El internado
Una escuela mejora mientras todos quieran que sea de esa manera
Otro año empezaba en el internado, todos regresaban de sus vacaciones, era el momento de saber si llegaban alumnos o maestros nuevos, la escuela se veía igual que como antes de las vacaciones.
Carolina y Victoria platicaban de las ganas que tenían de que llegara alguien nuevo, querían estar con alguien más ya no sentían ningún deseo por sus antiguos compañeros ni los maestros. Iván y Roque platicaban de que querían que llegaran mujeres nuevas.
Héctor estaba en su oficina cuando le avisaron que los nuevos alumnos habían llegado, él pidió que los llevaran a donde estaba él. Cuando entraron se presentaron la mujer se llamaba Julia y el hombre Marcos, los dos tenían 19 años. Héctor vio a Julia y sintió que se excitaba, nunca había visto a una mujer como Julia, era muy guapa, con un cuerpo delicioso, supo en ese momento que ella tenía que ser su puta.
Los llevó al salón, cuando entraron Iván le dijo a Roque que se tenían que coger a aquella señorita. Camilo que estaba por empezar la clase, les dijo que a los nuevos alumnos que se sentaran donde quisieran, le dijo a Héctor que quería hablarle, salieron del salón. Ya afuera Camilo le dijo que el pedía ser primero con la nueva alumna, ellos dijeron que debía ser delicioso cogerse a Julia por todos lados, Héctor le dijo que tenía una semana para cogérsela que si no se apuraba entonces él sería quien le haría el amor.
Cuando tuvieron un descanso, Iván y Roque se acercaron a Julia, trataron de ser graciosos pero esto a Julia, le molesto, les dijo que a ella le gustaban los hombres de verdad. Carolina y Victoria comentaron que Julia era una mujer muy guapa, y que seguramente a ellas ya no les harían caso, así que tenían que ser más putas ese año.
Camilo, estaba pensando en cómo llevarse a la cama, a esa puta que tanto le había gustado, se imaginaba que ella le pedía más duro, y él la complacía. Héctor estaba revisando algunos papeles pero no dejaba de pensar en Julia, jamás una alumna había sido tan llamativa para todas las personas del lugar.
Cuando las clases acabaron ese día, Camilo se acercó a Julia, le dijo que quería enseñarle algo, Julia le hizo caso y lo fue siguiendo hasta el bosque, ahí entre unos troncos caídos, Camilo se sentó, empezó a platicarle una historia a Julia, ella escuchaba con mucha atención, ella se sentó a lado de Camilo, la historia duro algunos minutos más, en algún momento Camilo se acercó a ella, Julia abrió la boca y cerró los ojos, Camilo la besó, primero con delicadeza y después con mucha lujuria, hizo que sus lenguas jugaran, Julia se estaba excitando mucho, necesitaba que un macho la cogiera y Camilo le había gustado.
Ella se separó se agachó y le sacó la verga a Camilo del pantalón, está ya estaba parada, por lo visto aquel beso lo había calentado muchísimo, Julia se la metió y le pasaba la lengua por todos lados, después con la lengua le daba pequeños golpes a la cabeza, Camilo gemía.
J –¿Te gusta cómo te la mamo?
C –Sí sigue.
Apretando los labios Julia, comenzó a masturbarlo con su boca, Camilo cada vez gemía más fuerte, ella se calentó más al escuchar los gemidos de su macho, estaba feliz de saber que era una buena puta capaz de darle placer a un macho como ese. Camilo no aguantó más y se vino en la boca de Julia, la cual se tragó toda la leche, ella jamás desperdiciaba el semen de sus machos, se la sacó y se la limpió con la lengua.
Mientras él se la guardaba, Julia se limpiaba la boca, le había gustado mucho el sabor de los espermas de ese macho, así que antes de que Camilo le dijera algo ella le preguntó.
J -¿Cuándo me vas coger papi? Quiero ser tu putita.
C –Hoy en la noche, ahorita te enseño donde es mi cuarto, llegarás como a las 11 y ahí te voy a coger.
En la tarde Julia estaba en el patio de la escuela cuando se acercó Roque, él llevaba un hermoso ramo de flores.
R –Te quiero dar la bienvenida a la escuela.
J –Muchas gracias, eres muy amable.
Julia le dio un beso en la mejilla a Roque, él sintió que ese era el mejor día de su vida, cuando se fue, Julia se empezó a reír, ella sabía perfectamente que Roque no tenía ni una sola oportunidad con una puta como ella, pues a ella le gustaban los hombres de verdad no los muchachos que parecían unos niños como Roque.
Julia se fue a su cuarto, busco una minifalda, medias y liguero, tacones de aguja, una blusa muy pegada, se cambiaría en la noche.
La tarde pasó y Julia había estado platicando con Carolina y Victoria, las tres se cayeron bien, Julia, les platicó que en la noche tenía una cita con un macho, ellas no preguntaron con quien solo le decían que lo hiciera el hombre más feliz, que dejara que se la cogiera como a una puta.
La ayudaron a arreglarse, Carolina y Victoria le dijeron que se veía muy puta, ellas se acostaron a dormir y Julia se fue al cuarto de Camilo. En el camino Héctor la vio de lejos, sintió un deseo enorme por cogérsela, pero recordó que le había prometido una semana a Camilo, como no sabía si aguantaría decidió que era mejor ir a su cuarto y esperar a que llegara su turno para estar con aquella mujer tan hermosa.
Ella llegó a la puerta del cuarto de su maestro, tocó, él abrió, estaba muy excitado pero al ver así a Julia, sintió una mayor excitación, jamás se había sentido así, esa mujer le hacía creer que era la mejor mujer del mundo y que estaba a punto de hacerla suya.
J –Que pasa papi, que no quieres que entre.
C –Sí putita entra.
Camilo le ofreció un poco de vino, ella lo tomó, estaba muy caliente, su vagina estaba muy mojada, necesitaba de una verga, Camilo le quito la blusa y el brassier, comenzó a chuparle los senos, le daba pequeños mordiscos a sus pezones, Julia gemía, abrió las piernas, Camilo se las acarició, jamás había sentido una piel tan suave, poco a poco le fue quitando la demás ropa, cuando Julia estuvo desnuda, él le empezó a chupar el coño, lo llevaba completamente depilado, mientras se lo chupaba le metía los dedos, Julia le decía.
J –Así Camilo, que rico me chupas, soy tu puta, quiero que me des verga.
Camilo la siguió chupando, el placer que sentía era mucho, no aguantó más y llegó al orgasmo.
J –Me vengo papi, que rico me chupas.
Él se comió todos los jugos que salían de su conchita, cuando acabó, él se acostó y ella le comenzó a mamar la verga, después le chupó los testículos, ella se volvió a meter su verga en la boca, la cual cada vez se sentía más dura.
Se la sacó de la boca ya la necesitaba en el coño. Se subió sobre Camilo, se metió toda la verga.
J –Aaaahhhh como me llenas con tu vergota mi macho.
C –Que rico te la metes toda Julia.
J –Sí es que me gusta ser la puta de ti mi macho.
Julia empezó a bajar y subir sobre esa verga, los dos gemían, Julia sentía como esa verga le abría el coño que estaba muy mojado, los jugos de su coño se mezclaban con el líquido pre seminal de Camilo.
J –Que rico dame tu gran verga, enséñame que soy tu puta.
C –Toma puta, que ganas me dieron de cogerte desde que entraste al salón hoy en la mañana.
Camilo la tomo fuertemente y la aventó a un lado, ella cayó acostada boca arriba, él le abrió las piernas, las puso sobre sus hombros y riendo le metió su verga a la vagina de Julia.
C –Que rico es cogerte, me siento feliz de poder hacerte mi puta.
J –Yo también me siento feliz de que me hagas tu zorrita.
Comenzaron a moverse, la cama brincaba, y el olor a sexo llenaba el cuarto, Julia sentía como aquella verga entraba cada vez más en ella, Julia se acariciaba las tetas y veía a su macho que cada vez trataba de metérsela más fuerte, ella no paraba de gemir, no pensó que en esa escuela iba a encontrar a un macho como ese que tenía cogiéndola.
J –Más mi amor, dame más, que rico.
C –Como me gustas Julia, quiero cogerte siempre, eres mi puta.
J –Sí papi tu puta.
Después de varios minutos así, Julia sintió que su orgasmo se acercaba así que permitió que el placer llenara su cuerpazo, poco después ella le dijo a su nuevo amante.
J –Me vengo, me vengo mi macho favorito.
Un poco más estuvo él cogiéndosela en aquella posición, pero él sabía que ya no aguantaría mucho antes de venirse, así que se la quiso coger en la posición en la que pudiera verle ese culote que tenía Julia. La hizo ponerse en cuatro, se la metió.
J –Que rico así.
Camilo empezó a darle nalgadas a su puta, que con cada nalgada gemía. Camilo la tomó de la cintura y empezó a cogerse a Julia muy rápido, los dos estaban muy excitados, no les importaba si alguien los escuchaba, aunque los cuartos de maestros estaban muy separados, así que Camilo le ordenó a Julia que le dijera que era su puta y que le gustaba ser cogida.
J –Soy tu puta papi, me encanta que me cojas.
Camilo la cogía y le seguía dando nalgadas.
J –Vamos Camilo nalguea a tu puta.
C –Eres una autentica puta Julia.
J –Sí la puta que esta fascinada con tu verga, no me la saques.
Camilo siguió cogiéndose a Julia, que ya estaba cansada pero muy feliz de tan grandiosa cogida, Camilo sintió como su semen estaba por salir.
C –Me voy a venir puta, donde quieres mi semen.
J –Lléname mi concha papi, quiero sentir lo calientito de tu semen dentro de mí.
Camilo no aguantó más todo su semen llenó la concha de Julia, Camilo se la sacó y los dos se acostaron, Julia se recargo en el pecho de Camilo, los dos platicaban de lo mucho que podría coger.
Unos minutos después se quedaron dormidos, en la madrugada Camilo se despertó y le dijo a Julia que tenía que irse a su cuarto, Julia se puso la tanga y el brassier, lo demás se lo llevó en las manos y así salió del cuarto, llegó al suyo y se acostó a dormir.
La siguiente mañana Carolina y Victoria le preguntaban a Julia, quien sonreía como una puta que había encontrado al macho de sus sueños, que como le había ido. En el pasillo Héctor le preguntaba lo mismo a Camilo. Durante el desayuno Julia y Camilo, se vieron, los dos se sonrieron y Julia le mando un beso a Camilo.
Julia se puso a ver a toda la gente que estaba cerca, buscaba si había más machos con los cuales coger y llegar a ser una verdadera puta que todos amaran y por la cual estuvieran dispuestos a hacer todo con tal de tenerla, y tratar de ser los únicos con esa mujer que les parecía la mejor.