El internado religioso

Quien podria imaginarse la depravacion que esconde un sencillo colegio de dulces niñas.

El internado católico en el al que mis padres me habían trasladado a la fuerza en un principio no causo en mi nada salvo desagrado, dado mi temperamento rebelde y problemático. Las normas eran tan estrictas, estabamos vigiladas constantemente del mismo modo que un pastor dirige al rebaño de ovejas y nunca mejor dicho...Aparte de las madres ,monjitas puritanas y en su mayoria avanzadas de edad que cuidaban de nosotras procurando moldear nuestro carácter a su imagen y semejanza, el colegio-internado estaba tambien ocupado por un pequeño numero de sacerdotes que se ocupaban de dar la cara por las mujeres del hogar y de nuestra educación puramente teorica.

Pero fuera de este clima de armonia y tranquilidad espiritual, lo que los padres de aquellas jovencitas desconocían es que aun aisladas de esa manera del mundo exterior, la depravación formaba parte de ellas mismas. Comentarios, rumores y jueguecitos sexuales entre las muchachas: lo que a algunas encantaba como buenas zorritas que eran en el fondo y a otras horripilaba dado su carácter puritano y austero. Muchos feligreses, bajo su mascara de fieles se acercaban al hogar para supuestamente pedir consejo a los hermanos o prestar su ayuda. Sin embargo, en aquella localidad de pueblo dejada de la mano de dios lo que atraia a aquellos salidos era el olor a virgen y jugosa juventud. Rara vez en una semana no aparecia uno de estos aldeanos junto a una hermana que ignorándolo y dedicada a su charla y discurso monótono y aburrido ,babeaba de paseo por los corredores del santuario, mirando de reojo a las jovencitas que incluso les provocaban con gestos obscenos y miradas provocativas. Esto no provocaba otra cosa que no fuera el pronto abandono de la casa por parte del feligres, con un calenton sublime y una erección pronunciada que para las chicas era difícil de disimular.

Sin embargo todo este clima de perversión no se limitaba a nuestra relacion con el mundo exterior. Habia quienes si se aprovechaban de las circunstancias y si se conseguia escapar de la "prisión" lo habitual era volver después de haber echado un polvo, seguramente con el primero que pasase. Era increíble como la excitación a veces podia notarse en el aire, ajena a los ojos de los que cuidaban de la casa del Señor...o eso creía yo hasta que comprobé que había sus excepciones.

Hacia un par de semanas que llego al internado un nuevo hermano, recien salido de la casa de curas... Era un hombre joven de unos 23 años, alto y un poco delgado pero bastante atractivo; algo que a mis ojos le hacia mucho mas especial. Lo primero que se comento con su llegada entre los grupos de alumnas era que "habia sido una lastima que un hombre asi acabase en un cargo como ese, todo un desperdicio". Muchas de aquellas...ya mujeres, se habian atrevido a pecar y sin embargo no concebían la idea de montárselo con aquel hombre. Ademas, los demas curas (aunque seguro inconscientes del peligro que podria tener aquel novato suelto por el colegio) le habian apartado temporalmente de la vida comun a nosotras esperando a que se adaptase a su manera. Parecia que permaneceria alli durante bastante tiempo. Paso el tiempo y algo en aquel tipo me atraia de una manera terrible de manera que miraba atenta por los lugares en los que poco habitualmente pero soliar aparecer. Yo tenia unos 14 años y me habia rodeado de un circulo de malas influencias, cosa que mis padres no pudieron evitar tampoco después de encerrarme en aquella jaula. Incluso ellas me decian que lo mio se habia convertido en una obsesion, después de haberme negado a aceptar follarme a ninguno de aquellos asquerosos aldeanos. A mi quien me ponia era el hermano Jose...

Yo era paciente y sabia que algun dia tendría mi oportunidad. Paso el tiempo y por fin el hermano accedio a presentarse oficialmente ante el alumnado como profesor de latin y griego. Parecia un hombre timido al que segura y tristemente, habrian educado desde hacia mucho sabiendo que finalmente ese seria su destino. Las clases a pesar de resultar en otro tiempo de lo mas aburridas comenzaron a levantar mas expectación q las demas. Dado el carácter "paradito" de aquel tipo, algunas lobas no se cortaban lo mas minimo y se dedicaban a subirse la falda del uniforme dejando al descubierto y en la trayectoria de la mirada del hermano Jose lo suficiente para provocar que se ruborizase y cambiase la dirección de su mirada. Mi táctica era distinta, yo trate de parecer una niña buena para ganarme su respeto y quien sabe, hasta confianza. Pero en absoluto en mi mente era una niña modelo y mi cuerpo y mi imaginación no resistian a pensar como seria su cuerpo debajo de aquella horripilante sotana.

Por fin una tarde de lluvia no pudo resistirme mas y decidi pasar por el despacho del profesor de latin para discutir un tema...academico que me habia quedado un poco pendiente. Cruce el jardín que separaba la residencia de las aulas y no pude evitar mojarme dada la espesa lluvia que no cesaba, por lo que mi blusa acabo ligeramente empapada (como mi melena larga) y el tejido transparentado. Llame a la puerta de su despacho con la mala sensación de que se encontraria vacio pero al ver aparecer por el cristal vidrioso de la puerta una figura, suspire aliviada. No estaba tranquila, en el fondo me encontraba algo tensa y me excitaba solo la idea de lo que me gustaria que pasase en aquella habitación. Abrio la puerta sorprendido: llevaba el pelo ligeramente largo suelto ,pantalones negros y una amplia camisa negra...no era su habitual vestimenta.

-Padre...¿podria pasar? Siento importunarle pero tenia una duda urgente que quisiera me ayudase a resolver...

-Pues...yo...si,claro..supongo...pasa.

Parecia un poco tenso pero me cedio el paso. Cerro la puerta tras de mi y yo intente disimular mi sonrisa evitándole la mirada, continuando con mi rol me mojigata.

-Y bien, ¿de que se trata?

-Vera en realidad....-intente hacerme la alumna arrepentida- disculpadme padre, en realidad no se trata de una duda sobre su asignatura...no al menos la lengua del latin sino...-levante la mirada con los ojos muy abiertos, como atravesándole de los pies a la cabeza- una duda de fe.

-Si crees que soy yo quien puedo ayudarte a resolverla pero...sabes que hay personas con mas experiencia que yo en este campo y quiza...-se habia sentado en otra silla a mi lado, como si aquello fuese una confesión y al oirle dudar me levante de un salto colocándome frente a el ,muy cerca haciendo que levantase el rostro para mirarme a la cara.

-No, solo usted puede ayudar a calmar mi ansia...Padre, que opinais del pecado?

Se le notaba ahora mas tenso, como si el calor de la habitación hubiese aumentado sobrenaturalmente. Se llevo una mano a la cara como no creyendo lo que estaba ocurriendo alli y tuve aun mas esperanza: no parecia disgustado con la escena, tan solo tenso...

-Acaso tu...¿estas tentada de pecar?

-Constantemente...bueno, algo asi...Puedo confesarme sin pudor?

-Yo te escucho con atención, no temas...-parecia que se estaba oliendo algo y aun si me dejaba continuar.

-Hay algo...que me nubla la cordura y no me deja dedicarme a mis tareas como debiese ser.

Me acerque aun mas a el, cogi una de sus manos llevándola hacia mi cintura y una vez alli fue desplazándose timidamente hacia abajo. Mientras yo me acercaba y agachaba hacia el, con nuestros cuerpos mas cerca que nunca le roce el cuello con mis labios para que sintiera mi aliento y me acerque a su oido para susurrarle.

-El objeto de mi pecado...es usted.

Mire hacia abajo dejándolo completamente en shock y por la tenue luz de un candelabro que habia junto a nosotros, sobre la mesa del escritorio no pude dirigir mi vista hacia su entrepierna y note que habia reaccionado a mis sutilezas y con aquel simple jueguecito ya habia conseguido ponerle cachondo. Cuando reacciono y se dio cuenta de mis intenciones claramente se levanto dejándome justo a la silla y fue hacia la puerta. Me sente dispuesta a no rendirme y el paro en seco delante de la salida. Cerro el pestillo con un ruido seco y se volvio hacia mi. Por si acaso le quedaba alguna duda de lo que estaba provocando en mi, me abri de piernas levantándome la falda ligeramente hasta poner al descubierto mis bragas, provocándole mas y mas para que se acercara. Cuando estuvo justo frente a mi se agacho y ahora el acercándose a mi oido me susurro sensualmente:

-Yo puedo enseñarte lo que es el pecado que tu ansias...

-No deseo nada mas.

Paso su mano ahora por mi blusa empapada, palpándome los pechos y bajando hacia la cintura hasta subir por completo mi falda y dejar al descubierto los bragas. Comenzo besándome los muslos desde el exterior hacia dentro, disfrutando con sus labios cada centímetro de mi piel como si nunca hubiese tocado nada asi. Yo ya no era virgen pero habia altas probabilidades de que el si...lo que me excitaba aun mas al pensar que seria solo yo la que pervirtiera a todo aquel santito que nunca habia disfrutado a una mujer. Me baje ligeramente la braguita, dejando ver la parte mas externa de mi joven coño incitándole a que siguiese por donde ya iba. No pudo resistirse y me las bajo completamente, dejándolas colgadas de uno d mis pies. Me agarro por los muslos abriendome mas de piernas y aun sentada en la sillita me deslice hacia abajo, dejándole mas campo. Primero paso sus labios rozándome, dejándome con mas ansias de que me lo comiese completo y luego comenzo a besarlo con delicadeza, como habia hecho con los muslos. Me agarre fuerte de la banqueta preparada para saber que es lo que pretendia experimentar conmigo, pues estaba completamente entregada a el. Hundio su cabeza aun mas entre mis piernas dando besos mas profundos y humedos, pasando todo su labio por los mios que ya estaban humedos y algo hinchados. Parecia gustarle aquel néctar porque acto seguido, mas lanzado y excitado empezo a lamerlo como si de un dulce como la miel se tratase, a lenguetazos largos y profundos primero exteriormente y luego estando mas abierta metiendo su lengua hasta el fondo y jugando haciendo giros dentro de mi con ella. Comprendiendo su desconocimiento de la zona, con la respiración agitada y dificultad le hacia las minimas indicaciones que podia.

-Aaaaaaaaaaaahhh....sube...sube un poco mas!

Paso su lengua de abajo a arriba completamente, en un lenguetazo humedo ,tibio y eterno hasta que dio con mi clítoris, ya pronunciado y notando que mis gemidos y gritos ahogados aumentaban cuando me tocaba ahí, con una mano y el dedo impregnado en mis jugos comenzo a acariciarlo delicadamente. Mi cuerpo se estremecia de placer y las piernas me fallaban: habia soñado tantas veces con aquel encuentro, con sacar el demonio perverso que el hermano Jose debia llevar en su interior para mi...El seguia incesante, comiéndomelo ansioso y excitado hasta el punto en que senti correrme y chorrear en su boca y no pude reprimir un grito agudo que el silencio con su boca y su lengua en un beso pasional y humedo, después de haber bebido de mi.

-Ssssssssssshhh...no grites, ¿no querras que acaben con nuestra lección,verdad ?

Terriblemente entregada, obedeci sin una queja y como respuesta me eche encima suyo haciendole caer al suelo conmigo encima. Comence a besarle los labios, el cuello...le solte el bluson negro dejando al descubierto su pecho que tanto desesperaba por ver y acariciar. Pase mis labios por su piel, dándole pequeños mordiscos, acariciando sus pezones tambien en lo que el reacciono levantándome, dejándome sentada encima suyo mientras me miraba con avidez y desabrochaba mi camisa, pegada a mi cuerpo que dejaba poco que ocultar. Luego de desprendernos de ella intento quitarme el sujetador, tarea a la que tuve que ayudarle tirandolo lejos, contra la pared. Parecia extasiado al contemplar mis pechos: eran bastante grandes para mi edad y mis pezones, duros dejaban notar lo excitada que me habia dejado. Los agarro con ambas manos juntándolos y elevándolos ligeramente. Comenzo a masajearlos por la base y después a acariciar los pezones en circulos, sintiendo su tacto suave. Volvi a sentirme demasiado excitada para todavía no haber disfrutado plenamente de el asi q echándome hacia atrás, bajando por su cuerpo a gatas y sin dejar de dirigirle miradas picaras, suspirando de excitación, llegue hasta su bragueta lo que le puso mas nervioso. Pero ya nada podia disimular y el pantalón debia estar molestándole hacia rato...incluso parecia humedo.

Lo desabroche y baje rapidamente, luego meti la mano por debajo de los calzoncillos y comprobe que realmente estaba mojado y pringoso de su propia leche y que se habia corrido mientras me practicaba el sexo oral. Pero ahora, después de los juegos en el suelo volvio a estar excitado y aun sin quitarle la poca ropa que le quedaba, agarre su poya con firmeza, haciendole estremecerse. Luego ya, pudiendo ver la locura que sentia por que le desnudase de una buena vez completamente, le quite el calzoncillo y admire aquel miembro duro y...sorprendentemente grande, en todo su esplendor. Entre sus piernas me agache curiosamente mirándola con depravación. Le acaricie sutilmente solo con la yema de los dedos las pelotas mientras con la cara (principalmente la nariz y los labios) pasaba suavemente por todo el cuerpo de su poya, que llamaba a mi boca a gritos. Aun asi pense que seria divertido hacerle esperar un poco mas, le agarre por la base y comence a besársela delicadamente, con ingenuidad pero la atracción fue tanta, yo empezaba a humedecerme en exceso, asi que empece a lamerla de arriba abajo como si de un caramelo se tratase. La iba dejando empapada en mi saliva mientras el comenzaba a gemir ligeramente; ya no podia ni controlarse tampoco. Entonces comence a lamerle el capullo como queriend desgartarlo, dándole de vez en cuando pequeños sorbitos, mezclando mi salivas con el liquido que el ya soltaba mientras jugaba con mi lengua rodeándolo, haciendo circulos.

-Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaah....no pares, oh dios mio....

Me excitaba aun mas sentir todo el placer que le estaba entregando a aquel ingenuo. Finalmente la meti entera en mi boca, al principio dejándola dentro, empañándola de mi calor, de la humedad de mi boca mientras lo envolvió con la lengua. Después comence a mover la cabeza de arriba abajo, acelerando cada vez mas el ritmo ,impulsándolo con mis labios moviéndola. Pasaba de estar casi rozando mi garganta a salirse casi fuera, pero yo mientras lo sujetaba con las manos, controlando que no se escapase de mi poder. Por fin pude sentir que iba a correrse y me aparte a tiempo de no tragármelo. La corrida fue espectacular: salpico el suelo, el escritorio y por supuesto nuestros cuerpos. Yo en una ultima jugada, impidiendo que perdiese su excitación lami su poya de nuevo, ahora mojada y después juguetee con mis dedos tambien empapados, lamiéndolos para limpiarme mientras subia de nuevo hacia el. Me quede sentada encima suyo, relamiéndome aun de su leche mientras me miraba excitado y acariciaba todo mi cuerpo, palpando cada centímetro de mi ahora caliente y sudorosa piel.

El estaba tendido en el suelo, acariciando mi trasero y mis muslos y yo sentada sobre su estomago, humedeciéndolo con mi coño que estaba tambien a punto de estallar. Note detrás mio que volvia a tener una erección increíble...tentadora asi que mientras yo me deslizaba hacia sus caderas le agarre del cuello y los hombros, para que se levantase quedando sentados y entrelazados uno encima del otro. Me levante ligeramente para abrir mis piernas y poco a poco descender sobre su poya, totalmente tiesa deseando penetrarme. Y asi lo hizo primero despacio, hasta que estuvo completamente dentro de mi. A pesar de sus advertencias no pude evitar soltar un "Aaaaaaaaaaah" cuando lo senti dentro pero no me sanciono por ello. Agarrandome de los muslos me ayudaba a marcar el ritmo de la penetración que fue aumentando en segundos. Al principio queria disfrutarme al máximo: sentir su poya caliente rozando contra mis labios, completamente pringados y mi vagina calida. Mientras mis pechos acariciaban su cuerpo con el movimiento de vaiven que adoptamos. Yo me agarraba a el por la espalda, arañándolo ya descontrolada cuando el me agarraba fuerte del muslo, moviéndome con mas rapidez.

Acabo corriéndose de nuevo dentro de mi sin cesar en su movimiento, descargando con toda su fuerza contra las paredes de mi vagina y aquello me excito mas, su primera penetración y ademas con una joven beata de la escuela. Llegue yo poco después que el al orgasmo, mezclando nuestros jugos sin separarnos. Durante un instante quedamos quietos, abrazados en aquella medio oscuridad, en un silencio en el que solo se oian nuestras respiraciones aceleradas. Me levante saliéndome de el y me sente apoyada contra la mesa, ordenandome el pelo. El hizo lo mismo pero se quedo frente a mi, mirándome de lado rememorando lo que acababa de pasar. En ese momento pense que su estupida educación quiza le hiciera arrepentirse de aquello pero en contra d mi idea, me agarro fuertemente de la muñeca y me llevo contra la fria pared. Comenzo a besarme el cuello, a susurrarme guarradas que nunca habria imaginado salir de su boca mientras yo volvia a agarrar su poya, solo ligeramente levantada y a sacudirla haciendole una paja. Pero el cuando ya estuvo suficientemente cachondo me paro en seco y me dio la vuelta. Comenzo a pasarme las manos por los costados hasta que llego a la cadera y ahí me agarro impulsándose hacia mi, haciendome sentir la friccion de su poya enduecida en mi culo. Doblo las rodillas ligeramente (yo era un tanto mas baja que el) y haciendo a un mas precion, separando mis piernas comenzo a penetrarme desde atrás, sin previo aviso.

El impulso que cogia, pues ahora me daba mucho mas fuerte me hacia chocar con la lisa pared que sin embargo me excitaba pues en contraposición con mi cuerpo estaba fria, pero eso si dado el dia d lluvia tan humeda como yo. Con los puños semiapretados intentaba agarrar la pared, pero el ya se encargaba de que no me moviese demasiado. Siempre me habia excitado sentirme en aquellas condiciones, completamente entregada a el, entre la espada y la pared (nunca mejor dicho) solo de pensarlo algunos dias me ponia cachonda. Dado que, a pesar del desconocimiento de el, aquello era algo que me encantaba en particular, pronto me corri por tercera vez en aquella sesion ante la satisfacción de mi compañero. Al reves que habia pasado la ultima vez, fue el quien se excito mas al poder penetrarme con mayor facilidad después de que yo empezara a chorrear al correrme. Después de que tuviera su tercer orgasmo ya parecia mas cansado. Se echo encima mio, aun contra la pared después de que yo me girara, quedando los dos de frente. Hubo aun tiempo para propinarnos todo tipo de caricias, besos y lametones. Estabamos en este plan cuando tocaron las campanas que anunciaban la cena y salimos de nuestra nube-erotica particular. Parecia que el habia recobrado la cordura y su carácter. Se vistio rapido y me pidio que hiciera lo mismo mientras recogia aquello que habiamos destrozado y...poque no decirlo, manchado de impureza con nuestro acto.

Nadie parecia haberse dado cuenta de lo que paso en aquel despacho. Sin embargo algo habia cambiado en la mirada del hermano Jose, sobre todo en respuesta a las insinuaciones de algunas de las demas alumnas. Seguramente muchas de ellas corrieron la misma suerte que yo y no les guardo rencor: ellas lo disfrutaron pero yo fui quien le abrio los ojos. De todas formas sus insinuaciones hacia mi no cesaron en el tiempo que permaneci alli encerrada. De vez en cuando me susurraba si tenia alguna otra duda de vez de la que podiamos tratar y varias veces acudi a su despacho "en busca de ayuda".

Si a alguien le ha gustado agradeceria comentario y demas a mi dirección de mail... nalalub@yahoo.es