El Jefe de mi Esposa

La necesidad hace que mi esposa consiga un nuevo trabajo...

Con mi esposa formábamos una típica pareja que comenzaba comprándose una casa teniendo una hermosa hija que cuidaba Claudia mientras yo trabaja convirtiéndome en el único ingreso.

Un buen día la empresa en la que trabajaba se cerró, pero con mis antecedente pensamos que rápidamente conseguiría un nuevo empleo y que las cosas se reacomodarían en breve.

La situación se tornó muy difícil cuando cuatro meses después debía tarjeta de crédito una cuota del préstamo y otras tantas cosas más. Para ese entonces ambos buscábamos empleo de lo que fuera. Y de repente el milagro, Claudia entró a trabajar de Secretaria del Abogado Ignacio Aguirre con un sueldo bastante bueno para una persona nueva.

Era la única empleada del Abogado así que le demandaba mucho tiempo. Yo me dediqué a los trabajos domésticos haciendo las compras, comida, limpieza y por supuesto cuidando a nuestra hermosa hija. Además aproveche ese tiempo para ponerme en forma adelgazando esos kilos de más.

Hasta que un día Claudia me dijo que tenía que hablar muy seriamente

Daniel, yo te amo. Pero frente a la situación en que vivíamos me vi obligada a aceptar cosas que en otro momento no hubiese aceptado jamás – comenzó diciendo entre sollozos - Como notarás cada vez el trabajo me lleva más tiempo y es porque en realidad no solo debo ocuparme de los escritos del abogado sino también de otras cosas.

No te entiendo, ¿qué estás diciendo exactamente?

Ignacio me tomó con una condición que lo atendiera sexualmente. Y en estos meses he trabajado en forma esmerada para que no nos falte nada.

No podía creer lo que acababa de escuchar, sin muchos más detalles mi esposa me contó que tenía relaciones con él desde el principio, y que el no solo manejaba su conducta dentro del trabajo sino también afuera indicándole cuando y como debía tener relaciones que luego relataba en forma detallada. Lloraba mientras me hablaba y juraba que todo comenzó para paliar la crisis y luego para mantener lo que teníamos, porque aún seguía sin trabajo.

Todo esto produjo en mí un conjunto de sensaciones muy difícil de explicar, por un lado mi esposa me era infiel y me lo contaba y por otro me sentía un inútil que obligó a su esposa a someterse en manos de un loco para sostener económicamente a la familia.

No vayas más a trabajar, de alguna manera nos vamos a arreglar – le dije en tono contemplativo mientras la abrazaba

No puedo, no quiero pasar por lo que pasamos, además no te terminé de contar – hizo una pausa casi interminable – Ignacio necesita una persona de confianza para hacer ciertos trámite y me dijo si no estaba interesada en que fueras tú.

Y lo mandaste a la mierda – dije totalmente indignado

No, después de arreglar tu sueldo le dije que empezarías lo antes posible

Claudia me planteaba que entre el sueldo de los dos casi íbamos a cobrar más del doble de lo que cobraba originalmente, así que luego de dos semanas de peleas, reconciliaciones, marchar y contramarchas acepté el trabajo.

La primer semana me la pase haciendo todo tipos de trámites, así que casi ni estuve en la oficina, pero pude apreciar que Claudia ni bien llegaba se quitaba el corpiño y luego comprobé que también la bombacha.

Un día me envió a hacer un trámite y cuando entré a la oficina no encontré a Claudia en su escritorio, inmediatamente me llamó Ignacio. Al entrar encontré a Claudia de rodillas haciéndole una buen chupada mientras él le manoseaba las tetas. Me indicó que me sentara

Mirá se le paró, le excita ver como la chupás – le dijo a Claudia – mostrale lo bien que hacés las cosas. Levantale la pollera y tocala – me indicó

Fue cuando descubrí que tampoco usaba bombacha.

Tu esposa siempre elogió lo bien que le chupás la concha, vamos quiero verte

Por favor Dany hace lo que te pide – me dijo Claudia

Me arrodillé y puse mi cara en su vagina, que encontré muy mojada, y comencé a chupar. Luego de un rato Ignacio me indica que se lo ponga a mi esposa. Lo antes posible se la puse y comenzamos con un bombeo muy excitante, todo sin que ella soltara la pija que tenía en la boca.

Claudia acabó primero e inmediatamente le seguí, aunque debió seguir chupando hasta que acabase Ignacio, que cuando estaba por acabar le dijo no te la tragues tenela en la boca y besalo. Cosa que obedecimos sin chistar.

La cosa es así, de ahora en más van a mantener relaciones, solo cuando lo indique y siempre será aquí. Claudia quiero que te vayas a depilar totalmente la vagina y de ahora en más no podrás utilizar ropa interior en ningún momento – luego me miró a mi y me dijo - vos tampoco usuarás ropa interior

Al entrar al día siguiente nos llamó a su despacho

Levantale la pollera – me indicó - y vos abrí las piernas como a mi me gusta

Levanté la pollera hasta la cintura, demostrando lo bien depilada que estaba e inmediatamente Claudia abrío las piernas tomando (el equivalente a una posición de descanso de los militares) y tiró el torso hacia delante y se dio vuelta mostrándole el culo abierto.

Chupale ese culito rico – me indicó luego de haber tocado a su antojo el culo y la vagina de mi esposa

El se paró y Claudia nuevamente chupaba su pija, mientras yo le chupaba el culo a Claudia que sin lugar a duda estaba disfrutando. Hizo que Claudia soltara su pene y se sentó en el sofá

Esto culito lo hago yo solo, jamás lo vas a tener – me dijo mirándome fijamente a los ojos.

Mi esposa se acerca y se sienta dándole la espalda al abogado, agarra el miembro del abogado y se lo acomoda en la entrada del culo y comienza a meterselo, con alguna dificultad pero no con la que hubiera supuesto. Ignacio mientras tanto le pellizcaba los pechos.

Te das cuenta lo puta que es, hacele una buena chupada de concha

Era increíble escuchar los gemidos de mi esposa que tenía una pija en el culo mientras yo le chupaba la concha y el clítoris. Claudia debió haber tenido unos cuatro o cinco orgasmos antes de que acabara Ignacio.

Limpiale - me dijo

Miré con desconfianza o desconcierto y me volvío a decir que lo hiciera. Claudia me tomó la cabeza y me la llevó a su culo para que yo chupase todas las secreciones que de él salían. Por segunda vez estaba tomando restós de semen del Abogado y otra vez y para mi sorpresa mi excitación fue increíble.

Un día Claudia estaba chupándola pija

Quiero tus tetas en mi boca pero no suelte mi pija

Al principio ella había adoptado una posición que le permitía cumplir con lo indicado pero él la ponía de tal forma que era imposible, entonces tomó mi mano y la llevó hasta su pija

Has visto miles de veces a tu esposa, algo debes haber aprendido

Ella ni miró estaba en otro mundo, así que lentamente comencé a masajear aquella masa de carne.

Fijate – le indicó a mi esposa quien enseguida sacó mi pene que estaba al palo

Le gusta, tenías razón – acotó ella. Luego mirándome agregó – chupala, nadie te va a juzgar

Me incliné y comencé a meterme esa bella pija en mi boca, al principio lentamente y luego como desesperado porque estaba fascinado con la situación. Cuando dijo que estaba por acabar mi esposa puso su boca, Ignacio acabó y ella me besó, como ya era costumbre.

Así que el ahora también chupamos pija, que flor de pareja me encontré.

Con el tiempo me fue enseñando como chuparle la pija y hasta me la metio por el culo mientra mi esposa me chupaba la pija.

No hemos vuelto a tener relaciones sexuales fuera de la oficina, ni siquiera en época de vacaciones. El nos utiliza a su voluntad y nosotros somos muy dichosos en obedecer todos sus caprichos.