El joven dependiente
Si te planteas comprar por Internet, igual te estás perdiendo algunas cosas
Con la llegada del invierno tocaba realizar el cambio de armario. Había que guardar todas las mangas cortas, pantalones y bañadores y empezar a sacar los abrigos, jerseys y chandals.
Había perdido 5 kilos durante el verano y cuando fui a sacar la ropa me encontré que todos los pantalones me quedaban grandes de cadera, así que decidí esa misma tarde acercarme a un famoso centro comercial a comprarme un par de pantalones y unas camisas.
Acababa de hacer mi sesión diaria de bicicleta estática y me dirigí al baño para pegarme una buena ducha, vestirme y acercarme al centro comercial.
No sé si os pasa pero hay días que solo por desnudarte y liberar tu polla de los calzoncillos ya notas excitación, así que cuando me metí en la ducha mi polla ya estaba durísima y casi rozaba el cristal de la mampara..me enjabone profusamente metiendo mis manos por mis ingles y recorriendo mis 19cm de polla mientras liberaba continuamente mi capullo que enjabonado ya brillaba apetecible.
Seguí enjabonando mi cuerpo llegando hasta mi culo..es un placer masajear tu raja con jabón..subir y bajar la mano por ella hasta llegar a tu agujero y sentir tus dedos acariciándolo suavemente. No pude evitarlo y lo que empezó siendo un puro acto de aseo se transformó en un acto salvajamente guarro..el masajeo de mi ano no había sino aumentado más si cabe mi excitación así que me propuse encontrar algo en el baño que calmara las ansias de mi ojete palpitante.
Me gire hacia el mueble del baño y pude ver como un bote de desodorante con capuza redondeada se ajustaba al tamaño y grosor que mi culo reclamaba, aquello me podría servir.
Lo agarre estirando el brazo y lo llene de jabón para facilitar mi penetración..cerré los ojos y lo acerque tranquilamente a mi agujero, recorrí con él toda mi raja presionando ligeramente mi hoyito cada vez que pasaba por encima de él..imaginaba que había alguien detrás de mí y que con la polla en la mano me sobaba todo el culo restregándola continuamente..imagine a un joven deportista con un rabo inhiesto chupándome la oreja y pegando su polla a mi culo..imagine una polla gorda y dura..imagine como empujaba tranquilamente mientras el bote de desodorante atravesaba sin esfuerzo mi agujero y me penetraba sin piedad..y allí el joven chaval empezaba a empujar cada vez con más fuerza mientras el bote entraba y salía en un movimiento brutal que me hizo correrme salvajemente llenando toda la mampara de mi leche..uff ..hacía tiempo que no me corría sin apenas tocarme y realmente fue un auténtico placer sentir e imaginar aquello.
Con la tranquilidad que te da una placentera corrida, me terminé de duchar, me vestí y cogí el bus que me dejo en la puerta del centro comercial.
Subí a la planta de ropa de hombre y lo primero que me sorprendió fue la poca afluencia de gente que había comprando, es cierto que era primera hora de la tarde pero la maldita pandemia también se intuía responsable de aquella situación.
Recorrí buscando los pantalones que quería comprar y al final me quede en la tienda de una famosa marca de vaqueros contemplando unos pantalones que se ajustaban a lo que estaba buscando.
Me disponía a buscar mi talla cuando un dependiente de no más de 25 años se acerco a ayudarme y a preguntarme si me podía ayudar en algo. El chaval era de impresión, alto, rubio, ojos claros, y pelo recortado casi al cero, iba con su uniforme de trabajo bien ajustado que se ceñia tanto en su culo como en su paquete. Sonreía mientras se dirigía a mi y provoco que mis primeras palabras para solicitarle una talla salieran entre balbuceos. Noto mi azoramiento y me dedico una mirada que me desnudo completamente ante mis deseos.
Después de esos segundos de dudas, me recompuse y le indiqué que estaba buscando una talla de pantalones para probármelos. Se dispuso muy profesional a buscarlos y se atrevió a proponerme un par de modelos más que eran de estilo parecido al que estaba buscando.
Me los entrego y me dirigí con ellos a los probadores. No pude dejar de girarme cuando me iba hacia ellos y logre ver como el dependiente no me perdía de vista hasta que gire y me meti en los probadores.
Alli no había absolutamente nadie y decide meterme en el mas amplio que se suele reservar para los discapacitados.
Aun nervioso y excitado por la grata sorpresa del dependiente me fui quitando los pantalones para proceder a probarme los diferentes modelos y tallas que había cogido. Cuando baje los pantolones pude sentir como mi polla, con vida propia, ya se había puesto morcillona por la situación que acababa de vivir. Me probé un par de modelos y me sorprendí cuando desde detrás de la cortina que protegía el probador, el dependiente me preguntaba que tal iba todo y que si me gustaba algún pantalón de los que me había propuesto.
Abrí la cortina con uno puesto y el dependiente sin ningún tipo de rubor se metio en el probador y se atrevió a indicarme que se ajustaba muy bien a mi cuerpo, me consulto si pensaba quedármelo y ante mi respuesta afirmativa me señalo que se quedaban un poco largo y que habría que coger el camal para coserlos, le di el ok y se agacho ante mi para colocar una agujas en el camal.
La situación resulto realmente excitante..allí estaba el chaval agachado dentro del probador mientras desde arriba yo lo observaba sin realizar ningún movimiento..una vez tomo las medidas del camal, me indico que también se quedaba largo de tiro y pasando mi mano por la entrepierna lo estiro rozando mi polla para hacerme ver que tenía razón. Aquello duro mas de lo normal y no dejaba de estirar del tiro del pantalón provocando que mi polla ante sus roces sufriera una erección repentina.
Ya con la polla dura como una piedra el chaval levanto su cabeza mirándome directamente a los ojos con una cara de vicio que recordare toda mi vida. En un juego perverso me cogió la polla con su mano y me indico que con esa erección iba a ser difícil coger bien las medidas.
Cerro de golpe la cortina del probador y con una maestría digna del mejor costurero, bajo mis pantalones junto con mis calzoncillos hasta los tobillos liberando mi polla que salto como un resorte golpeando su cara.
No necesito mas que abrir la boca y engullir mis 19centimetros de una tacada. Sin duda dominaba el arte de las mamadas porque la recuerdo como una de las mejores que me han hecho nunca. La cogió con una mano y empezó lamiendo la punta de mi capullo..bordeando seguidamente mi glande con su lengua empapada..uff..de golpe y con una furia inusitada acaba engulléndola toda para después poco a poco sacarla en un ritmo constante que me hizo tener que sentarme en el banco del probador para no acabar desfallecido del placer.
En un momento determinado se paró, se levantó..y rápidamente se quitó toda la ropa qudedandose solo con unos boxer que marcaban una polla con liquido preseminal en la punta del capullo..ante mí se presentaba un joven con un cuerpo perfecto y dispuesto a complacerme como cliente.
Sentado como estaba en el banco, le baje los calzoncillos y libere un pollón de unos 20 cm gordo y venoso que rápidamente me metí en la boca..umm que bien sabia.
Quien se ha comido una polla sabe lo gratificante que es sentir la dureza de la excitación en tu boca..sentir lo poderoso de una erección en tus labios. Le recorrí todo el tronco con mi lengua y me propuse devolverle el placer que hacía unos segundos él le había ofrecido a mi polla.
Allí sentado y mientras le comía la polla lleve mi dos manos hacia su culo atrayendo en un vaivén constante su polla hacia mi boca, en una follada continua que llegaba hasta mi campanilla..aproveche que mis manos ya se encontraban en su culo para investigar en su raja hasta encontrar su hoyito..allí introduje un dedo que acompase metiendo y sacando con su follada de mi boca..en un momento determinado levante mi vista hacia el y vi como él tiraba su cabeza hacia detrás y se pellizcaba los pezones mientras gemía ligeramente.
Aproveche su excitación para ir metiendo poco a poco más dedos dilatando aquel culo que me había propuesto penetrar en cuanto me lo permitiera.
Estábamos disfrutando como cerdos un momento super morboso que devolvía un poco la alegría a aquel lugar embragado de soledad.
Tras unos minutos disfrutando de su polla, la retiró de mi boca y me levanto del banco para mientras me comía la oreja pedirme con desesperación que le follara allí mismo. No dude ni un momento porque lo estaba deseando desde el primer momento que se me acerco para ofrecerme ayuda.
Cogí el banco del probador , lo separe de la pared y me volví a sentar en él, escupí en la punta de mi polla para lubricarla y lo acerque a mi para que se sentara encima de ella mirándole de frente a los ojos. Abrió sus muslos, me cogio de los hombros y poco a poco se sento encima de ella para de repente de un solo golpe engullirla entera dejando apoyados sus muslos en los míos.
Madre mia..mi polla se introdujo hasta sus entrañas empalándolo por completo, allí se mantuvo un rato acomodando sus intestinos a mi polla y poco a poco fue subiendo y bajando haciendo que mi cara se desencajara del placer brutal que me estaba ofreciendo aquel culo estrecho y duro.
Mientras su polla permaneció erguida ante mi golpeando salvajemente en cada penetración mi pecho. Tiro la cabeza hacia detrás y aumento su ritmo subiendo y bajando por mi mástil mientras yo aproveche para agarrar su polla y pajearlo al ritmo de su movimiento.
Así estuvimos un buen rato, sientiendonos, follandonos, sudando y rojos de placer..sé que no fue casualidad, fue producto de uno de los mejores polvos que he pegado en mi vida..el caso es que los dos nos corrimos a la vez..yo le inunde sus entrañas de mi leche caliente y el se corrió copiosamente dejándome la cara, el pelo y el pecho lleno de su semen, no pude sino abrir la boca y mientras gemía de placer por mi corrida, me llene de su leche que caía por la comisura de mis labios.
Así exhaustos, con mi polla aun en sus entrañas, acerco su boca a la mía y compartirmos su leche en un beso guarro y largo que puso punto y final a un polvo espectacular que siempre recordare.
Como pudimos, nos limpiamos, recompusimos nuestra ropa y salimos del probador hacia la tienda.
Dedicí quedarme los vaqueros que me había probado y ya en la caja y con una sonrisa pícara me lo desplego para volverlos a doblar señalándome con la mirada una marca de semen que se quedó allí y que nunca fui capaz de quitar para no olvidar jamás el tremendo polvo que le pegue al dependiente del centro comercial.