El jovencito del gym

Un chico jovencito nuevo en el gym. Inexperto en el gym pero con un culito tragón que me acabo follando en las duchas.

Desde hace unos 5 años, 3-4 días a la semana intento ir al gym de mi barrio. Es barato, tiene máquinas de todo tipo, hay poca gente y hay chicos guapos. Cuando voy, según el día, hago una rutina u otra:piernas, brazos, pecho, abdominales... por lo que tengo un cuerpo bastante marcado. Además, soy un chico de 27 años, 1,90m, y bastante guapo. Los chicos del gym ya los suelo conocer pero hace poco entró un chico nuevo. Era alto y delgadito, muy cute, jovencito. Se notaba que era nuevo en fitness porque no sabía como usar alguna máquina, así que me presenté y le ayudé con algún ejercicio. Me dijo que se llamaba Álex y que justo acababa de empezar la universidad. Todo era buen rollo hasta que mientras estaba en el banco de pesas, noté que me miraba el paquete. La verdad es que la tengo batante grande y en el gym suelo ir con un panatlón muy ajustado. Cuando se dio cuenta que lo había pillado, se puso rojo y se cortó mucho, pero le dije que no pasaba nada y que yo también lo miraba cuando hacía algún ejercicio. Entre risas, seguimos con la rutina hasta que llegó la hora de irnos.

En el vestuario no hablamos nada y él se metió rápidamente en la ducha del fondo. Yo no tenía intención de hacer nada con ese jovencito, aunque era bastante atractivo y se le veía un buen culito a pesar de estar delgado. Aún así, aprovechando que no había nadie en las duchas, después de un breve saludo decidí ducharme en la de enfrente para poder verle desnudo y ver como la tenía. La verdad es que no la tenía pequeña, pero lo que más me gustó fue que iba muy depilado. Yo en mi ducha la tenía un poco morcillona pero seguí a lo mío hasta que mientras me enjabonaba vi que me miraba la polla fijamente. Cuando lo pillé, esta vez le sonreí y él me soltó que la tenía bastante grande. Me reí y le dije que seguro que yo la tenía más grande. Como respuesta Álex se empezó a masturbar y en nada la tenía bien dura. Yo estaba a tope viendo el chaval cogiéndose el rabo, así que me acerqué para comprovar quién la tenía más grande. Al ver que ganaba yo por poco, un par de centímetros, le dije que él había perdido la apuesta y qué me tenía que compensar. Él no dudó en agacharse y empezar a comerme los huevos y a jugar com mi polla allí en medio de las duchas. La tenía a tope yo, unos 19cm, así que le cogí la cabeza y con suavidad le empecé a follar la boca. Se notaba que se había comido unos cuantos rabos aunque era jovencito, porque me dió una mamada buenísima. Tenía que controlar no correrme ante la mamada que me estaba dando y como jugaba con mis huevos. Después de unos minutos así, lo levanté y nos dimos un buen morreo. No besaba tan bien como la comía, pero estaba muy cachondo. Como no entraba nadie más en el vestuario, me agaché y me comí su polla. Toda depilada era muy bonita y larga pero no muy gruesa. La tenía un poco torcida, lo que me encanta, así que la disfruté toda entera. Como se le notaba que estaba disfrutando de la mamada que le daba, aproveché para ir metiéndole algún dedo en el culo. Se lo abría poco a poco aunque no estaba muy estrecho tampoco. Al cabo de un rato, me pidió que lo follara allí mismo. No dudé ni un instante en ponerlo contra la pared de la ducha, poner un poco de saliva y empezar a metersela. No costó mucho, así que en seguida empecé a follármelo duro. Con mi mano en su boca para que no gritara, se la metía entera hasta el fondo para oir como mis huevos daban con su culo. Ver ese cuerpecito contra la pared, a mi merced, me tenía a tope. Y con cada embestida el chaval gemía más y más, sin preocuparse de no hacer ruido, lo que me excitaba más a follármelo más duro. No era el primero con el que follaba en esas duchas pero ese culito abierto para mi era de lo mejor que me había follado nunca. Seguimos un rato así de pie follando contra la pared, aprovechando para tocar ese cuerpecito depilado mientras él me iba pidiendo que le follara más. Tenía un culo muy tragón y yo no podía darle más duro. Con tanta excitación, y mientras le metía mis 19cm hasta el fondo de su culo, yo estaba a punto de correrme cuando me pidió que no acabara dentro. Saqué mi polla de su culo y él se agachó en frente para recibir mi lefa en su boca. Disfrutó mis 6 trallazos en su boca pero no pudo tragárselo todo. Le quedó un poquito por los labios y la cara así que mientras él se masturbaba frenéticamente, le limpié la lefa con mi lengua mientras nos besábamos. En un momento empezó a gemir y a contraer ese cuerpecito, así que me arrodillé para que acabara en mi pecho. Su lefa era muy densa y me dejó el pecho lleno, y hasta un poco por la cara. La prové un poquito pero acabé limpiándome en la misma ducha, mientras él cogía la toalla y salía de la zona de duchas sin decir nada.

Al salir yo, él estaba ya casi vestido. Me miró el cuerpo de arriba a abajo como antes, sonrió, y antes de que se fuera me dijo que otro día podríamos repetir.