EL INTERNADO(16) Javier Saborea la polla de su tío
Me dió la vuelta con el culo delante de su cara, mirándomelo con deleite, con satisfacción y con deseo, mientras se le calentaba el cipote que no paraba de sobar con su mano. De un impulso me bajó de golpe los calzoncillo hasta los tobillos y comenzó a magrear mis nalgas, intentando meterme sus dedos en mi ano, ... ano que hasta entonces, nadie había follado, y mi tío se dio cuenta al momento.
EL INTERNADO (16)
Javier Saborea la Verga de su Tío
JAVIER: Si Amos, ... os lo contaré. Julio no fué el primero, él solo continuó con el juego cuando yo se lo conté, y le expliqué lo que me gustaba. Mi primer Amo, fué mi tío, el hermano de mi madre, y todo empezó ....
Cuenta Javier:
Mi familia es dueña de varios restaurantes, bares, y discotecas, que están por toda la ciudad, ... un día os invitaré a cenar en uno de nuestros restaurante, y después iremos a bailar a la discoteca. En fin, ... mi tío Toni, es el hermano pequeño de mi madre, él tiene 35 años, es alto y musculoso, muy atractivo de cara, y siempre desde pequeño, me ha llamado la atención el paquetón que se le marca entre las piernas. Yo siempre sospeché, que a Toni le iban los tíos, y sobre todo chavales adolescentes, niñatos como nosotros que siempre tienen ganas de meter la polla en caliente ... Y después de aquel día, follando con mi tío en la discoteca, me lo dejó bastante claro y me lo confirmó del todo.
De pequeño, muchas veces se quedaba conmigo de canguro, cuando mis padres salian a algún evento, Toni se encargaba de darme la cena, y de acostarme en la cama. Mas de una vez se metió en mi cama mientras dormía, metiéndome la mano dentro del pijama, tocándome la raja del culito, mientras mi tío se masturbaba el cipote, y se corría de gusto. Otras veces yo lo despertaba por la mañana, saltando en la cama como cualquier niño con ganas de juego, mi tío me decía que jugara dentro de la tapa, y me hacía bajar por debajo del edredón para tocarle su sexo. Allí me entretenía tocándole los huevazos gordos, cogiéndole la polla con las dos manos, y lamiendo con mi lengua su glande cuando el me lo pedía muy bajito, diciendome que era como un chupa-chus de rico.
Nunca le dije nada a nadíe, y jamás le saqué el tema a Toni, de lo que me hacía hacerle, él pensaba que yo era muy pequeño para entenderlo, y que para mí era todo un juego, sin darme cuenta de lo que hacía conmigo en la cama. En el fondo, a mi me gustaba tocarle la verga dura, que entrara por la noche en mi dormitorío, y me sobara con sus manos las nalguitas, escuchándolo gemir de gusto en silencio cuando se corría.
Estuvo varios años trabajando en Alemania de gestor, así que cuando volvió, mi padre lo contrató para que le llevara las cuentas de sus negocios, y volvimos a retomar la relación tío, sobrino. Desde que volvió hace un año, Toni procuraba llevarme a todos los sitios con él, ... según decía, era para que aprendiera el negocio, ... pero yo pensaba, y era cierto, que era para tenerme cerca. Un sábado por la mañana, que fuí con él a revisar el libro de cuentas de la discoteca, me di cuenta que no le quitaba ojo a mi culo, desnudándomelo con la mirada de malicia y de pervertido que tiene, y que tan cachondo me pone. De todas formas, yo tampoco había dejado de satirearlo en el coche, mirándole el paquetón que se le marcaba cuando conducía, comiéndomelo literalmente con los ojos, y recordando las dimensiones de aquella polla en mis manos.
En la discoteca no había nadie, solo un chabal reponiendo las bebidas en las cámaras frigoríficas, se acercó a él preguntándole casi al oído por el jefe de sala, el chaval le respondía con la cabeza que no sabía, y que iría a buscarle para que viniera. El chaval salió corriendo de la discoteca, y mi tío se acercó a la puerta para cerrarla con llave.
MI TÍO: Es mejor cerrar la puerta sobrino, por si entra alguién indeseable ... Además, Daniel el jefe de sala, tardará un par de horas en venir, siempre me hace esperar el muy mamón. Este chico que se acaba de ir es Luciano, mi protegido, lo conozco desde hace mucho tiempo, y lo metí a trabajar aquí por que es muy buen chaval. Él traerá a Daniel, como siempre, ... y mientras nosotros dos, podemos hablar un rato.
JAVIER: Si, se ve que el muchacho te tiene mucho respeto, y te obedece sin rechistar ... No hay prisa Toni, esperaremos ... ¿De que quieres hablar?
MI TÍO: ¿Quieres tomarte algo? ... ¿Una cerveza fresquita? ... Yo me voy a tomar una de las de aquí abajo, que están mas frias, ... que sed macho, y que calor.
JAVIER: Si, pasame una bien fria.
Salió de detrás de la barra pasándome la cerveza, y nos sentamos en un reservado, al lado de la pista de baile. Toni, estaba realmente morboso aquella mañana, llevaba puesta una camiseta ceñida al cuerpo, que destacaba cada musculo del pecho, una gorrilla de niñato en la cabeza, y unos vaqueros que le marcaba el espléndido paquetón, que tan caliente me ponía.
MI TÍO: ¿Y que tal las chicas? ... ¿Sales con alguna?
JAVIER: No títo, ... ahora no estoy en eso, ya tengo bastante con los estudios, ... además, las chicas son problemas nada mas ... Jajaja.
MI TÍO: Ya, ... ¿Un chaval como tú, con las hormonas revueltas, ... y que no piense en tías? ... Jejeje ... ¿O, son tíos en los que piensas? ... Por que, he visto como le mirabas la bragueta a Luciano cuando se iba ... ¿Eh?
JAVIER: Yo, ... no, ... ... bueno si, ... en tí, pienso en ti Toni, desde que entrabas en mi cuarto cuando era pequeño, ... siempre te he deseado, ... y sé que tu también me deseas. Cuando dejastes de venir a mi cama, te eché mucho de menos tito.
No perdió el tiempo en hablar más, y comenzó a besarme los labios, la cara, a lamer mi oreja, descendiendo hasta mi cuello, mientras sus manos acariciaban mi cuerpo, y lo iba desnudando apresuradamente. Cuando ya me tuvo desnudo, descubrió mi cuerpo sin vello alguno, ... un cuerpo crecido, y bien formado formado para mi edad. Me dió la vuelta con el culo delante de su cara, mirándomelo con deleite, con satisfacción y con deseo, mientras se le calentaba el cipote que no paraba de sobar con su mano. De un impulso me bajó de golpe los calzoncillo hasta los tobillos y comenzó a magrear mis nalgas, intentando meterme sus dedos en mi ano, ... ano que hasta entonces, nadie había follado, y mi tío se dio cuenta al momento.
Me inclinó hacía delante, apoyando mis manos en la mesa, separó mis cachetes con sus manazas, descubriendo un boquete sumamente apetitoso para su boca, Toni sacó la lengua y pronto sentí una boca experta, que me hacía retorcerme de gusto con cada lametada. Pronto bajó su lengua por mis huevos, lamiéndome todo el escroto, metiéndose por la boca mis gordas bolas, primero una, luego la otra, para terminar con las dos llenándole el hosico. Siguió bajando hasta lemerme todo el tronco de la polla, presionando con su mano hacía atrás, poniéndomela tensa como una lanza que se engullía por el capullo lentamente, y terminaba recorriendo todo el cipote, hasta tocar con sus labios los pocos pelos de mi pubis.
Estaba en la gloría colegas, su boca era alucinante trabajándose mi pollón chupa que te chupa, se adivinaba que no era el primer cipote que mamaba de esa manera tan placentera, agachando la cabeza y tragámdose entera mi polla, que no paraba de lubricar su boca con mi pre-cum. Varias veces, se le escapó de los labios mi ensalivado capullo, cayendo toda la polla por su peso hacía abajo, el mamón de mi tío la volvía a recoger, cogiéndola con su mano y comiéndosela otra vez con su boca. Yo dirigía todas las miradas, al pedazo de pollón gordo y venoso que tenía mi tío colgando entre las piernas, casi le caía hasta la mitad de los muslos, me recreaba la vista y pensaba en todas las pajas, que me había hecho solo a su salud, sin que Toni lo supiera.
Nunca hasta entonces, me habían chupado el cipote, y mucho menos así, como él lo estaba haciendo. Cada chupada de mi tío, me hacía sentir mi polla, cada vez más dura y gorda dentro de sus fauces, rellenándole toda la abertura de la boca, a ese puto macho hambriento. Toni, adivinó que mi cipote ya estaba al límite del placer, y que me venía la leche caliente galopando sin control por toda la polla. En el último segundo antes de correrme sin remedío, sacó la polla de su boca agarrando el capullo con sus dedos, y me masturbó muy acelerado como ordeñando una vaca. Con los ojos llenos de vicio, miraba el cabezón de mi polla escupiendo chicates de semen, que el pervertido de mi tío, iba recogiendo y acumulando en la palma de su otra mano.
Cuando terminó mi polla de soltar la última gota de esperma, Toni se puso delante de mi cara, y me restrgó toda la cremosa lechada por la boca. El puto vicioso, juntó su boca con la mía, restrgándose el semen, comiéndoselo conmigo, y besándome sin parar pasandola de lengua a lengua.
MI TÍO: ¿Te ha gustado sobrino? ... Pues esto es solo el principio, ... te voy hacer disfrutar como nunca, y te voy a convertir en mi putita, ... mi nenaza traga pollas, ... mi perra. Eso serás, ... mi puta perra, si, ... y yo tu Amo macho.
JAVIER: ¡Joder tito, que gustazo! ... Siiii, quiero ser tu perra, ... quiero ser tuyo, ... siempre lo he deseado, ... siempre, desde pequeño, ... y haré lo que tú quieras.
MI TÍO: Siempre me has vuelto loco chaval, ... siempre te he deseado, ... siempre has sabido calentarme el cipote, hasta casi reventarme la bragueta por la dureza ... Ven aqui nene, y haz gozar a tu Amo machote.
Cogió el cinturón de los vaqueros, y me lo colocó en el cuello, simulando la correa de un perro. Me paseó por la pista de baile de la discoteca, a cuatro patas con las rodillas flexionadas, y andando en cuclillas, mientras él iba detrás de mi, mirandome como se me abría el boquete del culo con cada paso que daba. Un buen rato estuvo paseándome, mientras me explicaba como tenía que comportarme siendo su perra, lo que tenía que oler y como, donde tenía que abrirme de patas para mear, y lo afectuso y obediente que debía ser con mi Amo. Me ordenó que me sentara frente a él y que oliera a su Amo, ... su cipote, sus huevazos, sus nalgas, el agujero del culo, y que después lo lamiera como un buen perrito.
Enganché su precioso pollón, agarrárselo con fuerza con mi mano, deslizándola a todo lo largo de su tronco, le escupía impregnándolo de saliva al mismo tiempo que le miraba a la cara, y lo apresaba con mi boca inexperta para mamarselo. Mi tío, quería que aprendiera a chupársela por mi solo, que saboreara el gustillo que me dejaba en el paladar, gozando mientras degustaba aquella riquisima verga ... ¡Y que verga colega!, ... ese día descubrí que lo mío era hereditarío, por que su pollón era igualito que el mío. Me obligaba a devorarle el cipote gigantesco de 25 centimetros, metiéndome el enorme capullo carmesí hasta la garganta, succionándolo entero en mi boca, mientras le oía gemir de placer, y le acariciaba los huevos con la mano.
Me puso las manos en la cabeza, y empezó a follarme la boca como un fiera, forzándome a tragarme ese descomunal pollón hasta la garganta, una y otra vez, sin parar, sin freno, y sin ningún afecto hacía su sobrino. Para Toni, ahora era su puto perro nada más, ... un niñato arrodillado chupándole el cipote, ... un chaval con boquetes para darle placer, y que hiciera realidad sus perversiones mas oscuras. Del gustazo de sentir su pollón destrozándome la boca, clavándomela como un salvaje, dejándome la lengua babosa y llena de pringue, noté que volvía a vaciarme, y que me corría de nuevo. Sin tan siquiera tocarme la polla, saltaron de mi capullo chorros de semen, uno tras otro sin control, llenándole y manchando sus piernas.
MI TÍO: ¿Otra vez te has corrido, pedazo de guarra? ... Eres una buena maricona calentona, ... y me va encantar educarte en el vicio, putita mía.
JAVIER: ¡Siiiii! ... ¡Ohhhh! ... No puedo contenerme macho mío, es superior a mí, ... ¡Joder! ... Masturbándome, me puedo correr hasta cinco veces, ... nunca me sacio, ... siempre quiero mas placer ... ¡Ahhhhh!
MI TÍO: Pues conmigo, vas a tener muchísimo placer, ... todo el que quieras sobrinito, y te enseñaré a disfrutar follando, ... y jugaremos al vicio mas flipante y delicioso que jamás hayas conocido ... Y ahora traga guarra, ... traga putón.
Y me volvió a enfundar su cipote por la boca, para correrse a gusto como un sádico, soltándome una enorme cantidad de esperma, proveniente de sus gordísimos huevos, y sin dejar de mirarle la cara de gozo, mientras me traguaba toda aquella deliciosa leche caliente. Después de limpiársela con mi lengua, y dejarle la polla bien reluciente, me condujo hasta uno de los taburetes de la barra, y me sentó de espaldas a él, dejándome la mitad del culo y el agujero fuera del asiento. Me agarró de los hombros, echándome hacia delante e inclinarme hasta apoyarme con las palmas de mis manos sobre la barra.
Se escupió saliva en la mano, para lubricarse el cipote, se lo restregó por todo el tronco que seguía empalmado, y la colocó entre los dos cachetes de mi culo. Su polla entraba poco a poco, notando su calor en mi recto, y al principio me dolió mucho, pero aguanté como pude. Eran tantas las ganas, que tenía de sentir su cipote dentro de mí, que no me importaba el dolor, solo quería tragarme la polla de mi macho, y que me follara sin parar. Mi culo, empezó a moverse cada vez más rápido, una vez que se habituó al grosor, el pollón de Toni entraba y salida con facilidad, tenía el ano listo sin necesidad de estimularlo, ... aún así, mi tío sacaba la verga de el, y se agachaba para darme buenos lametones en el ojete.
Toni, tenía tal maestría que dominaba absolutamente la situación, con mis enculadas, yo me empeñaba en que me la metiera cada vez más adentro, quería sentir su polla llegándome hasta el estómago, notar sus huevos golpeando mis glúteos, y provocarle de placer una gran corrida, que me inundara el ano como una cascada. Era tan grande la excitación y el gozo que tenía en mi cuerpo, solo de pensar que mi tío, por fin me estaba follando el culazo, que no podía impedir que la baba se me cayera de la boca.
JAVIER: Dame fuerte, Toni, ... abreme el boquete de culo a pollazos ... ¡Que fliapada! ... ¡Asiiiii! ... ¡Follameeee! ... Te quiero tito, ... eres mi macho, ... mi hombre ... ¡Ohhhh!
MI TÍO: Disfruta nene, ... disfruta del pollón de tu Amo, ... de tu único macho ... ¡Que culito tienes joder! ... Como deseaba follarte este culo, ... desde que eras un mocoso, ... solo con mirartelo desnudo, se me empalmaba el cipote, y me tenía que hacer una paja para bajarme el calentón, ... y ahora, por fin, este culito es mío, ... ¡Ufffff! ... Vas a conocer el vicio de verdad, y del bueno conmigo, chaval.
Al minuto de volver a envergarme el ojete, aporrearon la puerta, mi tío se acercó preguntándo quién era, y desde fuera se escuchaba la voz de Luciano respondiendo que era él, y que venía solo. Cuando Toni le dejó pasar, el chaval no se sorprendió de verme sentado en la barra completamente desnudo, con el cipote super duro y el culito emponpa. Ya me imaginaba, a lo que se refería mi tío con su protegido, seguramente el chaval, habría probado ya las dimensiones del pollón de Toni y lo mas probable, es que Luciano sabía de ante mano, las intenciones de mi tío al quedarno solos en la discoteca. Distanciados de mí, el niñato se magreaba el paquete contándole a Toni, que el jefe de sala tardaría aún un par de horas en llegar, y que siguieramos con lo que estabamos haciendo sin problemas. Mi tío, lo besó en la boca mientras le bajaba el pantalón del chandal, dejándole al descubierto un capullo gordo y rosado, asomando por el elástico del slip.
Acto seguido, Toni le bajó los calzoncillos dejando salir fuera aquella verga, desde donde yo estaba no se la podía ver bien, pero calculé que aquel cipote debía medir unos 17 centímetros, y que lo mejor de todo, era el grosor del capullo que lo tenía exageradamente inflado.
Se acercaron hacía mí, situándose justo a mi lado, Luciano estaba apoyado de espaldas a la barra con las caderas hacía adelante y regalándole a mi tío todo el cipote. Él se la metió en la boca, y comencó a chupárselo con ganas. Su cabeza subía y bajaba rítmicamente, dejando que aquella polla entrara entera rozándole la campanilla, preparándola, poniéndola a tono y bien dura, para lo que vendría a continuación. Lo que vino, fué una buena envergada en mi culito con sus dos pollones, mi tío me tumbó encima de Luciano, en lo alto de la barra juntando su pecho con mi espalda, y mi tío Toni, de frente a mí, mirándome la cara de sufrimiento, mientras me clavaba el cipote junto con el del chaval, bien pegaditos.
El movimiento de los dos follándome el ojete era bestial, parecía que estuviera super ensayado, que no era la primera vez que lo hacían poniéndose de acuerdo en meter y sacar dándote un gustazo increíble. Yo estaba gozando como una cerda, sorprendido de mi mismo y preguntándome, como era posible que me estuviéra tragado semejantes pollones. Era increible el placer, alucinante cuando sentia las dos pollas muy dentro de mi, me llegaban hasta el estómago sin poder respirar, y creía que me iba a cagar de tanto apretar.
Le dije a mi tío que fuera mas suave, pero no me hizo caso ni él, ni el niñato de mierda, y me seguieron follando el boquete como animales salvajes. Cada vez notaba con más vigor, que me sacudian con más potencia, y empujaban con todas sus fuerzas. Los pollones entraban y salian con rabia, parecia que nunca iba a terminar mi gozo, sentia mi ano arder por dentro y por fuera. Toni, me acariciaba con sus manos los huevos y la polla, pasando sus dedos por encima de mi capullo mojado de pre-cum, me la cogió con la mano bien cerrada, y empezó a masturbarme con fuerza y rápidez. Un chorro de mi semen cayó sobre su cara, salpicándola de crema blanca, él se inclinó para recibir en su boca, los restantes trayazos de semen que quedaban por salir de mi cipote, y cerrando sus labios en torno a mi capullo, aspiró succionando todo para adentro.
Bien lavada me dejó la polla, cuando empezó de nuevo a martillearme el ojete, junto al cipotón de su protegido, follándome y violándome el culito a la par. Comenzaron a gemir intensamente, primero Luciano y luego mi tío Toni, se estaban corriendo los muy hijos de puta dentro de mí. Sentía como les salía la leche de sus pollones en mi ano, como me lo inundaban sin parar, y notaba sus espermas a punto de salirse de mi agujero lleno, ... llenito de crema. No paraban los dos machos, de soltar disparos de leche caliente en mi interior, ya no me cabía más, y percibí como se escapaba el semen de mi culo, escurriéndose entre sus dos pollones, y resbalando por sus huevazos hasta salpicar la barra.
Mi tío, sacó su polla empapada de mi culo follado, envergándosela ahora en el ojete de Luciano, y ordenándome a mi, que sentara mis nalgas encima de la boca del chaval. El niñato, me comía el ano encharcado del semen de ellos dos, se escuchaba el chupeteo de su boca tragando hasta la más pequeña gota, y rebañando con su lengua todo el interior de mi culito. Yo degustaba el rico sabor del capullo de Luciano con la lengua, mientras miraba como la verga de mi tío entraba y salía implacable, follándose el culazo del macho. Me ardía el cuerpo del calentón viendo aquella imagen, Toni me sonreía al verme cachondo perdido, al mismo tiempo que no paraba de clavarle el pollón al muchacho en el ano, ... muy violento, ... y muy agresivo.
MI TÍO: ¡Que gozada de culazo tienes, Luciano! ... ¿Lo sabes verdad? ... ¡Siiiiii! ... Claro que lo sabes, calienta pollas ... ¡Tomaaaa! ... Sacame la leche como tú sabes cabrón ... ¡Ahhhh! ... ¡Yaaaaa! ... ¡Tomaaa putaaaa! ... ¡Me corro joder!
JAVIER: Él también, Toni, ... mi macho ... Mira como se corre, pajeándole el cipote con mi mano de guarra ... ¡Mira Amo! ... ¡Como me ha puesto la mano el cabrón de esperma! ... ¡Que gusto da verle el cipote escupiendo!
LUCIANO: ¡Ayyyyy! ... ¡Siiiiii! ... Sigue, sigueeee cascándome la polla chaval ... ¡Que gozada Toni! ... ¡Ohhhh! ... Todo el culo lleno de tu semen cabrón ... ¡Siiiiiii!
MI TÍO: Tú, ... perra, lavanos las pollas con tu lengua ... Sobrino maricón, limpialas con tu boca de guarra, ... vamos, ... los dos pollones juntos dentro de tu hocico.
Los dos machos, me forzaban la cabeza para que me comiera los dos cipotes a la vez, yo abría la boca forzandola muchísimo mientras ellos empujaban con fuerza, los querían bien limpios y su chabalito mamón, no les iba a defraudar. Después de la limpieza nos vestimos, Luciano siguió en el amacen con las bebidas, y mi tío y yo, nos sentamos a esperar al jefe de sala.