EL INTERNADO (6) Marcelo, Marta y mi Polla

Me desplacé hasta el culo danzarín del colega, y coloqué mi lengua en la abertura del ojete. A lenguetazos se lo comí, saboreando los restos de semen, que le había dejado anteriormente mi verga, preperandoselo para que albergara de nuevo mi cipote empalmado y duro. Quería follarle el culo al machito de mi amigo, quería darme el gustazo de joderlo por detrás, al mismo tiempo que él se envergaba a mi viciosa amiga.

EL INTERNADO (6)

Marcelo, Marta y mi Polla

Llamaron al portero automatico, ya había llegado mi amiga Marta ...

Lorena llegó impresionante de guapa, se había puesto un top blanco que le marcaba sus grandes pechos, una faldita tableada super corta, y un tanga rosa trasparente, que se le veía cada vez que se movía bruscamente. Ella es bastante guapa, delgada, un buen culazo, con el pelo largo de color cahoba, y una cara de traviesa que cuando está drogada o borracha, le brillan los ojos de vicio.

Mi amiga cuando se trata de follar es muy guarra, no tiene complejos ninguno y si la follada es buena ... es una puta cerda viciosa. Menudas escenas me hecho con ella ... trios ... orgías ... la muy perra no le hace asco a nada. Ya le echó el ojo al paquetón de Marcelo, el día que estuvimos en la tapería, y desde ese día no para la puta de pedirme que hagamos un trío con él. Pués hoy es el día en el que cumplirá su deseo, y mi colega también.

Después de nuestro polvo, nos pusimos los calzoncillos  mientras subía mi amiga. Cuando entró en la casa me dió un abrazo, y a Marcelo un beso en los morros.

MARCELO: Lorena ... ¿Quieres beber algo fresquito?

MARTA: Estupendo, ... me apetece un cubata de ron, pero dime donde está la bebida, que yo los preparo muy ricos.

NIKO: Si colega, dejala a ella, que prepara unos cócteles de buenos que te mueres.

Mi amiga se fué a la cocina a preparar los cubatas, mientras Marcelo me llevaba a parte a la terraza, y me susurró en voz baja si mi amiga sabía que venía a follar con nosotros. Le dije que no se preocupara, que ya le había explicado por teléfono a ella todo, y que mi amiga estaba loca por follar con él. Marcelo, el muy cabrón, no paraba de agarrarse el paquete mientras susurrabamos en la terraza, estaba que se salía otra vez del calentón ... tenía ganas de hacer un trío, y de follarse un coño el hijo puta.

Yo bromeaba con él, agarrándole la bragueta y pellizcándole el culito. Marta regresó al salón con las bebidas, había preparado un cubata para cada uno y le había echado un extasis dentro para ponernos a tono. Nos sentamos los tres en el sofá, estuvimos un buen rato hablando y riendonos de tonterías mientras nos bebimos los cubatas, y a los pocos minutos, la pastilla había hecho su efecto. De pronto estabamos calientes como perras, el ambiente olía a vicio, a lujuría, y ya había llegado el momento desmadrarse.

Sin decir mas palabras, Marcelo le agarró el coño a Marta, abarcando con su mano toda la pipa, y con la otra tapandole bruscamente la boca. Ella comenzó a resistirse, pero yo le apresé los brazos dejandola inmovilizada y a merced del niñato calentón. Le arrancó el tanga de un tirón desgarrandolo entero, se sacó la polla gorda y dura de los calzoncillos, abrió los muslos de la putilla con sus piernas, y le envergó la polla en el coñito.

El cabronazo le taladraba la pipa salvajemente, ... ¡Como se la estaba tirando! ... ¡Que gusto ver esa polla entrando y saliendo a una velocidad descomunal! ... Era como un toro descontrolado, empitonando fuerte con su cuerno, el boquete sel coño de la puta niñata ... y él, fuera de sí. Marta chillaba, y soltaba insultos inaudibles, no se le entendía a penas por la mano que le amordazaba la boca, la mano del chulito violador, del sádico vicioso de Marcelo, que le destrozaba la vagina sin compasión y con bastante crueldad.

NIKO: Quitale la mano de la boca colega ... que creo, que esta perra nos quiere decir algo.

MARCELO: ¡Joder que coño! ... Que ganas tenía de un chochito así, ... tierno, ... jugoso, ... y muy apretadito. Habla pedazo de putón ... Di lo que quieras zorra, pero de esta follada no te libra nadie.

El colega le quitó la mano de la boca, le subió las caderas colocando el coño de Marta hacía arriba, agarró los tobillos con las manos, llevándole las piernas hasta tocar el respaldo del sofá, y se tumbó encima de ella sin dejar en ningún momento de envergarla.

MARTA: ¡Aaaaa! ... para cabrón ... hijo de puta ... me duele ... me duele. Me estás destrozando el coño, niñato de mierda.

MARCELO: ¡Siiiii! .... ¡Putaaaa! ... ¡Asiiii! ... Todo tu pipón para mi polla. ¡Que gozada! ... Te voy a dejar el coño bien abierto, como un bebedero de patos ... ¡Perra!. Me vas pedir mas verga, me lo vas a suplicar guarra, ... del placer de la follada que te voy a dar.

Me desplacé hasta el culo danzarín del colega, y coloqué mi lengua en la abertura del ojete. A lenguetazos se lo comí, saboreando los restos de semen, que le había dejado anteriormente mi verga, preperandoselo para que albergara de nuevo mi cipote empalmado y duro. Quería follarle el culo al machito de mi amigo, quería darme el gustazo de joderlo por detrás, al mismo tiempo que él se envergaba a mi viciosa amiga.

Cuando estaba a punto de meterle la polla en el culo, el tío cambió de postura y colocó a Marta tumbada boca abajo. Le colocó el vientre encima del reposabrazos, dejandole las tetas colgando fuera del sofá, y el culazo en pompa. Sin esperar un un segundo el mamón, separó las nalgas con sus manazas, escupió un salivazo en el ojete, y le empotró el cipote entero por el culo. El berrido que lanzó la muy zorra, se escuchó en toda la casa, parecía que estaban matando un cerdo, que estaban torturando a un animal ... y así era mas o menos ... estaban maltratando a una buena perra.

MARCELO: Ahora si mamona ... ahora te vas a enterar lo que es una buena follada ... una buena polla abriendose paso por el boquetito de tu culazo ... ¡Que disfrute colega! ... ¡Ahhhh! ... ¡Asiiii ... ¡Putón! ... Ya puedes Niko, ... venga colega, meteme tu vergón por el culo y hazme gozar como un loco.

MARTA: ¡Joder... cabronazo... como duele! ... ¡Mi culoooo... sádico cabrón... ¡Aaaaaa!

NIKO: No te preocupes amiga mía, que el cabronazo va a sufrir como tu, lo voy a penetrar hasta el fondo, le voy a desgarrar el agujero del ano con mi polla, y cuando lo escuches gemir te va a chorrear el coño de gusto. Por que ahí sabrás que está disfrutando el mamón, estará gozando como a él le gusta, ... si amiga mía ... aqui la única puta que hay, es este cerdo traga pollas. Lo que a este niñato vicioso le pone calentorro y le empalma la polla, es una buena tranca dandole por el culo, ... como la mía ... como la que le estoy metiendo ahora mismo. ¡Menudo maricón reprimío estás hecho colega!

Separé los cachetes del culo al colega, y empitoné mi pollón en lo mas profundo de su esfínter. De un empujón, se la clavé entera hasta tocar con mis huevos los suyos, hasta que brotó de su garganta un grito ronco y desgarrador. Antes, cuando me lo había follado, lo hicimos suave al principio, metiendose mi polla despacio al principio con delicadeza, y una vez que el ojete se adaptó al grosor de mi cipote, él aceleró hasta ordeñarme los cojones, hasta que el capullo escupía el lechazo dentro de su culito tragón. Pero esta vez estaba tan colocado ..., tan cachondo y lascivo que me daba igual lo que me hiciera el pervertido.

MARCELO: ¡Aaaaaaa ... Cabronazooooo! ... Que coño haces niñato de mierda ... ¡Que dolor colegaaaaa! ... ¡Aaaaa!... ¿Pero sabes lo mas fuerte amigo mio? ... Que me encanta tío ... Dame mas ... Sigueeee ... ¡Que gozada de follada!

Le di la del pulpo a ese trasero, una buena comilona de polla gorda para su culo glotón, para que saciara el apetito y se empachara a gusto. El muy cabrón, se retorcía de placer tirandose el coño de mi amiga, y tragando verga por el ojete al mismo tiempo. Estabamos los tres descontrolados, sin verguenza ninguna, dando riendas suelta a nuestros mas oscuros deseos de vicio y lujuria.

Marta la putilla, había tenido ya dos orgasmos ... y lo sé por que mientras me follaba el culo de Marcelo, ella ... no paraba de gemir de gusto, sollozaba de placer mientras el colega, le masturbaba el coño metiendole la mano entera hasta el codo, y esto sin dejar de joderle el culo como un animal salvaje.

MARCELO: ¡Joder Niko! ... Me tiene la hija de puta, el brazo baboso y chorreando de correrse sin parar ... ¡Como tengo el cipote putona! ... lo tengo a punto de reventarme ... me va a estallar el capullo de un momento a otro. ¡Me corroooooo! ...  dentro de tu culazo cabrona ... ¡Ohhhh! ... ¡Siiiiiii! ... ¡Putaaaa! ...  ¡Tomaaaa, mi leche calentita! ... Toda para ti.

De escuchar a los dos correrse, yo hice lo propio y llené de esperma todo el ojete del machote. Tanto Marcelo como yo sacamos la polla de sendos culos, y cambiamos de postura. El colega le puso la raja del culo en la boca de Marta, sentando con las patas abiertas, espatarrado frente a mi, regalandole a mis ojos lujuriosos el cipote chorreando de semen. Mi amiga lavó a lametadas, los cuajarones de semen que yo le había soltado dentro, y mientras tanto yo, limpiaba a conciencia la mexcla de esperma y de liquido vaginal, del pollón de Marcelo y del coño de Marta.

Después de la limpieza, nos tomamos un pequeño descanso los tres, yo preparé otro cubata bien cargado de ron para cada uno, y le eché otra pastillita de éxtasis de mi amiga Marta.

MARCELO: Niko, ... ya que estás de pie, llegate a mi habitación y en el armario, en el cajón de abajo, hay algunos juguetes que uso con mi chica. Traete alguno colega, y calentemos más el ambiente, ... que hoy me siento cerdo.

Serví las bebidas a cada uno y con un brindis nos tragamos medio cubata. Después salí del salón hacia el dormitorio de Marcelo, ellos mientras se estaban pegando un morreo en la boca ... tocandose, ... magreandose mutuamente ... Marta  pajeandole la polla suavemente, y él metiéndole cuatro dedos por el coño.

Regresé con un par de regalitos para mis amigos, un consolador de doble punta de esos que son largos, que en cada extremo termina en una polla, y otro dildo negro, monstruoso, tremendo de grande y gordo. Seguramente Marcelo, se los había metido por el culo muchas veces, mientras se pajeaba la polla, y pensaba en algún niñato del internado envergandole el ano. Y no dudo, que se lo metiéra por el chocho a su chica también, pero estoy seguro que él, lo usaba mas que ella.

Les indiqué que se tumbaran en el suelo boca arriba, pegando las nalgas el uno al otro, con las pierna flexionadas y las rodillas mirando al techo. Mientras, ... yo alojaba las pollas de plástico, acomodando una punta en el ano de mi amiga, y la otra punta en el culo del niñato. Me senté encima del cipote de Marcelo, tragándomelo entero por el culo, follándome el ojete al mismo ritmo que ellos se movian con el consolador dentro. ¡Que cuadro tenía ante mis ojos! ... De espaldas a Marcelo y de frente a Marta, ... los miraba cachondo, como engullían gustosos todo el grosor y longitud de aquello. Agarré el dildo negro y se lo clavé en el coño a mi amiga, metiéndoselo entero por el cráter enrojecido y destrozado de su vagina.

Marcelo, envergaba mi culazo como un puto violador, cada vez mas cruel, con mayor energía y rapidez, usando mi trasero para satisfacer a su cipote y darse pleno gustazo. A mi, me daba igual que me usara como a una puta, como un boquete con patas ... yo estaba flipando de placer, suspiraba de gusto con cada envergada que me daba aquella polla, y con eso ya me bastaba. Follamos como fieras, hasta que nos vino nuevamente los fluídos de la gustosa corrida. El colega me llenó todo el boquete de semen caliente sin sacar el consolador de su culo ... la puta de mi amiga, apretaba el dildo negro hasta el fondo de su coño, mientras se rebolcaba de placer al sentir un nuevo orgasmo, ... y yo, solté por la polla un chicate de semen que le salpicó en la cara a Marta.

Nos quedamos los tres tendidos en el suelo, exhaustos, agotados, pero felices y satisfechos de la buena follada.

MARCELO: ¡Joder colegas! ... ¡Que flipada de follada! ... Esto hay que repetirlo mas veces.

MARTA: ¡Uffff! ... Ha sido bestial chicos, aún tengo el coño babeando y caliente. Pero, desde luego, ... Por mi descuerdo ... Además, estáis buenísimos los dos y tu tienes una polla que me encanta, y llevas un royo vicioso que me pone super cachonda.

NIKO: Pues ya está, ... el fin de semana que viene quedamos otra vez en tu casa Marcelo.