El islota cachondo
Era fin de semana y había quedado con un amigo para dar una vuelta en barca. Mi novia Marta se terminó apuntando también.
EL ISLOTE CACHONDO Era fin de semana y había quedado con un amigo para dar una vuelta en barca. Mi novia Marta se terminó apuntando también. Llegamos a nuestro apartamento, y todos nos cambiamos en el baño. Mi amigo Pablo y yo en bañador y mi novia Marta con un bikini blanco y rayas negras que le resaltaba sus dos tetas. Nos montamos en la barca y nos fuimos hasta una playa que era difícil llegar en coche o andando. Pasamos el día bastante tranquilo y en silencio. Comimos allí y por la tarde hablamos de ir a explorar algún islote. Cerca de aquella playa había uno que tenía muchos arbustos, algún árbol y era grandecito. Llegamos allí y en fila india fuimos por los senderos. Mi novia iba a la cabeza y Pablo detrás. Me percaté de cómo él no le quitaba la vista del culo y de las tetas cuando ella se giraba. - Parece que no hay nadie aquí - Dijo mi amigo - Si quieres hacer topless, por mí no te preocupes - dijo riéndose - Qué listo! - dije yo - La verdad es que tiene razón - Dijo mi novia - Aquí sólo estamos los 3, y si viene algún giri seguro que también hace topless. ¡Es que estoy muy blanca! ¿No te importa verdad cariño? - ¿Y si me pongo cachondo cariño? - le dije picarón Ella se rió y se quitó la parte de arriba del bikini, dejando salir sus dos tetas blanquitas a la luz. Pablo intentaba disimular, pero me fijé cómo le miraba las tetas. Seguimos explorando y Pablo se desvió un poco. Aproveché que no estaba para echarme encima de mi novia y morrearla. Mi bañador mostraba una pértiga escondida en su interior. Estaba cachondo, así que le empecé a tocar las tetas a Marta. Ella me sobaba el culo mientras. De repente oímos una voz: - Por mí no os cortéis! - Era Pablo, que había llegado a nuestro lado. Mi novia paró y se le quedó mirando. - Tío, es que verla así no veas cómo me ha puesto. Si no fuera xq estás tú, lo hacíamos aquí mismo. - Pues hacedlo hombre! Sin darle tiempo a responder, empecé a acariciarle el coño por encima del bañador a mi novia y la morreaba. Noté por la humedad que ella también estaba cachonda. Empezó a tocarme el pene por encima del bañador. - Mira qué bien se lo pasa tu amigo - me dijo entre jadeos Marta Efectivamente, se había bajado el bañador y se la estaba cascando allí mismo. Me bajé el bañador yo también y mi novia empezó a cascármela. Ella me miraba a mí y también a él. Ella se sentó en el suelo y empezó a chupármela. Pablo se acercó más para ver mejor. - Chúpasela también a él cariño. Mi amigo no se lo pensó y acercó su polla a la cara de ella. Ella me miró con la otra polla en la mano y yo le empujé la cabeza para que se la comiera. Nos la chupó un rato a uno y otro rato al otro mientras que los 2 le tocábamos las tetas. Oímos ruido, y en seguida aparecieron 2 giris al lado nuestro. Se quedaron flipando. Eran 2 chicos jóvenes de unos 30 años. - Como si no estuvieran, tú tranquila, no pares. Y así hizo Marta. Siguió chupando. Los 2 giris empezaron a pajearse sin vergüenza viendo la escena. Se la estaba chupando a Pablo cuando este gritó: - Me corroooooo!!! Mi novia no apartó los labios y él le llenó la boca de semen. Ella no tragó y dejó que se le cayera por la comisura de sus labios. Al verlo, empecé a correrme encima de su cara. Noté una mano cerca, y era uno de los giris que me pedía permiso para hacer lo mismo. Le dije que sí, y los 2 giris se corrieron a la vez en su cara mientras que ella estaba quieta con los ojos cerrados. Los giris se fueron, y entre Pablo y yo ayudamos a mi novia a ponerse en pie, porque tenía la cara llena de semen. ¡Eso sí que fue un día de playa! -- FIN --