El jefe juguetón

A veces quien menos esperas es quien más te sorprende...

Hola, soy nueva en la página y este es mi primer relato... bien todo comenzó  con mi cambio de residencia, llegué a la ciudad de un estado pequeño y jamás me habría imaginado lo que me esperaba.

Soy una chica linda, aparento menos edad de la que tengo, soy morena clara con cabello ondulado hasta las espalda, no tengo mucha bubi pero tengo unas piernas torneadas, caderas grandes que acentúan mi cintura y un trasero que es motivo de lujuriosas miradas. Adoro usar pantalones entallados o faldas cortas que muestren mis atributos.

Bueno, fue mi primer día de trabajo, la entrevista fue via telefónica por lo que mi jefe no me conocía en persona, yo seria su nueva asistente. Para mi primer día lleve un pantalón blanco bastante entallado, una tanguita y una blusa ligeramente transparente con un suéter ligero, las zapatillas realzaban mis nalgas así que sabía que sin mostrar nada de piel me veía sexy, al entrar a la oficina de mi jefe sentí desde el primer momento como su mirada casi me desnudaba lo cual me encanto, él  es un señor maduro pero bastante guapo, con porte, se cuida bastante asi que no dude en ser un poco coqueta y es que no pude evitar sentirme atraída desde el primer instante.

Paso la primer semana donde él me tocaba ligeramente "por accidente" claro que yo provocaba un poco la situación pero él tambien lo hacía y ese jugueteo no solo me fasinaba si no que debo confesar que solo oler su loción me mojaba inmediatamente las pantaletas y me hacía fantasear sobre lo que podía pasar.

Era verano y el clima caluroso obligaba tener el aire acondicionado a todo lo que daba lo cual me encantaba, adoraba su cara al ver mis pezones duros bajo las blusas que generalmente usaba.

Un día estaba decidida, ya no podía solo imaginar, fantasear y usar eso para masturbarme en casa, lo deseaba y yo no le era indiferente en ocasiones veía un gran bulto en su pantalón al provocarlo así que cada vez lo provocaba más y más, miradas, insinuaciones, coqueteo, hacia de todo.

Por fin un día me pidió quedarme a ayudarle a buscar unos documentos por lo que éramos los únicos en la oficina, llevaba un vestido bastante corto, una tanguita de encaje y no llevaba brasier ya que el vestido tenía copas y la espalda algo escotada.

Estábamos trabajando, yo me agachaba dejándole ver mis nalgas cuando se acercó por un papel, para mi suerte mi vestido quedó atorado en su reloj así que al levantarse  dejo al descubierto todo mi trasero, intenté voltear pero era imposible así que solo me reí y me limité a decirle si le gustaba lo que veía, el asintió así que lo invité a tocar lo que quisiera.

Sin pensarlo dos veces comenzó a masajear mis nalgas, las abrían y las estrujaba tan deliciosamente que yo solo me recargue en su escritorio abriendo las piernas  ligeramente para que pudiera verme mejor, jalo su mano rasgando un poco mi vestido por lo que pensé  que cuando se disculpaba era por ello, pero no, después de escuchar -disculpe señorita- note que era por lo que estaba a punto de hacer.

Se inco, me abrió las piernas, movio a un lado mi tanga y comenzó a lamer mi conchita desesperadamente, yo comencé a gemir como loca, podía sentir su lengua recorriendo toda mi raja y sus manos apretando mis nalgas. No pude resistir más y me volteé para ofrecerle mi Conchita de piernas abiertas,  inmediatamente me empujo y hundió su cara nuevamente entre mis piernas, gemía tan fuerte que me escuchaba en todo el piso y de solo pensar que los guardias podían oírme me prendí mucho más, estaba tan mojada que no pasó mucho tiempo para que me hiciera sentir el primer  orgasmo ahhhhh que delicia, por fin estaba sucediendo.

Me beso para que pudiera probar mis jugos en su boca y yo acepté ese beso encantada,  quedé tumbada sobre el escritorio así que cuando sentí se habia pasado del otro lado solo me limite a escuchar el cierre de su pantalón, sentí como me jalaba para que mi cabeza quedara colgando del escritorio y pude ver su delicioso miembro con la punta llena de lechita rica para mi, venoso y gordo, de un solo golpe lo metió en mi boca provocando la primera arcada la cual aguante, ansiaba tenerlo en mi boca, saborearlo y comenzó a cogerme la boca, sus manos entraron bajo mi vestido y apretaba fuertemente mis pezones ya duros y excitados. Cada embestida me hacía sentir que no podía respirar, jamás me habían cogido de esa manera la boca y eso me.hizo notar como me mojaba nuevamente... comence a apretar con mi lengua y labios su verga dura y caliente hasta que senti como explotaba en mi garganta ahhhh su sabor era delicioso y sus gemidos me excitaban aún más, apenas terminó  me giré para limpiar con mi lengua todo su miembro lo que provocó una nueva erección.

Me sonrió y me dijo -eres más puta de lo que imaginé y más caliente de lo que esperaba, sabía que era una buena opción contratarte-

Yo lo mire inocente, lujuriosa, aún limpiando y tragando la deliciosa leche que me había  regalado...

CONTINUARÁ (espero les esté gustando)

Les mando besitos y chupaditas ;)