El investigador privado (2)

Me fui a casa para ducharme y cambiarme...

Me fui a casa para ducharme y cambiarme, paré antes a comprar un par de botellas de buen vino de rioja para la cena. A la hora que me dijo me presenté en su apartamento, me abrió con un batín de seda rojo a medio muslo y unos zapatos de tacón negros, mirándome con aquellos ojazos que me alucinaban, le entregué con una sonrisa las dos botellas de vino.

LAURA: Muchas gracias por el detalle, yo también he pensado en hacerte un regalito.

YO: ¿A sí?, que bien.

Se desabrochó el batín soltándose el nudo de delante dejándolo caer, quedándose con unas braguitas negras transparentes y los zapatos, los pezones me apuntaban invitándome a la fiesta, me quité la cazadora dejándola caer al suelo como había hecho ella con el batín, me sonreía abriendo aquellos labios carnosos, no pude aguantar más besándola con pasión, pasándole los brazos por la espalda, estirándola en el suelo encima de la alfombra de la entradita a su piso, me estiraba del polo quitándomelo, yo no podía parar de chuparle y morderle aquellos labios, con sus manos me buscaba el cinturón del pantalón desabrochándomelo, siguiendo con el botón, acabando bajando la cremallera de la bragueta, después subió sus manos para colocarme una en la nuca y otra en la espalda jugando con nuestras lenguas, mientras yo le subía una de mis manos por los muslos para llegar a acariciarle el coño por encima de las bragas, Laura dejó de besarme para gemir, mis dedos querían apartarle las bragas para acariciarle el chocho en directo, me empujó levantando su cuerpo dándonos la vuelta poniéndose encima, me besó con cariño los labios, se arrodilló cogiéndome los pantalones bajándomelos, quitándomelos con la ropa interior y los zapatos, me cogió la polla con una mano pajeándola un poco, fue acercando sus labios sin dejar de mirarme a los ojos, yo ya me estaba poniendo a mil con solo pensar lo que me iba hacer, apoyó sus labios en la punta besándola, sacó la lengua pasándola suavemente por el agujerito, siguiendo rodeando la punta con sus labios introduciéndola lentamente en su boca, solo con ver sus bonitos labios alrededor de mi polla ya estaba a punto de correrme, me miró a los ojos sonriendo porque la cabrona sabía cómo me estaba poniendo, llegó a la mitad más o menos, me pegó una succión que me hizo levantar el culo del suelo del gusto, me apoyó una mano en la barriga para que me relajara, siguió profundizando metiéndosela entera en la boca, chupando con unos ruidos que me volvían loco, se incorporó sacándosela con los ojos brillantes a punto de caerle un lagrimón, se quitó las bragas sentándose encima de mí metiéndosela, acercó sus labios a mi oído dejando descansar sus tetas en mi pecho.

LAURA: Ahora te voy a follar yo a ti, relájate y disfruta.

Respiré profundamente, se empezó a mover apoyando sus manos en mi pecho, se movía en todas las direcciones lubricándose cada vez más, notaba el tronco de mi polla totalmente mojado entrando y saliendo de su coño con suavidad, me miraba a los ojos con los suyos encendidos de pasión, los cerraba mirando para arriba, los ponía en blanco, me volvía a mirar mordiéndose los labios, todo aderezado con unos gemidos que me estaban llevando a un inevitable orgasmo, demasiado tiempo haciéndome pajas solitarias, Laura abría la boca mirándome.

LAURA: Córrete conmigo por favor, ahora, ahora…

Se empezó a correr, dando un grito siguiendo con unos gemidos con aquella voz tan sensual que me corrí dentro de su coño, no dejó de mover sus caderas lentamente hasta dejarme seco, se dejó caer presionándome el pecho con sus bonitas tetas poniendo su cabeza en mi hombro.

YO: Dios mío Laura, que bueno a sido.

LAURA: ¿Te ha gustado?

YO: Mucho, aunque tengo que confesarte que hace tanto tiempo que no lo hacía que no me acuerdo muy bien lo que se sentía.

Me miró con una sonrisa, me besó y se levantó poniéndose la mano en el chichi cogiendo las bragas y el batín, se fue, yo me vestí cogiendo las botellas de vino entrando en su apartamento, hasta ese momento solo había visto la entradita, entré en un salón bastante grande, con unos sofás en forma de L delante de un televisor, una mesa de comedor al otro lado y una cocina abierta, lo estaba mirando cuando volvió a salir Laura con una camiseta larga a medio muslo.

LAURA: Me he puesto cómoda para estar en casa.

YO: Me parece muy bien.

Miró un reloj de una estantería.

LAURA: Perfecto, hemos clavado el tiempo, justo la hora de sacar la cena del horno.

Entonces me di cuenta que olía a comida de maravilla, me había absorbido tanto solo al entrar que había perdido los sentidos concentrándolos todos en ella, la acompañé a la cocina preguntándole si tenía un abridor para el vino.

LAURA: En ese cajón puede que encuentres uno, no suelo beber, soy bastante abstemia.

Abrí el vino llevándolo a la mesa, ella buscó un par de copas y la ayudé a sacar los platos de la cena para los dos, nos sentamos uno delante del otro, serví el vino y levanté la copa para brindar.

YO: Por, por, ¿nosotros?

LAURA: Por nosotros.

Le dimos un sorbito al vino.

LAURA: Que bueno, tendré que invitarte más para que me traigas buen vino.

YO: Te dejo que me invites todo lo que quieras.

Reímos, seguimos con la cena y una agradable conversación para conocernos un poco mejor, que bien me sentía con su compañía, se levantó para llevarse los platos, al girarse se le había metido la camiseta por dentro del culo marcándoselo todo, me lo quedé mirando de lo bonito que era, se giró y me pilló con las manos en la masa, o la vista en su culo mejor dicho, la miré avergonzado subiéndome un calor a la mejillas que me las debió de poner rojas como un tomate, ella se moría de risa.

LAURA: ¿Te gusta?

YO (nervioso): La cena, muy buena.

LAURA: Mi culo, si te gusta mi culo.

YO: Es el más bonito que he visto nunca.

Se puso a reír y trajo el postre, cuando lo acabamos nos sentamos en el sofá con las copas para acabar el vino.

LAURA: ¿Te quieres quedar a dormir?

YO: ¿Contigo?

LAURA: No, con el gato, que preguntas haces tío.

YO: Mañana solo tengo que trabajar para una clienta que han echado del trabajo, no corre prisa.

Subió los pies al sofá apoyando su cabeza en mi hombro, levantó la copa y brindamos, en aquel sofá con ella al lado parecía que la conocía de mucho tiempo, estaba cómodo y contento, después de un rato me cogió de una mano llevándome a su habitación, se quitó la camiseta quedándose en pelotas metiéndose en la cama tapándose con el edredón, entendí porque se le metió por el culo antes la camiseta, no llevaba bragas, me desnudé y me puse a su lado, ella estaba boca abajo, me besó en los labios.

LAURA: ¿Estás cómodo?

YO: Comodísimo.

Apartó el edredón quedando totalmente en pelotas a mi lado, me cogió la cabeza con una mano empujándomela en dirección a su culo.

LAURA: Si quieres ahora lo puedes ver con más detalle.

No puse ninguna resistencia poniendo la cara a un palmo de su culo, y que culo por favor, le di un beso y sonrío, le di otro y me miró girando la cabeza, le pasé la lengua bajando por la raja y sopló excitándose, le pasé la lengua por el ojete haciéndole mover el cuerpo con un pequeño gemido, llegué lo más cerca del chichi que pude, lo levantó abriendo un poco las piernas dejándome entrar en su rajita, la lamí metiéndole la lengua en el agujerito, siguiendo lo más arriba que pude hasta pasarle la lengua por él clítoris, gimió de manera importante y ya me tenía con la polla todo lo tiesa que la podía tener, me deslicé por encima de su cuero apuntándola al agujero del coño, metiéndosela despacio jadeando y gimiendo los dos, le besaba la parte alta de la espalda y el cuello moviendo mis caderas follándola, ella se mordía los labios y me miraba de reojo, me aceleraba por momentos apoyando mis manos en la cama para aguantarme encima de ella, y poder mover con libertad mi cuerpo metiéndosela y sacándosela, gritábamos los dos cada vez más…

YO: Laura me corro, me corro.

LAURA: Mas fuerte, mas fuerte…

Aceleré lo que pude empezando a correrme cuando ella pegó un fuerte grito acompañándome, le volví a llenar el coño de leche quedándonos quietos recuperándonos.

LAURA: Me parece que no me voy a levantar a lavarme otra vez, mañana ya cambiaré toda la cama.

Me puse a su lado boca arriba y ella apagó la luz, me pasó un brazo por encima y apoyó su cabeza en mi hombro.

LAURA: Buenas noches.

YO: Buenas noches preciosa.

Le sentí una risilla y nos quedamos dormidos.

Por la mañana me desperté y lo primero que vi fueron sus ojos mirándome, como dice una canción: “Tiene un cañón de alegría disparando en los ojos y todo aquel que la mira se llena de amor”, y eso era lo que me hacía sentir aquella chica, hacía menos de veinticuatro horas que la conocía y estaba empezando a sentir algo por ella, me estaba enamorando joder, ¿cómo coño podía ser?, ¿tanta falta me hacía?, ¿tan solo me sentía?, me venían mil preguntas a la cabeza sin respuesta.

LAURA: ¿Desayunaras conmigo?

YO: Haré lo que quieras contigo.

LAURA: ¿Sííí?

YO: Sí.

LAURA: ¿Vendrás también esta noche, o esta tarde, cuando acabes de trabajar?

YO: Si quieres me puedes acompañar a un par de sitios y pasar el día juntos.

Pegó un salto de la cama poniéndose de pie.

LAURA: Voy a preparar el desayuno, me parece genial tú idea.

Me duché en su casa y después pasamos por la mía para cambiarme de ropa, se esperó en el salón mirando fotos de mis hijos, en alguna salían con su madre, cuando volví a reunirme con ella se estaba mirando un marco con una foto de los tres, me miró levantando la foto…

LAURA: Son muy guapos tus hijos, y tu ex también.

YO: Sí, son muy guapos y muy buenos chicos.

LAURA: ¿Y tu ex también es buena ex?

YO: A mi ex hace mucho tiempo que no le veo el pelo ni trato con ella, no sé si es buena o mala.

Dejó la foto en su sitio y nos fuimos, pasamos a ver a un amigo que tenía contactos para sacar información de empresas, económica y sobre todo que es lo que se rumoreaba de ella entre los mismos trabajadores y ejecutivos, conducía para tener otra reunión con otra persona que nos podía ayudar…

LAURA: ¿Me invitarás a tú casa algún día?

YO: De momento mi casa es el santuario de mis hijos y ellos están por encima de todo, prefiero mantenerlos lejos de lo demás.

LAURA: “Lo demás”, ¿soy yo?

YO: Perdona si te he ofendido, no sé donde llegaremos tú y yo, me gusta estar contigo y me encuentro cómodo, pero solo hace un día que nos conocemos, no sé si tienes secretos inconfesables o eres una asesina en serie.

Se le escapó una risilla.

LAURA: Pues que mierda de detective he contratado si no sabes nada de mí.

YO: ¡Eh, Eh!, que sé muchas cosas de ti, sé que tienes unos ojos preciosos, sé que tienes unas buenas tetas de las que no te gusta presumir, sé que cuando te veo desnuda me pones como una moto, sé que cocinas muy bien y sé que me vuelves loco follando, ¿qué te parece?

Se tapaba la boca riendo.

LAURA: Me pareces un hombre muy interesante.

YO: ¿Interesante?, me habían dicho testarudo, cariñoso, sinvergüenza, hasta guapo, pero “interesante” tengo que reconocer que eres la primera que me lo dice.

LAURA: ¿Puedes parar un momento el coche por favor?

Puse el intermitente y paré a un lado en una calle, se quitó el cinturón girándose y me besó con pasión, colocando medio cuerpo encima del mío metiéndome mano en el paquete, yo le subía la mano por los muslos levantándole la falda tocándole las braguitas, suspiró apartando sus labios mirándome a los ojos.

LAURA (susurrando): No sé qué me pasa contigo joder, necesito estar a tu lado, besarte, me, me, me…

La miraba siguiendo tocándole el chichi por encima de las bragas, abrió un poco las piernas pudiendo agarrárselo bien por debajo esperando que siguiera hablando.

LAURA: Me estoy enamorando de ti muy rápidamente y me da miedo.

Le saqué la mano de debajo de la falda, me estaba poniendo a mil y no era momento ni lugar, volvió a sentarse poniéndose el cinturón de nuevo, arranqué el coche y los dos íbamos en silencio, ella esperaba una respuesta mía o algo, se le notaba en la cara.

YO: Esta mañana cuando me he despertado y lo primero que he visto han sido tus ojos mirándome, he pensado lo mismo que tú.

Me pasó una mano por la cara acariciándomela con una sonrisa.

YO: Y estoy dudando si podré ser todo lo profesional que tendría que ser, o mejor le pasamos tú caso a algún colega.

LAURA: No, no por favor, quiero que lo lleves tú, yo tengo confianza en ti.

No dije nada y seguí conduciendo, hice que me esperara en una cafetería mientras me reunía con una persona que era muy celosa de su identidad, para comentarle algunas cosas del caso y volví con ella a tomarme un café.

YO: Pues por hoy ya he acabado mi trabajo.

LAURA: Tú no te matas a trabajar, ¿eh?

YO: No es cuestión de horas, es cuestión de productividad, ahora solo tengo que esperar que me vaya llegando la información.

LAURA: ¿Qué información?

YO: Lo siento, te informaré de la parte que te interesa a ti cuando la tenga toda.

LAURA: ¿Y ya tienes el día libre?

Era viernes por la mañana y nos estábamos acabando los cafés.

YO: Tengo el día y el fin de semana sin compromisos, mis hijos se van con su madre fuera de la ciudad.

Me miró con una sonrisilla.

LAURA: ¿Y te gustaría pasarlo conmigo?

YO: Cuantas más horas pase contigo antes sabré si me convienes o no.

Me miró haciéndose la ofendida.

LAURA: Míralo, oye niño que a lo mejor es a mi quien no me convienes tú.

En ese momento caminábamos por la calle para ir a buscar el coche.

YO (riendo): Eso ya te lo aseguro yo, no te convengo, te voy a viciar con el sexo que no podrás vivir sin él.

LAURA (riendo): ¿A sí, y cuando piensas empezar a viciarme?, porque lo estoy deseando.

YO: Después de invitarte a almorzar en un restaurante en las afueras que conozco muy romántico.

Me agarró un brazo abrazándose a él, me dio un beso en la cara con una mirada ilusionada. Teníamos tiempo de sobras y fuimos con tranquilidad al restaurante, comimos y volvimos a la ciudad a su casa, al cerrar la puerta del apartamento se quitó el abrigo colgándolo con mi chaqueta, me cogió la mano mirando al suelo, la alfombra…

LAURA: Aquí fue nuestro primer polvo en esta casa.

YO: ¿Quieres que lo volvamos a repetir?

LAURA: Mejor en la cama, tenemos toda la tarde para que me folles bien follada.

La cogí en volandas llevándola a su habitación con sus brazos alrededor de mi cuello mirándome a los ojos.

LAURA: ¿Tienes prisa?

YO: Tengo prisa en follarte para hacer que te corras.

LAURA: ¿A sí?, ¿qué me vas a hacer?

YO: Todas las guarradas que te puedas imaginar y más.

Se moría de risa cuando la dejaba de pie al lado de su cama, le desabrochaba la camisa, el sujetador y se lo quitaba todo besándole los labios con pasión, me tiré a una teta sobándola con una mano, lamiéndole la otra buscándole el pezón, me rodeaba con sus brazos la cabeza mientras yo me volvía loco cambiando la boca de un pezón al otro, paré un momento quitándome toda la ropa delante de ella, le desabroché la falda y la estiré de espaldas en la cama, levantándole las piernas para quitarle los zapatos y la falda dejándola en braguitas, la vista de su cuerpazo con sus ojos y sus labios provocándome con tanta sensualidad me ponían cardiaco, le besé un muslo, fui subiendo la lengua lentamente saboreando cada centímetro de su piel, que bien olía y sabía, cuando estaba cerca de las bragas me empezó a llegar el olor a su coño húmedo, metiéndole de golpe la nariz en medio de las braguitas oliéndoselo.

LAURA: ¿Me estás oliendo las bragas?, que cerdo eres.

Se las aparté y le pegué un lametazo haciéndola gritar, estiré de ellas fuerte con las manos arrancándoselas, volvió a dar un gritito de sorpresa, le puse los brazos por debajo de sus piernas levantándoselas un poco, me metí la mitad superior de su coño en la boca chupándolo, empezó a gemir moviendo el cuerpo, yo seguí sujeto con mis brazos alrededor de sus piernas y mis manos en sus caderas, moviendo la lengua por su clítoris sin dejarlo ir, gemía, gritaba y retorcía su bonito cuerpo de placer, cuanto más se retorcía más apretaba yo la boca en su coño, acabando con unos cuantos gritos seguidos corriéndose, con el cuerpo de lado totalmente tenso apretándome la cabeza con sus manos, aparté la boca soltándole las piernas y apoyó la espalda en la cama relajándose, mirándome fijamente.

LAURA: Que lengüecita tienes, que lengüecita.

La besé un rato dejando que se recuperara y me puse de pie al lado de la cama.

YO: Siéntate en el borde por favor.

Caminó a cuatro patas por la cama como si fuera una gatita mirándome con cara de viciosa, se sentó abriendo un poco los labios sabiendo lo que le quería hacer, se los rocé con la punta de la polla, sacó la lengua tocándomela, me miró a los ojos viendo como soplaba de verlo y se metió el glande chupándolo, succionándolo sin tocarla, una mano sí que la fue subiendo por mi entrepierna para cogerme los huevos amasándolos, a la vez que se la metía más profundamente en la boca hasta el final, aguantando un momento sacándola de golpe, me miró con un hilillo de saliva que se le enganchaba en un labio y terminaba en la punta de mi polla, me volvía loco, se la metí de nuevo en la boca empezando a follársela, primero solo con el glande, después por la mitad, acabé metiéndola y sacándola toda con sus ojazos mirando para arriba los míos, tenía el pepino a punto de explotar, la levanté girándola subiéndole las rodillas a la cama, para ponerla a cuatro patas, ella giraba la cabeza mirándome divertida de verme tan cachondo, le apunté el capullo en el agujerito y empujé con todas mis fuerzas, para metérsela de golpe hasta que no pude más por el golpe que dio mi pubis con su precioso culo, cambió la cara de divertida por una de gusto pegando un grito, la sacaba lentamente, hasta dejarle solo la puntita dentro y volvía a metérsela como un salvaje, haciéndole gritar de nuevo, poco a poco fui aumentando la velocidad al sacársela sin dejar de penetrarla con fuerza o casi violencia diría yo, acabando por hacerlo seguido moviendo hasta la cama de los golpes que le daba con mi polla en su coño, se corrió junto a un alarido con la boca abierta, llevando una mano para atrás intentando pararme apoyándola en mi pierna, paré por el contacto de su mano sudado, respirando acelerado, pero sin haberme corrido, estaba muy caliente y ella se recuperaba estirándose en la cama boca abajo, me estiré encima suyo besándole el cuello, Laura giró la cabeza mirándome diciéndome con la mirada que estaba muy cansada, me dejé caer saliva en palma de la mano y se la pasé por el culo lubricándole el ojete, se espabiló de golpe queriendo moverse para salir de aquella posición que sabía lo que iba hacer, me dejé caer encima para evitarlo.

LAURA: Por favor, eso no.

YO: Ya te he dicho esta mañana que te iba a viciar en el sexo.

LAURA: Hazme lo que quieras, córrete en mi boca, lo que quieras, pero eso no por favor.

YO: ¿No lo has hecho nunca?

LAURA: No y me da miedo.

YO: Pues lo siento pero vas a perder tu virginidad por el culo.

Le iba pasando un dedo por encima apretando un poco metiéndole la punta.

LAURA: Por favor, me da asco.

YO: A mí no, y te la voy a meter, relájate y no será nada.

LAURA: Si te digo que no, no puedes obligarme.

YO: Si me vuelves a decir que no, no te lo haré, pero me iré y no me vuelvas a llamar para nada.

Se lo dije de forma autoritaria y sin esperar una respuesta, me agarré la polla apoyando la punta en el agujerito presionando un poco, me miraba con la cabeza puesta de lado seria, apreté un poco y el aro del ojete se dilató para aceptar mi capullo, abrió un poco la boca cogiendo las sabanas apretándolas con las manos, le metí el capullo dentro abriéndose el culito para dejarlo pasar y cerrarse de nuevo alrededor del tronco, puso cara de asustada soplando haciendo más fuerza con las manos, lo dejé un poco dentro y fui haciendo pequeños movimientos para ir metiéndosela muy lentamente hasta el final, le hablé al oído.

YO: Gracias por hacerme tan feliz.

Laura me sonrió intranquila.

YO: Ahora te lo voy a follar hasta correrme dentro.

Se le quitó la sonrisita.

La saqué un poco volviéndola a meter despacio, lo repetí tantas veces como hizo falta hasta estar follándola a buen ritmo, ya no tenía la cara tensa y se relajaba, me corrí gruñendo dejándole el culo lleno de leche, al sacársela le cayó por el agujero hasta su coño, me aparté un poco de encima de ella y se levantó dándome un codazo, caminando rápido al cuarto de baño, fui detrás suyo porque estaba claro que se había enfadado, se sentó en el váter dejando salir todo el fluido mirándome con mala leche, yo me metí en la ducha enjabonándome y aclarándome, entró apartándome, poniéndose ella debajo del agua dándome la espalda, le pasé los brazos uniéndolos en su barriga besándole un hombro.

LAURA: Déjame, solo me quieres para follarme y si te he visto no me acuerdo.

YO: Eso no es verdad Laura.

Se giró con los ojos un poco rojos, el agua le caía por encima chafándole el pelo y no podía distinguir si lloraba o no.

LAURA: No me has dicho nada bonito, ni una caricia, solo me has follado como un salvaje, y una cosa que te pido que no hagas, me amenazas con largarte pasando de mí como de la mierda.

Me sorprendieron sus palabras pero había que reconocer que algo de razón tenía, así que ya estaba buscando una salida airosa.

YO: Lo siento cariño, no te he dicho nada bonito porque cuando te miro desnuda me quedo admirándote de una manera que pierdo la cabeza, no me acostumbro a estar con una persona que me gusta tanto, caricias tienes que reconocer que algunas sí que te he hecho…

Laura me miraba con ojitos inocentes empezando a sonreír, pero intentaba disimularlo.

YO: Y ya te lo he dicho antes, tengo que saber si me convienes y puedo ser feliz contigo o no, para serlo tengo que poder llegar a casa y follarme a mi pareja por donde me dé la gana sin tonterías, te he follado el coño, la boca y el culo, me queda el fin de semana para follarte las tetas, y no se me ocurre otro sitio de tu cuerpo para hacerlo, pero si tú crees que no me lo puedes dar, te lo digo sin problemas y sin querer hacerte daño, lo mejor será que quedemos como amigos, o como profesional-cliente, o no nos veamos más y te busques otro investigador, lo que tú quieras.

Le acaricié la carita con el reverso de un dedo, ella me miraba a los ojos.

LAURA: ¿Te gusto?

YO: Muchísimo.

Me apoyaba sus manos en la cintura acercando su cabeza a mi pecho.

LAURA: ¿Me has dicho cariño?

YO: Sí cariño.

Me pasó una de las manos de la cintura a la espalda rodeándome con su brazo.

YO: ¿Te he hecho daño en él culito?

Se quedó callada un momento, levantó su carita y me miró medio seria.

LAURA: No.

YO: ¿Y te ha gustado?

Volvió a esconder su cara en mi pecho.

LAURA: proeeedeeeeaaaa mmmmeedd sdpdpppd.

Dijo algo ininteligible y me abrazó colocando la otra mano por detrás de mi espalda.

Yo la tenía con mis brazos rodeándole el cuello, con una mano le levanté la cabeza para verle la carita, ella me sonreía avergonzada.

YO: ¿Qué?

LAURA: Que me ha excitado un montón y no me he corrido de milagro cabrón.

YO (sorprendido): ¿Y porque no lo has hecho?, ni un gemidito, nada, pensaba que me ibas a odiar por eso.

LAURA: Para castigarte, como no me has hecho caso cuando te he dicho que no, te quería castigar y me he aguantado las ganas de gritar de gusto.

Me miraba sonriendo, nos besamos y abrazamos.

YO: ¿Crees que puedes seguir conmigo en la cama un rato más?

LAURA: Seguiré el tiempo que tú quieras.

Me miró fijamente los ojos haciendo un silencio.

LAURA: Cariño.

Reímos y cerramos el agua de la ducha.

Nos metimos de nuevo en la cama, yo boca arriba y ella de lado apoyando su cabeza en mi pecho con mi brazo acariciándole la espalda tapados con la sabana.

YO: Laura, eres lo más bonito que me ha pasado en mucho tiempo.

LAURA: Ves, me acabas de decir algo bonito y me gusta.

Me dio un beso en el pecho y se acomodó durmiendo los dos la siesta. Me desperté con una sensación agradable, palpé con la mano su espalda confirmando que seguía a mi lado, entonces oí una risita, miré para abajo y me tenía destapado con la sabana por los muslos, me estaba haciendo una paja muy lenta con la polla tiesa llena de saliva, no sé si de una mamada o de ponerse la saliva en la mano, me miró volviendo a reír…

LAURA: Me he despertado y ya la tenías así, ¿en que estabas soñando?

YO: Seguro que en ti y en tu cuerpazo que me vuelve loco, pero no creo que estuviera ella sola tan mojada.

Me hizo una carita de niña mala.

LAURA: A lo mejor le he ayudado yo un poco con mi boquita.

Se me movió la polla involuntariamente de pensarlo.

YO: ¿No podrías repetirlo para que yo lo vea?, es que me lo he perdido.

LAURA: ¡Ah!, si no fueras tan dormilón no te perderías las cosas, si me lo pides bien a lo mejor te lo dejo ver.

YO: Laura cariño, podrías meterte a mi amiga en la boquita esa tan espectacular que tienes que me está enamorando por momentos.

LAURA: ¿Solo te enamora mi boca?..., cariño

YO: Y tú carita, tus ojitos, tus tetitas, tú cuerpecito, tú chochi…

LAURA: Vale, vale, ya te entiendo.

YO: Y sobre todo tú, tú dulzura, tú carácter optimista, tú simpatía…

No me dejó acabar que se estaba metiendo la polla en la boca sujetándomela con una de sus manos, mirándome con sus ojazos que me hizo parar de hablar y dar un gemido de placer, chupaba y succionaba la mitad haciéndome una paja lenta apretándome el cipote, verle los labios alrededor me volvía loco, apartó la boca mirándome sonriendo sin dejar de hacerme la pajita lenta, ahora desde la punta hasta la base.

LAURA: Te has ganado que haga algo que te va a gustar.

Cogió un cojín poniéndolo a mi lado, se giró abriendo las piernas subiendo el culo al cojín, me dejó el chocho que a mí me parecía que lo tenía enorme, la rajita le llegaba más arriba de lo normal, según veía yo a un palmo de mi cara, dejó caer la espalda en la cama y se lo empezó a acariciar, se iba a hacer una paja delante de mis morros, inconscientemente me empecé a tocar la polla, con dos dedos se frotaban suavemente el clítoris empezando a jadear, no tardó mucho en bajarlos al agujero de la vagina metiéndoselos, gimiendo follándose despacio, los sacó totalmente mojados volviendo al clítoris, el ruidito de sus dedos me ponía a cien, cambiaba de un lado al otro mojándose cada vez más, estuvo un rato con los dedos metiéndolos y sacándolos a buen ritmo, con más ruido de frotamiento con la humedad, levantó la cabeza mirándome con cara de placer…

LAURA: Que cara de vicioso haces chaval.

YO: Pues anda que tú.

Me sonrió en medio de un gemido, se estiró de nuevo acelerando los dedos corriéndose de manera espectacular, apartó la mano y el coño le palpitaba, saliéndole por el agujerito un reguerito de flujo blanco que le iba cayendo lentamente en dirección a su culo, acerqué mi lengua recogiéndolo arrastrándolo hasta el agujero saboreándolo, al contactar la lengua con la entrada de la vagina Laura levantó de golpe el culo de lo sensible que lo tenía, se la fui pasando lentamente, pegó un grito cogiéndome la cabeza…

LAURA: Despacio, (gemía fuerte), despacio por favor, (volvía a gemir), sigue, sigue, así, así, un poquito más, más…

Y pegó un grito volviendo a correrse moviendo las piernas de lado a lado descontrolada, quedó estirada con una pierna por aquí y otra por allá totalmente relajada respirando profundamente, aparté el cojín, le junté la piernas y me puse a su lado cogiéndole la cabeza apoyándola en mi hombro, me pasó un brazo por encima cogiéndome la polla tiesa como la tenía y subió su cabecita a mi cuello besándomelo.

LAURA: Que bueno, déjame recuperarme un poco y te compensaré cariño.

Se recuperó sin dejar de mirarme y sin dejar de acariciarme el aparato manteniéndomelo en plena forma.

LAURA: ¿Te puedes poner de pie fuera de la cama por favor?

Me levanté haciéndolo sin tener muy claro que es lo que quería, cogió el cojín y lo puso al borde de la cama sentándose encima con las piernas colgando hacía fuera, me dijo que me acercara y me agarró la polla metiéndosela en la boca casi entera, chupándomela de abajo hasta arriba varias veces dejándomela llena de babas, me miró sonriendo y se la puso en medio de las tetazas, apretándolas una contra la otra con sus manos por fuera atrapándome la polla en medio, empezando a moverlas arriba y abajo haciéndome una paja con las tetas.

LAURA: ¿No me has dicho que me querías follar las tetas?, pues ya lo estás haciendo.

Me miraba con una sonrisa enorme, contenta de hacer algo por mí, empecé a mover mis caderas para frotarme el cipote en medio de aquellas dos tetas que ella se acariciaba a la vez poniéndose unos pezones duros y salidos, se la sacaba de en medio y se la metía en la boca follándosela, aguantaba todo lo que le hacía con unos sonidos que salían de su boca que me estaban haciendo perder la razón, la volvía a meter en medio de las tetas siguiendo con mi movimientos arriba y abajo más rápido empezando a gemir con más fuerza, repetí la operación de las tetas a la boca y de la boca a las tetas varia veces, calentándome y excitándome cada vez más…

YO: Me corro, me corro, en la boca, en la boca…

Laura se soltó las tetas cogiéndome la polla metiéndosela en la boca, pegándole unas succiones que me empezaron a temblar las piernas notando como me subía el gusto por todo el cuerpo, soltándole los primeros lechazos en la boca, ella la abría un poco sin dejar de pajearme dejando que le cayeran los chorretones de leche que le salían encima de las tetas, ver aquello me hacía correrme más, sacándome hasta la última gota dejándome hecho polvo, se tragó lo que le quedaba en la boca y me la chupó mientras iba perdiendo fuerza, cuando se la sacó mirándome con una sonrisa orgullosa por haberme hecho correr de aquella manera, le colgaba un hilo de semen entre sus labios y la punta de mi polla, que ella relamió pasándose la lengua por los labios tragándolo, cerré los ojos, disfrutando del momento que aquella mujer me había hecho pasar tan maravilloso, me estiré a su lado en la cama, Laura se giró poniéndome una mano en el pecho, acercando su cabeza delante de la mía mirándome fijamente a los ojos.

LAURA: ¿Te ha gustado?

YO: Sí.

LAURA: ¿Poquito o mucho?

YO: Ha sido maravilloso, como lo eres tú.

Me sonrió y se fue a la ducha, me quedé en la cama descansando con los ojos cerrados.

Pasamos el fin de semana sin salir casi de la cama, me fui de su casa el lunes por la mañana contento y relajado como no lo estaba desde hacía mucho tiempo.