El Internado de Sandhurst, 05

Un poco de "medical" y humillación a manos de la enfermera Boldbricker, mientras Teresa se somete del todo al fin, y se lleva una sorpresita...

EL INTERNADO DE SANDHURST, CAPITULO 5

Cuando desperte, no sabia exactamente ni que hora debia ser, ni el dia, ni siquiera el mundo en el que me encontraba... Solo sabia que me dolia todo el cuerpo, agarrotado y tenso, que sentia la cabeza como si una manada de elefantes hubiese desfilado sobre ella, y que nunca en mi vida habia sentido la boca tan pastosa y seca, como en la peor de las resacas... intenté ponerme un poco mas comoda en la cama... y al descubrir que no podia mover apenas los brazos, me desperté de súbito, recordando todo lo que habia ocurrido la noche anterior, como una ola monstruosa que rompe sobre un barquito y lo deja al garete.

Abrí los ojos, y me encontré en la enfermeria de la escuela, tumbada boca abajo, con los brazos estirados hacia los extremos del cabezal de la cama, de los metalicos de barrotes, clásico. Aun tenía colocadas las muñequeras de cuero acolchado que habia llevado durante mi martirio, y tambien las notaba en mis tobillos. Unas cuerdas de naylon me inmovilizaban, sujeta a los barrotes, motivo por el que mis extremidades suplicaban un cambio de postura, con los musculos doloridos y acalambra-

dos. Al espabilarme volví a cobrar plena consciencia de mi cuerpo, notando que algo no iba bien en mi trasero. Como podía ir bién, con el abuso que habia recibido... lo notaba abierto, temia que hubiese sufrido daños muy severos, al menos no me dolia demasiado, solo una molestia sorda y profunda, continua. Me parecia notar algo dentro de mis entrañas... preferí no pensar demasiado en ello, parecía que eran gasas o algo así. Me preguntaba si estarian teñidas de rojo, mejor no pensarlo. Pero algo mas no funcionaba normalmente, notaba algo mas, algo cerca de mi sexo... Giré la cabeza todo lo que pude. forzando el cuello, para ver que ocurría. Me sorprendi ante lo que veían mis ojos. Un estrecho tubo de plastico salia de entre mis piernas, conectadoa una bolsa ocupada en parte por un liquido amarillo. Eso debia ser una sonda para recoger mi orina, pero... ¿por que la llevaba puesta?. Acaso...¿ me habrían hecho más cosas mientras estaba inconsciente?.

Me concentré en cada parte de mi cuerpo, en percibir cada musculo y trozo de piel, en hacer un inventario de lo que sentía. Pese a mis dolores y molestias todo parecia normal, no notaba nada extraño en mi sexo, que aun notaba extraño tras el uso que experimentó la ( suponía ) noche anterior, pero no parecia notar nada nuevo. Obviamente, una sonda estaba conectada a mi uretra, lo que me hacia sentirme extraña pero no era doloroso. De mi culito, en ese tema me esforzaba en no pensar. Intente liberarme pero no pude, asi que me dispuse a hacer lo unico que podía hacer en esas circunstancias... esperar y armarme de paciencia.

No tuve que esperar demasiado. En menos de una hora la Gorda Boldbricker entró canturreando en la enfermería, y me deseó los buenos dias con total cinismo al verme despierta. Desnuda, sin ropa por encima, atada a una cama, sondada y en manos de la Boldbricker, no pensaba que fuesen a ser muy buenos dias precisamente. Mientras se ponia la bata blanca de su profesión, si la podiamos llamar enfermera tras romper todos los codigos éticos de la profesión, me puso al día de la situación. Bueno, Teresita, no debes preocuparte demasiado. Te he mantenido sedada durante 36 horas, para poder darte los puntos que necesitabas en el recto, sin las molestias de tus quejidos y movimientos, que podrian haber perjudicado el buen curso de tu recuperacion. Aun experimentas algun ligero sangrado ocasional, pero en 24 o 48 horas todo habra cesado. Por supuesto, durante los siguientes dias tendras molestias, incluso dolores al cagar, pero eso lo trataremos con una dieta blanda que te facilite la tarea. Otro inconveniente es que durante, digamos la siguiente semana, deberas tener sumo cuidado en no cagarte encima, hasta que tus esfínteres vuelvan a recuperar su elasticidad y fuerza naturales. Con esos cuidados, y no metiendote otra verga en el culo en un par de semanitas, quedarás bién. Eso si...jajajaja... ya no podras volver a pasar por virgen de ningun agujerito...jajajaja.

La hija de su madre disfrutaba realmente con todo esto, de eso no cabia ninguna duda. Pero como sabía que no les convenía dañarme de un modo que resultase imposible de ocultar a ojos de terceros, di por supuesto que la Boldbricker tenia la mision de dejarme lo mejor posible, quisiera ella o no. Y ya habia aprendido por las muy malas que rebelarme no servia de nada... esta vez iba a callarme de una santa vez. Recordaba las palabras de ese tal Señor Magenta... " Me reservo el derecho a llevarmela para enseñarle disciplina..." . No, iba a tragar quina, pero no iba a intentar resistirme más, de eso estaba bien segura.

La enfermera me tomó la temperatura y tensión arterial, silbando satisfecha ante los resultados, que no debian mostrar nada negativo. Ella no dijo ni pio al respecto, y yo tampoco le pregunté. Me quede quieta y callada. Incluso cuando su mano acaricio mis nalgas y la parte baja de mi espalda, no dije nada ni me moví. Asi que ya vas aprendiendo a quedarte quieta, ¿no zorrita?. Yo contesté muy educadamente con un " si, señorita Boldbricker". A continuación me preguntó si tenia sed, a lo que yo conteste con otro " si, señorita Boldbric-

ker". La Gorda llenó una jarra de agua en sus tres cuartas partes de una deliciosa, fresca y cristalina agua de grifo, sin lugar a dudas el bien más precioso cuando estas muerta de sed. La veia llenar lentamente la jarra, con ese sonido cantarín... mi cuerpo suplicaba por ese agua. Pero cuando esa bruja torturadora se acerco a mi con la jarra, en lugar de acercarme el agua, dejo la jarra junto a la cama, al lado de la bolsa de recogida de orina, y accionando un pequeño grifo empotrado en la bolsa, dejo caer en recipiente del agua un buen chorro de mis orines. Entonces, muy calmadamente, dejo la jarra teñida de amarillo en la mesilla. Calcule que en ese recipiente de unos 2 litros, debia haber litro y medio de agua, y como un cuarto de litro de mis meados. Puso en él una larga pajita articulada para beber, y me la acerco amorosamente. Si no quieres beber este "elixir especial" no bebas, pero te advierto que estas parcialmente desidratada y que necesitas liquidos. Aunque ahora no lo hagas, acabaras bebiendo en poco tiempo, asi que te recomiendo que te ahorres la tortura de la sed.

Yo, sabiendo que tenía razón, y en mi muevo papel de desir sí a todo, giré la cabeza obedientemente, y comence a sorber. Mandaba el agua directamente al gaznate, sin dejar que estuviese en mi boca ni un segundo mas de lo necesario. Recodé fugazmente esas historias de viajeros y aventureros que había leido de cria, que tanto me gustaban, en las que cuando la necesidad apretaba no habia agua demasiado cenagosa ni asquerosa para el necesitado. Pero no eran estas las clases de desdichas que habia imaginado para mí. Al final deje que el agua fuese absorvida por mi necesitada lengua, luchando contra la nausea... pero el cuerpo es sabio, y el mío sabía bién que lo necesitaba imperiosamente. Una vez con el buche lleno de agua, deje mi nuevo mi cabeza en la almohada. La Boldbricker parecia encantada con mi actitud, asi que ... Maravilloso pequeña, veo que algo de sentido común a entrado en tu cabecita, siempre ocupada en pensamientos obscenos. Has de estar muy incomoda, asi que te aflojare las ataduras y te dare más libertad, si me prometes no intentar levantarte, y ser buenecita. Porque como me des problemas, no hace falta que te diga que habrà represalias. ¿Está perfectamente claro? . Yo asentí, y gracias a ello la Gorda me solto las cuerda de muñequeras y tobillos.

A los primeros movimientos, dolorosos calambres me sacudieron. Al moverme, sentí claramente los puntos en mi dañado recto, las gasas colocadas en el. Me esforce en dejar que los calambres pasasen sin moverme apenas, solo los dedos de manos y pies... La enfermera me ayudo con masajes profesionales y eficaces, si bién frios y sin afecto. ¿Que otra cosa podría haber esperado de ella?. Me dejo mover los miembros, uno a uno, lo que hice con agrado pese a las molestias que me causaba mover las piernas. Pero mi lbertad duró poco, ya me habia avisado que iba a dejarme más comoda, pero no a liberarme. Asi que coloco otras cuerdas, mas largas, que me impedian levantarme o girarme más que parcialmente, pero eran toda una mejora con respecto a lo anterior.

Ya veo que te encuentras mucho mejor, que eres de las que han nacido resistentes... eso es bueno, putita mia, muy bueno... Su mano descendio desde mis hombros hasta mis nalgas, luego hasta mi sexo, donde comenzó a acariciarlo, a hurgar en él con esos dedazos que parecían morcillas. Pese a que tu puerta trasera esta bastante maltratada, parece que a tu conejito no le ha sentado mal el banquete que se ha dado, ¿eh?. Comenzó a estimular mi zona clitoriana, para provocar un estimulo, pero en esa situación y en ese estado, no le dió resultado. Y menos con la sonda colocada en mi uretra. Parece que te molesta la sonda, Teresa, si me prometes que no te mearas en la cama te la quito. ¿ de acuerdo?. Yo asenti muy educadamente y le di las gracias. Me la retiro con profesionalidad, yo creia que iba a hacerlo doloroso y lento, pero podia ser tremendamente eficaz cuando queria. Asi que antes de darme cuenta de nada, ya estaba libre de ella. Paso alcohol por la zona, antes de volver a jugar con mis zonas mas sensibles... esa bujarrona iba a seguir asi hasta calentarme, asi que mejor colaborar... me puse a pensar en el Angel que tanto placer me habia dado la noche anterior, antes de mi tormento.

Aquel del que nada sabia, solo que debia ser joven, en perfecta forma, y que me lo imaginaba como un infinito pozo de dulzura y amor. Eso logró el efecto que la Boldbricker deseaba, pronto la humedad volvio a aparecer en mi entrepierna. Entonces, se levantó y me dejó sola durante unos segundos, antes de volver armada de un falo de plastico provisto de un mecanismo vibrador de velocidad regulable, conectado a un mando a distancia. El objeto se asemejaba en tamaño a un pene mas bien grandecito, pero sin llegar a la monstruosidad de la herramienta del gorila que me folló tras el paso de mi Angel. Lo puso ante mi boca... " mamalo bien zorrita, que cuanto mas lo prepares mejor te irá". Yo sabìa lo que se esperaba de mi... ella no lo sabia, pero tenía fama de tragasables entre los chicos de mi escuela anterior, y habia visto unas cuantas pelis porno. Asi que primeramente lo lamí como una gata, lo ensalive, lo bese en la punta. derrame babas sobre el. me lo introduje parcialmente en la boca... mientras tanto, la Boldbricker me sujetaba del pelo para que alzase la mirada, y poder ver mis ojos mientras atendia e ese pedazo de plastico.

Puedo jurarles que le encantaba, de eso no tengan la menor duda, ni por asomo. Cuando estuvo satisfecha, lo introdujo en mi sexo, sin ninguna prisa, hasta que estuvo perfectamente alojado. Tan cerca de mi ano, separado por una debil membrana... temia que la vibracion fuese un tormento para mi torturado trasero. Por supuesto, la Boldbricker sabia que pensaba eso. Muy amablemente me indicó que, si me portaba bien, no conectaria la vibración, si no...iría subiendo. Se acomodo en una silla acolchada junto a mi, con el mando de control en la mano... mirandome. Bien Teresa, ahora quiero saber de verdad lo puta que has sido antes de venir aqui. Asi que voy a interrogarte a conciencia, y cada mentira sera castigada. Yo asentí, y ella comenzó su juego de humillación.

Vamos a ver, ¿ a que edad comenzaste a acariciarte la rajita para darte gusto?

Vera, enfermera Boldbricker, debio ser cuando tenia 14 años, en un verano en que...

No pude seguir hablando. La Gorda del infierno activo esa cosa metida en mi sexo a velocidad media. En ese momento no aprecié el efecto erotico del movimiento... solo note oleadas de dolor de mis puntos, tan cercanos a la fuente de vibración. Entonces me di cuenta que ella no deseaba la verdad, descubrir mis oscuros secretillos... lo que deseaba era que me rebajase, que contase burdas mentiras, obvias exageraciones, que a ella le excitarian. Lo que también sabía era que, o la complacia, o iba a ver no solo las estrellas, sino galaxias enteras. Tras unos minutos detuvo la maquina, dejandome recuperar el aliento...

Perdone, Señorita Boldbricker, por haber intentado engañarla. Yo me acaricio la raja desde que tenia 8 años, cuando un niño en el colegio me enseño su pilila a cambio de que yo se la enseñase. El, curioso, me tocó, y como me dió gusto lo repetí luego en casa. Desde entonces lo hago todos los dias, incluso cuando me baja el periodo. Eso la dejo más satisfecha, ya habia cogido la dinamica.

Asi me gusta, que seas sincera. Ahora, cuentame si te sentias atraida por el miembro de tu padre, y lo que hiciste al respecto.

Me gusta mucho la polla de mi padre, señorita. La vi por primera vez cuando yo tenia 6 años, y desde ese momento no la he olvidado nunca. Ya incluso antes de comenzar a masturbarme, me escondia para verle orinar y lavarse. Aunque no entendia entonces de que se trataba, un dia se la vi machacarsela mirando una pelicula de mujeres desnudas. Pense que se habia meado encima, pero que le habia dado gustito. Asi que yo, aprovechando descuidos suyos, le cogia su cosa y me ofrecia a machacarsela, para que no se le cansase la mano. El al principio se negaba, pero tanto insistí yo, que al final accedió. Se lo hacia todas las semanas, señorita.

Y ahora cuentame las primera vez que le sobaste las tetas a una mujer

Fue en la playa, señorita, a una amiga de mi madre. Era una mujer muy bella y yo me sentia atraida y envidiosa de sus soberbios pechos, ya que a mi aun no me habian crecido nada. Asi que me ofreci a darle crema en la espalda, y de paso se la di por las tetas. Ella por supuesto se dió cuenta de lo que hacia y de que me excitaba, pero no dijo nada, y me dejo sobarla largamente...

Asi largo rato, docenas de preguntas, a cada cual mas humillante. Yo me preste al juego, y aprendí una lección valiosa sobre la Boldbricker, que a su manera, era una mujer honesta dentro de lo que cabía. Ya pude comprobar que el mundo estaba lleno de pervertidos que castigaban pese a haber prometido lo contrario si se les obedecia, la Boldbricker... podia hacerte mucho daño si se le ocurria, mas si te ofrecia un trato lo cumplia. Yo obedeci... y el consolador fue retirado de mi sexo sin volver a ser conectado. Me dio mas agua a beber, en esta ocasion limpia, asi como un poco de papilla, y me dejò descansar.

Asi pasaron unas horas de asueto, y no volvi a ser atendida por la enfermera hasta primera hora de la tarde. Para entonces ya tenia una necesidad importante de orinar, que ella percibio antes de que tuviese necesidad de comunicarselo. Me preguntó si tambien tenia ganas de cagar, lo que negue... temía ese momento, pero aùn no habia llegado. Pedì permiso para dirigirme pues al baño, pero ella negó con la cabeza. No, guapita, no quiero que te muevas de la cama hasta que esos puntos hagan su funciòn. Ahora te voy a colocar una bacinilla ( un orinal adaptado en su forma a las necesidades de uso en la cama ) , y te vas a aliviar sin moverte de ahi. Asi lo hizo, colocandolo con bastante cuidado, y se quedo mirandome con descaro, con una media sonrisa cinica en la boca. Vamos, no te hagas de rogar, que no tengo todo el dia. Y si no lo haces ahora tendras que esperar varias horas. Me concentre pues en la tarea, y consegui aliviarme. Puede que la Boldbricker tuviese razon e hiciese esto por mi bien, al menos en parte, ya que al hacer fuerza para orinar, note una dolorosa tension es mis intestinos. Por menuda habia pasado. A continuación me colocó un almohadón bajo el abdomen, y me anuncio que iba a revisar mis curas.

Eso no me hizo gracia, pero asentí, dandole las gracias como era preceptivo. Se puso unos guantes de goma, y me separó las nalgas suavemente, mientras guardaba silencio... No se dió demasiado prisa, pero tampoco me hizo daño a posta, ni me humilló aun mas. Parecia comportarse como una fria profesional, y rezaba para que no abandonase esa actitud, al menos por el momento. Me saco las gasas, y preocedio a revisarme utilizando una especie de espéculo, mientras me informaba que aun estaba con el esfinter abierto, que apenas era necesario. El frio metal me separaba, pero no era doloroso... solo extraño. Cuando quedo satisfecha me anunció que, como habia pronosticado, cicatrizaba bien, y que quedaria casi como nueva, sin secuelas, y no habia rastro de infecciòn. Era viernes, y para el lunes podria reincorporarme a mis tareas con normalidad, tras haber pasado "unas fiebres causadas por un virus, que hicieron deseable mi aislamiento para evitar contagios". Yo casi solte un bufido de desprecio...casi. Ya habia aprendido. Mientras se quitaba los guantes, la Gorda me felicito por haber aprendido a controlarme. Y la conversación comenzó a derivar por otros derroteros...

Ahora que has sido tan bien atendida por mi, he de comunicarte que las atenciones recibidas no entran dentro de los servicios medicos incluidos en la tarifa que abonan por ti. Asi que... ¿ que se te ocurre hacer para pagarme?.

Bien sabe que no se me permite tener dinero propio, Señorita. Y usted tambien sabe muy bien que no puedo pedirselo a mis padres, y que no dispongo de acceso a las cuentas que mis progenitores abrieron para que tuviese dinero para mis gastos. Esta obediente pupila suya le informa que no tiene para resarcirla por sus generosas atenciones mas que de su cuerpo, y de lo que puede hacer con él. Es lo único que puedo ofrecerle, mas es todo suyo.

Excelente, haces notables progresos. Por desgracia nos encontramos muy limitadas debido a tu estado actual, y no podemos hacer nada que comprometa tu recuperación, eso sería algo imperdonable. De todos modos hemos comprobado que posees potencial para el sexo oral... asi que habremos de mejorar en esa faceta tuya. Despacio, ponte boca arriba.

Me gire despacio, y una vez acomodada mi cuerpo experimento una agradabilisima sensación de alivio. Dios, que alivio. Unos musculos descansaban, mientras otros soportaban el peso de mi menudo cuerpo. Miré a la Boldbricker, mientras se quitaba las bragas.. trague saliva, ya sabia lo que me esperaba... y a tal nivel habia llegado, que me sentí aliviada, pensando que no era tan malo. Se subio a la cama con ayuda de una silla, y se colocò sobre mi rostro, arrodillada, con las piernas bien separadas. Hube de colocar mis brazos sobre el pecho, para que pudiese acomodar las columnas que tenía como piernas a ambos lados de mi cuerpo. Su sexo, por supuesto, descendió sobre mi boca.

Durante la siguiente media hora hube de luchar contra la axfisia, mientras recibia detalladas instrucciones sobre como morder y donde, como mover la lengua, de que modo trazar los circulos... El olor de la enfermera me inundaba, mi mundo se habia visto reducido a su sexo, sin poder percibir nada fuera de el. No me tocó ni sobó, sujetandose al cabecero de la cama mientras la devoraba. Y no, no obtuve ningun placer de ello, mas que el alivio causado cuando se retiró de mi, una vez ahita de mi boca. Debio quedar complacida, ya que me peinó amorosamente, y me ofrecio agua para enjuagarme la boca, incluso un caramelo de menta, mientras me indicaba que dentro de poco el sabor a hembra en mi boca, que sabìa me desagradaba, seria como un manjar para mi. Me volvio a mandar tender boca abajo, pero no me atò.

Asi pasaron los siguientes dias, entre los cuidados de la Boldbricker, extrañamente tierna, y que no habia vuelto a humillarme desde que me mostre claramente "domesticada", y las atenciones bucales que debia proporcionarle dos veces al dia. He de decir que fueron las lecciones mas claras e instructivas que recibí nunca sobre como atender oralmente a una mujer, y que me fueron muy utiles en los años venideros. El lunes volví a mis clases y a ocupar mi cuarto, tras pasar parte del domingo recordando como se caminaba de nuevo. Y si alguien reparaba en que caminaba rarito, lo atribuia a la debilidad causada por mi enfermedad. Yo notaba que me vigilaban, asi que no dije ni una palabra a nadie. Me preguntaba cuantas de mis compañeras estarian en una posición similar a la mia, pero no osaba preguntar ni insinuar nada a ninguna.

No solo temia equivocarme o que me descubriesen, sino que si decia algo a la persona equivocada podia delatarme, y no quería afrontar las consecuencias. Ni pensar en ellas. De todos modos, necesitaba una amiga en quien poder confiar, ya que en las horas que habia pasado en la enfermeria, pensando en la soledad de la noche, llegué a una conclusión que al principio debí considerar graciosa, pero que tenia unas implicaciones dificiles de calibrar. Solo encontraba una explicación al cambio de actitud de la enfermera respecto a mi... La Boldbric-

ker.... debia haberse enamorado de mí . Y eso hacia que se me secase la boca, sin saber muy bien si eso podria ayudarme, o acabar de complicar la cosa. El tiempo lo diria.