El italiano

Son casi las 5 de la tarde, mi chica debe estar a punto de salir de la oficina e irse a encontrar con el italiano. Yo siento mariposas en el estómago, una compleja sensación de celos y excitación, que hace que bombee sangre incansablemente a mi pequeño pene y que lo pone duro como una piedra.

Son casi las 5 de la tarde, mi chica debe estar a punto de salir de la oficina e irse a encontrar con el italiano. Yo siento mariposas en el estómago, una compleja sensación de celos y excitación, que hace que bombee sangre incansablemente a mi pequeño pene y que lo pone duro como una piedra.

Los días anteriores, Raquel ha estado preparando el encuentro con todo lujo de detalles. Raquel no se va con cualquiera, no. Su perfil de Victoria Milan, sofisticado y sexy, es un reclamo para infinidad de hombres que la abordan incansablemente. Ella sólo entra al trapo con aquellos que tienen realmente buena pinta, invariablemente más jóvenes que yo, pero que además tienen gracia y salero para arrancarle una sonrisa. Con algunos de ellos queda en algún sitio de diseño de Barcelona para tomar un café y tantear el terreno.

Con el italiano (ignoro el nombre, porque Raquel es muy selectiva con la información que me da de sus amantes) la cosa no empezó muy bien. Fotógrafo de moda (de lencería, a más abundamiento), modernito en el vestir, como buen italiano… le pareció un poco demasiado metrosexual, un pelín afeminado. El tío no supo cómo manejarse con Raquel, que aunque sea una mujer innegable estilo y clase, le gusta que los tíos sean más directos y fogosos. Aquello  se quedó en un café, y punto.

Pero al cabo de unas semanas, el italiano contratacó y de hecho le preguntó en qué había fallado… y esta vez no se anduvo con tantos miramientos. Finalmente encontró el tono directo que a Raquel le gusta, y le dejó claras las ganas que tenía de follársela como Dios manda.

Hace una hora, Raquel me mandó un mail que transcribo:

“pues al final, me ha dicho el spaguettini que quedamos en XXXX porque tiene que ir a buscar una cosa pasadas las 5.

Ni idea de donde acabaremos, y eso que voy preparada para todo…

no dejo de imaginarme en un sinfín de posiciones, estoy muy caliente, y es curioso pues me imagino contigo (bueno tu p…., sin rostro y con tu boca, esa boca, esos besos que no iguala nadie)

supongo que como no lo he catado no puedo poner imagen en mi cabeza.. Espero sea XL, jejejjejeje porque sabes que en cuestión de p… la tuya me queda un poco escasa!

Que ganas de portarme mal cari ;-)”

Hay que decir que hace unos días descubrimos juntos una web (lovesmallpenis.wordpress.com) que le ha dado un giro a nuestra relación. Esta web americana (qué es lo que no inventarán los americanos) es un foro de discusión para hombres (y sus parejas) con penes inferiores a la media. Allí hemos descubierto lo increíblemente excitante que puede ser para un hombre con pene pequeño aceptar sus limitaciones, hablar de ello libremente con su pareja y darle a ésta libertad para que pueda complementar con amantes ocasionales lo que no puede encontrar en casa (cuckolding).

Desde entonces, Raquel deja caer de pasada lo que echa de menos una polla grande y gruesa. La compara con la de alguno de sus amantes pasados, con los de su amiga de travesuras (sí, con su amiga Ana no tiene secretos en este campo, y este “outing” o desvelar mi secreto a personas de confianza, todavía me excita más). Lo hace mientras hacemos el amor, o cuando estamos en los preliminares, y el resultado es invariable: mi pequeño pene se esfuerza al máximo y se pone realmente duro, pero “lo que la Naturaleza no da Salamanca no presta”… y aunque Raquel aprecia mis esfuerzos (de lo que da fe el mail), está claro que necesita más.

Hace unos minutos me ha enviado un WhasApp con foto incluida, hecha en el baño de la oficina, enseñando el sujetador mini del que se quieren escapar sus pechos:

“le voy a decir que adivine el color de mi ropa interior.. si lo hace le dejaré ponerse "morado", jjjj

y también le diré que hoy no llevo marca XXXXXX [la del fotógrafo] pero es high class (le propondré que vea patrón por si lo quieren copiar) y sobretodo que el sujetador me aprieta, me va pequeño, lo exploto porque me han crecido las tetas y el pezón se me sale (sólo con que abra un poco la camisa podrá comprobarlo)  ;.)))

voy a maquillarme un poco los labios que salgo ya..

besito”

Ya son las cinco y media… ya deben haberse encontrado… ¿aguantaré hasta la noche sin hacerme una paja?