El Internado de Sandhurst, 03

Sobre como nuestra protagonista termina por caer definitivamente en las garras de sus depravadas tutoras, y descubre el significado de palabras tan sagradas como Abuso y Dominio.

EL INTERNADO DE SANDHURST, CAPITULO 3

Mientras permanecia en el suelo, notando como un hilillo de sangre proveniente de mi desgarrado himen bajaba por mis muslos, sentia hervir la ira en mi interior, contra esa pervertida que me acababa de someter a una de las pocas maneras de "convertirme en mujer" que no habia pasado por mi mente en las horas que habia dedicado al vicio solitario. Creo que me encontraba mas herida a nivel emocional que fisico, y aun no habia asimilado lo ocurrido. No me considero una niña tonta, y no era ninguna inocente para aquel entonces, a mis dieciseis años largos ya sabia mas de un par de cosillas sobre lo que es la perversion, gracias las revista, internet, peliculas, amigas y un largo etc.

Si yo podia llegar a asumir sin demasiada dificultad que la Directora fuese una redomada bollera que se pusiese cachonda abusando de sus alumnas, castigandolas o Dios sabia que, lo que no entendia era el porque de ese ataque, de esa vejación. Podria haberme hecho mil cosas sin dejar marca... pero al hacer lo que habia hecho no habia vuelta atras, no se iba a librar de que la deununciase a la muy puta. Se dirigio lenta y calmadamete a una puerta que comunicaba su despacho con una estancia anexa, de la que nada sabia, y cerro la puerta tras ella, dejandome sola.

Quise ponerme en pie, pero me senti mareada, asi que apoyandome en la pared me quede sentada, medio recostada, cuando caminando a paso vivo llego la enfermera, la Señorita Boldbricker.

Era esta una mujerona con aspecto de lanzadora de peso, una mujer de unos 50 años mas o menos, rubia y con el clasico aspecto de vaca sonrosada que caracteriza a muchas britanicas. No habia tenido trato con ella, mas decian que era buena persona. Vestia su bata de enfermera blanca, sin cofia, y portaba un abultado maletin. Vi la sorpresa en sus ojos cuando me vio alli, recostada contra la pared, sin bragas, con la falda levantada y sujeta por una de las agujas de cabello de la directora a mi blusa, dejando mis muslos y mi todo al aire.

Tampoco pudo menos que reparar en la sangre que bajaba por el interior de mis muslos, algunas gotas incluso habian quedado sobre el bien cuidado suelo. Se acerco a mi procurando disimular su sorpresa, y se agacho a mi lado, acariciandome el pelo, y preguntandome en voz baja que habia pasado... Yo le conte atropelladamente lo ocurrido, sin obviar nada, temiendo que en cualquier momento la Señorita Ernestina volviese por el despacho. No me importaba que estuviese en la sala de al lado, escuchando mis palabras, estaba decidida a joderla como ella habia hecho conmigo. La enfermera se intereso por mi, con el cuidado de una madre solicita, me dijo que ya habia pasado todo, repitiendolo hasta estar segura de que lo habia entendido. Me conto que iba a examinarme, para tomar pruebas de lo ocurrido, y que esto no le volviese a ocurrir a otras chicas. Antes me dio unas toallitas humedas para limpiarme lo mejor posible, y saco del maletin unas braguitas blancas de algodon blanco.

Explico con algo de arrobo que no era raro que alguna chica tuviese problemas con el periodo, o se presentase de improviso la primera vez, asi que siempre tenia compresas y un par de braguitas en el botiquin. Me conto que cuando la Directora la llamo, penso que se trataba de un episodio por el estilo. Me ayudo a ponerme en pie, y aunque mi intimidad violentada me dolia al caminar, la molestia era llevadera si daba pasos cortos y no apuraba la marcha. Lo que si hice fue llorar, llorar a moco tendido, mientras la Señotrita Boldbricker me pasaba un brazo grueso como un jamon sobre los hombros, y con la otra mano me limpiaba las lagrimas. Por fortuna no nos cruzamos con nadie camino de la enfermeria, pues a esas horas las alumnas tenian la obligacion de estar en sus habitaciones, y el personal de servicio ya se habia retirado.

La enfermeria no estaba tan equipada como un hospital, pero si que era mas grande que el tipico cuarto pequeño donde se dan primeras curas en un colegio. Con clases de equitacion, deportes varios y estando a casi 20 kmts del hospital mas cercano, el colegio estaba equipado con una enfermeria amplia, con 3 camas para accidentados o enfermos, y un pas de armarios llenos de nstrumental y medicamentos. Un lugar bastante frio, iluminado por fluorescentes, y con el aspecto aseptico de un hospital. La enfermera me pregunto con toda calma si queria emplear el baño antes de proceder al examen, o descansar un rato. Yo negue con la cabeza, lo que queria era que empapelasen a esa mala puta lo antes posible. Le pedi que llamase a la policia al momento, pero ella me convencio de que seria mejor poder presentarles un informe medico antes, ya que la institucion estaba muy bien considerada, y era mejor tener pruebas antes de hacer acusaciones.

Me ordeno el pelo mientras hablaba, y dijo que de todos modos aqui estaba a salvo. Para darme mayor seguridad, cerro la puerta con llave. La Directora no podria entrar aqui sin nuestro consentimiento. Llore, esta vez de alivio, y me coloque sobre la camilla para someterme a un examen pelvico, boca arriba y con las piernas separadas y flexionadas. No me sentia muy a gusto con que otra persona fuese a acceder a mi intimidad tras ese mal trago, pero habia visto las suficientes peliculas policiacas y capitulos de CSI como para saber que era algo inevitable, no hacerlo ahora solo me reportaria disgustos en el futuro.

La enfermera se coloco unos guantes, y separando un poco mas mis piernas comenzo la exploracion. Me entraron temblores solo conque me rozase, asi que antes de comenzar me rogo que tomase un suave calmante contra mis nervios, ya que si no todo seria muy molesto. Yo, boba de mi, como entonces confiaba en la Boldbricker y la creia mi salvadora, hice lo que me pidio sin vacilar, inguiriendo una capsula con un poco de agua. No note cambio alguno, pero bueno... Volvi a colocarme en posicion, y ella se posiciono entre mis muslos para examinarme...

Fue lo mas suave que pudo,examino mi vagina, tomo muestras de sus paredes, ya que deberian tener celulas de la piel de mi agresora, y lo coloco todo en tubitos cerrados hermeticamente. Con una camara dotada de flash tomo imagenes de mi zona vaginal, aunque para poder hacerlo me coloco un especulo, lo que me resulto terriblemente molesto. La pieza de metal abria los labios de mi sexo, e imponia una tension a la que no estaba acostumbrada, pero si eso podia ayudar a enchironar a Ernestina, lo aguantaria, y asi lo hice. Por ultimo me tomo una pequeña muestra de sangre casi sin que me diese cuenta, y con ello dio por concluido el examen.

Me indico que me pusiese una de esas horrorosas batas de hospital de color azul oscuro, y que esperase unos minutos mientras redactaba un informe preliminar, que poder presentar a la policia. Dijo que las pruebas forenses iban a ser concluyentes. ¿Como iba yo entonces a saber que una simple enfermera no podia hacer eso, o que ese tipo de examen debia hacerse en un hospital publico previa presentacion de denuncia? . Entonces yo era una cria, no una experta en procesos legales, e imaginense como estaba tras lo ocurrido.

La escuche teclear furiosamente en su ordenador, y en su expresion vi algo extraño, mas lo atribui a la furia que debia sentir ante mi agresion. Entonces se me ocurrio que probablemente cerrasen el colegio por el escandalo y que ella perderia su empleo, pero yo me encargaria de que mi padre la colocase en una de sus empresas, con el mejor sueldo imaginable. Asi se lo dije, y ella me respondio con una sonrisa, indicando que el dinero era muy importante sin duda, pero que habia otras cosas mas importantes, como ya descubriria con la edad. Yo entonces pense que se referia a cosas como la integridad y la etica.... jajaja.

Me pregunto si queria escuchar lo que habia redactado, y yo asenti, ansiosa por escuchar las palabras que habian de cavar la tumba de la Directora. Se aclaro la voz, y comenzo a leer el documento con voz firme y clara. Claro que, no era lo que yo esperaba oir... algunas frases sueltas les daran una idea.

"La paciente experimento una hemorragia vaginal en el despacho de la directora, donde habia sido llamada debido a que en las ultimas horas se le habia apreciado un comportamiento anomalo... un informe de su habitacion revelo la presencia de material tanto indecente como ilegal... revistas pornograficas y pastillas de drogas de diseño... la paciente se encontraba sumido en un delirio causado por el abuso de las drogas... Se habia causado lesiones vaginales al masturbarse con frenetico desenfreno durante el periodo de actuacion de las drogas...". Yo estaba pasmada, no podia ni hablar... y mientras me encontraba en ese estado de sorpresa absoluta, la enfermera Boldbricker abrio la puerta de la enfermeria, tras la cual se encontraba... ya sabem quien, la Direcotra Ernestina, que lo habia escuchado todo... lo habia recitado para ella.

Ahora ya podia la enfermera librarse de la mascara de falso afecto y ternura, que mantenia tantas horas cada dia. Veia la lujuria en sus ojos, la crueldad, el deseo de imponer su voluntad, de hacerse grande degradando a otros. Se veia el odio que esa mujer, alta, fuerte, gorda, sentia por las esbeltas y atractivas adolescentes que tenia a su cuidado, destinadas a una vida facil, con los hombres a sus pies, y el bienestar garantizado por sus ricas familias. Me acurruque en la camilla, tapandome con la bata todo lo que pude, mientras ellas se sonreian la una a la otra y cerraban la puerta con llave de nuevo. Entre ambas, me explicaron lo que para entonces yo ya comenzaba a entender... La pastilla que me habia dado la enfermera contenia una sustancia quimica inofensica,con la excepcion de contener un compuesto que daria un falso positivo en cualquer analisis que se me hiciese sobre el consumo de "pastis". Mis padres no darian credito al principio a que su hija fuese una drogadicta, pero a poco que investigasen se enterarian de que muchas "niñas bien", buenas estudiantes y de conducta aparentemente normal, consumian esas pastillas que las incitaban a un orgiastico desenfreno, antes de volver a su rutina semanal normal.

Me explicaron como las profesoras registraron mi cuarto debido a mi "comportamiento anomalo", y que sospechaban estaba en relacion a una substancia que habia metido de contrabando. A mis padres les contarian consternadas que tenian una hija drogadicta, probablemente promiscua y que se habia metido tanto un bote de desodorante por el coño que se habia hecho sangrar, parando solo debido a la actuacion del eficiente equipo de la escuela. No seria un escandalo, lo taparian todo, claro. Solo habria una perjudicada. ¿A quien iban a creer si me dedicaba a contar que la directora me habia violado con un dedo, y me habian drogado para dar positivo en el analisis?. Yo balbucee algo de las fotos y las muestras de piel... a lo que ambas se rieron de buena gana. Que haya flash, me explicaron, no significa que haya carrete... ¿verdad?. Y lo de los palitos de muestras de recogida de ADN era de pelicula, no relativo a lo que me habian hecho. Si eran palitos de algodon de limpiarse los oidos...

Por otro lado, no era la primera que pasaba por algo similar... se ve que a esas dos les ponia cachondas de verdad idear nuevas trampas para que las alumnas que habian escogido cayesen en sus manos. No, no era yo la primera... y me habian escogido porque, segun ellas, tenia "madera", aun era virgen pero no era ninguna niñata tonta... me escupieron el la cara la idea de que habian visto a la legua que era una guarra, y que con un poco de entreno lo aceptaria, como aceptaba el ser rubia o tener pequeños los dedos de los pies. Yo me encontraba paralizada de terror, sentada con las piernas muy juntas y dobladas, sobre la camila, abrazandome a mi misma. Sabia muy bien que lo que decian tenia logica, que las creerian a ellas y no a mi. Y SABIA lo que mi padre me haria si volviese asi a casa.

Dios... menudo panorama. Y mientras, esas dos putas hijas de una mala chingada me decian que seguiria con mi vida normal, solo que tendria que estar "disponible" para cuando ellas lo quisieran. No me prometian que fuese facil, pero si que seguiria el ritmo normal de vida alli... y que como no les gustaba pasar mucho tiempo con la misma, inflarian mis notas de fin de cuatrimestre, y recomendarian a mi familia que volviese a un colegio en España para el siguiente periodo lectivo. Eso suponia algo mas de dos meses alli, pero... ¿Que alternativa tenia?. Asi que, muy despacio... asenti.

La enfermera Boldbricker se quedo algo apartada de mi. sin duda para tener mejor vision del asunto. Parecia que a ella le iba mas mirar que participar, al menos por el momento. Mientras la Directora se acercaba a mi con la misma mirada que una Cobrea acercandose a un ratoncito, la enfermera metia su diestra bajo su falda, acariciandose el sexo, excitada ante la idea de lo que iba a ver. Ese rostro deformado por la lujuria, por la perversion, me dio nauseas... pero pronto me di cuenta que de quien debia preocuparme era de Ernestina, que comenzo a darme ordenes.

Me mando desnudarme por completo, quitandome toda la ropa incluida la interior. Despues me mando colocar en la camilla boca arriba... y me puso una almohada bajo las caderas. Con unos rollos de vendas ato mis piernas, sujetas por los tobillos a las patas de la camilla, en una posicion abierta que exponia mi sexo a sus miradas y sucios manejos. Yo temblaba y me sentia helada... no podia mas que preguntarme que me iban a hacer esas dos en los proximos minutos, ya sabia yo que no iba a ser nada agradable, con las molestias que se habian tomado para llegar a ese punto.

Ernestina, experta en las lides de abusar de sus pupilas, me intento tranquilizar diciendome que el primer dia no iban a ser muy malas conmigo, que de hecho iban a ser buenas.... Sin decir mas, tomo en una palangana agua caliente, espuma y una maquinilla, procediendo a rasurarme el sexo con primor, sin hacerme ni una marca ni dejarme rastro alguno de vello. Una toalla colocada bajo mi trasero se llevaba la humedad que goteaba. Me explico que le gustaba poder ver y disfrutar de sus posesiones libremente, sin estorbos que estropeasen la maravillosa vision de un conejito juvenil, un prodigio de la naturaleza. Porque mi sexo, al igual que yo misma, era su posesion, y lo seria en las semanas siguientes.

Cada vez que intentaba replicar me daba un suave cachetazo, hasta que me amenazo con hacer que me mease en las bragas, y amordazarme con ellas, metiendomelas en la boca y sellando mis labios con cinta de embalar. Yo sabia que era capaz de eso y de mucho mas, asi que me calle, hasta que me requiriese para hablar. Limpio todos los restos de pelillos y jabon, y pidio la opinion de la Boldbricker sobre como habia quedado. Para entonces, la gorda ya estaba sin bragas y metiendose un par de dedos a un ritmo frenetico. Se me paso por la idea de que en algun momento tendria que comer se asqueroso sexo, bajo esa barriga que colgaba, y la idea me dio nauseas... pero pronto Ernestina reclamo mi atencion.

"A ver, Teresa, de la historia que te hemos contado,¿ cual te parece que es la unica parte que no encaja del todo? . Yo no sabia que decir, y aunque me esforce pensando, ya que no deseaba irritarla, no supe que contestar. "Pues veras, niña de nuestro corazon, cualquier ginecologo con experiencia podria advertir que no estas, digamos, cedida, ¿verdad?. ¡Si me lo diran a mi...!. Ya no tienes himen, Teresita, pero aun estas... digamos que poco usada Y hable de un objeto que has usado esta noche... ¿verdad?. Entonces mi mente se ilumino, y mis ojos se desorbitaron. ¡Esa mala pecora habia mencionado un bote de desodorante....! . ¡Nada menos que un bote de desodorante!. Saco del bolso uno, de tamaño familiar, lo que equivalia al falo de un actor de cine porno de los mejor dotados del genero.

Duro y frio, implacable como ellas mismas... me retorci tratando de liberar mis piernas, lo unico que gane fue que Ernestina me tomase de las manos, las atase con otro rollo de vendas, y las asegurase a una barra sobre el cabezal de la camilla, dejandome asi inmovilizada del todo. Yo comence a pedir que eso no, que era una barbaridad, que no fuesen asi, que las obedeceria... pero era todo en vano. Habian montado una pelicula en su cabeza sobre lo que me iban a a hacer, y no iban a permitir que mis ruegos las disuadieran. Ernestina me explico algo que me indico consideraba muy importante, algo que debia grabar en mi cabeza.... No se trataba tanto de sexo, como de Control, de Poder. Podian conseguir una noche de placer a manos de cualquier alumna con tal de aprovar una asignatura suspensa, de conseguir algun privilegio, de verse libres de puntos que las acercarian al campamento de castigo en Escocia... no me necesitaban para eso. O podian contratar los servicios de una profesional del sexo de alto standing, de una Rusa despampanante de ojos azules, labios llenos y cuerpo de Diosa...no, no se trataba en realidad de sexo.

Las caricias, las comiditas de coño, los orgasmos en cadena, los podian obtener de otro modo. A mi me querian para, simplemente, satisfacer cada pequeño capricho que tuviesen . Y ahora tenian uno. Ese capricho era introducir un bote de desodorande de unos 30 ctms de largo, y bien gordo, en mi conejito. Ernestina me explico que , por supuesto, no podria entrar todo... pero ella creia que 20 ctms al menos seguro. Yo temblaba. Como era mi primera vez, me iba a dar algo de la crema hidratante que ya conocia, tampoco demasiada, que era cara y no era cuestion de derrocharla conmigo. Asi que mas me valia darles un adelanto de lo zorra que era, y lamer el bote a conciencia, que en el no iban a desperdiciar lubricante. Me lo acerco a la cara, y arqueando la espalda lo que mis ataduras me permitian acerque mi boca a el, con la lengua fuera como una perra. Ernestina jugaba a ponerlo dentro y fuera de mi alcance, siempre llegando por poco, o quedando dos ctms fuera del alcance de mi lengua. Lo lami, babee sobre el , me meti la parte de la base en la boca.

Notaba lo caliente que estaba la Directora, pero ella no se tocaba, ni me tocaba a mi... solo me controlaba moviendo unos ctms la mano, haciendo que me esforzase por lamer el bote. Pense en mandarla a la mierda y no colaborar, pero la idea de ese bote sin humedecer me daba un panico cerval. No sabia como podria alojarlo en mi interior, pero sabia que Ernestina no se iba a dar por vencida, asi que mas me valia poner de mi parte...

Cuando le parecio que ya estaba listo, o simplemente se aburrio de este juego, me mando tender sobre la camilla, bajando el bote hacia mi entrepierna. Acerco una mano a mi sexo, abriendo mis labios, acariciandolos, comentando cuanto mas accesible estaba ahora que me habia librado de esos incomodos pelos. Yo guarde silencio, y ella pronto se dedico a lo que tenia planeado desde el principio... coloco el bote en la entrada de mi cueva, y haciendolo girar, comenzo a meterlo. Yo me sorprendi de que pudiese alojarlo, pese a lo molesto que resultaba, y a como me llenaba. Notaba cosas que antes no conocia, y pronto entraron unos 5 ctms del bote malhadado.

Yo no sentia ningun placer con ello, solo abria las piernas todo lo posible, y respiraba agitadamente mientras me acostumbraba a el. Pense una idea tonta, que era como un parto pero el reves... Entonces Ernestina se detuvo, y me esplico pausadamente que habia maneras menos agradables de hacerlo... y dicho esto, dio un golpe en el extremo del bote que quedaba fuera de mi cuerpo, el que tenia la tapa de plastico. Entro unos ctms en mi, de golpe, y el dolor fue atroz. Temi que me hubiese roto algo, pero no, solo era como si me violase un ariete, una maquina, fria, sin corazon, sin voluntad. Una polla al menos una podia esperar que , tarde o temprano, descargase su semen y te dejase en paz.

Esa cosa nunca me dejaria en paz, no acabaria, no se ablandaria, no perderia tamaño, solo avanzaria mas y mas, incansable, bajo la guia de la mano de la zorra que lo empuñaba contra mi. Llore de impotencia, y eso era lo que Ernestina queria, como siempre... Me dio a excoger, me lo metia a golpes, o despacio y haciendolo girar lentamente... yo escogia. Si queria la opcion sencilla, debia llenarme de insultos y vejaciones. Acusarme de toda clase de obscenidades, degradar a mi familia de palabra, contar toda clase de actos inventados y perversos... Por largo tiempo, hacia girar lentamente ese bote y entrarlo en mi milimetro a milimetro, mientras de mi boca salian toda clase de oprobios y mentiras. Confese haber mantenido relaciones de sexo oral con mi perro, de masturbar a mi padre mientras el dormia la siesta y no se enteraba de nada... Cosas asi. Mientras, la vaca de la Boldbricker alcanzo un ruidoso orgasmo, pero no por ello interrumpio sus manipulaciones. En un momento dado Ernestina me mando mirar abajo, hacia mi sexo, y vi que las dos terceras partes estaban en mi interior... como ella habia predicho.

Creia que mi ordalia ya habia pasado, cuando comenzo a retirarlo... pero solo para meterl despues. Comenzo un continuo movimiento de mete - saca, con fuerza y ritmo variables. Mi vagina comenzo a segregar jugos, lo que facilito la tarea de mi torturadora. No eran secreciones de placer, sino un acto reflejo al verse mi vagina invadida por ese objeto... y entonces la muy cacho perra comenzo a manipular con suma delicadeza la zona de mi clitoris... cerca... en circulos... cada vez mas cerca... antes de rozarlo... de tocarlo... de tomarlo... lo hacia para que yo sintiese el maximo placer posible, y nadie se resiste a una manipulacion experta de esa zona, y menos a tan tierna edad.

Pronto comence a sudar, a gemir y a retorcerme de placer . Alternaba las embestidas con ese pene metalico con las caricias y el movimiento de mi centro del placer... y suavemente me indicaba que si no deseaba que parase debia pedirle mas polla. Yo no deseaba para nada ese bote en mi interior, mas la meretriz bien sabia donde, como y a que ritmo tocar para que una solo pudiese desear que esa sensacion no parase, aunque un camion de 16 ruedas estuviese entrando mientras tanto en tu interior. Asi que me degrade pidiendo mas y mas... que no parase. Por favor, que no parase. mientras me odiaba por decirlo, por sentirlo, porque ellas supiesen lo que sentia, la poca voluntad que tenia. Y Ernestina cumplio... yo no deje de pedir mas, y ella no dejo de darmelo. Ese fue mi primer orgasmo sintiendome llena, no fue el mejor de mi vida pero los he tenido peores.

Esa sensacion de sentirme perra, de pedir mas a tu agresora pese a que tu mente dice NO, me lleno de la mas profunda verguenza, una vez las oleadas de placer dejaron de recorrer mi cuerpo. Al echar otro vistazo a mi sexo, vi que solo unos 5 ctms quedaban fuera de el... y que me sentia dolorida, rota, una vez la excitacion remitio... Ernestina me explico que lo que yo habia sentido podia prolongarse mucho mas, incluso repertirse durante toda la noche... pero que por hoy ya habia tenido bastante. Me ordeno mirar a los ojos a la Boldbricker, que se acerco a mi sin dejar de tocarse. Puso una mano sobre uno de mis pechos, y sobandolo con rudeza llego al climax por segunda vez con ayuda de su mano. La Directora solo miraba, no hacia nada mas que eso...

Tras esto, me mandaron lavarme y vestirme. Cuando saco el bote de mi interior senti una dolorosa sensacion de vacio... acompañada e un profundo malestar. De nuevo sangraba un poco, pero pronto remitio. Me dieron un Tampax de los de dias de gran flujo para que absorviese posibles perdidas durante la noche, y asi me despacharon a mi habitacion. Al fin me veia libres de ellas, pero ya contaba los segundos hasta que volviesen a reclamarme, no me cabia duda que eso seria al dia siguiente, eso si no entraban en mi habitacion mientras aun era de noche. Caminando a pasitos cortos, me meti directamente en la cama, y alli llore, y llore, y llore, y llore.....

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