El investigador privado (4)
Al día siguiente preparé el desayuno para todos...
Al día siguiente preparé el desayuno para todos, perdimos el tiempo por casa haciendo cosas que los niños querían hacer, almorzamos y sobre las tres y medía les dije que se vistieran que íbamos a un sitio sorpresa, se pusieron guapos y subimos al coche, su hermano le tapó los ojos a la niña diciéndole que era una sorpresa para ella, la llevamos engañada a la casa de su madre, en el jardín le había preparado una fiesta con los compañeros de su clase y algún que otro amigo y amiga vecinos, entramos por la puerta que da directamente al jardín, todos estaban en silencio. La puse delante de todos destapándole los ojos gritando a la vez dándole una buena sorpresa, después los niños fueron a saludar a su madre, besó a sus hijos, los niños se mezclaron con los otros jugando y su madre me vino a saludar muy tímida, no me extrañaba que estuviera nerviosa igual que lo estaba yo, habíamos estado meses sin vernos, la veía caminando en mi dirección y la miraba sin poder remediar sentir algo dentro de mí, había sido siempre tan feliz con ella, la había querido tanto, o, ¿la quería todavía?, mi cabeza era un lio, estaba muy guapa, tremendamente guapa, siempre se había cuidado mucho y vestido muy bien, sabía perfectamente lo que le favorecía y lo que no, y sabía lo que a mí me gustaba porque se había vestido de una manera que los ojos se me iban solos, llevaba todo lo que sabía que me gustaría, la falda, la blusa medio transparente y unos zapatos finos de taconazo, yo sabía que los taconazos no le gustaban, porque le hacían daño y se cansaba mucho con ellos, y ella se los puso, ¿porqué lo hizo?, ¿para impresionarme?, ¿para qué me gustara?, no lo sé. Llegó donde estaba yo y nos miramos a los ojos, aquellos preciosos ojos claros que tantas veces me habían mirado cuando hacíamos el amor encendidos de pasión, aquellos ojos que me enamoraron la primera vez que la vi, se paró delante de mí con la cabeza un poco baja, nos cogimos de la mano y nos dimos dos besos, con el segundo aguanté en su mejilla oliendo su piel, sintiendo el contacto de su piel en mis labios, ella no se movió aguantando, nos separamos y nos soltamos la mano.
YO: ¿Cómo estás Clara?
CLARA (nerviosa): Muy bien, ¿y tú?
YO: Muy bien también, trabajando mucho, ya sabes, con mis cosas.
Nos sonreímos un poco, creo que por los nervios, sin darnos cuenta nos fuimos separando de la fiesta paseando por el jardín quedándonos solos.
YO: Hacía mucho tiempo que no nos veíamos.
CLARA: Es mejor así.
YO: No sé porqué.
CLARA: No quiero darte ninguna esperanza, ¿lo entiendes?
Yo pensé, que hija de puta, me dice que no quiere darme esperanzas y se viste con todas la prendas que sabe que me gustan, hasta se pone taconazo sufriendo con ellos la cabrona.
YO (serio): Claro que lo entiendo.
Lo entendía, pero me estaba jodiendo bien jodido.
CLARA: Será mejor que volvamos a la fiesta.
YO: Creo que será mejor que me largue, avísame cuando acabe la fiesta y vendré por ellos.
CLARA: Si quieres puedes dejarlos aquí y ya están en casa, ¿cómo tú quieras?
Me sentía mal, verla a ella y la conversación me había afectado, así que acepté que se quedaran ya con ella, pensé que no estaría con mis hijos todo lo divertido que me gustaría, me despedí de ellos y me marché en el coche, con la indiferencia en la despedida por parte de mi ex mujer. Pensé de camino a casa que tal vez había conocido a alguien, que igual me lo quería decir y no se había atrevido, llegué mal a casa, abrí la puerta y todo estaba en silencio, entré y me senté en el sofá, miré a mi alrededor y cogí el teléfono llamando a Laura.
LAURA: Hola guapo, no esperaba que me llamaras tan temprano, ¿no estás en la fiesta de tú hija?
YO: He dejado a los niños en la fiesta y se quedan ya con su madre, ¿te va bien que venga a verte?
LAURA: James, ¿ha pasado algo?
YO: Si quieres verme te lo explico cuando llegue.
LAURA: Claro que quiero verte tonto, vente para aquí ya anda.
YO: Cojo cuatro cosas para pasar hoy y mañana y salgo de casa.
Llegué a su apartamento con una bolsa con un poco de ropa y tres botellas de buen vino de la bodega de mi casa, nos besamos y nos abrazamos con mucho sentimiento, después lo entendí, abrí una botella, Laura llevó dos copas a la mesita de delante de los sofás y nos sentamos brindando.
LAURA: ¿Por nosotros?
YO: Sí cariño, por nosotros.
LAURA: ¿Qué ha pasado?
No sabía muy bien cómo afrontar aquella conversación, pensé que si algún día tenía una relación sería con Laura no podía mentirle, ya sabemos que se pilla antes a un mentiroso que a un cojo.
YO: Ya sabes que llevábamos mucho tiempo sin vernos, yo pensaba que después de ese tiempo no me afectaría verla, que cada uno había hecho su vida, que si había quedado alguna cosa después de la separación habiendo pasado tanto tiempo ya se abría apagado.
LAURA: Pero.
La miré a los ojos sonriéndole nervioso.
YO: Pero la verdad, es que al verla me volvieron a la cabeza todos los buenos momentos con ella y no los malos.
Paré un momento el relato respirando profundamente, la miré y le caían lágrimas por la cara, se las sequé con mis dedos.
YO: Lo siento cariño, ¿quieres que pare?
LAURA: No, sigue por favor.
YO: Pues me he puesto mal, me ha ofrecido que le dejara ya a los niños para que no fueran para arriba y para abajo y me ha parecido bien…
Me cortó la palabra.
LAURA: ¿Estás enamorado de ella?
La miré fijamente a los ojos, para que viera que le contestaba con sinceridad.
YO (muy serio): No, estoy enamorado de ti, y de nadie más.
No dije nada más, posiblemente porque en ese momento tampoco podía, se hizo un largo silencio mirándonos a los ojos, Laura seria se acercó a mis labios besándome, se sentó encima de mí pasándome los brazos por el cuello.
LAURA: Te quiero mucho, no me preguntes porque, es lo que siento y ya está, pero que sepas que tú ex acabará viniendo por ti, ahora mismo estoy segura que volverás con ella y me harás daño sin querer, pero estoy dispuesta a luchar para convencerte que conmigo puedes ser muy feliz.
Le miraba a los ojos sin tener pajolera idea de que decirle, tenía las cosas tan claras aquella mujer que me dejaba sin palabras. La besé, me devolvió el beso acariciándome la cara, se quitó la camiseta y me estiró del polo quitándomelo, volviéndonos a besar un buen rato acariciándole las tetas con suavidad, ella seguía pasándome la mano por mi cara y mi cuello, se levantó para quitarse las bragas, yo aproveché para desabrocharme el pantalón bajándomelo con la ropa interior a los tobillos, se volvió a sentar encima de mí besándome con pasión, con mis manos recorriéndole las caderas y el culo, metió la mano por debajo agarrándome la polla metiéndosela despacio en el coño, soltamos los dos un suspiro y se empezó a mover sensual como ella sabía hacerlo, yo le ponía los pezones duros metiéndomelos en la boca, ella me apretaba contra su cuerpo con una mano por detrás de mi cabeza, miraba al techo gimiendo con los ojos cerrados, me volvía a mirar poniéndolos en blanco y se excitaba gimiendo más fuerte, los movimientos de sus caderas se aceleraban, nos estaba llevando a los dos al paraíso, corriéndonos a la vez a gritos, apoyé la espalda en el respaldo relajándome.
YO: Que falta me hacía Laura.
Se levantó y se fue a la ducha, yo la seguí metiéndome con ella.
YO: ¿Estás bien cariño?
LAURA: Muy bien, ¿y tú?
YO: Perfecto.
LAURA: Pues vamos a ducharnos y a acabar con el vino.
Ella intentaba disimular pero yo sabía que algo le rondaba la cabeza. Volvimos al salón sentándonos en el sofá con la copa de vino uno al lado del otro, le pasé una mano por el hombro atrayéndola hacía mí, para que apoyara su cabeza encima de mí hombro como estábamos normalmente, no me dejó girando la cabeza, mirándome con los ojos vidriosos.
LAURA: Mira, no hace falta que me mientas diciéndome que me quieres, yo sé que estás enamorado y te gusto, pero de ahí a querer a alguien, eso es otra cosa, es no poder vivir sin esa persona, que te falte el aire cuando no está, que sientes qué harías cualquier cosa por estar a su lado, sé que hace muy poco que nos conocemos, dime loca si quieres, pero yo lo siento así y no puedo remediarlo.
Le empezaron a caer unas lágrimas que le hacían una carita preciosa, me daba una pena que se me rompía el corazón, me daba tanta dulzura, tanto cariño.
LAURA: Y no quiero que te sientas presionado, quiero que si estás conmigo sea porque tú estás convencido de que podemos llegar a algo serio, si tienes dudas, que las puedo entender, si no crees que lo nuestro va a funcionar, o simplemente vas conmigo para no estar solo o pasar el rato, por favor te pido que seas sincero y lo dejemos ahora, porque si no lo hacemos y lo haces más tarde me vas a dejar destrozada…
No pudo seguir, lloraba totalmente desconsolada, me dio un vuelco el corazón de sentirme culpable de haberla llevado a ese estado, había conseguido llegar a mi corazón en muy poco tiempo y abrírmelo de par en par para llenármelo de amor, de un amor sincero sin fisuras, abriéndose a mí con toda confianza y hablándome como nadie me había hablado con tanta sinceridad, pensé en mi ex, que en cuanto tuvimos un pequeño percance me abandonó sin preocuparse de mí y mis problemas, que parecía el perro del hortelano la hija de puta, ni comía ni dejaba comer, me miraba dándome esperanzas, se vestía sabiendo lo que a mí me gustaba, pero a la hora de la verdad no me daba puta bola, me quería tener controlado sin acercarse a mí para nada, sincera precisamente no lo era. Salí de mi pensamiento escuchando el llanto de Laura sentido y doloroso, la abracé con todas mis fuerzas, me pasó los brazos por la espalda apretándose a mí, sus lágrimas de dolor resbalaban por mi cara al tenerla enganchada a la suya, haciéndome llorar a mí también, le separé la carita de la mía, limpiándole las lagrimas con mis dedos, me miraba con cierta sorpresa por verme llorar también, le besé los labios con cariño, con dulzura, con todo el amor que sentía por ella, separé muy despacio mis labios de los suyos.
YO: Te quiero Laura, te quiero como no he querido nunca a nadie, tú me has enseñado a hacerlo, yo no sabía lo que era amar a alguien de verdad hasta que te he conocido, claro que pienso que podemos llegar a tener algo serio, muy serio, muy divertido y con muchísimo amor.
Empezó a sonreír cayéndole las últimas lágrimas de sus ojos, de sonrisa pasó a risita nerviosa, me besó con el sabor salado de sus lágrimas, volvió a mirarme a los ojos creyéndome, confiando en mí, entregándose, nadie lo había hecho por mí en mi puta vida, me estaba emocionando de lo que me hacía sentir con una mirada.
YO: Y con muchísimo sexo del bueno, muy bueno…
LAURA: Qué tonto eres, y que cosas más bonitas me has dicho.
Se me tiró encima abrazándome, dejándome caer en el sofá con ella encima, me puso la cabeza y un brazo encima del pecho, yo se lo pasaba por la espalda acariciándola, nos callamos un buen rato, como si todo lo que nos teníamos que decir ya estuviera dicho y no hacía falta nada más. Después de cenar nos fuimos a dormir, su cuerpo estuvo enganchado al mío toda la noche.
Me desperté de lado, con mi cara casi en medio de sus tetas, sus brazos rodeándome la cabeza como si no quisiera que me escapase, moví los ojos mirando para arriba, ella los tenía cerrados y respiraba durmiendo, le besé una teta suavemente, se la seguí besando llegando al pezón, besándolo y chupándolo, se le puso duro y me lo metí en la boca mamando, pasándole la lengua, me acarició la cabeza y se le escapó una risilla.
LAURA: Que gamberro que eres mi amor.
Yo le comía un pezón y le acariciaba la otra teta hinchándoselas y poniéndoselas duras, le besé en medio de las dos bajando por la barriga, por el pelito bien recortado del chichi, le puse la lengua encima del clítoris moviéndola lentamente, Laura suspiró y se puso boca arriba abriendo las piernas, me coloqué en medio abriéndole el coño con dos dedos de cada mano, bajando con la lengua hasta el agujero del culo volviendo a subir, dándole vueltas a la entrada de la vagina metiéndole la lengua dentro, gimió apretándome la cabeza con sus manos, volví al clítoris dándole vueltas lamiéndolo poco a poco cada vez con más intensidad.
LAURA (gimiendo): Si sigues me corro, me voy a correr, sí, sí…
Se corrió moviendo las piernas, tensando el cuerpo, levantando el culo, mi boca estaba enganchada a su clítoris como una ventosa, sin parar de lamer hasta que me apartó de un empujón en la cabeza jadeando, la abracé besándole en la cabeza, estábamos de lado y me cogía la polla pajeándome lentamente, levantó la cabeza y me besó los labios.
YO: ¿Te ha gustado?
Me miró con una sonrisilla.
LAURA: Ya sabes que me ha gustado.
YO: Es para que dijeras algo mi amor, estás muy callada.
LAURA: Estoy pensando en hacerte una pajita.
YO (riendo): Me parece muy bien si es lo que quieres.
LAURA: Sí, pero quiero que me enseñes como te gusta, el otro día te vi como te lo hacías y me gustó mucho, quiero hacértelo y que grites igual que lo hiciste.
YO: Vale, sigue que vas bien.
Laura tenía la polla bien agarrada con toda la mano subiendo y bajando lentamente, me puse boca arriba para que trabajara mejor.
YO: Acaríciame los huevos cariño.
Sin parar me puso la otra mano amasándolos, pasándome un dedito por el culo de vez en cuando.
YO: Mójala que está muy seca.
Se la metió en la boca todo lo que pudo dejándola llena de saliva, cuando se la sacó dejó caer de su boca en la punta más saliva, recogiéndola con la mano esparciéndola por toda la polla siguiendo con la paja.
YO: Un poco más rápido, así, así, que bien lo haces, como me gusta…
Cogía ritmo mirándome a la cara sonriendo, yo levantaba el culo del gusto.
YO: Si sigues me corro.
Aumentó el ritmo apretándomela más fuerte, pegué un grito cerrando los ojos, me tenía al límite, abrí los ojos y me estaba mirando con la boca entreabierta.
LAURA: ¿Quieres correrte en mis tetitas cariño, te gustaría?
YO: Sí, sí, sigue y no pares, no pares…
Aceleró un poco más apuntándose a las tetas, empecé a pegar gritos en cada disparo de leche que le bajaba resbalando por sus preciosas tetas, le aguanté un momento la mano porque iba demasiado rápido.
YO: Despacio, más despacio…
Bajo el ritmo a paja lenta otra vez, sacándome hasta la última gota, acercando sus tetas para que le cayera todo por encima, le dejé las tetas bonitas de tanta leche, me besó en los labios sin soltarme la polla, sintiendo como se me iba aflojando en su mano, me miraba sonriendo.
YO: Eso de, “tus tetitas”, lo decías en broma, ¿no?
Me pegó un apretón en la polla descojonándose de risa.
LAURA: Calla tonto, anda que no te gustan.
YO: Me vuelven loco nena.
Se levantó riendo controlando que no cayera nada al suelo entrando al cuarto de baño, nos duchamos juntos y pasamos el domingo “jugando”.
Durante la semana fui recopilando información de su empresa, Empresas AA, no parecía que tuviera mucho escondido, en los últimos tiempos habían despedido a más gente como a Laura, antes del juicio de la demanda les pagaban la correspondiente indemnización y listo, así se lo dije a ella, que no se preocupara y siguiera adelante con su abogado, lo que encontré raro es que le compraban los chips para lo que fabricaban a la empresa Industrias BB, que es donde trabajaba el ejecutivo cachas que me vino a contratar porque sospechaba algo, podía ser casualidad, lo que descubrí de BB tampoco parecía muy sospechoso, en todo caso la parte de la empresa que él era responsable no tenía nada que ver con la fabricación directa del chip, nos vimos y lo tranquilicé, le recomendé que hablara con un abogado para saber hasta dónde llegaba su responsabilidad en la empresa y se quedara tranquilo.
La siguiente noche avisé a Laura que llegaría tarde, cenaría algo por ahí para seguir a la señora del último cornudo, y hacerle su “reportaje” de video y foto con sonido para que se empapara bien el señor de los cuernos que llevaba.
La seguí cuando salió de su casa, entré poco después que ella en un local de Swingers y otras cosas, empezó hablando y riendo con gente que parecía que ya conocía con un cubata en la mano, se besaba y le metían mano en el culo con toda confianza, de allí se metieron por un pasillo, yo les seguí después, no los veía, se debieron de meter en algunas de las puertas, las fui abriendo poco a poco encontrándome de todo, pidiendo perdón, como si fuera un pardillo que me había equivocado, la cuarta puerta que abrí era una sala enorme con poca luz, había montada una fiesta de tíos y tías en pelotas acojonante, entonces la vi, deslicé por la manga el cable con una cámara en la punta para grabar sin que me vieran, cuando me iba acercando notaba manos que me tocaban el paquete, para poder grabarla lo más cerca y claro posible me tenía que acercar bastante, ella estaba en medio de una zona con colchones por el suelo pajeando dos pollas, otra metida en la boca y dos tíos más magreándola y comiéndole el coño, me iban desabrochando el pantalón, yo intentaba que fueran lo más despacio posible para ganar tiempo, acabé grabando como se la follaban por todos sitios dos o tres tíos a la vez, al final se arrodilló y como cinco o seis se le corrieron encima con uno diciendo: “Tendría que verte el cornudo de tú marido así, seguro que le gustaba”, salí de allí que alguna mano ya se me había metido por dentro sacándome la polla.
Cuando llegué a la casa de Laura me estaba esperando despierta.
YO: Cariño, podías haberme esperado en la cama, tengo que ver lo grabado y prepararlo para entregárselo al cliente mañana.
LAURA: Ya lo he hecho pero no podía dormir, así veo como trabajas.
YO: Es una cosa entre mi cliente y yo, no puedo enseñarlo a otras personas.
LAURA: Va, te piensas que se lo iré contando a todo el mundo tonto, es que quiero ver como es tú trabajo en estos casos.
Precisamente en aquel caso prefería que no lo viera, pero insistió tanto que acabé poniendo las imágenes en el portátil, se quedó mirando con los ojos muy abiertos.
LAURA: ¿Existen sitios así, que la gente va a hacer esas cosas?
YO: Existen sitios para todo cariño.
LAURA: Si tú estabas tan cerca y no te han visto, ¿es que también estabas haciendo guarradas como ellos?
Joder con la niña.
YO: Yo he entrado disimulando con una cámara oculta, ves.
Me saqué de la manga el cable con la cámara, desabrochándome la camisa para que viera como llevaba oculta la cajita que grababa.
YO: He disimulado como he podido para grabar lo justo y salir de allí.
No le iba a decir que casi me desnudan y me comen la polla. Lo grabé todo y nos fuimos a dormir, ya en la cama con su cabeza en mi hombro y una mano acariciándome el pecho.
LAURA: No habrás hecho nada malo, ¿verdad?
YO: No cariño, todo lo malo lo hago contigo que me gusta mucho.
Soltó una risilla y nos dormimos.
Al día siguiente recibía al señor cornudo en grupo en mi oficina, me preguntó que tal.
YO: Bueno, está claro que su mujer no tiene un lio con un hombre.
El señor me miró soltando el aire tranquilizándose.
YO: Se los folla a cientos, señor.
El tío abrió los ojos como platos, giré el portátil y le enseñé las imágenes como estaba su mujercita en medio de aquella bacanal, alargó la mano bajando la tapa, estiró de la memoria usb metiéndosela en el bolsillo.
CORNUDO: Supongo que esta es la única copia que tiene.
YO: Sí, sí, por supuesto.
Sacó un sobre y me lo entregó levantándose de la silla.
CORNUDO: Tenga sus honorarios, prefiero pagarle en efectivo.
Caminaba lentamente para la puerta.
CORNUDO: Estaba preocupado por si mi mujer se había enamorado de otro, si solo hace lo que me ha enseñado puedo respirar tranquilo, gracias por su trabajo.
La madre que me parió, intenté quedarme con él y acabó siendo él quien se quedó conmigo.
El siguiente fin de semana estuve con los niños sin ninguna novedad, y sin verle el pelo a mi ex.