EL INTERNADO (7) Marcelo me Regala su Culazo

Yo, sin dudarlo le abrí los botones del pantalón vaquero, olfateé ese olor a machito que desprendía, lamí un poco su paquete sobre sus calzoncillos, y saqué su polla bien dura y venosa. Era grande, hermosa, curvada hacía la izquierda y muy gruesa. Bajé la piel de su capullo y apretando bien los labios empecé a metérmela en la boca, notando un sabor salado, que me calentaba como una perra.

EL INTERNADO (7)

Marcelo me Regala su Culazo

Cuando se fué mi amiga Marta, nos pusimos el pijama, y nos quedamos un largo rato hablando en la habitación de Marcelo.

MARCELO: Ha sido bestial tío, ... me ha encantado, y he disfrutado como nunca. Tío, ... esto que ha pasado en mi casa, lo de follar contigo primero y después con tu amiga, no se lo puedes contar a nadie, ... ¿Eh Niko? ... Si mis colegas se enteraran de que me has follado el culo, o que te he chupado la polla, ... sería mi fin colega, ... seguro que me pegarían una buena paliza por maricón, y sería la maricona traga pollas de todo el internado. Joder, no lo quiero ni pensar.

NICO: Que nooooo, ... y no te rayes tío, que conmigo tu secreto está a salvo. Además, yo tendría el mismo problema, ... ¿O no crees? ... Venga, pasa del tema colega, que lo hemos pasado muy bien, para que ahora tú, te comas la cabeza con eso ... Lo que si me gustaría saber, ya que tenemos confianza y no hay secretos de sexo entre nosotros, ... es que, al follarte el culo me di cuenta de que mi polla entraba con facilidad, y tu boquete, no ponía mucha resistencia. Cuando me mandaste a por los consoladores, pensé que los habías usado tú más jodiéndote el culo, que tu chica ... ¿O no es verdad?

MARCELO: Jajaja ... La verdad es que si, ... es más, ... los compré por ella, ¿Pero te puedes creer, que la hija de puta no ha consentido nunca meterselos ni por el coño, ni por el culo? ... ¡Que se vaya a tomar por culo la cabrona!

NIKO: Jajajaja ... eso, que ya tenemos a Marta para que se lo trague todo.

MARCELO: Jajaja ... Y como traga la muy zorra ... En fin, me encanta las peliculas porno tío, las de heteros, las de bixesuales, las gay, ... todas, y siempre busco en las que salen metiéndole a un tío, un buen consolador grande y gordo por el culo, esas me dan mucho borbo y me caliento mogollón. Y como te he dicho, siempre he tenido esa fantasía, ... y ya que los tenía, pues los empecé a usar para que no se quedaran muertos en el cajón, y cada vez que me apetece y me masturbo, me los meto por el culo viendo alguna pelicula porno.

NIKO: Wow ... Que bueno colega. Ya decía yo, que tu culito estaba muy abierto, ... y no me equivocaba ... ¡Que cabrón! ... ¿Y el dildo negro monstruoso, también te lo has metido por el ojete?

MARCEL: Pues claro, chaval ... jajajaja ... Al principio no me entraba, pero a base de insistir y practicar con mucha crema, me lo trago entero.

NIKI: ¡Joder! ... se me ha puesto la polla dura nada mas pensarlo, colega. ¿Y en quién pensabas cuando te metías el consolador por el culo, y te pajeabas la polla? ... ¿Los conozco yo?

MARCELO: Jajaja ... Pero, que putón mas calentorro estás hecho tío. Si, algunos si que los conoces, ... me imaginaba a Carlos el gemelo follándome, a Ivan y a pablo mis colegas del fútbol, que siempre voy con ellos, uno jodiéndome la boca y el otro dandome por el culo. Fantaseaba con tu compañero de cuarto, Julio, que me violaba el ano a la fuerza en las duchas, y hay mas, todos los niñatos que me dan morbo del internado. Pero hay uno, ... el que más me pone cachondo, colega, ... es mi cuñado, el marido de mi hermana ... ¡Ufff! ... pensando en ese tío si que me he hecho buenas pajas en la verga, ¡Que bueno está el cabrón! ... Y tiene un culo, y un paquetón de alucine. Mira, ... aqui hay una foto de él con mi hermana.

NIKO: Pue sí, que es guapo y tiene buen cuerpo ... ¿Te gustaría follartelo ... no?

MARCELO: Mas bien, me encantaría que él me follara sin parar, como hacen los tíos en las escenas de pono gay. Solamente pasó una cosa en su coche, hace un par de meses, y por que estaba un poco bebido. Por supuesto mi hermana de esto no sabe nada, por que si se enterara me torteaba la cara.

NIKO: ¿Y que pasó? ... Joder, cuentamelo.

Pues nada ... Alejandro, que así se llama mi cuñado,  tiene el cuerpo corpulento, piel morena de tomar el sol, pelo corto, ojos verdes, bastante atractivo de cara con la barba de tres dias, ... me recuerda muchísimo al actor porno gay "Ricky Roman" pero sin los tatuajes, y tiene un pollón grueso y grande con un capullo muy rosado. Lo sé, por que se la he visto empalmada, ese día se la chupé y la pude toquetear bastante bien.

Mi relación con Alejandro es muy buena, él me trata como si fuera su hermano pequeño, muchas veces se desahoga conmigo y me cuenta sus problemas, y la verdad es que tenemos mucha complicidad. Desde que despertó en mí, el deseo de sentir una buena polla, ... ya sea por la boca o por el culo, ... me he fijado mucho mas en él, en su cuerpo, en su culo, en su paquete, hasta el punto de insinuarme, y provocar alguna situación haber si caía algún polvo.

Creo que captó el mensaje, por que esa noche pasó algo increible para mi hasta ese momento. Ese Viernes, vino él a recogerme al internado como otras veces para llevarme a casa, se retrasó un poco por que había estado con los amigos, celebrando que había ganado su equipo de fútbol, y venía bastante contento y animado. El camino desde el internado hasta mi casa, es de dos horas mas o menos, y como se había inchado de beber, quiso parar a medio camino para echar una meada. Nos paramos en una zona donde habían unos edificios en construcción, y salió del coche poniéndo casi al lado de mi ventanilla a echar la meada. Creo que lo hizo adrede, por que en la postura que estaba, yo podía ver perfectamente como su polla expulsaba la orina por la rajita del capullo. Después de vaciarse a gusto la vejiga, y de darse unas buenas sacudidas en la verga, entró denuevo al coche.

Nos quedamos allí parados, por que Alejandro quería hablar tranquilo conmigo, y pedirme consejo. Por lo visto mi hermana quería quedarse embarazada y él no tenía muchas ganas de niños, decía que no era el momento todavía. Reclinó un poco hacía atrás el asiento, acomodó su pelvis abriendose de piernas, y dejandome a la vista aquella entre pierna marcando paquete. Alejandro seguía hablando, pero yo ya no le prestaba atención, todo mi interés estaba puesto en vigilar esa bragueta, que me ponía a cien por hora y deseaba como un poseso tenerla para mi. En mi descaro al mirar su bulto, mi cuñado se dió cuenta ... y como una cosa lleva a la otra ... pasó lo que tenía que pasar.

Me puso la mano en el hombro mirandome con cara de malote ... de travieso ... y haciendo fuerza hacia abajo, me puso la cara en todo el paquetón.

ALEJANDRO: Chupame la polla Marcelo ... Que sé que lo estás deseando. Este será nuestro secreto y nunca se lo diremos a nadie ... ¿Deacerdo chaval?

Yo, sin dudarlo le abrí los botones del pantalón vaquero, olfateé ese olor a machito que desprendía, lamí un poco su paquete sobre sus calzoncillos, y saqué su polla bien dura y venosa. Era grande, hermosa, curvada hacía la izquierda y muy gruesa. Bajé la piel de su capullo y apretando bien los labios empecé a metérmela en la boca, notando un sabor salado, que me calentaba como una perra.

Me sujetó la cabeza con ambas manos, y me atrajo hacia él, al mismo tiempo que movia sus cadeas hacia delante, de tal modo que me metió el cipote hasta la garganta ... sintiéndolo todo en mi traquea. Me hizo aguantar, presionando su polla entera en mi garganta varios segundos, se me saltaron las lágrimas, no podía respirar, me asfixiaba ... Pero me fascinaba tener su pollón dentro de mi boca, ¡Cuantas veces había deseado comerle la polla! ... ¡Cuantos pajotes me he hecho a costa de él! ... y ahora era mio ese cipotón.

Él cabrón, hacia fuerza con sus manos en mi cabeza con un movimiento ritmico de sube y baja, me sacó la polla entera de la boca, y tuve el tiempo justo para dar una bocanada de aire. No tardó en volver a emvergarmela, me pegó una follada en la boca bárbara, dandome embestidas con la verga, una tras otra ... y otra ... y otra vez ... volviendola a meter sin piedad. Estoy seguro, que nadie le había chupado la polla como yo, estaba disfrutando el machito de lo lindo, se notaba por los gemidos de placer, que soltaba por la boca, y los contoneos alegres de su cuerpazo. - ¡Que gusto de mamada tío! - me decía susurrando en voz baja. Después de varias clavadas sin compasión, y de innumerables embestidas con el nabazo en mi boquino, se corrió en mi boca el muy cabrón ... ¡Como disfrutaba el muy cerdo! ... me hizo tragar toda la leche caliente, ... bebermela por completo sin dejar una sola gota, ... y dejarle el cipote bien limpío sin ninguna mancha de semen.

NIKO: ¡Joder que morbazo colega! ... ¿Y después de eso, te ha dado sensación de que quería repetir?

MARCELO: Por ahora no, ... pero no hay mal royo entre nosotros, ... y él me sigue tratando igual, como si no hubiera pasado nada. También, es que no ha coincidido que estemos solos, siempre viene con mi hermana y la muy zorra no lo deja respirar. Precisamente estuvieron la semana pasada, pasando el sabado y el domingo con toda la familia. Que por cierto, ... se han dejado toda la ropa sucia, para que se la lave mi madre.

NIKO: ¿Sabes que ...? ... Se me ha ocurrido una cosa perversa, ... ¿De esa ropa sucia, que se han dejado hay algunos calzoncillos de tu cuñado?

MARCELO: Creo que si, ... ¿Que se te ha ocurrido cabrón?

NIKO: Calla, ... verás que te va a gustar, ... por que este calentón que tengo en la polla, tienes que bajarmelo como sea tío. Traete los calzoncillos sucios, y si tienes un antifáz o un pañuelo grande, ... traetelo también. Hoy me voy a convertir en tu cuñado Alejandro.

Marcelo trajo los calzoncillos de su cuñado, y un antifáz que usaba su abuelo para dormir. Le quité el pijama dejándole solo los slip, le puse el antifáz tapándole los ojos, y yo me puse los calzoncillo sucios y sudados de su cuñado.

NIKO: Bien colega, ... a partir de ahora no voy hablar, por que la voz de tu cuñado no la puedo imitar, y para que este juego vicioso salga bien, tienes que imaginarte que el que está aqui contigo es Alejandro. Solo hablarás tú, y le pedirás a tu cuñado lo que desees, lo que quieras que te haga para que goces como un loco.

MARCELO: Ok colega, ... esto me va ha gustar, ... ya se me ha empalmado la polla con solo imaginarmelo. Quiero que te acuestes en la cama, y te tapes solo con la sabana, como si estuvieras durmiéndo. Quiero abusar de mi cuñado y  despertarlo bien agusto, mientras lo manoseo por todo el cuerpo, las piernas, el paquete, ... y me como esos calzoncillos oliendo a polla sudada, a restos de orina, y a gotas de pre-cum pegadas.

Hice lo que eme pidió Marcelo, y él salió del dormitorio, para volver a entrar en silencio y a oscuras. Se metió sigilosamente por debajo de la sabana, desde los pies fué recorriéndo el camino hasta llegar a mi entre pierna, y posar su cara encima de mi paquete. Comenzó a olfatear la bragueta de los calzoncillos como un poseso, se restregaba las mejillas, los labios, la nariz, la barbilla, hasta la frente. El niñato lamía sin control todo el pollón y los huevos, que estaban todavía tapados por la sucia tela. Al cabo de unos minutos ya estaba el paquete super mojado, chorreando de babas y saliva.

Agarraba con la mano por completo, la gruesa polla con la tela empapada y pegada al tronco venoso, y se la metía en la boca todo junto. Quería saborear y degustar como una puta guarra, el gustillo que le había dejado impregnado su cuñado en la asquerosa tela. Yo estaba gozando del juego, ... y de la chupada de paquete, ... metiéndome como un actor en el papel de su cuñado, me retorcía moviendo muy suave mi pelvis, y jadeaba de placer delicado y sutílmente. Marcelo sacó la polla y los huevos por un lateral de los calzoncillos, liberándo su mas preciada golosina, sin quitar la prenda interior y manteniéndo así el olor de su cuñado Alejandro. Atrapó el tronco de la polla con sus mano, rodeándola con sus dedos, apretando bien fuerte, y acercó su lengua al capullo mojado de pre-cum.

La primera lamida, justo en el orificio, hizo que me estremeciera de gusto, después se metió la polla en la boca lentamente, hasta tenerla completamente toda dentro, hasta que rozó su barbilla con los huevos, y comenzó a chuparla como un animal hambriento. Mi amigo mamaba con todas sus ganas, estaba super lujurioso, muy, muy caliente, disfrutando como una guarra al pensar que la verga que se tragaba era la del cuñado. La follada con la boca era impresionante, yo le ayudaba embistiendo y clavándosela hasta el fondo de su garganta, como a él le gustaba comerse una verga.

MARCELO: ¡Mmmmm! … Me vuelves loco cuñado, ... Tu pollón me hace disfrutar como una perra caliente, ... No aguanto mas hijo puta … Quiero follarte la boca con mi polla , en un 69 de escándalo, ... y que me conviertas en tu puta esclava. Hazme lo que aquella noche, no nos dió tiempo hacer ... ¡Eres mi macho!

Se colocó encima de mi sin sacarse la polla de la boca, y puso su paquetón en lo alto de mi boca, restrgándomelo con movimientos bruscos. Notaba en mis labios la bragueta toda mojada, su verga dura y gorda palpitando de placer, ... y agarrándo con mis manos la tela del slip por el trasero, se los rompí desgarrándolos, y dejando al descubierto un delicioso culito y un pollón muy sabroso, que chorreaba babas por el capullo sin parar. Con una mano, Marcelo, empujó su polla apuntando hacia mi boca, yo la abrí y cobijé ese hermoso cipote, apoderándome de el, ... y mientras mi colega comenzaba a joderme el paladar, yo recorrí cada palmo de aquella polla, lamiendo su capullo con frenesí, metiéndome hasta lo mas profundo de mi garganta, aquel pedazo de carne gordo y sabroso.

Del éxtasis, y el calentón tan grande que tenía, Marcelo no pudo contenerse mas, y me soltó un río de semen, que me llenó todo el boquino, y que recorrió mi traquea quemando mi garganta. No paraba el cabrón de vaciarse, pegaba gritos de placer, y cuando le hube sacado su pollón de la boca, siguió mojándome la cara de esperma. En el delirío del disfrute, se volvió hacía mi cara y me limpió los goterones de semen, lamía mi rostro recogiendo su leche, y se la metía en la boca tragándosela. Me besaba metiéndome la lengua, pasándome el esperma y mexclándolo con nuestras salivas.

Seguidamente se situó a cuatro patas encima de la cama, poniéndome el culito empompa para que se lo mirara con deseo y vicio. Marcelo separó los cachetes con los dedos, invitándome a una comida suculenta y muy sabrosa. No le hice esperar mucho, y comencé a lamer aquel boquete con desesperación. Quería prepararselo bien, dilatarselo a tope para que le entrara sin dificultad el consolador negro, ... quería gozar viendo como le entraba ese monstruoso pollón de plástico por el culito, y no imaginarmelo más, ... si no verlo con mis propios ojos.

Sujeté con las dos manos aquel dildo negro, ensalivé el pollón de goma con mi boca, y la puse a las puertas de su hambrienta raja. Introduje el consolador despacio, y lo volví a sacar para mojarlo denuevo con mi saliva. Lo repetí varias veces hasta que vi que su ano se dilataba completamente. Metía y sacaba manteniendo un ritmo delicado, y con mi otra mano masturbaba su polla, que ya estaba otra vez dura, goteando y pidiendo guerra. Mientras mi colega se retorcía de placer, yo pensaba y me preguntaba, ... ¿Donde estaba ese chaval, que se citaba en el parque para que su chica le bajara el calentón? ... Y en mi mente, yo solito me contestaba, ... Pués como tú, (osea yo) que te follas los coños también, pero disfrutas más con una polla y un culazo de niñato.

Marcelo, chillaba de placer pidiéndome que se la metiera con mas rapidez, gemía y se retorcía separándose los cachetes del culo, para que mirara su boquete cada vez mas grande. Yo tenía los ojos pegados a su ano, y no perdía de vista las entradas y salidas del consolador.

MARCELO: ¡Como me posees el culo, mi macho! … ¡Soy tu pequeño putón, cuñado! ... Me tienes caliente perdido , puto Alejandro ... Sácame el consolador de mierda, y follame el ojete con tu cipote, que lo super hambriento de tí.

Extraje el pollón negro, dejándole el boquete del ano totalmente abierto y a mi merced. Colocó la polla en la entrada, pegué un buen empujón y se la clavé entera al puto maricón dentro del culazo. Dió un grito de dolor y al mismo tiempo de placer, sentía como mi cipote le entraba y le salía sin resistencia, lo tenía super dilatado y muy, muy abierto. Podía ver ese precioso trasero de Marcelo, tragando y  devorando mi verga, palpando con sus paredes anales todo el grosor. La maricona presionaba sus nalgas contra mi pelvis, embistiéndo salvajemente hasta tener mi pollón completamente dentro. Me sujetaba fuerte las caderas con las manos, atrayéndomelas hasta él, dominándome, domando a su potro salvaje, y violando la polla de su macho ... "Su cuñado"

MARCELO: ¡Que gustazo cabrón! … ¡Como sabía yo, que estabas deseando meterme tu polla por el culo! ... Me tienes todos los putos días cachondo, calente, y con el cipote empalmado ... ¡Siiiiiii! ... ¡Follame cabronazo! ... ¡Abreme el culo a pollazos! … Soy tu puta … Tu zorra ... Tu guarra ... Correte dentro de mi, y dame toda tu lechecita ... ¡Vamos! ... ¡Correte mamón!

Cada vez que hablaba el maricón, me ponía a cien por hora, ... Aceleré los pollazos, y mis movimientos eran cada vez mas rápidos y fuertes. Me corrí dentro de su culo, notaba como mi leche caliente salía de mis huevazos, y le llenaba todo el esfínter. Cuando terminé con su culito, Marcelo no perdió el tiempo y vino a limpiarme de semen la polla. Tengo que recordaros, que en ningún momento me quité los calzoncillos sucios de su cuñado, así que cuando me lavó la verga, todavía podía olfatear el olor de Alejandro.

NIKO: ¿Te ha gustado chaval?

MARCELO: ¡Uffff! ... Me ha encantado el juego, y he gozado como nunca. Eres único Niko, ... tu y yo nos vamos a llevar de maravilla colega.

NIKO: Antes, cuando me contabas lo de tu fantasía de follar con algunos chicos del internado, ... tengo que decirte que con Carlos, el gemelo, puedes intentarlo, que te aseguro yo, sin equivocarme, que él también está loco por reventarte el trasero.

MARCELO: Wow ... ¿Seguro Niko? ... Que no quiero equivocarme y liarla.

NIKO: Seguro colega, ... si quieres te lo arreglo yo, ... Además, si te portas bien conmigo ... jeje ... te traigo otro niñato de los que te gustan ... Ya verás la sorpresa que te voy a dar.