El Internado de Sandhurst, 01: introduccion
Este es el primero de lo que espero sea una serie. Aqui Teresa nos cuenta como acabo interna en un severo colegio para señoritas discolas, y la causa por la cual se busco un gran monton de problemas. Una nota para lectores muy calientes... en esta presentacion a las desventuras ( ¿o aventuras? ) de Teresa no hay escenas calenturientas.
Mientras caminaba por el largo pasillo alfombrado, con sus impresionantes paneles de madera de roble tallada en las paredes, me parecia que no iba a llegar nunca al despacho de la Directora. Pensaba como podia haberme metido en semejante lio, y si asi se sentian los condenados cuando eran llamados a la sala para oir la sentencia, sabiendo seguro que les iba a caer una buena. En realidad lo que iba a afrontar era mas bien un juicio que la lectira de una sentencia pero no me hacia ilusiones de salir bien librada de esta.
Permitanme que me presente, me llamo Teresa y cuando ocurrieron los hechos que estoy a punto de relatarles, tenia dieciséis años y ocho meses, y me encontraba interna en un elitista y muy extricto colegio britanico, el "Internado Sandhurst para Señoritas". ¿Qué como habia caido alli?. Pues muy sencillo. Mis padres, accionistas importantes del mayor banco con sede en Bilbao, estaban podridos de pasta, y tenian el mismo espiritu libertino que Torquemada o el confesor de Franco. Yo era muy consciente de ello, pero con la inestimable ayuda de mis amigas era experta en dar cambiazo de ropa los sabados por la tarde, disimular las resacas el Domingo por la mañana camino de la Iglesia, o el uso de las pastillas de menta. Hasta que me pase de lista, por supuesto. Un finde que se suponia mis padres iban a estar de retiro espiritual, pille un pedo de agarrate y no te menees en la fiesta de cumpleaños de una compañera de colegio.
Y cuando llegue a casa a las tres de la mañana, teniendo que agarrarme a las paredes para no caerme, de la cantidad de cubatas de ron que llevaba encima, alli estaban ellos mirandome con la cara de desaprobación mas rotunda que pueda existir. Tierra tragame. Tras un interrogatorio que no tuvo nada que envidiar a los practicados por la policia chilena ( sin animo de ofender, amigos del hemisferio sur , llegaron a la conclusión de que un desalmado debia haberme alcoholizado en una inocente fiesta infantil . Eso era mas sencillo que admitir que su hija tenia mayor apetencia por el alcohol que el fundador de alcoholicos anonimos, claro esta. Yo suspire de alivio boba de mi. Incluso me llevaron a un medico para comprobar si ."se habian aprovechado de mi" mientras estaba borracha.
Al menos seguia siendo virgen, aunque si mis queridos papis me hubiesen visto tragando sable en el asiento trasero del coche de mi novio les hubiese dado un derrame cerebral simultaneo. Echaron la culpa a mis compañeras de colegio, que si estaban por debajo de nuestra clase social, que si sus padres habian perdido las buenas costumbres .blablabla. Yo poniendo carita de pena creia que me libraba hasta que decidieron llamar a mi tio Jose Antonio, el cura. Bueno .. dire que podria haber reprendido a Torquemada por blando, con eso queda todo dicho.
Asi que mis padres acabaron con la referencia de un excelente internado irlandes para "señoritas discolas o mal influenciadas". Y en menos que canta un gallo me vi en un avion junto a mi señora madre, camino de la humeda irlanda. Ajjjjj. Patalee, llore e hice prácticamente de todo para evitarlo pero el cabronazo de mi tio disuadia a mi madre cada vez que ya la tenia convencida. Creanme, si de mi dependiese le hubiesen caido las siete plagas de egipto todas de golpe a ese santurron hipócrita, pero todas de golpe.
El lugar era de anuncio publicitario una enorme extensión de terreno, con un antiguo palacio reconvertido en centro escolar en el centro de la provincia que parecia ocupar pistas deportivas, zona para practicar la hipica, el tiro de arco ademas de una piscina cubierta climatizada y una biblioteca en la que si te perdias ya podian organizar una partida de rescate. Alli me presentaron a la Directora del cotarro, la señorita ( como iba a estar casada esa cabrona ) Ernestina. Me hizo la visita de rigor por el centro y me creia morir.
Tal vez piensen, ¿Cómo podia estar a disgusto en un lugar asi?. Para empezar por la disciplina. Era como una prision nazi en guante de seda. Horario estrictísimo para todo, asearse, comidas, deberes, sesiones de gimnasia, de tutoria, servicios religiosos . Un relojero Prusiano estaria alli en el paraíso. Y el sistema de faltas . Perdida de puntos por no hacer bien la cama, por no presentar los deberes, por incorrección al hablar la lista de faltas me la entregaron . Y parecia el listin telefonico de una ciudad mediana. Y encima, obviamente, ningun hombre en las instalaciones, excepto unos jardineros y personal de mantenimiento y establos, ninguno de los cuales tenia menos de cincuenta tacos. Y las visitas .cada quincena una al pueblo.. eran supervisadas
Yo me decia a mi misma yo aquí no me quedo, hare el bestia para que me expulsen, y asi volver a casa pero en en Internado Sandhurst eran unos profesionales, si señor. Si llenabas el cupo de faltas te llevaban a una sucursal de colegio en Escocia. En el culo del mundo en el norte de Escocia. Alli la disciplina era la misma, la unica diferencia era que alli no habia "comodidades". Por eso se entendia televisión, radio, telefono, acceso a ordenadores, comida que no fuese la servida en el comedor, beber solo agua, sin agua caliente, misa 2 veces al dia .el infierno. Asi que trague saliva y me hice a la idea de que iba a tener que pasar por el aro de las normas, sino queria acabar cagando en una caseta en pleno invierno escoces, lavandome la cara a las cinco de la mañana con agua helada y pasando las tardes de los domingos plantando cebollas, vigilada por una monitora que me sermonearia si no doblaba lo bastante los riñones.
A favor de Sandhurst hay que decir que el profesorado era excelente, las instalaciones un primor y que, a fin de cuentas, no todo el mundo puede contar con su caballo personal para las clases de equitación y tal. Me adapte, aunque habia un problemita si, ese problemita la falta de hombres de menos de 50 años. Muy agudos. Yo de bollera nunca habia tenido nada, asi que no me quedaba ese discreto recurso que empleaban algunas de mis compañeras.
No crean, lo pense y todo pero es que yo soy de comer carne, no pescado. Me procure algo de alivio robando en un descuido del vendedor y de la monitora un par de revistas eroticas para el publico femenino, en una de las salidas al pueblo. Pero no conte con que alli se las sabian todas. Cuando volvia de una clase extra de informatica a mi cuarto para hacer los ultimos deberes y acostarme me encontre a dos de las profesoras que estaban haciendo una inspeccion sorpresa de los cuartos- Asi que me toco esperar fuera, rezando para que no encontrasen el material bajo el colchon. Si, ya lo se, no era un escondite demasiado inteligente. Tardaron como 20 segundos en pillarlas. Sin lugar a dudad, Dios y yo no haciamos muy buenas migas últimamente.
Asi me encontre caminado por el pasillo, hacia el despacho de la Directora. Posesion de revistas guarras, con el añadido de haberlas pasado de tapadillo y tenerlas ocultas no me estrañaria que se enterasen de que las habia robado, ya que no tenia dinero para pagarlas. Eso como duplicaba el numero de puntos por faltas para garantizar mi expulsión. Notaba la boca seca y un cosquilleo de terror en la boca del estomago. Ya me veia haciendo las maletas para Escocia. Si hubiese sabido la que me iba a caer encima . Hubiese ido voluntariamente y a patita, incluso descalza.