El Jefe de mi Esposa (03)

La necesidad hace que mi esposa consiga un nuevo trabajo...

Y vos, ¿cómo estás? – me preguntó Ignacio

Tenía una excitación increíble pero no me estaba permitido acabar, comenzaba a dolerme las bolas además del culo que me habían roto por primera vez y mientras pensaba todo esto escucho

Matarías por acabar – me dice

No tanto – le respondí, tratando de minimizar lo que sentía

Te has portado muy bien, así que mereces acabar. Acostate

Me indicó que lo haga en una especie de camilla de ginecólogo pero baja (a unos 50cms del piso) y nuevamente el culo al aire y supuse lo que iba a suceder.

Pero no, primero mi esposa comenzó a chuparme la pija con ganas mientras que con una mano me tocaba el pecho y un dedo de la otra mano se metió en mi culo. Luego se subió arriba mío sin sacarme el dedo del culo se subió arriba mío. Ignacio se acercó y me puso la pija en la boca mientras comenzó a besar a mi esposa en forma obscena metiéndose la lengua profundamente mientras le tocaba las tetas o mejor dicho amasaba, estrujaba, pellizcaba.

Unos pocos meses atrás me hubiese peleado con cualquiera que me llame cornudo o puto o chupa pijas; y sin embargo estaba acabando a más no poder mientras veía a mi esposa besándo a otro hombre que la tocaba a más no poder, con uno o dos dedos en el culo y una pija en la boca.

Verdaderamente fue formidable así que ya más tranquilos nos dedicamos a descansar, tomar algo y charlar un rato. La comida era exquisita había un poco de todo y muy bien presentada; particularmente comí poco porque estaba bastante dolorido y el hecho de ir y venir provocaba un mayor dolor.

Brindamos por el cumpleaños de Ignacio con un excelente champagne, con los mejores deseos y luego dirigiéndose a Claudia, le dijo:

Daniel ya me dio su regalo, ahora quiero el tuyo.

Sabes que he hecho todo lo que me pediste. He dejado de utilizar ropa interior, tengo boqueras constantes de tanto chuparte la pija, te he dado mi culo virgen que le negaba a Dany, he dejado todos mis prejuicios y he participado de cuanto juego me has pedido. La verdad es que no se que más puedo darte.

Aún queda algo – volvió a conectar el video que mostraba unas escenas de lesbianas – nunca te he visto con otra mujer, deseo verte con otra mujer, tocándola, besándola, acariciándola.

No me pidas eso, sabés que no me gusta.

Pero a mi sí y es lo que yo quiero, de otra manera voy a pensar que no confías en mí

Las últimas palabras de Ignacio fueron dichas con determinación, mientras que las de Claudia eran cada vez más débiles.

En ese momento se abrió una puerta y entro en la habitación una rubia hermosa completamente desnuda, una chica de unos 23 años delgada, con unos pechos, cintura y cola en una proporción perfecta.

Se acercó a Ignacio y lo besó mi esposa miraba la situación, yo permanecía sentado y en silencio haciendo caso a una seña de él.

Te presento a Mariela, nos va a acompañar, el resto de la noche. Es verdaderamente hermosa ¿no te parece? – preguntó mirando a Claudia

Claudia sabía que no hacer lo que Ignacio pedía era equivalente a terminar con nuestra relación. Debía tomar rápidamente una decisión. Así que se paró, se acercó a Mariela y le dijo a ella mirándolo a él

Es verdaderamente hermosa.

Ignacio, que tenía a Mariela sentada a la derecha, sentó a Claudia a su otro lado y olvidándose totalmente de Mariela abrazó a Claudia, luego besó su hombro y cuello y así hasta llegar a su boca. Los besos y las caricias eran más bien mimos hechos con ternura que intentaban relajar a Claudia, mientras Mariela solo observaba la situación acariciando con una mano la nuca de Ignacio.

Las caricias y los besos continuaron tomando un mayor contenido sexual. Fue entonces cuando Mariela dejó su posición de espectadora y se sentó al lado de mi esposa. Al igual que el Abogado comenzó a acariciar a mi esposa suavemente, Claudia pareció no prestarle atención y siguió en lo suyo.

Las caricias fueron tomando mayor intensidad, logrando que Claudia rote un poco el cuerpo para seguir besando a Ignacio y dejar que Mariela le chupe las tetas, mientras la masturbaba con una mano.

Poco a poco el trío se fue soltando. Mariela besaba a Claudia mientras la seguía masturbando e Ignacio chupaba alternativamente las tetas de una y otra y metía la mano en la vagina de Mariela que habría sus piernas complacientemente.

De nuevo tenía una erección descomunal, así que decidí pararme y unirme al grupo.

¿Qué haces? No te pedí que vengas.

Perdón – y volví a sentarme en mi lugar.

Ignacio se levantó y dejó a las chicas solas, y vino a sentarse cerca mio

Disfrutemos de lo que estamos viendo – y conectó nuevamente los televisores – En un rato vamos con las chicas

Mariela ya decididamente besaba a mi esposa mientras seguía masturbándola. Claudia había dejado de tener una actitud pasiva y respondía ávidamente a las caricias, además de tener sus manos totalmente activas por todo el cuerpo de la hermosa rubia.

Vamos - me dijo Ignacio

Y ambos nos levantamos, él primero y luego yo. Fuimos hacia donde estaban las chicas. Mariela estaba agachada entre las piernas de Claudia y con la cola para arriba, inmediatamete el Abogado comenzó a tocar tan precioso cuerpo.

No sabes lo lindo que me está chupando la concha esta pendeja – me dijo cundo vio que me sentaba junto a ella – la verdad es que jamás pensé dejarme hacer todo esto por otra mujer. Tocale los pechos, son hermosos y esos pesones chiquitos y adolescentes pero bien duros que dan ganas de estrujarlos con fuerza.

Sos más puta que las gallinas - le dije

Inmediatamente nos comenzamos a besar, mientras Claudia me acariciaba la pija con las manos y yo le pellizcaba los pechos como Ignacio se lo había hecho en otras oportunidades.

  • No voy a aguantar mucho más – me dijo Ignacio, que ya le estaba dando a la rubia desde atrás – Metesela hasta el fondo a tu esposa así acaban.

Inmediatamente obedecimos, ella se subió arriba de mio y con un par de movimientos acabe, ella siguió unos segundos más y acabó también. Inmediatamente después Ignacio terminó.

Nos quedamos charlando un rato para recuperarnos, creo que dormité un rato y luego nos fuimos. Al irnos le entregaron la película en crudo (un DVD con la filmación completa) y le dijeron que en una semana le enviaría el extracto de la filmación.