El italiano
Los amores fugaces muchas veces nos marcan tan fuerte, que en el Tiempo lo recordamos
El italiano...
Podría decir que fue una de las experiencias más especiales trascendentales y que forjaron mi carácter, GianLuca tenia 42 años cuando yo lo conocí, media 1,70 delgado, con un cuerpo ejercitado, su padre era de mi país y su madre era italiana así que por eso nos conocimos. Nos conocimos en un bar que estaba cerca a mi casa el cual tenía un concepto bastante peculiar, una noche tenía ganas de salir y me fui a este bar, ahí lo conocí, tenía los ojos verdes, cabello totalmente gris. Tenía unos brazos fuertes y un torso ancho. Recuerdo haberlo visto y coquetearle. Era un hombre de modos muy finos. Cruzamos miradas y nos sonreíamos. Él también se encontraba solo, así que me mando a decir con el mesero que si me permitía sentarse en mi mesa. Por supuesto le dije que si. El hombre se acercó, me saludo de mano y me dijo que le parecía un chico muy interesante, platicamos de todo un poco, me dijo que trabajaba de gerente para Latinoamérica en una empresa de distribución de calzado, platicamos de todo y de nada, hasta de extraterrestres, estaba encantado con Gian, era un hombre guapo, culto y yo le gustaba. Esa noche me acompaño a casa y me dejo en la puerta, nos despedimos y quedamos de ir a comer al siguiente día, fui con él a un restaurante de comida típica, solo nos reíamos, era muy divertido conocernos, veía un brillo en sus ojos, y nadie nunca me había dicho lo que él me decía, yo apenas tenía 18 años, había recibido siempre cumplidos acerca de mi cuerpo, de mi trasero, de mi cara, pero nunca de mi persona, de mi ser dejando del lado físico, su platica era envolvente, no decía groserías y su etiqueta era impecable, el se quedaría un tiempo y comenzamos a salir; salimos por varias semanas, y aún no llegábamos ni a un beso; era un noviazgo como de dos jovencitos sin experiencia, el primer beso fue después de salir por dos meses, fue tierno nada apasionado, pero la verdad fue algo lindo, y ahí me propuesto que fuera su novio... recuerdo haber sentido mariposas en el estomago, recuerdo haberme visto demasiado sonrojado, me sentía de una forma totalmente desconocida hasta jalea para mi. No podía dejar de sentirme afortunado y sentir que alguien iba a cuidar de mi. Yo iba a la universidad y lo visitaba en las noches, el me recibía con una cena, hablábamos hasta la media noche, pero aún no nos íbamos a la cama... un mes después de ser novios, por fin se dio la situación, nos besamos pero no era nada apasionado era despacio y se sonreía cada vez que se despegaba de mis labios, me decía palabras muy bonitas. Daba pequeños besos por el cuello luego bajo a mi verga, yo estaba totalmente duro y lubricándome. Había estado esperando este momento por 3 meses. Desde que lo vi por primera vez me imaginé en su cama. Cuando llego a mi verga comenzó a mamarla casi de forma desesperada. Mamaba mi verga como si no hubiese un mañana, lo hacía muy bien, pero la verdad me sorprendió, nunca nadie hasta hoy me ha mamado la verga como GianLuca, era casi obsesivo con mi verga, me pedía que le diera mi esperma, pero yo le dije que quería sentirlo dentro de mi, entonces subí mis piernas sobre sus hombros, salivé mis manos para lubricar mi culito, su verga debía medir unos 16,cm. De un grosor normal, me lo metió de una sola vez hasta el fondo, un gemido emanó de mi boca, lo sentí muy rico, no sé si fue porque lo deseaba tanto y me gustaba tanto, que sentía aquella verga como la gloria. Me penetro bastante fuerte, me daba una que otros bofetada en mi cara.
-te gusta mi amor ? Te gusta mi verga?
-si... me encanta
-pues cométela toda.
Después de unos minutos se vino dentro de mi, sentí como su verga se hinchó y expulsó todo su esperma dentro de mi culo. Me volteó, me puso boca abajo en la cama, abrió mis nalgas y metió su lengua en mi culo, estaba limpiando todo el esperma que había dejado dentro... estuvo mamando mi culo por unos 10 minutos, luego se puso sobre mi espalda y sentí su verga de nuevo dura... comenzó a rozar su verga entre mis nalgas, me susurraba al odio con su bello acento italiano...
-papi quiero tu culito otra vez, papi quiere que lo consientas...
Sentí como su verga entro de nuevo en mi culo. Yo solo me hice para atrás para asegurarme de que entrara toda... comenzó un mete y saca algo rápido, besaba mi cuello, me jalaba un poco el cabello, y me decía cosas al oído...
-papi ama tu culito...
Mordía suavemente mis orejas, lamía mi cuello y gemía, cada gemido parecía que lo disfrutaba mucho, y eso me calentaba, mientras tanto mi verga estaba muy estimulada, y me vine, cuando me vine apreté mi culo e inmediatamente sentí como Gian se vino dentro de mi de nuevo. Se quedó a mi lado mientras acariciaba mi espalda y me decía que todo esto le parecía un sueño. Nos levantamos a preparar algo de cenar, luego estaban pasando un partido de fútbol, Gian se sentó y yo puse mi cabeza sobre sus piernas, de repente me calenté de nuevo, así que solo baje su short y comencé a mamar aquella verga, me sabía a gloria, la mamaba despacio de arriba hasta la
Pelvis, despacio... quería disfrutarla toda, la ponía sobre mis labios, luego bajaba para lamerle sus bonitas y redondas bolsa
sin nada de vello. Después de un rato de saborear su verga solo me levante y me senté sobre sus piernas, cabalgue su verga con furor, quería sentirme de él, quería aprovecharlo, no quería dejar de sentirlo dentro de mi, lo abracé fuerte y me entregue totalmente al placer. Gian de vino de nuevo dentro de mi, y yo sentí por
un momento que quizá era lo que quería por mucho tiempo. Gian me hablaba de vivir juntos, de amarnos incondicionalmente, de apoyarnos y querernos... yo me sentí feliz por primera vez en mucho tiempo... la verdad es que mi relación con mis padres había sido muy difícil, yo era algo inseguro, y estaba buscando sentirme querido, sentirme amado, y creo que hasta el día de hoy lo sigo buscando... sentir que puedo ser el mundo para alguien, pero creo eso es algo imposible, estamos en un mundo egoísta que solo piensa en el placer y beneficio propio.
Gian me hacía sentir en las nubes, realmente sabía lo que hacía, conoció a varios de mis amigos cercanos, y allí comenzó a cambiar todo, después de un año me enteré que salía con un conocido mío. Obviamente me sentí totalmente desilusionado, fue bastante duro, pero supuse que así eran algunas personas... nuestro noviazgo duro 4 meses. Solo hicimos el amor esa noche, ya que el al día siguiente se fue a Italia por un percance, cuando regreso ya no quise saber de él ...
Aún estamos en contacto, lo aprecio, pero nunca volví a estar con el, el me cambio por otro chico, y ya se salió de mi corazón en ese sentido, lo quiero como un amigo...