nos demos una ducha juntos, cuanto antes nos desnudemos más rápido se te pasará la cara de susto que tienes-dijo Laura mientras se reía.

Antes de que Jorge contestase, Laura se había quitado ya la falda y mostraba un tanga minúsculo.

-Anda no seas tímido, déjame ver tu cuerpo, seguro que has invertido mucho tiempo y dinero en gimnasios y entrenadores -dijo Laura

A continuación Laura se quitó el jersey y sus pechos quedaron a la vista de Jorge que seguía sin desvestirse.

-Eres preciosa, sin ropa estás todavía mucho más hermosa-dijo Jorge.

Laura se acercó y le volvió a dar un beso en los labios mientras sus pechos rozaban su cuerpo.

-Sabes decir cosas bonitas, eso está muy bien-dijo Laura.

-Voy a dejar correr el agua, cuando vuelva quiero verte desnudo, dijo Laura mientras se dirigía ya totalmente desnuda al cuarto de baño.

El cuerpo desnudo de Laura avanzando hacia el cuarto de baño le conmocionó. Un par de minutos habían bastado para que se excitase mucho, estaba empalmado y no quería desnudarse en ese estado.

-El agua está lista, ni muy fría ni caliente, gritó Laura desde el cuarto de baño.

Laura entró en el dormitorio y se plantó delante de Jorge que no pudo evitar centrar su mirada en el pubis de ella totalmente depilado, era como una niña pero con el cuerpo de mujer más sensual que nunca había tenido delante de él. Las caderas ,que vestida le habían parecido grandes, guardaban proporción con su  cuerpo .Su trasero parecía esculpido por un artista, una raja corta separaba  las dos nalgas cuyas curvas reafirmaban la feminidad de su cuerpo. Por delante destacaban unos pezones sonrosados que resaltaban  unos pechos firmes y redondos. El abdomen firme terminaba en un pubis infantil que al no tener protección mostraba  todo el esplendor de su coño.

Laura se dio cuenta del impacto que su cuerpo rasurado había tenido en Jorge.

-¿Es la primera vez que ves a una mujer sin nada de vello?, preguntó Laura.

-Sí, y me gusta mucho- contestó Jorge, mientras empezaba a desnudarse ante la mirada fija de Laura.

-Deja que te ayude, me gusta desnudar a los hombres y tocarles mientras lo hago- dijo Laura mientras agarraba el pene de Jorge que sobresalía por encima de sus calzoncillos.

-La ducha no te vendrá mal- dijo Laura dirigiéndose al cuarto de baño.

Entraron en la ducha y Laura se situó detrás de Jorge, le  agarró por el pecho y acercó sus pezones  a la espalda de él para que sintiese solo el roce de los mismos. A continuación, Laura bajó sus manos y las puso sobre el pene de Jorge mientras se apretaba contra él y sus pechos desaparecían pegados a su espalda. Bastaron dos suaves caricias para que el pene de Jorge volviese a recuperar el tamaño que tenía antes de entrar en la ducha. Las manos de Laura jugaban y Jorge disfrutaba con ello, cerrando los ojos y dejando que el agua corriese por su cara. Laura giró a Jorge y le besó con fuerza, ella marcaba el ritmo y él se dejaba llevar. Sin apenas respiro, Laura se agachó, agarró el miembro de jorge con las dos manos y lo introdujo en su boca. Laura metía y sacaba el pene de su boca en movimientos acompasados mientras su lengua lamía la piel del mismo. Jorge empezó a jadear, cada vez con más intensidad a medida que los movimientos de Laura eran más rápidos. No se quería correr, necesitaba que la fiesta continuase, que Laura no se detuviese, y mientras pensaba en ello su semen inundó la boca de Laura. Laura se apartó, no se tragó el semen sino que lo arrojó sobre su mano para luego esparcirlo por el pene de Jorge antes de volver a introducirlo en su boca y saborearlo mientras  Jorge suspiraba de placer.

Entraron en habitación y Laura se dirigió a su bolsa para coger las velas que había traído. Era una regleta con cinco velas de distintos colores y olores, las encendió y apagó las luces de la habitación.

-Estaremos más a gusto con la luz tenue de las velas dijo Laura, mientras se tumbaba en la cama boca arriba y le hacía una señal a Jorge para que se echase a su lado.

-Acaríciame con la mano mientras me hablas, cuéntame tu primer gran éxito, ya sabes que no quiero datos, ni nombres ni cifras, solo cómo lo conseguiste, qué te hizo triunfar.

Jorge introdujo el  dedo índice en el coño de Laura y recorrió el interior del mismo mientras explicaba cómo gracias a un información confidencial generosamente pagada se había enterado de la situación de insolvencia por la que pasaba una empresa tecnológica.

Laura le miraba y suspiraba al tiempo que metía dos de sus dedos en su sexo. Los dedos de Laura agarraron el de Jorge para explicarle el recorrido que debía seguir. A Jorge le excitaba ver a Laura acariciarse y le costaba seguir con la explicación porque su mente estaba concentrada en dar placer a Laura. Dejó de hablar, buscó el clítoris de Laura y lo presionó, sentía que ella estaba disfrutando, tenía los ojos cerrados y estaba muy hermosa. Los pezones erectos y su respiración acelerada probaban que se lo estaba pasando muy bien. Los dedos de Laura seguían dentro de ella  y competían con los de Jorge en las caricias y en las presiones. Jorge agarró la mano de Laura e introdujo los dedos de ella en su boca, querría saber a que sabía su coño y la mejor forma era saborear los dedos que habían estado dentro. Luego aproximó su boca a los pechos de Laura y empezó a besarlos dulcemente mientras seguía acariciándola abajo. Notaba cada vez más húmedo el sexo de Laura, la sensación era como si estuviese eyaculando, sentía cada vez más liquido en sus dedos hasta que Laura gritó que siguiese , que no parase ,que se estaba corriendo.

De repente Laura se calmó y apartó la mano de Jorge de su coño empapado, se dio la vuelta y se colocó boca abajo  levantando ligeramente su trasero. Jorge separó las nalgas de Laura y contempló su otro agujero. Carnoso, sonrosado,  sugerente. Primero lo tocó y luego lo acarició con la mano.

-Continúa contándome lo que pasó con la empresa tecnológica, tengo mucho interés en saber lo que sucedió-dijo Laura mientras apartaba la mano de Jorge.

Fue muy fácil, una vez conocidos los problemas que tenía la sociedad hicimos a su dueño una oferta de compra ridícula, sabíamos que estaba en una situación límite y que si no conseguía financiación de los bancos tendría que cerrar la empresa. Aprovechando nuestros contactos en las entidades financieras acordamos con ellas que no le diesen un duro y a cambio les ofrecimos participar en otros negocios nuestros. A partir de ahí todo fue muy sencillo, solo había que esperar, cada semana que pasaba la empresa estaba más ahogada hasta que llegó un momento que no podía pagar ni las nóminas. Al cabo de tres meses el dueño aceptó nuestra oferta y acabamos comprando la empresa por un euro, hoy vale varios millones.

-Dejemos de hablar de negocios, me gustas mucho, tanto por delante como por detrás, quiero tocarte y no dejar de hacerlo durante todo el tiempo que estemos juntos, confesó Jorge.

-A mí me gusta verte por primera vez descontrolado, sin esa postura que adoptas en tus relaciones sociales, sin esa impostura que huele a rancia, dijo Laura.

LA APUESTA.

-Si te gusta que sea sincero te diré lo que me apetece ahora: quiero penetrarte por detrás, que sientas mi pene en tu culo y correrme dentro de ti-dijo Jorge.

-Tranquilo tenemos mucho tiempo, dijo Laura mientras se levantaba de la cama y cogía su móvil. Déjame mandar un mensaje y ahora vuelvo para que me demuestres tus habilidades.

El cuerpo desnudo de Laura mostraba todo su esplendor  mientras permanecía de pie. Jorge no podía dejar de mirar y desear que ese cuerpo fuese suyo, una y otra vez.

Una vez que envío el mensaje Laura se tumbo al lado de Jorge en la cama y empezó a acariciarle mientras este permanecía con los ojos cerrados, concentrado en su placer.

Sé que te apetece mucho hacer el amor conmigo pero antes quiero poner a prueba tu admirada capacidad para solventar las situaciones complicadas-dijo Laura. Dicen de ti que nunca te pones nervioso y que siempre sabes lo que realmente piensa la gente y eso te permite tomar las decisiones acertadas. Además  tienes fama de intrépido, de echado para delante .Estoy dispuesta a que me penetres por donde más te apetezca  si te atreves a permanecer a mi lado. El mensaje que acabo de enviar era para tu mujer, le he dicho que estaba haciendo el amor con su marido en la habitación de un hotel y que me habías propuesto penetrarme por detrás porque con ella nunca lo hacías. Por supuesto le he dado el nombre del hotel y el número de habitación. Supongo que tardará más de media hora en llegar, tú decides si hacerme el amor o irte como un cobarde y tragarte tu deseo.

Jorge se incorporó y miró fijamente a los ojos de Laura.

Lo haces para excitarme no  creo que hayas enviado el mensaje a mi mujer, me quieres poner a prueba y verme derrotado.-contestó Jorge .  Desconozco el motivo, quiero pensar que solo es un juego que probablemente te excite. Quiero que sepas que mi mujer nunca haría caso a un mensaje de ese tipo, nada más recibirlo me habría llamado y mi móvil no ha sonado.

-Te has ganado a hacer con mi cuerpo lo que quieras, de verdad eres un jugador agresivo, estás dispuesto a arriesgar tu matrimonio por un polvo conmigo, te aseguro que eso me excita mucho. A continuación, Laura se dio la vuelta se tumbo boca abajo y ofreció sus nalgas , era el premio por el arrojo de Jorge, se lo había ganado.

-Jorge abrió las nalgas de Laura y con la boca acarició su ano para lubricarlo. Quería hacerla suya, necesitaba entrar dentro de ella y poseerla. Acercó su pene y empujo el mismo con fuerza mientras notaba el dolor de Laura a medida que su pene entraba más y más. Laura estaba también muy excitada, le gustaba que la penetrasen por detrás, la mezcla de dolor y placer y el sentirse dominada por el hombre le gustaba mucho. Los impulsos de Jorge cada eran más violentos, como si quisiese descargar todo su placer en Laura y ella cada vez gozaba más. Jorge aguantaba para no correrse, quería seguir penetrándola y no dejar de hacerlo nunca, sentía que Laura estaba disfrutando mucho y eso le excitaba cada vez más hasta que no pudo resistir y acabo corriéndose en su culo mientras Laura chillaba de placer.

LA VENGANZA.

-No recuerdo haber disfrutado tanto, me gustaría hacerlo todos los días contigo, jamás he sentido tanto placer con una mujer-dijo Jorge-

-Antes de que sigas soñando conmigo y con mi cuerpo quiero que sepas algo: La empresa tecnológica que compraste era de mi padre. Te llevaste por delante todo el trabajo de su vida, sus ilusiones, esfuerzo…a cambio de un euro. Te serviste de tus contactos para acorralarle y acabar con él, no solo económicamente, también como persona. No te voy a contar los detalles de lo que ha sufrido él y toda nuestra  familia, sé que te da igual, a ti solo te importa triunfar sin pararte a pensar en el daño que causas.

Creo que hoy te toca perder, antes decías que desconocías el motivo por el que podría haber llamado a tu mujer, ya lo tienes. Sé que te apetecía mucho hacer el amor conmigo y ya lo has hecho, el precio que vas a pagar por ello es muy elevado.

Jorge se dio cuenta que Laura le estaba contando la verdad, esta vez su intuición le había traicionado. Laura había jugado con él y le había derrotado, no tenía capacidad de reacción, nunca podría olvidar esta tarde, ni las consecuencias de la misma.

Mientras Jorge permanecía desnudo tumbado en la cama, serio y en silencio , analizando todo lo sucedido y sufriendo al sentirse derrotado,  Laura se levantó de la cama y mostro por última vez su trasero a Jorge, habían tocado la puerta y se disponía a abrirla ,desnuda y con el semen de Jorge todavía dentro de su cuerpo…

FIN.