El jefe de mi mujer 2

Segunda parte de nuestra aventura.

Capítulo 2

Noelia llegó más tarde de lo habitual, pero como había estado lloviendo de forma intensa pensé que habría retenciones y que el autocar se había retrasado.

Noelia después de decirme que tenía cosas que contarme, me dio un beso en la boca y me dijo que se iba a duchar.

Mientras se duchaba aproveché para preparar un par de gin tonic para celebrar su primer día de trabajo.

Sin yo saber nada, cuando ella se estaba secando el pelo, le llegó un mensaje de Raúl al teléfono diciendo que le había encantado y que si ella estaba incómoda con la situación no volvería a ocurrir y que sentía haberla abordado de esa manera pero qué su instinto más salvaje se había apoderado de él en el coche. Noelia sonrió y no contesto el mensaje.

Al salir de la ducha se fue a la habitación y se puso un conjunto de lencería debajo del pijama.

Nos pusimos cómodos en el sofá, me estuvo contando las tareas del trabajo mientras la bebida iba bajando, había preparado alguna golosina para picar algo con el alcohol.

En la televisión pusimos un capítulo de esa serie que nos tenía enganchados, con la emoción y suspense nos pasamos un capítulo sin darnos cuenta, y en el segundo mi mujer empezó a tocarme la pierna. Yo llevaba puesto el pijama con pantalón corto sin calzoncillos y manga corta, de tal manera que su mano estaba directamente en mi muslo. Yo empecé a manosear sus tetas por encima del pijama y pude intuir algún sujetador o lencería no habitual en mi mujer al ponerse el pijama.

La mano de mi mujer fue subiendo por la pierna hasta llegar a mi polla, que estaba flácida pero rápido se animó. Empezamos a besarnos y mi mujer se puso de pie delante de mí y se quitó el pijama dejando a la vista esa lencería tan excitante diciendo ¡sorpresa!

Acto seguido me quite el jersey del pijama y los pantalones, ella se arrodilló y preguntó si tenía ganas de que me comiera la polla, lo cual le dije que ya sabía la respuesta y que estaba muerto de ganas de que empezara.

Empezó dando besos alrededor de mi polla, las ingles, el ombligo y fue besando poco a poco, sin coger con la mano mi polla. Luego estuvo lamiendo, el mismo recorrido y cuando pensaba que no podía aguantar más, la agarró con la mano, escupió en el glande y me masturbo con la mano y su saliva.

Después de minutos de tortura se la metió en la boca y empezó hacerme una de esas mamadas que tanto me gustan. Cuando llevaba un rato se la sacó de la boca y me dijo:

  • Cariño, tengo que contarte una cosa y tengo miedo que te enfades

  • Amor mío, ya sabes qué puedes confiar en mí, (dije asustado)

  • Pues verás, tengo que decirte que tú polla no es la primera que a estado en mi boca hoy.

  • Como? A quien coño se la has chupado cariño?

  • A Raúl… a cualquier otro no habría caído en la tentación pero me subió a su coche empezó a decirme cosas y ya sabes qué siempre e fantaseado con eso, lo siento mucho cariño no volverá a pasar, entiendo que estés enfadado, había pensado que si te lo decía mientras te comía la polla quizá no te enfadarías tanto.

  • Ya cariño, se lo que siempre has querido hacer con Raúl, pero podrías haberme consultado no?

  • No dispuse de ocasión ni tiempo, pasó todo así de rápido, entonces que hago, sigo la mamada o quieres que pare y te deje solo.

  • La mamada la vas acabar quieras o no, y enfadado estoy porque me has engañado sin haberme avisado, sabes que soy abierto de mente y quizá sí me lo hubieras pedido habría accedido a que cumplieses tu fantasía.

  • Ya lo se amor mío, te voy hacer la mejor manada del mundo.

  • Y te gustó hacerle una mamada? La tiene más grande que yo?

  • No, la tenéis muy similar, la tuya es más gruesa y si disfrute mucho no quiero engañarte, me moría de ganas de comerme su polla.

  • Imagino qué disfrutó bastante el mamón, y dónde dejaste que se corriera?

  • Pues verás… estaba tan cachonda que se la estaba mamando rápido y me dijo que se iba a correr y lo hizo en mi boca.

  • Que zorra eres, a mí casi nunca me dejas que lo haga, y te lo tragaste?

  • Si claro, no lo iba a escupir en el coche.

  • Pues que sepas que está mamada la quiero terminar corriéndome en tu boca y te lo vas a tragar todo.

  • Pídeme lo que quieras cariño, soy toda tuya.

Mi mujer continuó la mamada y le dije que quiera grabar en vídeo un rato la mamada y la corrida, evidentemente ella accedió sin rechistar. La mamada estaba llegando a su fin y me puse de pie, ella estaba arrodillada y le dije que quería correrme. Ella abrió la boca y sacó la lengua y empezó a masturbarme para sacarme toda la leche, yo estaba grabando todo sin perder detalle alguno.

Empecé a correrme de forma violenta debido a la energía con la que Noèlia me estaba masturbando e iba viendo mi leche entrar en su boca y algunos restos se quedaban en la lengua, una vez qué vio que no salía más, se tragó todo y me relamió toda la polla para no dejarse nada.

  • Vaya día llevo, hacía meses que no tenía leche en la boca y hoy me habéis llenado, que fijación tenéis los hombres con correros en la boca de una mujer.

  • Que guarra eres cariño, a partir de hoy vas a tener que tragarte mi leche más a menudo, por mala.

  • Si así consigo que me perdones, puedes correrte las veces que quieras amor.

Nos fuimos a preparar la cena y nos pusimos una botella de vino, bastante cara, para hacer las paces.

El vino rápidamente se acabó y estábamos bastante desinhibidos ya al llegar al postre, habíamos preparado fresas con nata, y le dije que podríamos jugar con la nata en la cama, mi mujer contestó diciendo que le parecía una muy buena idea.

Una vez todo recogido, nos fuimos a la cama y allí empezamos a besarnos.

  • Cariño, antes lo que te contado era cierto, pero no tenía valor para decirte que con la mamada que le hice a Raúl había acabado todo.

  • Joder, el tío se corre en tu boca y tú aún tenías ganas de más.

  • No fue así, al terminar de correrse me cogió, me abrió de piernas y se puso a comerme el coño de una forma espectacular, no podía decirle que no.

  • Y después de comerte el coño imagino que follasteis

  • Pues si, me estuvo follando un buen rato, pero no sé corrió dentro tranquilo, además usó condón.

  • Se corrió en tu boca otra vez?

  • No, se corrió en mis tetas esta vez.

  • Bueno, con esas tetas que tienes es normal. Joder cariño de una mamada hemos pasado a que habéis estado follando un rato largo… espero que al menos disfrutarás.

  • Disfrute mucho por el morbo la verdad, pero tú me follas mucho mejor amor.

  • Y ya puestos a saber la verdad, como follasteis?

  • Pues primero el encima, luego le estuve cabalgando y después me puso a cuatro patas hasta que se corrió.

  • Joder, no se si es normal pero me has puesto cachondo imaginando esas posturas con el mamón del Raúl metiendo toda su polla en tu inferior.

  • Me da igual si no es normal, solo quiero que me folles como más te guste, puedes hacer conmigo lo que quieras.

  • Pues lo primero que voy hacer, es demostraré quien de los dos te come mejor el coño zorrita mía.

Estire en la cama a mi mujer, la abrí de piernas y le empecé a lamer el clítoris y junto a mis dedos y mi lengua hice que se retorciera de placer, ella me suplicaba que parase pero no iba a parar hasta hacerla sufrir un poco más.

Cuando ya creí necesario, me detuve y me tumbe en la cama diciéndole que ahora le tocaba a ella comerse mi polla, sin ningún titubeo empezó a engullir mi polla sin tregua, yo le iba tocando las tetas en cuanto podía.

Cuando ya no aguantaba más, la agarré, la puse boca abajo y empecé a empotrala contra el cabecero de la cama, la postura requería habilidad, ya qué con cada empuje, tenía que subir y bajar haciendo una flexión, pero los gritos de placer de mi mujer merecían todo ese esfuerzo.

Cuando el cansancio se había apoderado de mí, le dije que me quería follar sus tetas hasta que me sacara la leche, ella rápidamente se tumbó boca , juntando sus tetas para que pudiera poner mi polla en medio, a los pocos instantes de estar moviendo sus tetas arriba y abajo empezó a salir leche de entre sus tetas, cayendo en su cara alguna gota, ella cogió la leche de su cara con el dedo y lo lamió diciéndome que mi leche era mucho más rica que la de Raúl.

Y así fue como después de un día intenso nos quedamos dormidos, lo que todavía no me había contado mi mujer era el mensaje que Raúl le había enviado y que no sabía que contestar.

Continuará…