El jefe de mi mujer

Después de muchos años, mi mujer se encontró con un viejo amigo con el que siempre había tenido fantasías eróticas, solo que ahora ese amigo iba a ser su nuevo jefe

Capítulo 1

Después de tantos años juntos, la rutina se había apoderado de nosotros, últimamente nos excitábamos bastante contándonos fantasías, mirando películas porno y haciendo el amor en algún sitio donde nos pudiesen descubrir, pero no parecía suficiente ya que los problemas económicos que teníamos nos hacían dejar el sexo en segundo plano.

Como si fuera por casualidad, mirando por webs de ofertas de empleo, mi mujer vio una oferta que pedían una secretaria, sueldo correcto y buen horario. Indagando un poco más en el anuncio descubrimos que era para un despacho de arquitectura y allí salía el nombre que al leerlo choco como un tren a toda marcha. Resulta que el señor que buscaba secretaria había trabajado en el pasado con mi mujer y había estado colado por ella, le había tirado los trastos y fantaseado con ella, por otra parte mi mujer siempre me contó que si no hubiera estado conmigo en aquella época habría acabado con ese señor y que siempre se quedó con las ganas de follar con el, cosa que nos excitaba y follabamos como locos cuando metíamos e ese señor en nuestras fantasías sexuales.

Una vez hablado, le dije que podría intentar tirar el currículum, que no había nada a perder. Pasaron dos semanas y por fin llegó la contestación diciendo que había sido aceptada y que empezaría la siguiente semana.

Llegó el día, era primavera y mi mujer se vistió con un sujetador negro de encaje que hacía ver sus enormes pechos naturales perfectos, se puso medias poco tupidas que dejaban ver unas piernas preciosas, luego una falda a cuadros negros y blancos ,un jersey de tirantes muy escotado y encima una camisa blanca con botones negros. Se puso las gafas para ir más cómoda, se pintó los labios con un tono suave y dejó su melena con mechas rubias y pelo liso suelto.

Yo al verla le dije que estaba bien buena y que al volver de trabajo me la pensaba follar con esa ropa puesta, ella me sonrió y le dijo cuando vuelva soy toda tuya para que hagas lo que quieras.

La mañana pasó sin ningún sobresalto ni novedades, después de comer llegó el jefe de mi mujer y al verse, estuvieron hablando un buen rato recordando tiempos pasados.

El jefe de mi mujer, Raúl es su nombre, había invitado a mi mujer hacer un café a su despacho y allí no tardó en hacerle piropos a mi mujer y en decirle lo guapa que estaba.

Mi mujer al salir del despacho de Raúl me envió WhatsApp diciendo todo lo que estaba pasando, fueron emociones contradictorias ya que me había puesto celoso, furioso y cachondo a la vez. Yo le dije que como estaba ella y me contestó que bien, que le había excitado bastante estar en ese despacho recibiendo halagos por parte de Raúl y que luego ya me contaría si pasase algo más.

A falta de media hora de salir de trabajar, empezó a llover de forma abundante, con truenos de vez en cuando y ráfagas de aire. Al llegar la hora de salir, Raúl le dijo a mi mujer si necesitaba que la acompañase algún lugar y ella le dijo que no le vendría mal si la acercaba a la estación de autobuses.

Salieron en busca del coche pero al estar en la calle, era inevitable mojarse hasta poder estar a cubierto, al entrar Raúl puso la calefacción, la camisa de mi mujer estaba empapada, se la saco para no estar mojando todo y Raúl hizo lo mismo con su americana. En esos momentos el jersey de tirantes de mi mujer dejaba ver parte del sujetador y un escote generoso de sus dos enormes pechos.

Empezó a conducir pero la mirada de Raúl se desviaba al escote de mi mujer y ella se dio cuenta.

-         Si sigues mirándome las tetas y no la carretera vas hacer que tengamos un golpe.

-         Perdona Noèlia, es que no puedo evitarlo, son muchos años detrás de ti y tenerte tan cerca y así vestida, sería de necios no mirarte.

-         Jaja, que tonto eres Raúl, además si soy tu nueva secretaria vas a verme así más de un día.

-         Si, lo sé y no por eso se hace más fácil.( Y puso su mano en la pierna de mi mujer)

Mi mujer no retiro la mano de Raúl y puso su mano encima de la suya, Raúl fue subiendo la mano por la pierna y empezó a meterla por debajo de la falda, cuando estaba a punto de llegar a su entrepierna, le agarro la mano y la saco y le dijo no es el momento ni el lugar.

Entonces Raúl llevo el coche a una calle poco transitada del polígono y le dijo.

-         Noèlia, se que tú también quieres sino no me hubieras dejado meter la mano debajo de tu falda, ahora es el momento y este lugar es tranquilo y con la que está cayendo de agua no hay nadie ni se ve nada.

-         Estas loco Raúl…

En lo que acabó de decir su nombre, el la empezó a besar apasionadamente y mi mujer le devolvía los besos, se estuvieron besando un buen rato y el la invitó a ir detrás del coche. Una vez allí, ella se puso encima de él y de nuevo se empezaron a besar y Raúl aprovecho para quitar el jersey  a mi mujer y seguidamente el sujetador.

-         Vaya tetas que tienes Noèlia, son increíbles, las más grandes que e visto nunca.

Las agarro con las dos manos y empezó a comserselas, sin dejar un solo espacio sin lamer.

Mi mujer apartó la cerveza de Raúl de sus tetas y con sus manos le empezó a desabrochar el pantalón, el rápidamente se los quito y ella le quitó el bóxer dejando su polla ya erecta del todo al descubierto.

Se puso se rodillas como pudo debido al espacio reducido del coche y agarro con la mano  la polla de Raúl

-         No te imaginas la de veces que e querido tener tu polla en frente para poder metermela en la boca.

-         Uff joder Noèlia, si te contara la de pajas que me e hecho pensando en ti.

-         Pues hoy no te hará falta hacerte una paja, que ya me ocupo yo.

Mi mujer empezó a lamer la cabeza de la polla de Raúl, y fue lamiendo todo el tronco hasta llegar a sus huevos los que se metió en la boca por completo. Después se fue metiendo la polla poco a poco en la boca hasta tragársela por completo y eso que tenía una polla bastante grande. Mi mujer fue acelerando el ritmo y combinaba la boca con la mano, Raúl no daba crédito a la mejor manada que le habían hecho en su vida y advirtió a Noèlia que se correría rápido si seguía así. Mi mujer que ya estaba muy cachonda hizo caso omiso a las advertencias de Raúl y este se corrió llenando la boca de leche a mi mujer, la cual no dejaba de mamarle la polla y tragándose toda su leche hasta no dejar ni una gota.

-         Madre mía Noèlia, es la mejor manada que me han hecho en la vida, ahora me toca a mí no pienses que te voy a dejar así.

Raúl le bajó la falda a mi mujer y le quitó las bragas, la sentó en el asiento de atrás con las piernas abiertas y empezó a comerse el coño como un poseído. Mi mujer hacía esfuerzos por no chillar por si pasaba alguien por la calle, aunque con los cristales tintados y la lluvia era difícil que les pudieran ver.

Raúl seguía comiéndose el coño se mi mujer y le metía de vez en cuando dos o tres dedos, mi mujer le hizo parar diciéndole que ya le temblaban todas las piernas.

Entonces Raúl se reincorporo y en esa misma posición, con la polla ya erecta de nuevo, se puso un condón y empezó a follarse a mi mujer con fuertes embestidas y tocándole las tetas.

Mi mujer le dijo que parase ya que quiera ponerse ella encima, y así fue como empezó a cabalgar la polla de Raúl en el asiento de atrás, Jordi aprovechaba la posición para comerse sus dos tetas sin parar hasta que le interrumpía mi mujer para besarse apasionadamente.

Luego Raúl la levantó y la puso a cuatro patas en el asiento y empezó a embestir la desde atrás sin parar, empotrado la cabeza de mi mujer contra el asiento del coche.

Mi mujer ya se había corrido dos veces y Raúl paro se follarsela por detrás para darle la vuelta y decirle que se iba a correr.

-         Correte en mis tetas, llénamelas de leche cabron ( le dijo mi mujer)

El en escuchar eso empezó a correrse encima de las tetas de mi mujer y cuando ya terminó le acerco la polla a la boca y ella sin mediar palabra se la empezó a chupar hasta dejarla reluciente.

Después de vistieron y no mediaron más palabras, Raúl acerco a Noèlia a casa y al entrar mi mujer me dijo que tenía muchas cosas que contarme.

Continuará…