El jamón del sandwich (2)

La venganza es dulce...

¡CÓMO DISFRUTO CUANDO ME VENGO!

Hola nuevamente, le voy a platicar un encuentro más con Carmen y Rosalía, espero que les agrade.

No me quedé muy contento que Rosalía haya estrenado mi culo, por eso decidí volver a verlas, así que 2 días después llamé al departamento de Carmen y me contestó la voz melodiosa y agradable, de Rosalía, dije mi nombre y le propuse que nos viéramos lo más pronto posible, y además que si podía avisarle a Carmen, me pidió que le llamara en unos minutos para avisarle, al rato volví a llamar y me dijo muy alegre que si yo podía en la noche, lo cuál venía muy bien para mis planes, colgué e inmediatamente llamé a mi amigo Mauricio, él vive a unos cuantos kilómetros de Zamora, así que no se tardaría mucho en llegar.

Por la tarde recibí una llamada de la administración del hotel donde estaba hospedado y me comunicaron con Mauricio, le pedí que subiera a mi habitación, le expliqué parte del plan, que consistía básicamente en darle por todos lados a Rosalía, y después hacerle un sándwich a Carmen, mi amigo estaba ansioso por empezar a actuar y pasar una deliciosa noche de placer, ya que nunca se había cogido a un travesti, ni había participado en grupos, con las ganas reflejadas en el rostro, esperamos la llamada para ir a ver a Carmen y a Rosalía. Poco tiempo después sonó nuevamente el teléfono y Carmen dijo que nos esperaba a las 9 de la noche, salimos del hotel y fuimos a tomarnos un par de copas para desinhibirnos y llegar con muchas ganas a cumplir son mi revancha.

Toqué a la puerta del departamento y abrió Rosalía, a los 2 nos saludó de beso en la boca, se veía muy sexy con el baby-doll negro y su tanga del mismo color, solo que ahora también lucía un brassiere que cubría sus pequeños pechos, le presenté a Mauricio y pasamos a la sala que yo ya conocía, - ¿Gustan tomar algo? – nos preguntó con voz melosa, - no por ahora, gracias, preferimos esperar a Carmen – como si la hubiéramos invocado, en ese justo momento entró por la puerta y dirigiéndose a mi, me dio un riquísimo beso en la boca para seguir después por el cuello, me separé un poco de aquella sensación tan rica y dije - Déjame presentarte a Mauricio, es un buen amigo de hace mucho tiempo – ella volteó a verlo y extendiéndole la manos lo saludó y le dio un beso en la mejilla, como si ya se conocieran – Mucho gusto, espero que seas como él – dijo dirigiéndose a mí – cumplidor en la cama – finalizó, Mauricio contestó en forma normal y desinhibida – Es cosa de que al finalizar me lo digas, no quiero dar ningún motivo de queja, voy a poner lo mejor de mi para gozar – dicho esto Carmen se disculpó para poder cambiarse de ropa y comenzar con la batalla.

Mientras tanto Rosie se acercó a nosotros y comenzó a modelarnos la ropa que llevaba puesta - ¿cómo me veo? – nos preguntó con cierto acento de excitación – luces fantástica – le dije yo – te ves muy rica y sensual – dijo Mauricio – me gustaría poder desvestirte completa para admirarte y besar ese delicioso cuerpo – sin perder la coquetería sonrió y repuso – pues solo es cosa de que lo hagamos, tu a mi y yo a ti – se acercó tanto a él que sus pequeños pechos quedaron a la altura de la cara de Mauricio, ni tardo ni perezoso, metió las manos por debajo del brassiere y comenzó a acariciar esas pequeñas pero deliciosas tetas, Rosie le desabrochó el pantalón que quedó en los tobillos para continuar con la camisa, que salió volando hacia el comedor, y el baby-doll voló detrás de la camisa, quedando los 2 en ropa interior, se fundieron en un apasionado beso u decidí poner algo de música para ambientar la velada, Carmen salió de su recámara con zapatillas altas, tanga, medias y liguero, todo en negro, lo que hacía resaltar mucho más su blanca piel, fui inmediatamente hacia ella y la besé con pasión, acariciando con mis manos aquel cuerpo delicioso y hambriento de pasión.

Comenzamos a bailar fundidos en apretado abrazo y sentir nuestros cuerpos mutuamente, pensé que era el momento propicio y les anuncié: - ¿les gustaría que hiciéramos un juego sexual? – como los 3 asintieron continué – tenemos que apagar las luces, debemos de quedar completamente desnudos, nadie puede hablar y con los ojos vendados, así nadie sabrá con quién le toca, es de lo más excitante – Primero nos desvestimos Carmen, Mauricio y yo, Rosie no quería, pero entre los 3 quitamos toda su ropa, dejando al descubierto su condición de travesti, Carmen trajo unas pañoletas y entre ella y yo vendamos a Rosie y a Mauricio, luego se la puse a ella y al final amarre la mía, pero no me tape los ojos completamente e hice lo mismo con Mauricio, así tendríamos ventaja.

Cuando di la señal todos empezamos a buscar a quien abrazar, por llevar ventaja, abracé inmediatamente a Carmen y la acerqué a mi tieso miembro, que estaba ansioso por sentir como era devorado por aquella boca hambrienta de placer, Mauricio hizo lo mismo con Rosie, y al empinarla quedó su pequeño anillo en dirección mía, así que lo empecé a acariciar y lubricar con saliva, le metí primero 1 dedo, luego el segundo, con lo cuál empezó a gemir de placer, Mauricio y yo sabíamos que estaba a punto, así que saque mis dedos de la estrecha cueva y le hice la seña de que se la cogiera, le dio la vuelta y acostándola en el sillón se la clavó por en culo de un golpe, Rosie gimió – que rico papacito, clávala toda – Carmen continuaba saboreando mi caramelo, y pensé que no debía perderse aquella diversión, arranqué la pañoleta de sus ojos y le hice la seña de que no dijera nada, hice lo mismo con Mauricio y solo quedó Rosie vendada, Carmen sonrió y me acercó a la boca de Rosie para que me la chupara, lo cuál hizo con placer, nos quedamos así por algunos minutos y cambiamos de posición Mauricio y yo, para seguir ensartando sin cesar a Rosie, mientras carmen nos besaba y acariciaba todo el cuerpo, a Rosie se le paró la reata y Carmen se puso debajo para que se la clavara por delante, ¡que rica visión, Carmen era ensartada por Rosie, Mauricio en la boca y yo en el culo de Rosie, cambiamos de lugar entre los 3, todo para darle placer a Rosie, dedos, lenguas, reatas, todo entraba en cualquier orificio o se pasaba encima de la piel, la orgía siguió hasta que Rosie se vino, poco después con nuestros orgasmos llenamos la boca y culo de Rosie, Carmen ya se había venido varias veces, quedamos rendidos y por fin dije en voz alta: - ya se pueden quitarse la venda de los ojos – nosotros hicimos como que nos acabábamos de quitar la venda, solo Rosie continuaba con las pañoleta en sus ojos, se la quitó y dijo – esta es la mejor cogida de toda mi vida, la disfruté como nunca, sentía manos y besos por todo el cuerpo, ¡estuvo genial! – con una sonrisa de complicidad entre los 3 Carmen le dijo - ¿quieres repetirlo? – Rosie suspiró y con los ojos llenos de deseo respondió - ¡claro que si!, solo que me gustaría saber quien me dio y a quién le di – Mauricio respondió – eso no lo sabemos, yo también disfruté como nunca, entré en conchas húmedas, apretados culos y apetitosas bocas - yo estaba feliz, por fin Rosie no se cogió ningún culo de hombre, solo había recibido por todos lados y quedó bañada se leche por dentro.

Después de descansar un rato, le pedí a Carmen que nos trajera algo de tomar, lo que hizo con agrado, tomamos un par de copas, Rosie se metió nuevamente el fierro de Mauricio en la boca, tenía ganas de seguir con la sesión se sexo, Carmen la imitó y se puso a mamar con ganas, las 2 lograron su objetivo, nos pusieron en condiciones de coger nuevamente, esta vez Mauricio empinó a Rosie sobre el brazo de sillón, y así se podía contemplar su orificio abierto y ansioso de ser penetrado, Carmen trajo un consolador de buen tamaño y se lo puso en la boca a Rosie, lo lubricó son su propia saliva y pidió que se lo metiéramos, Mauricio lo tomó y enterrándolo de un golpe casi hasta el fondo, hizo que Rosie casi llorara por tan brusca penetración, luego me coloqué cerca de su boca y me mamó todo el miembro de una forma que me hacía ver estrellas, lo hacía delicioso, después Carmen quiso sentir aquella lengua en su cueva caliente, Rosie le daba lengua a todo lo que estuviera frente a su boca, penes, panochas, culos, bocas, lo que fuera era recibido con agrado, nos cambiábamos constantemente de lugar, para no darle momento de reposo, bombeábamos a Rosie con el consolador, la besábamos por todas partes, Carmen le chupó el caramelo hasta que se vino, se bebió toda la leche sin dejar escapar ni una gota, Rosie cayó en un profundo sueño vencida por tanto placer y Carmen volteando hacia nosotros, pidió – necesito que me cojan aún estoy caliente – Mauricio se acostó en el sillón, ella se sentó sobre él y con rápido movimiento se clavó hasta adentro la lanza de mi amigo, yo me puse detrás de ella y le puse la cabeza de mi arma en la entrada de su lindo trasero, Carmen me pidió que lo hiciera con cuidado, ya que no lo había hecho por ahí desde hace mucho, a pesar de que lo metí lo más despacio que pude, Carmen se quejó – me están partiendo en dos, es doloroso pero placentero, no se detengan, clávenlas hasta la empuñadura – le obedecimos y continuamos metiendo y sacando nuestras reatas dentro de ella hasta que con un grito de placer, Carmen se vino abundantemente, con las contracciones de su vagina y ano hizo que también nosotros alcanzáramos el clímax del placer e hizo que explotáramos dentro de ella, Carmen sintió aquel torrente de leche que inundaba sus entrañas por sus 2 orificios y lo recibió con agrado y placer, zafándose del doble abrazo, limpió con la lengua nuestras armas hasta dejarlas totalmente limpias.

Mauricio y yo decidimos retirarnos, nos despedimos de Carmen con unos apasionados besos en sus partes íntimas, panocha, tetas y culito recibieron gustosos aquellas caricias, salimos del departamento y Mauricio me dijo - ¿cuándo repetimos la cogida? Fue de lo mejor – sin asomo de remordimiento le respondí – muchas gracias por ayudarme a tener la revancha con Rosie, puedes visitarlas cuando quieras, solo ten cuidado porque si estás con Carmen, Rosalía te ataca por detrás.

Don Pato

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