El investigador privado (3)

La semana empezó con varias reuniones...

La semana empezó con varias reuniones, una con otro cornudo que quería que le hiciera un informe de lo que hacía su mujer mientras él trabajaba, otra con un señor muy atractivo, un tío muy fuerte trajeado, ejecutivo de una gran empresa, preocupado porque estaba viendo cosas que no entendía muy bien, y como responsable de parte de la empresa quería saber si todo lo hacían bien o le escondían cosas, curiosamente era otra empresa que se dedicaba a la tecnología.

Aquella semana mi hija cumplía años, quedé con su madre que los pasaría a buscar ese día por el colegio para cenar con ellos y celebrarlo, mi ex mujer le había preparado una fiesta sorpresa el sábado, fin de semana que les tocaba estar conmigo, ella le prepararía la fiesta sorpresa y yo les acompañaría el sábado a casa de su madre, le cambiaba un rato por otro, en esas cosas nunca teníamos ningún problema en ponernos de acuerdo, el único pero sería que nos veríamos ella y yo, hacía meses que no lo habíamos hecho y por lo menos a mí me tensaba bastante no saber cómo iba a responder al verla.

Un par de días me dediqué hacerle el seguimiento a la señora del cornudo, confirmando las sospechas del marido haciéndole algunas fotos, seguimiento que haría un par de semanas más, me reuní con mis contactos para saber noticias de la empresa que había despedido a Laura, uno me dijo que se cocía alguna cosa por lo que había podido saber de algunos trabajadores, algo sobre un chip que era muy importante, me prometió seguir investigando, el contacto secreto me explicó por encima que algo bastante gordo estaba pasando, seguramente estarían implicadas otras empresas que tenía que confirmar, le di el nombre de la segunda empresa, la del tío cachas, para que se enteraran de lo que pudieran, me fui pensando que por fin tenía un caso difícil con grandes empresas por el medio, y eso me motivaba.

Una tarde fui a buscar a mis hijos al colegio, estuve con ellos cenando celebrando el cumpleaños de la niña, durmieron en mí casa y los llevé al colegio el día siguiente, fue la única noche que no dormí con Laura. Me llevé una pequeña bolsa a su casa con ropa y cosas de higiene, nos veíamos por la tarde cuando acababa mi jornada, hablábamos de las cosas que me pasaban en el trabajo poniéndola al día de lo que sabía sobre su caso, nos cuidábamos el uno al otro avanzando en nuestra relación.

El viernes fui a comer con Laura para despedirnos hasta el lunes, la notaba nerviosa y más sería de lo normal.

YO: ¿Te preocupa algo Laura?

Me miró a los ojos dudando.

LAURA: No te preocupes, estoy acostumbrada a dormir cada día contigo y cuando no estás te echo de menos.

Le puse una mano encima de la suya sonriéndole.

YO: Me encanta tú dulzura cariño, tengo una idea, me libero la agenda el lunes y cuando dejé a los niños en el cole pasamos el día juntos.

Me sonrió.

LAURA: Vale, me gusta la idea, pero…, mañana la vas a ver, ¿verdad?

Sabía perfectamente de lo que me estaba hablando, pero intenté ganar algo de tiempo.

YO: ¿Ver, a quién?

LAURA: Venga tío, no me trates como a una idiota, me dijiste que mañana te ibas a ver con tú ex después de no veros hace meses.

YO: Bueno, sí que nos veremos pero no pasa nada, tú lo has dicho, llevamos meses sin vernos, cada uno ha hecho su vida, ¿qué quieres que pase?

LAURA (nerviosa): ¿Qué quieres que pase?, ¿qué quieres que pase?, tú ten cuidado por favor.

Intenté tranquilizarla durante la comida, yo estaba nervioso por verla y evidentemente no podía confesárselo. Acabamos el segundo plato…

LAURA: Vámonos por favor, llévame a casa.

YO: ¿No quieres postre?

LAURA: Llévame a casa por favor.

Pagué la cuenta y salimos en coche para su apartamento, aparqué, paré el coche y nos quitamos el cinturón, ella me miró seria.

LAURA: Sube conmigo, quiero estar contigo el tiempo que te quede.

Entramos en el apartamento, cerró la puerta dejando el abrigo colgado y el bolso, se acercó a mí y me abrazó con fuerza pasando sus brazos por mi cuello, yo la rodeé con los míos y ella me besaba suavemente el cuello.

LAURA: Fóllame cariño, fóllame otra vez.

YO: Anoche ya lo hicimos cariño.

LAURA: Necesito que me lo vuelvas hacer, quiero que te vayas bien satisfecho, si mañana pasa algo con tu ex no quiero que sea porque te dejo con hambre de sexo.

Me dio la risa.

YO: Te aseguro que hambre, lo que se dice hambre, no paso, más bien estoy un poco empachado de tanto sexo, pero si tú quieres más por mí no va a quedar, no hay nada en este mundo que me guste más que follarte.

Se le escapó una risilla, nos besamos, entramos en el salón y la apoyé contra la mesa del comedor, le desabroché los botones de la camisa subiéndole el sujetador, me tiré a lamerle las tetas y chuparle los pezones, me cogía la cabeza con sus dos manos jadeando mientras le ponía los pezones como piedras, le busqué los labios metiéndole la lengua dentro de la boca, se daba prisa en bajar las manos desabrochándome el pantalón, bajándomelo con la ropa interior agarrándome la polla, mientras nos intercambiábamos saliva con nuestras lenguas, no paró de pajearme dejándomela tiesa, la giré apretando mi cuerpo contra el suyo, besándole el cuello a la vez que con una mano le acariciaba las tetas y con la otra le desabrochaba el tejano, metiéndole la mano por dentro del tanga introduciéndole dos dedos en la rajita, frotándole el coño suavemente para que se fuera mojando más de lo que ya estaba, la incliné apoyándole las tetas en la mesa, sacó el culito, le bajé el pantalón y el tanga hasta las rodillas, me agarré la polla y le puse la punta en la entrada de su vagina, me miraba girando los ojos, con la cabeza apoyada en la mesa de lado separando los labios, se la metí lentamente hasta el fondo dejando ir su boca un gemido, la saqué y la volví a meter igual, acelerando en cada penetrada un poco más, Laura gemía y gritaba sin parar hasta correrse con la carita desencajada del placer, yo seguía buscando correrme…

LAURA: Para, para…

Llevó una mano para atrás empujándome por la barriga para sacársela, se pasó la mano por el coño recogiendo flujo colocándoselo en el culo lubricándolo, yo me quedé quieto, no lo habíamos vuelto a hacer desde la primera vez, me agarró la polla apuntándosela en el agujerito del culo, yo seguía sin moverme, estiró de ella y se metió el capullo dando un pequeño grito abriendo la boca y los ojos, volvió a estirar metiéndosela más adentro, tocando con su mano cerrada alrededor de mí polla, haciendo tope con su culo, me miró mordiéndose el labio superior con el inferior, apartó su mano y me la puso en el culo atrayéndome, metiéndosela más profundamente muy despacio, cuando ella paraba de hacer fuerza con la mano yo paraba de meterla, soplaba un poco y volvía a empujarme el culo suavemente, hasta llegar al final, entonces se metió un dedo por medio de su rajita del culo y mí pubis para llegar al agujero, comprobando que la tenía clavada hasta no poder más, sacó el dedo bajando la mano, llevándola para atrás agarrándome los huevos, estirando para que se la sacara y volvió a atraerme para que se la metiera dando un largo gemido, lo fue haciendo cada vez más seguido, gimiendo con una voz tan sexi que me ponía ciego, cuando estaba totalmente lubricada y dilatada, me puso la mano en la cadera marcando ella el ritmo, se estaba follando el culo como ella quería y al ritmo que le daba la gana, no paraba de gemir y gritar, era la primera vez que veía a una chica disfrutar de esa manera solo con la penetración anal, su mano en la cadera se descontrolaba igual que ella moviendo todo el cuerpo, le aceleré por primera vez a un buen ritmo follándola, Laura se cogió fuerte con las dos manos a la mesa pegando unos gritos tremendos, en medio de los gritos…

LAURA: Me corro, me corro, conmigo por favor…

Empezó a correrse de una forma espectacular, no aguanté más, soltándole lechazos dentro del culo con ella moviéndose adelante y atrás hasta dejarme exhausto, quieto y sudando, se la saqué lentamente cayéndole un chorro de leche encima del tanga y de los pantalones, se giró abrazándome, mirándome a los ojos con los suyos tristes.

LAURA: Por favor, no me hagas daño, ten cuidado con tú ex.

YO: No te preocupes, de verdad que no pasara nada, no te preocupes tanto.

LAURA: Me preocupo porque te quiero coño.

Se quedó callada y metió su cabeza en mi cuello tapándose la cara.

YO: ¿Qué me has dicho?

Me habló sin sacar su carita de mi cuello.

LAURA: El lunes lo hablamos vale.

YO: ¿Me das un beso de despedida?

Levantó la cabeza despacio mirándome con una sonrisa.

LAURA: Te voy a dar todos los que quieras.

Nos besamos varias veces con mucho amor, acerqué mi boca a su oído.

YO: Gracias por el detalle de esta tarde, me ha encantado.

LAURA: Lo sé, lo sé cariño.

Nos duchamos juntos y nos despedimos con cierta tristeza por separarnos dos días, repito, dos días, la madre que me pario, hacía cuatro días mal contados que nos conocíamos y estábamos tristes porque no nos íbamos a ver dos días, que locura, yo no sabía si es que estaba volviendo a la adolescencia, o es que mis sentimientos estaban saltando por los aires estando tan enamorado de ella que perdía la cabeza y la sensatez.

Lo cierto, aunque a Laura no se lo dijera jamás, es que en cuanto recogí a mis niños del colegio se me olvidó todo, solo vivía por ellos y para ellos, sin que nada me ocupara la cabeza que no fuera su bienestar, fuimos a casa, se ducharon y cambiaron, jugamos con la video consola en la televisión riendo y pasándolo genial los tres, cenamos y nos fuimos a dormir a las once porque el siguiente día no iban al cole, estaba en la cama mirando cosas en la tablet porque era demasiado temprano para mí y no tenía sueño. Me envió un mensaje Laura que pude atender al tener conectado el teléfono con la tablet.

LAURA: “¿Qué tal estás mi amor?”

YO: “¿Ya soy tú amor y todo?”

LAURA: “Ya lo hablaremos el lunes.”

YO: “Que mala eres, me quieres tener en ascuas para que piense en ti todo el fin de semana, sino me voy a olvidar mujer, como quieres que me olvide de tú carita preciosa.”

LAURA: “Y tú eres demasiado listo, te llamo por skype”

Al momento me saltó la aplicación, abriéndola viendo su cara.

LAURA: Hola cariño ¿cómo estás?

YO: Muy bien, ¿y tú?

LAURA: Pues como me has dicho, siendo un poquito mala.

Se apartó el móvil o con lo que se estuviera comunicando levantándolo, dejándome ver cómo estaba estirada en su cama, con la combinación de sujetador y braguitas que sabía que a mí me volvía loco, se me empezó a mover la polla del morbo.

LAURA: Ya ves como estoy, lástima que esta noche te lo vas a perder.

YO: Espera un momento, que voy a cerrar la puerta de la habitación con el pestillo, no quiero que algún niño me pille como me estás poniendo sinvergüenza.

Se descojonaba de risa mientras yo me levantaba, al volver todavía reía.

LAURA: Mira, quiero que veas una cosita.

Se fue enfocando lentamente el cuerpo, bajando, parando un momento en sus increíbles tetas moviéndolas un poco, siguió hasta dejarme las braguitas en primer plano, metiéndose la mano dentro empezando a tocarse.

YO (sorprendido): ¡Ostia que fuerte!

Se me levantó la polla, haciendo una tienda de campaña con la sabana del carajo, metí la mano por debajo de la ropa agarrándomela haciéndome una paja, oí la voz de Laura.

LAURA: ¿Qué estás haciendo cielo?

Me busqué la vida para poner la pantallita en una posición que me enfocaba de abajo para arriba, viéndose en primer plano mi mano alrededor de la polla pajeándola y de fondo mi cara de “atontao” que tenía en aquel momento, Laura subió la imagen enfocándose la cara.

LAURA: Me encanta como te veo, no te pases con el juguetito que es mío.

YO: Pues no me pongas como me estás poniendo con tus caricias listilla, que me tienes salido perdido.

LAURA: Ah sí, ¿te gustaría verlo mejor?

YO: Sí por favor.

LAURA: ¿Seguro?

YO: Por favor no me hagas sufrir.

LAURA: Pídemelo, si me convences, te dejaré ver cómo me hago una pajita y como me corro para ti.

YO (nervioso): Laura mi amor, déjame ver cómo te acaricias el coñito para correrme contigo, por favor te lo pido.

LAURA: ¿Ya soy tú amor y todo?

YO: Que cabrona estás hecha, ahora mismo te confesaría que mate a Kennedy para verlo joder.

LAURA: ¿Pero soy tú amor o no?

YO (atrabancándome con las palabras): Cla-cla-claro co-co-coño.

Se descojonaba de risa, puso la cámara en una posición que se veía en primer plano su chocho y su cara al fondo.

LAURA: Va cariño, no te pongo más nervioso que acabarás tartamudo.

Se metió dos dedos de cada mano por los lados y se fue bajando las bragas, dejando las piernas abiertas acercando más la cámara para que le viera el chichi en primerísimo plano, se me abrieron los ojos como platos, se puso una mano en cada muslo subiéndolas poco a poco abriendo más las piernas, cuando llegó con dos dedos se abrió el coño todo lo que pudo, me dio un respingo la polla que me cogían palpitaciones y todo, me apretaba el cipote sin darme cuenta que estaba a punto de estrangularlo, movió los dedos dejándolo muy abierto a la vez que con la punta de otro dedo le daba vueltas encima de un clítoris muy hinchado que le sobresalía una barbaridad, me empezaron a caer gotas de sudor de la frente no siendo consciente de la velocidad con la que me estaba pajeando, entonces oí una vocecita.

LAURA: Cariño, mójatela un poquito que te la vas a dejar en carne viva.

Me desperté de mi letargo, pasándome la palma de la mano por la lengua escupiéndome, para volver agarrármela sin dejar de mirar la pantalla, a ella se le veía una risa burlona de ver cómo me tenía, volvió a mover los dedos metiéndose dos dentro del coño, follándose muy despacio, se podía oír el ruido de la humedad en contacto con los dedos cuando entraban y salían, yo resoplaba como un toro antes de envestir, fue aumentando el ritmo con sus dedos sacándoselos y frotándoselo, volviendo a meterlos gimiendo con aquella carita de excitada que me sacaba de quicio, yo seguía con mi paja loca levantando y bajando el culo descontrolado, entonces por sorpresa apareció la otra mano por un lado frotándose el agujerito del culo, metiéndose la punta de dos dedos, gimió fuerte y yo di un grito de sorpresa y placer aumentando el ritmo de la paja un poco más…

LAURA: ¿Te gusta cariño, te gusta lo que ves?

No me salían las palabras, los que si estaban a punto de saltarme de la cara eran los ojos.

YO: Me encanta, sigue, sigue.

Se metió más los dedos por el culo follándose por delante y por detrás, moviendo las piernas y gritando de gusto, el sonido del chichi metiéndose y sacándose los dedos era de locura, mi mano se volvía loca dándole a la zambomba como una poseída, se empezó a correr con aquella vocecita que me puso loco, saliéndome de la polla unos lechazos muy altos que como todo lo que sube baja me empezaron a caer en la cara, en el pecho, la barriga y sobre la mano que no paraba de subir y bajar agarrándola con fuerza, me había hecho pegar unos gritos acojonantes, a ella le salía del coño un reguero de flujo de la corrida cayéndole en la sabana, me miraba con la carita relajada sonriendo.

LAURA: ¿Te lo has pasado bien voyeur?

Le iba a contestar y llamaron a la puerta con varios toques.

MIS HIJOS: ¿Estás bien papá?, te hemos oído gritar.

Me tapé de un tirón con la sabana por reflejo dejando dentro la tablet.

YO (nervioso): Tranquilos guapos, ha sido una pesadilla, ya está, ya estoy bien, iros a dormir tranquilos, hasta mañana.

Oí los pasitos como se alejaban a sus habitaciones, respiré profundamente, apartando la sabana volviendo a ver la cara de Laura riendo.

LAURA: Me ha gustado mucho la vista que me has dejado de tus pelotas mientras hablabas con tus hijos.

Nos descojonamos de risa.

YO: ¿Mañana volveremos a hablar así? , me ha gustado mucho.

LAURA: Claro que sí, ya he visto que te ha gustado ya.

Nos despedimos, me duché y cambié toda la ropa de la cama antes de volver a meterme a dormir, como lo había dejado todo por Dios.